sábado, 31 de octubre de 2009
Chopin visto por Guide
(A la memoria de Andrés Sendín)
Chopin, Frere du gouffre, amant des nuits tragiques (Chopin, hermano del abismo, amante de las noches trágicas): Así comienza el poema de Maurice Rollinat dedicado al gran pianista polaco. Para Rollinat, la música de Chopin era sinónimo de libertad. La palabra de los marginados, la fragancia del sol después de la lluvia, el misterio insondable de la noche, el perfume dulce y peligroso, la angustia del alma en su lucha con el cuerpo. El retrato de Rollinat es típico de la recepción del arte chopiniano durante la segunda mitad del siglo XIX. Acaso es el carácter de la melodía y la armonía chopiniana, unido a lo patético de su vida, lo que influenció la sensibilidad de tantos escritores decimonónicos. En sus “Notas de Chopin”, André Gide compara al compositor a Baudelaire, en el afán de perfección, el horror a la retórica, y el uso de la sorpresa a través de escorzo. Como Baudelaire, “Chopin cultiva cualidades fantásticas, donde lo lógico se convierte en psicológico”. Chopin no es un poeta de la música. “Schumann es poeta”, nos aclara Gide. “Chopin es un artista”. Gide admira el metier de Chopin: “el imperceptible deslize entre una y otra melodía”, (Gide se refiere al aporte armónico chopiniano: la modulación cromática* que tanto influenciara a Liszt y luego a Wagner). Del preludio en Mi menor, dice Gide: “El tema apunta una profunda tristeza, pero resignada con la historia, que sigue su marcha sin preocuparse por la queja humana. De ese conflicto entre el hombre y lo fatal de la vida nace una angustia que nadie, ni antes ni después, ha podido expresar mejor.”
_________
*Oscar Wilde decía que “escuchaba el llanto de Marsias” en esas resoluciones diferidas chopinianas. Chopin no deseaba (ni podía) abandonar la tonalidad. Lo que sucede es que ese cromatismo intenso debilita tanto el centro tonal tradicional que pareciera aniquilarlo. Pero la disolución armónica en Chopin (no así en Wagner) subyace siempre como un sabor cromatizado del tema, deconstruído en una maravillosa variedad de técnicas: apoyaturas, mordentes, suspensiones, anticipaciones, notas de paso, y cadenzas.
viernes, 30 de octubre de 2009
El "debate" auspiciado por Temas está +de bate+
Fresa y Chocolate auspicia la revista Temas. Pero el "debate" prometido no es tal. De ahí la censura castrista, confrontada afuera del local, por Ciro y Claudia: "No pueden entrar, no han sido invitados". "¿Y la lista?" "No, no es problema de lista". "Bueno, entonces explíqueme por qué no puedo entrar". "Ya le he dicho, no han sido invitados". "¡Pero eso no es explicación!" (touché al pecho, aunque el sonso como sonso al fin ni se la lleva). Mientras, la bloguera "rubia" se ha infiltrado, grabando su propia intervención frente al micrófono, ante la sorprendida audiencia: Claro e inesperado mensaje civilista que arranca aplausos del grupo. Afuera, Reinaldo Escobar apela a la razón, con sentido común y lógica aplastantes: "¿Cómo puede haber debate allí adentro si todos piensan igual?"
Estamos en presencia de un activismo bloguero criollo con techné de crónica periodística de nueva generación de primera: coloquial, crítica, directa............ aplastante.
_____________
Lo asombroso del clip es la edición "hecha en casa" que funciona perfectamente en el ambiente surreal habanero. Por cierto, pese a la justificacion de Escobar, la revista "Temas" no queda bien parada.
