Rosie Inguanzo
Ayer, mientras mi dermatóloga me eliminaba tres venitas de la nariz, afuera llovía, bebíamos además un vino blanco argentino helado (pobre de mí que no recuerdo la uva). Y ella lloró. Yo le dije que iba a casa de mi hermana a cenar, a pesar de las distancias y aquellas memorias terribles que compartimos, aquella soledad adolescente, aquella hambre de años, las golpizas, aquel seguroso subnormal haciéndonos requisas trimensuales, aquel abandono. Mi hermanita, alguien que he perdido en las torceduras biográficas, en gastadas separaciones y elecciones de vida, pelirroja y pecosa -en las fotografías de otra vida. Mi dermatóloga lloró cuando dije: “Voy adonde vaya mi madre”, aunque mis hermanos rivalicen y griten improperios, pero hace años, siglos, que me relaciono con la familia escogida, la que no descalabró el exilio, con la que no comparto la memoria de ciertos horrores.
Lloró porque ella y su hermano tuvieron una relación dichosa. Toda una vida de complicidades y buenos recuerdos; hombro y paño, vacilón y calidez. Pero un día pelearon por cualquier estupidez, y llevaban distanciados como tres meses cuando él murió repentinamente. Lloraba, reprimiéndose y reprendiéndose, empinada sobre mi rostro. Dice que hace once años y ese dolor siempre la visita, puntual como el más grande desconsuelo.
Y yo hija del exilio, fugaz e independiente, con raíces de arena, yo, que tengo amigos sujetos a prueba, escurridiza para estas guerras avisadas, que me deshago de una discordancia emocional como de un mal recuerdo -para vivir. Yo, que he dicho adiós a tantos afectos, a tantos he dado la espalda -para vivir, porque desafinaban con mi paso y mi aire, quiero y desquiero de lejos. Dejo de quererlos en esa burbuja del tiempo. Y agradezco a mi dermatóloga su dolor (que va a asistirla en el último suspiro). Me hace tomar nota de mi propio desarraigo asistido -porque mira que esa Cuba desdeñable nos acribilló de traumas. Aprendí a huir de lo que duele (recomendándolo sobremanera). Huir veloz de lo que lastima. A no deberle nada a ningún vinculo de sangre, creando lazos sujetos a cambio -que ésa precariedad de los afectos me asienta bien.
Hoy Día de Acción de Gracias me acercaré a ese dolor antiguo a riesgo del zarpazo, cobijándome en la gratitud por el día a día y otras bondades adquiridas, sujeta a la impermanencia que nos hace humanos. Picó el láser y ardió el recuerdo. La hice reír fingiendo llorar lágrimas de cocodrilo, dolores de mentirita. Lloriqueamos y reímos sin remedio, ella por su hermano muerto, yo en falso en serio, pellizcada por el láser, a modo de exorcismo de tantos males. Algo tembló en su rostro, algo que yo había perdido, algún mal hundido adentro.
Rosita yo doy gracias a ti y al flaco, a los cuales me une una profunda y sincera amistad, por ser tan buenas personas, tan dulces y con un consejo siempre a la mano más allá de bien o del mal. A ustedes gracias por demostrarme dia tras dia que las amistades se cultivan y se forman pese a las distorsiones que que tengan los troncos y por amargo que sean sus frutos. A ti mi Rosita bella te deseo un feliz dia de acción de gracias y al flaco dile que se meta un pedazo de pavo pa'ver si engorda un poquito. Muas de todos corazón.
ResponderEliminarLS
precioso bella rose. muchos besitos y muchas felicidades en este día frío que me abraza desde el norte.
ResponderEliminarhoy me toca comer pavo sin mojo :(
Happy Thanksgiving Tumiami.
ResponderEliminarFor each new morning with its light,
For rest and shelter of the night, For health and food,
For love and friends,
For everything Thy goodness sends.
Ralph Waldo Emerson
Muy lindo post Rosi. Las relaciones humanas; sus rencores, dudas y perdones. Todo va en busca del equilibrio, un consenso con la vida y la paz interna. ♡♡♡ La Chichi
ResponderEliminargracias Rosiña, muy bello este desgarrón. Te quiero y admiro mucho, Teresa María.
ResponderEliminarCreo que era Nietzsche el que decía que solo iba camino a la perfección el que era capaz de decir "esto no es bueno", incluyendo lo feo que uno lleva dentro. Saber que el espíritu viene con sus lunares ayuda a reconocer el resto limpio de su epidermis. Gracias, Rosie, por ayudarnos hoy a corroborar ese dato imprescindible a la existencia.
ResponderEliminarel pasillo de la vida con sus puertas... la cuestión es no cerrarlas, dejarlas entreabiertas para que se cuele la brisa, leve o ventisca... la que siempre va a cambiar de dirección, de temperatura... sale pues, salud y gracias, RI
ResponderEliminaromu
Tus palabras nos llegan al corazón y nos calientan el alma.
ResponderEliminarColección de amores imperfectos, creo que cada una, tenemos la propia,con sus ausencias,distancias,desencuentros exilios...
Felicidades, un abrazo
Increible que un encuentro entre personas que apenas se conocen, reunidas an torno a las venitas de tu nariz, desentierre tanto desgarro, tanta memoria. Gracias po el post, por la sinceridad.
ResponderEliminarCristy
RosIn, post lindo, triste e intenso, despoja de ligereza el pavo y recupera la esencia profunda de la fecha. Gracias.
ResponderEliminarHappy Thanksgiving desde Guadalajara (Jalisco) en la Feria del Libro presentando La lirica del crapula y muy enfadados con el impresor de Nagari( con un pequenyo anuncio de Tumiami como blog) por romper el contrato con nosotros
ResponderEliminarMuy emotivos estos amores imperfectos Rossie
Amilcar Barca
Tan bello como su autora,
ResponderEliminarCariños, Marc
Rosi bella, a mi me corrio la lagrima...Te mando un abrazo y mi gratitud para Alfredo y para ti siempre,
ResponderEliminarMuch Love,
Bea
Cariño a uno por uno. RI
ResponderEliminarClara bienvenida, y no te pierdas. Ya me di una vueltecita por tu blog. RI
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