Jesús Rosado
Leía el domingo en ENH el esmerado texto de Pedro Corzo sobre la misteriosa desaparición de Camilo. ¿Decididamente le habrán pasado la cuenta los hermanos Castro? ¿O nos tragamos la versión oficial del accidente? Gran descoque para los historiadores, porque las evidencias se han esfumado de manera tan abrupta y enigmática como lo fue la propia desaparición del “duro” de Yaguajay. Lo cierto es que Corzo me remitió automáticamente a la resonancia icónica alcanzada por el Che, gracias a la mitificación de su biografía y a la bendición del lente de Korda y no pude menos que entrar en trance comparativo con el carisma de Camilo. El comandante cubano se queda corto en connotación extraterritorial con respecto al guerrillero argentino. No puede esperarse otra cosa si se tiene en cuenta que el asmático duró lo suficiente como para que el movimiento comunista internacional lo beatificara en el santoral de la soluciones violentas. La deificación de Camilo, sin embargo, fue adquiriendo magnitud en sentido contraideológico a la CosaCastro.
Me explico. En la medida en que perdió pudor la traición al proyecto revolucionario para convertirse en patrimonio personalista, el factor Camilo se fue haciendo presente con frecuencia en los elementos que se iban desprendiendo del proceso defraudado y se iba incorporando como componente socorrido entre los sectores disidentes. El camilismo lo esgrimen intelectuales bajo acoso, guerrilleros reciclados, microfraccionistas, hippies, exrevolucionarios, presos políticos y activistas de derechos humanos como la caracterización más cercana al liderazgo de nuevo tipo que se esperaba auténticamente tras el cambio revolucionario. Una ética camiliana que se ha movido subterránea, justificativa, balsámica, compensadora sin que haya captado suficiente atención por parte de la cubanología. Tal vez porque es proclive a confundir con su pendular partidismo dentro de la dicotomía cubana. De un lado, Camilo estuvo próximo al origen del discurso fidelista. Del otro, Fidel trató de obviar en lo posible el mensaje de Camilo. La ambigüedad en torno a su desaparición fue reforzando entre los opositores, las potencialidades simbólicas de la imagen para hacerle frente al revolucionarismo decadente de los Castro. Y cuando menciono la confrontación en términos camilísticos, es comprendiendo las razones del antibatistianismo, la crítica a la republiquería y la inevitabilidad de un giro en la historia. Por otra parte, el enarbolamiento camilista viene como anillo al dedo para ponerse en frecuencia con las oscilaciones centrotroskistas de ciertas vanguardias intelectuales. O sea, la ansiada contrapartida del Che. Al Camilo de nuestra orilla lo beneficia un ángel desencartonado, menos impositivo y adusto que el guevarismo y, sobre todo, más beat. Y para qué hablar del tema estético. El mismo verde olivo, pero más informal, más subguerrillero. Flaco, jodedor, apariencia light, con dominio de la palabra y de las pasiones. Mucha autenticidad, mucho swing.
En compañía de Camilo se puede combinar el ser contrarrevolucionario, sin dejar de ser revolucionario. Lo mismo se escucha bolero, se baila guaguancó que se canta a Elvis Presley. Eso está bastante lejos de los totalitarismos. La única objeción es que refutar hoy día al castrismo con las posibles reprobaciones de un Camilo entraña conflictos con el retorno a la violencia. Los alzamientos ya no tienen onda y se han contaminado con la cuestión del narcotráfico. El camilismo se presta mejor, entonces, como herramienta de oposición retórica al procerismo. Puede fungir como túnel conciliador entre compatriotas que forzosa y demagógicamente fueron divididos por el régimen como en el caso del propio Camilo y Matos, hoy más hermanados que nunca tras los efectos de la conjura protagonizada por los oscuros parientes de Birán. O también puede servir a las jóvenes generaciones de criollitos para contrarrestar la iconografía protoguevaromaoísta, con un concepto cool, igual de avant-garde y pletórico en nobleza irreverente. Al menos luce con mayor legitimidad desde las recientes desconstrucciones del mito revolucionario. Me hablaba un socio rockero, por ejemplo, que al mirar las fotos de Camilo se le hace afín con aquella estampa contracultural de Jethro Tull en sus buenos tiempos de Aqualung. Así se aprecia lo humano del héroe desde el rock. Otro brother lo compara con el Eric Clapton de la etapa post-Cream. Claro, ambos coinciden en que un ídolo de barba, pelo largo y amplio Stetson tendría el plante perfecto si en lugar de metralleta cargara consigo una Fender Stratocaster de buen look. Un hierro con vista y que suene bien. Como aquel de color marfil y niquelados impecables del que alardeaba Clapton en su concierto de Cardiff.