Comunicando con Cuba
Ingeborg Portales
Ilustración: Omar Santana
Mi última aventura con Cuba ha sido el envío de un teléfono celular a la familia. Pese a los intentos de mi hermano menor por disuadirme de la idea y en vista de que el sucesor del trono decidió poner fin a cinco décadas de “igualitarismo en la vida nacional” perdí lo último que se pierde. La única forma de tener la línea fija, solicitada formalmente por mis padres hace más de treinta años a la compañía de teléfonos, es ahora “resolviéndola” por la izquierda. Esta gestión significaba enviar $1,250 dólares para que una vez, mágicamente convertidos en 1,000 CUC, mis padres, que por cierto son muy malos en beisbol, salieran a “conseguir quien les tirara una línea por la izquierda”. Quiméricas conclusiones, menos complicación para ellos y más económico para mi, les envío un móvil. Actualmente activar la línea de un móvil en Cuba vale 40 CUC. De ahí se le ingresan tarjetas telefónicas por valor mínimo de 10 CUC. Pueden recibir llamadas y mensajes sin costo alguno. La tarifa para la operación contraria es un dólar por minuto o mensaje. Pueden usarlo para recibir llamadas y mensajes de texto cada día, pensé. Todo listo para realizar mi primera llamada a la familia en Cuba, que está como niño con juguete nuevo, recién descubriendo la telefonía móvil en pleno 2009. “El número que usted ha marcado se encuentra apagado o fuera del área de cobertura”. No pude más que recordar y comparar. En agosto pasado viajé a Lima y de ahí Cuzco. Los generosos amigos me prestaron un móvil para comunicarme con mis hijas, quienes quedaron en Lima. Lo cargué sin mucha fe, debo confesar, pero quedé maravillada cuando me vi sentada en medio de Machu Picchu hablando con mis chiquitas. Por más que busqué las torres y antenas por todos lados, no las encontré. Debe ser el poderío del imperio inca -pensé.
Regresando de nuevo a mis intentos de comunicar con Cuba, el mismo anuncio una y mil veces después de marcar los diez números asignados al aparato. Ya a punto de colapsar cuando recibí un correo de mi hermano informándome que “debo registrar el número en la oficina comercial de Miami.” ¿Oficina comercial? Lo compré en uno de los paraísos del mal gusto, Deneme, pero haré todas las averiguaciones pertinentes. Así que decidí llamar a la compañía telefónica. Me atendió un representante muy amable: “Quisiera saber si tengo un plan que me permite hacer llamadas internacionales porque no puedo comunicarme con Cuba”. “Si señora, su plan le permite llamar a cualquier parte del planeta, el problema es que Cuba…” … ya no está ubicada dentro del planeta -temí. “Cuba ha bloqueado el acceso a todos los números nuevos de celulares que comienzan con 53. No hay cobertura y tampoco se pueden enviar mensajes de texto, hay que esperar.” El asunto me sonó a cómprese usted un cojín de plumas o póngase a bailar con Willy Chirino. Como podrán imaginar el juguete nuevo ha quedado reducido a la contemplación absoluta y la comunicación con la familia a anónimos timbrazos. “Milagrosamente” ellos sí pueden llamarme pagando las desorbitadas tarifas insulares. Así que hemos decidido establecer un sistema de contraseñas, como mismísimos neandertales. Si te damos dos timbrazos es para que sepan que todos-estamos-bien-por-aquí, si es algo urgente insistimos para que contestes. Y yo que pensaba que había escapado de la pesadilla y el alcance, que ya nadie podía controlarme el cachumbambé. Nada que ver; se me siguen colando. Y no me queda otra que reírme para no llorar, escuchando sus bromas: “Avísanos antes de llamar para subir al campanario de la Iglesia a ver si esto coge señal, mi hijita
Ilustración: Omar Santana
Mi última aventura con Cuba ha sido el envío de un teléfono celular a la familia. Pese a los intentos de mi hermano menor por disuadirme de la idea y en vista de que el sucesor del trono decidió poner fin a cinco décadas de “igualitarismo en la vida nacional” perdí lo último que se pierde. La única forma de tener la línea fija, solicitada formalmente por mis padres hace más de treinta años a la compañía de teléfonos, es ahora “resolviéndola” por la izquierda. Esta gestión significaba enviar $1,250 dólares para que una vez, mágicamente convertidos en 1,000 CUC, mis padres, que por cierto son muy malos en beisbol, salieran a “conseguir quien les tirara una línea por la izquierda”. Quiméricas conclusiones, menos complicación para ellos y más económico para mi, les envío un móvil. Actualmente activar la línea de un móvil en Cuba vale 40 CUC. De ahí se le ingresan tarjetas telefónicas por valor mínimo de 10 CUC. Pueden recibir llamadas y mensajes sin costo alguno. La tarifa para la operación contraria es un dólar por minuto o mensaje. Pueden usarlo para recibir llamadas y mensajes de texto cada día, pensé. Todo listo para realizar mi primera llamada a la familia en Cuba, que está como niño con juguete nuevo, recién descubriendo la telefonía móvil en pleno 2009. “El número que usted ha marcado se encuentra apagado o fuera del área de cobertura”. No pude más que recordar y comparar. En agosto pasado viajé a Lima y de ahí Cuzco. Los generosos amigos me prestaron un móvil para comunicarme con mis hijas, quienes quedaron en Lima. Lo cargué sin mucha fe, debo confesar, pero quedé maravillada cuando me vi sentada en medio de Machu Picchu hablando con mis chiquitas. Por más que busqué las torres y antenas por todos lados, no las encontré. Debe ser el poderío del imperio inca -pensé.
