jueves, 15 de octubre de 2009

Miami: Mucho condominio, mucha carretera, mucho sobrepeso



Durante décadas, el crecimiento suburbano en Miami y sus alrededores ha superado al crecimiento del centro de la ciudad. Desde el aire, Miami pareciera una gigantesca megaburbia, amorfa, con condados separados por carreteras y pespunteados por shopping centers, malls, estacionamientos y comunidades en cul de sac.

Los cambios en los patrones de desplazamiento del siglo XX han dejado un saldo alarmante: La gente se pasa el día manejando. Vives en el SW y trabajas en Broward, o al revés. Al carro para trabajar, para comprar cualquier cosa, para salir, hasta para esperar por un amigo, lo haces con aire acondicionado a todo dar bajo el sol que raja piedras.

En septiembre de 2007 aparecieron dos importantes estudios que relacionaban la expansión urbana y la obesidad. El  primero analizaba la actividad de cerca de 100,000 personas: distancia manejada, actividad física, masa corporal, altura, etc. Los residentes suburbanos en barrios en expansión tienden a pesar más, caminar menos, y adolecen de presión arterial más alta que el promedio de los que viven en el centro. El segundo estudio, del psicólogo James Sallis, de la Universidad de San Diego, indica que la diferencia de peso entre esos que viven en comunidades compactas y los residentes de barrios suburbanos es notable. 10,500 personas en el área de Atlanta arrojaron una correlación significativa entre el tiempo pasado en el auto y el peso.

Mientras más te separas de la ciudad y sus caminatas, mientras más tiempo te la pasas embutido en el carro, más posibilidades tienes de aumentar de peso. Tu preferencia de barrio habla de tu comportamiento.

¿Dónde están los parques de Miami? No hablo del parque europeo, diseñado con un fin urbano en mente. Me refiero a las aéreas verdes que le permitan a los niños correr un poco y a los adultos estirar las piernas y respirar algo de aire puro. El entorno anti-peatonal de Miami es un crimen. He visto viejos bajo el sol sin la protección de arboles, caminando desquiciados, como zombies. Otros en las paradas de ómnibus bajo el sol, sin siquiera poder sentarse (se construyeron algunas banquetas de metal que ardían bajo el sol). La mayoría de las paradas no tienen banquetas ni un techado para protejer de la lluvia.

Mucho condominio y poco verdor. Mucho highway y poco caminar. ¿Hasta cuándo?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena pregunta
¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo?
Cuando me mudé a Coral Gables, a un año de pisar Miami, mi familia no me entendió. ¿Por qué te mudas a dónde viven los ricos?
Será por el verde, la necesidad de caminar, ver las ardillas, los gatos paseando, la gente dando sus carreritas. Abrir la ventana, un poco ruinosa y con una tela metálica ancestral, y ver el roble afuera, saludarlo, respirarlo.
En general la vida humana como se mueve en Miami es deprimente, el hombre-carro es otro prisionero no de conciencia, sino sin conciencia, pero es duro darse cuenta de ello. ¿Es posible darse cuenta? ¿Será un bien ese plan Miami 21? ¿Lo ya hecho será remediable
Cristina?

Anónimo dijo...

Muy buen post. Un dia tome el bus al mediodia en downtown y la parada tenia techo...... pero de vidrio. Pensé quien disegnó esta mierda? Evidente que alguien que nunca usa el transporte publico. O seria un modelo de parada copiado de Chicago o Seattle donde tanto necesitan el sol!!!!!!!
Hace falta mas verde y mas aceras y bike paths en esta ciudad. Felicidades a Rosado y Lopez-Ramos por el texto y las obras

Anónimo dijo...

Tienes algo en contra de los gordos?
Siempre estan hablando mal de los gordos.
La Gordita

Alfredo Triff dijo...

La Gordita: Por el contrario, me encantan las gorditas.

MIDIALA ROSALES EN CONCIERTO dijo...

...estan con su cancer escondidos en un automovil,
contemporaneos, como la soledad
dispuestos a vender sus desacuerdos
y a no trazarse ningun camino en comun,
despues de todo,
el mundo pasara, como la moda
vivir en un acto impudico
que ninguna criatura subestima.
(fragmento de poema)

Feminista dijo...

Buen tema para especular. Se han hecho esfuerzos menores en el ámbito úrbano, pero hay demasiada politiqueria en el condado. El problema son las regulaciones y el zoning. Pero no creo que el asunto es hacerle la guerra al automóvil...la gente va a seguir manejando. El asunto es cómo reduces el uso del auto a la vez que estimulas a la gente a caminar. Pero mientras no aumenten las áreas peatonales la gente no va a caminar bajo el sol.

Anónimo dijo...

MUCHA ESCRITURA DE MIERDA OBAMISTA.

Anónimo dijo...

Ano, Es que el que nace flaco, se queda flaco, y ni puede aspirar a ser gordito. Claro, sufren de envidia de masas, y cuando se ven en el espejo, solo ven su esqueleto. Lo cual les causa miedo, particularmente al saber, que si nos quedamos sin comida por un par de semanas, solo los gorditos sobreviviran.

El Gordo sin El Flaco

Anónimo dijo...

AT,
Thalia te tumbo a Obama.

Viva las mejicanas.

Inkietosa

JR dijo...

Hasta cuándo?... ¡Herejía! Hasta que Miami se habanice.

LopezRamos dijo...

Muy buena reflexión. A casi todos nos gustaría vivir en una ciudad más verde y peatonal, más humana, donde la gente pueda interactuar sin el vidrio del parabrisas y las ventanillas de por medio.

Gracias por enlazar la reseña y extender la reflexión a la realidad que punta mi obra. Gracias Rosado, por tus apuntes de primera mano sobre esta narrativa visual que viste nacer!

Abel dijo...

Miami si es una ciudad verde, el problema que ese verdor no es para cobijar al peaton, esta casi siempre dentro de los condominios con sus grandes estacionamientos,o en grandes zonas residenciales fantasmas. Es una ciudad pensada para el automovil, casa ,shopping ,parking,repetido hasta el infinito, un problema gigante el de la zonificacion, no creo que en los proximos 20 anos veamos grandes cambios. El Plan Miami 21 es un buen paso, pero los grandes barrios suburbanos son la inmensa mayoria, a diferencia de Miami Beach o Coral Gables.
Vivimos en una ciudad en donde hay poco contacto humano, en vez de personas somos choferes.
No creo que la gente se anime a caminar con una ciudad disenada de esa manera. No veo la forma.