_______________________________________________________________________
En la foto, Camilo al pie de la estatua de Lincoln en Washington DC, 1959.
como mismo el blogosionismo usa cualquier noticia doméstica para probar la monstruosidad de TODOS los arabes deberian ser dignos y mostrar esta para que le gente vea que en todas partes se cuecen habas:
ResponderEliminarhttp://www.elnuevoherald.com/noticias/ultimas-noticias/story/574771.html
Buenisimo texto.
ResponderEliminarEntre Camilo y Che me quedo con Camilo.
ResponderEliminarvas bien Rosado !!!!
ResponderEliminarmuy bueno, saludos
Inge
CUBANOS SIN COMUNISMO: SEREMOS COMO CAMILO!!!
ResponderEliminarSAL DE CUBA MI SOCIO.
ResponderEliminarMe gusta su cara.
ResponderEliminarA mi no me jodan,esto lo escribieron con mentalidad corporativa. El Rosado debe estar pensando en lanzar algún producto Camilo al mercado
ResponderEliminarjajaja, uñas postizas Camilo.
ResponderEliminarEs verdad Jesus. Cuando miro a Camilo pienso en el rock.
ResponderEliminarSaludos,
EL ICONO
Buenísimo, JR. Coincido con ese claro análisis. Camilo nos trae un groove vernacular, anti-intelectual europeo, que no tiene el Che, mucho menos el susodicho. En esa cara existe espacio para el choteo y la auto-deprecación.
ResponderEliminarClaro, ambos coinciden en que un ídolo de barba, pelo largo y amplio Stetson tendría el plante perfecto si en lugar de metralleta cargara consigo una Fender Stratocaster de buen look. Un hierro con vista y que suene bien. Como aquel de color marfil y niquelados impecables del que alardeaba Clapton en su concierto de Cardiff.
ResponderEliminarSabroso.
eso, en vez de crocodile rock, lancemos el cracOmilo rock
ResponderEliminarno sé, es muy fácil hacer cool héroes a los muertos... camilo era el más guapo y tenía su swing hippie, pa´quellos tiempos, pero la nación le abrió aRma, coraSón y perNil al fc, no olvidéis... pero como se va a morir hecho una mierda, después de triturarnos a todos, será otro adefesio más de la histéricahistórica descomuñanga.
ResponderEliminary lo que no hay que olvidar es que si cc estuviera vivo, sería otro hubermató o cualquier otro vejestorio del cubipoliburó, feo, viejo y arcaico.
Muy bueno!!! hermoso texto Jesús…linda foto. Coincido contigo y con Alfredo en ese análisis. Qué cosa la historia, la imagen y los protagonismos convenientes para el uso. Para colmo ese guerrillero había querido ser artista visual, de ahí el swing.
ResponderEliminarDe esa trilogía, ese team de barbudos… FC, EG de la Serna y CC por el que he guardado siempre respeto y admiración es por Camilo. Mi nena cubano-americana lleva su nombre…Camila, para nada camilita o de los camilitos.
Abrazos!! desde Kenyon.
Cual era el mensaje de Camilo?
ResponderEliminarPuede haber sido "Fidel no seas tan fidelista"
ResponderEliminarDeberá hablarse de la pregunta “¿voy bien Camilo?”, increíble viniendo de alguien tan engreído y absolutista como el suso. Hay harina por donde cortar.
ResponderEliminarAno 9:03 yo también me quedo con Camilo.
ResponderEliminarGracias, Inge, saludos para tí y tu linda familia.
Amiga Midiala, es preferible ser nosotros mismos. Es lo mejor que nos ofrece un mundo libre.
Inkie, ¿la cara nada más? Vamos
Muchachos, no tengo alma de empresario.