Regresando de nuevo a mis intentos de comunicar con Cuba, el mismo anuncio una y mil veces después de marcar los diez números asignados al aparato. Ya a punto de colapsar cuando recibí un correo de mi hermano informándome que “debo registrar el número en la oficina comercial de Miami.” ¿Oficina comercial? Lo compré en uno de los paraísos del mal gusto, Deneme, pero haré todas las averiguaciones pertinentes. Así que decidí llamar a la compañía telefónica. Me atendió un representante muy amable: “Quisiera saber si tengo un plan que me permite hacer llamadas internacionales porque no puedo comunicarme con Cuba”. “Si señora, su plan le permite llamar a cualquier parte del planeta, el problema es que Cuba…” … ya no está ubicada dentro del planeta -temí. “Cuba ha bloqueado el acceso a todos los números nuevos de celulares que comienzan con 53. No hay cobertura y tampoco se pueden enviar mensajes de texto, hay que esperar.” El asunto me sonó a cómprese usted un cojín de plumas o póngase a bailar con Willy Chirino. Como podrán imaginar el juguete nuevo ha quedado reducido a la contemplación absoluta y la comunicación con la familia a anónimos timbrazos. “Milagrosamente” ellos sí pueden llamarme pagando las desorbitadas tarifas insulares. Así que hemos decidido establecer un sistema de contraseñas, como mismísimos neandertales. Si te damos dos timbrazos es para que sepan que todos-estamos-bien-por-aquí, si es algo urgente insistimos para que contestes. Y yo que pensaba que había escapado de la pesadilla y el alcance, que ya nadie podía controlarme el cachumbambé. Nada que ver; se me siguen colando. Y no me queda otra que reírme para no llorar, escuchando sus bromas: “Avísanos antes de llamar para subir al campanario de la Iglesia a ver si esto coge señal, mi hijita
jueves, 29 de octubre de 2009
Memorias de Aníbal Balcells (la madre)
Amílcar Barca
De profesión escribano y ama de casa respectivamente, mi abuelo Nicolás, y mi abuela Remedios dieron luz un año antes de proclamarse la segunda republica española, a Margarita Riudetintas Solaz, la menor de tres hermanas. Morena y como recién salida de la peluquería, medianamente baja y con las pupilas como la tinta del calamar, extrema y perspicaz con las mujeres... austera, dramática y suficientemente librepensadora como para diferenciarse en el barrio, mi madre, fue y es un ser muy concreto y decidido. Nació en medio del hollín de las fábricas y la pobreza de la clase trabajadora en el distrito de Sants de Barcelona. Y como cuenta en su propio diario “fui bastante sana y fea y, además, mi padre esperaba que fuera varón”. Fue la más pequeña de las tres y la mayor y más responsable de todas.
Flora, con diez años más en su haber, murió de un coágulo en la aorta por los líos habidos con el verdadero corazón. Anita, de inteligencia callejera y sin más biblia que el amor por sí misma y a mi madre, le enseñó a ser puta, en cursiva, para diferenciar de ser puta en negrita. (Un apunte que mi abuelo siempre ponía a la cabeza para distinguir entre ser sagaz ante las dificultades de la vida, o por contra, ser una mala persona con tu prójimo) Su infancia está marcada por la Guerra Civil Española. Por los “supositorios” que tiraban los italianos desde sus aviones de combate. Cada vez que la sirena daba su señal sonora, mi abuelo, cansado ya de la rutina y de la incertidumbre, decidía si bajaban al refugio o se quedaban todos a escuchar en la radio los avances informativos del frente en retirada. Su olfato se regía por la intensidad del ruido de los motores en el cielo.
Como sucede en las clásicas historias de guerra, uno de los días que resuelve quedarse en la cama por el frío, una bomba cae en el inmueble y parte la casa en dos: cariacontecidos, se miraron los tres y mi abuela soltó estas palabras “Dios ha querido que siguiéramos juntos con la mitad de nuestro patrimonio”. Mientras su familia recogía los cristales y el miedo del piso, mi madre salía al balcón con su muñeca de trapo a maldecir aquellos pájaros de metal y horror. En su diario cuenta que sintió una sensación muy extraña porque en medio de las ruinas y los gritos de la gente, una luna apenas ensombrecida por el ir y venir de los cazas, mostraba en la lejanía un encanto especial de noche de artificios. Delgada, como muy bien le gustaba decir “ com un fideu de cabell d´àngel”, traía siempre a todas partes su muñeca consigo y un mendrugo de pan en la boca. No había amigas en la guerra. Margarita apedazaba un mundo entre hambruna, ruinas y un amor por el esfuerzo de seguir aquí. Si algo hay que valorar sobre este ser, que a sus ochenta aún sigo peleándome por teléfono a través del Atlántico, es el tesón en no abandonar su sentido de supervivencia y su puterío para convencerme de que siga tapándome el rostro durante las noches en que, el relámpago y el trueno, entren a entorpecer mi descanso.
miércoles, 28 de octubre de 2009
A los héroes se les recuerda con rock
Jesús Rosado
Leía el domingo en ENH el esmerado texto de Pedro Corzo sobre la misteriosa desaparición de Camilo. ¿Decididamente le habrán pasado la cuenta los hermanos Castro? ¿O nos tragamos la versión oficial del accidente? Gran descoque para los historiadores, porque las evidencias se han esfumado de manera tan abrupta y enigmática como lo fue la propia desaparición del “duro” de Yaguajay. Lo cierto es que Corzo me remitió automáticamente a la resonancia icónica alcanzada por el Che, gracias a la mitificación de su biografía y a la bendición del lente de Korda y no pude menos que entrar en trance comparativo con el carisma de Camilo. El comandante cubano se queda corto en connotación extraterritorial con respecto al guerrillero argentino. No puede esperarse otra cosa si se tiene en cuenta que el asmático duró lo suficiente como para que el movimiento comunista internacional lo beatificara en el santoral de la soluciones violentas. La deificación de Camilo, sin embargo, fue adquiriendo magnitud en sentido contraideológico a la CosaCastro.
Me explico. En la medida en que perdió pudor la traición al proyecto revolucionario para convertirse en patrimonio personalista, el factor Camilo se fue haciendo presente con frecuencia en los elementos que se iban desprendiendo del proceso defraudado y se iba incorporando como componente socorrido entre los sectores disidentes. El camilismo lo esgrimen intelectuales bajo acoso, guerrilleros reciclados, microfraccionistas, hippies, exrevolucionarios, presos políticos y activistas de derechos humanos como la caracterización más cercana al liderazgo de nuevo tipo que se esperaba auténticamente tras el cambio revolucionario. Una ética camiliana que se ha movido subterránea, justificativa, balsámica, compensadora sin que haya captado suficiente atención por parte de la cubanología. Tal vez porque es proclive a confundir con su pendular partidismo dentro de la dicotomía cubana. De un lado, Camilo estuvo próximo al origen del discurso fidelista. Del otro, Fidel trató de obviar en lo posible el mensaje de Camilo. La ambigüedad en torno a su desaparición fue reforzando entre los opositores, las potencialidades simbólicas de la imagen para hacerle frente al revolucionarismo decadente de los Castro. Y cuando menciono la confrontación en términos camilísticos, es comprendiendo las razones del antibatistianismo, la crítica a la republiquería y la inevitabilidad de un giro en la historia. Por otra parte, el enarbolamiento camilista viene como anillo al dedo para ponerse en frecuencia con las oscilaciones centrotroskistas de ciertas vanguardias intelectuales. O sea, la ansiada contrapartida del Che. Al Camilo de nuestra orilla lo beneficia un ángel desencartonado, menos impositivo y adusto que el guevarismo y, sobre todo, más beat. Y para qué hablar del tema estético. El mismo verde olivo, pero más informal, más subguerrillero. Flaco, jodedor, apariencia light, con dominio de la palabra y de las pasiones. Mucha autenticidad, mucho swing.