Sí, Icono, rock y hierba. Los Vaquerito, los Ameijeiras, los Almeida, San Luis y todo esa gente también eran victroleros y consumidores. Cuando estaban soplaos le partían parriba a una estación de policía o a una capitanía, desenfundaban y ahí se formaba el oeste. Valientes y locos. Quizás el más noble era Camilo, pero también le metía al vacilón.
AT, el Che era, para utilizar referencia de época, de un intelecto digamos más sartriano. Pero lo perdía el bolchevismo. Camilo era el cubanazo, lo cual incluía una admiración familiar por la Yuma. Su gusto por el jazz, el béisbol de las Grandes Ligas y, bueno, el simbolismo del tejano alón que prefirió a las gorras y boinas que usó anterioromente te lo dicen todo. Camilo es jodedera, es vida. Al Che, la verdad que no consigo ponerle música.
sonora, hacer cool a lo que ya no está es meterle un poco de poesía para restarle aridez a los años.
Juan-sí, me encantó que te cuadrara. Tú también eres un poco camilo. Abrazos, brother
Anónimo, qué cuál era su mensaje? Sabes una cosa? A través de un médium logré hacerle una entrevista a Camilo y gracias a eso me enteré de unas cuantas cosas trascendentales. Pero eso decidí dejarlo para cuando se cumpla el próximo aniversario. Te aviso entonces.
Pentagon to offer swine flu vaccine to terror suspect.
ResponderEliminarTODAY'S HERALD
BY CAROL ROSENBERG
crosenberg@MiamiHerald.com
Even as some Americans await the arrival of their swine flu vaccines, the Pentagon has decided to vaccinate both soldiers and terror suspects at Guantánamo Bay, Cuba.
There was no word Wednesday on when the the first vaccines would reach the remote base in southeast Cuba.
But U.S. military there were notified late last week that service members would get their H1N1 virus vaccinations first. Private contractors and sailors' wives and children could get theirs afterward ``as the supply permits.''
And that means the 221 war on terror captives would also be vaccinated first, said Navy Lt. Cmdr. Brook DeWalt, a Guantánamo spokesman.
``They get all the same quality medical care and treatment options that are provided to service members,'' he said by telephone. ``But they don't have to wait for appointments.''....
----------------
WAY TO GO PRES. OBAMA
Terrorists before American citizens!
AT, File this under-
I Love my Obamita...
Buen post Jesus. La diferencia entre los iconos fabricados y el coolness natural, que en realidad le costó la vida. Habanero con calle, fuerte arrastre de pueblo y barba más tupida. Combinación fatal para el gusto de quientusabes...
ResponderEliminarNo viene al caso pero ahI va. La hermanita del Che se llama Tania, el hermanito (hijos ambos del padre con una argentina), se llama Camila. De nin~a eran amiguitos mIos en Miramar, compartIamos todos a la mesa, con el famoso Korda enmarcado en la sala. Gusanita yo, cristiana yo, abiertamente; extranjeros ellos: juegos y tortilla de span y papas.
ResponderEliminarJesu, quE bien te rIes de los prOceres, rock para desencartonarlos. RI
Camilo era un papirriqui.Muy riqui,riqui que le tumbo unas cuantas chachas a los otros comandantes
ResponderEliminarcamilo era un estorbo, rafa. y no solo para el susodicho, sino para el hermanito, que siempre ha funcionado como el quitasombras.
ResponderEliminarrosie, estamos en el último acto de la tragedia en donde según la dramaturgia todos los actores tenemos que reírnos, reírnos y reírnos hasta que el argumento prescinda del telón
J.R, mi madre trabajó en casa de Osmani Cienfuegos por aquellos días y escuchó demasiado. Ella no hace más que decirme que busquen a Camilo en una de las columnas de concreto de la Culumbia remodelada, lo que vino a ser Ciudad Escolar Libertad.
ResponderEliminarAllí deben estar todavía la sonrisa, San Alejandro y el sombrero.
quizas se pueda convertir en el proximo t-CHE, hollywood merchandising...como lo esta planeando michael douglas y sean penn - desde cuba - Bono, escribira un rock-himno...y asi , 'los de miami', seremos los 'palestinos' eternos - admirando a Camilo 59 - frizados.
ResponderEliminartodos vuelven? mentira.