En compañía de Camilo se puede combinar el ser contrarrevolucionario, sin dejar de ser revolucionario. Lo mismo se escucha bolero, se baila guaguancó que se canta a Elvis Presley. Eso está bastante lejos de los totalitarismos. La única objeción es que refutar hoy día al castrismo con las posibles reprobaciones de un Camilo entraña conflictos con el retorno a la violencia. Los alzamientos ya no tienen onda y se han contaminado con la cuestión del narcotráfico. El camilismo se presta mejor, entonces, como herramienta de oposición retórica al procerismo. Puede fungir como túnel conciliador entre compatriotas que forzosa y demagógicamente fueron divididos por el régimen como en el caso del propio Camilo y Matos, hoy más hermanados que nunca tras los efectos de la conjura protagonizada por los oscuros parientes de Birán. O también puede servir a las jóvenes generaciones de criollitos para contrarrestar la iconografía protoguevaromaoísta, con un concepto cool, igual de avant-garde y pletórico en nobleza irreverente. Al menos luce con mayor legitimidad desde las recientes desconstrucciones del mito revolucionario. Me hablaba un socio rockero, por ejemplo, que al mirar las fotos de Camilo se le hace afín con aquella estampa contracultural de Jethro Tull en sus buenos tiempos de Aqualung. Así se aprecia lo humano del héroe desde el rock. Otro brother lo compara con el Eric Clapton de la etapa post-Cream. Claro, ambos coinciden en que un ídolo de barba, pelo largo y amplio Stetson tendría el plante perfecto si en lugar de metralleta cargara consigo una Fender Stratocaster de buen look. Un hierro con vista y que suene bien. Como aquel de color marfil y niquelados impecables del que alardeaba Clapton en su concierto de Cardiff.
_______________________________________________________________________
En la foto, Camilo al pie de la estatua de Lincoln en Washington DC, 1959.
Leía el domingo en ENH el esmerado texto de Pedro Corzo sobre la misteriosa desaparición de Camilo. ¿Decididamente le habrán pasado la cuenta los hermanos Castro? ¿O nos tragamos la versión oficial del accidente? Gran descoque para los historiadores, porque las evidencias se han esfumado de manera tan abrupta y enigmática como lo fue la propia desaparición del “duro” de Yaguajay. Lo cierto es que Corzo me remitió automáticamente a la resonancia icónica alcanzada por el Che, gracias a la mitificación de su biografía y a la bendición del lente de Korda y no pude menos que entrar en trance comparativo con el carisma de Camilo. El comandante cubano se queda corto en connotación extraterritorial con respecto al guerrillero argentino. No puede esperarse otra cosa si se tiene en cuenta que el asmático duró lo suficiente como para que el movimiento comunista internacional lo beatificara en el santoral de la soluciones violentas. La deificación de Camilo, sin embargo, fue adquiriendo magnitud en sentido contraideológico a la CosaCastro.
Me explico. En la medida en que perdió pudor la traición al proyecto revolucionario para convertirse en patrimonio personalista, el factor Camilo se fue haciendo presente con frecuencia en los elementos que se iban desprendiendo del proceso defraudado y se iba incorporando como componente socorrido entre los sectores disidentes. El camilismo lo esgrimen intelectuales bajo acoso, guerrilleros reciclados, microfraccionistas, hippies, exrevolucionarios, presos políticos y activistas de derechos humanos como la caracterización más cercana al liderazgo de nuevo tipo que se esperaba auténticamente tras el cambio revolucionario. Una ética camiliana que se ha movido subterránea, justificativa, balsámica, compensadora sin que haya captado suficiente atención por parte de la cubanología. Tal vez porque es proclive a confundir con su pendular partidismo dentro de la dicotomía cubana. De un lado, Camilo estuvo próximo al origen del discurso fidelista. Del otro, Fidel trató de obviar en lo posible el mensaje de Camilo. La ambigüedad en torno a su desaparición fue reforzando entre los opositores, las potencialidades simbólicas de la imagen para hacerle frente al revolucionarismo decadente de los Castro. Y cuando menciono la confrontación en términos camilísticos, es comprendiendo las razones del antibatistianismo, la crítica a la republiquería y la inevitabilidad de un giro en la historia. Por otra parte, el enarbolamiento camilista viene como anillo al dedo para ponerse en frecuencia con las oscilaciones centrotroskistas de ciertas vanguardias intelectuales. O sea, la ansiada contrapartida del Che. Al Camilo de nuestra orilla lo beneficia un ángel desencartonado, menos impositivo y adusto que el guevarismo y, sobre todo, más beat. Y para qué hablar del tema estético. El mismo verde olivo, pero más informal, más subguerrillero. Flaco, jodedor, apariencia light, con dominio de la palabra y de las pasiones. Mucha autenticidad, mucho swing.
En compañía de Camilo se puede combinar el ser contrarrevolucionario, sin dejar de ser revolucionario. Lo mismo se escucha bolero, se baila guaguancó que se canta a Elvis Presley. Eso está bastante lejos de los totalitarismos. La única objeción es que refutar hoy día al castrismo con las posibles reprobaciones de un Camilo entraña conflictos con el retorno a la violencia. Los alzamientos ya no tienen onda y se han contaminado con la cuestión del narcotráfico. El camilismo se presta mejor, entonces, como herramienta de oposición retórica al procerismo. Puede fungir como túnel conciliador entre compatriotas que forzosa y demagógicamente fueron divididos por el régimen como en el caso del propio Camilo y Matos, hoy más hermanados que nunca tras los efectos de la conjura protagonizada por los oscuros parientes de Birán. O también puede servir a las jóvenes generaciones de criollitos para contrarrestar la iconografía protoguevaromaoísta, con un concepto cool, igual de avant-garde y pletórico en nobleza irreverente. Al menos luce con mayor legitimidad desde las recientes desconstrucciones del mito revolucionario. Me hablaba un socio rockero, por ejemplo, que al mirar las fotos de Camilo se le hace afín con aquella estampa contracultural de Jethro Tull en sus buenos tiempos de Aqualung. Así se aprecia lo humano del héroe desde el rock. Otro brother lo compara con el Eric Clapton de la etapa post-Cream. Claro, ambos coinciden en que un ídolo de barba, pelo largo y amplio Stetson tendría el plante perfecto si en lugar de metralleta cargara consigo una Fender Stratocaster de buen look. Un hierro con vista y que suene bien. Como aquel de color marfil y niquelados impecables del que alardeaba Clapton en su concierto de Cardiff.
_______________________________________________________________________
En la foto, Camilo al pie de la estatua de Lincoln en Washington DC, 1959.
martes, 27 de octubre de 2009
La opción pública va (aunque algunos la odien)
La opción pública* resucitó: En el NYTimes.
Sorprendente, porque parecía muerto. Y el escepticismo de la Casa Blanca no es el único obstáculo. Muchos demócratas, incluida la administración, han alabado la gestión de Reid por la opción pública, pero aún hay que convencer a 3 los llamados "conservadores" del senado de que el proyecto se merece un chance. Por supuesto, la propuesta no tiene ni un solo republicano a bordo, lo cual daña el prospecto de bipartidismo exigido por algunos demócratas.
______
*¿Opción pública? Un plan gubernamental que ofrece servicios de salud a través de un mercado de intercambio donde individuos sin seguro pueden adquirir cobertura médica. El que desee inscribirse debe pagar un premiun al gobierno. Algunas pequeñas empresas pueden ser cubiertas, pero la mayoría de las grandes empresas no podrían participar, en virtud de proyectos de ley actualmente en estudio. ¿Por qué la odian los republicanos? Porque llama a capítulo los excesos de una industria que no tiene competencia. El miedo que la gente se vayan en masa al plan gubernamental, arruinando así las compañías de seguro. Pero si el servicio que ahora ofrecen las compañías de seguro es tan formidable, no me explico el temor, a no ser que…
Hoy por hoy, la mayoría de las encuestas arrojan un fuerte apoyo para la opción pública.
Sorprendente, porque parecía muerto. Y el escepticismo de la Casa Blanca no es el único obstáculo. Muchos demócratas, incluida la administración, han alabado la gestión de Reid por la opción pública, pero aún hay que convencer a 3 los llamados "conservadores" del senado de que el proyecto se merece un chance. Por supuesto, la propuesta no tiene ni un solo republicano a bordo, lo cual daña el prospecto de bipartidismo exigido por algunos demócratas.
______
*¿Opción pública? Un plan gubernamental que ofrece servicios de salud a través de un mercado de intercambio donde individuos sin seguro pueden adquirir cobertura médica. El que desee inscribirse debe pagar un premiun al gobierno. Algunas pequeñas empresas pueden ser cubiertas, pero la mayoría de las grandes empresas no podrían participar, en virtud de proyectos de ley actualmente en estudio. ¿Por qué la odian los republicanos? Porque llama a capítulo los excesos de una industria que no tiene competencia. El miedo que la gente se vayan en masa al plan gubernamental, arruinando así las compañías de seguro. Pero si el servicio que ahora ofrecen las compañías de seguro es tan formidable, no me explico el temor, a no ser que…
Hoy por hoy, la mayoría de las encuestas arrojan un fuerte apoyo para la opción pública.
lunes, 26 de octubre de 2009
Haute Couture (automne-hiver)
Wendy Guerra
Entrar al closet
Al amparo de la doble costura
El centímetro nos diferencia
El agudo alfiler siega tu entalle y te advierte
Altura y moldes de breves medidas
confiesan tu falso esplendor
Entrar al closet enterrar la armadura y el arnés
Fundir mi pelo entre las telas
Inhalar la elegancia del polvo
Volver al silencioso huso de fibra lustrada
“Torciendo la hebra devanando en él lo hilado”
Sobre la gota roja se lee tu pasado
La cuchilla acariciando mis medidas
Frivolidad pensada Traición al estilo
Cortar el lazo de mi fe
tiza tela y plomo
El hilo de mi mente deshebrada
olvida la medida de tu espalda
Entrarle al closet hilvanada y breve
Esconderme en el zoo de los abrigos
Y anotar figurar en silencio tu rabia
La máquina cose y la cabeza remienda
Jugar a des vestirme por ti y sin ti conmigo
Cuna de lana y naftalina incandescente
Ensartar al hombre y al ánimo
Puntada invisible
Estocada para entrar en otro cuerpo
Boceto para curar tus pasarelas interiores
Ante la frialdad del cuerpo que vendiste
Embalsamada en disfraces estridentes
Entro al closet
Traslúcidos vestidos me cortejan
No exhibo no provoco no desfilo
Apago los neones de tus tiendas
me borro y me reescribo en el encierro.
Entrar al closet
Al amparo de la doble costura
El centímetro nos diferencia
El agudo alfiler siega tu entalle y te advierte
Altura y moldes de breves medidas
confiesan tu falso esplendor
Entrar al closet enterrar la armadura y el arnés
Fundir mi pelo entre las telas
Inhalar la elegancia del polvo
Volver al silencioso huso de fibra lustrada
“Torciendo la hebra devanando en él lo hilado”
Sobre la gota roja se lee tu pasado
La cuchilla acariciando mis medidas
Frivolidad pensada Traición al estilo
Cortar el lazo de mi fe
tiza tela y plomo
El hilo de mi mente deshebrada
olvida la medida de tu espalda
Entrarle al closet hilvanada y breve
Esconderme en el zoo de los abrigos
Y anotar figurar en silencio tu rabia
La máquina cose y la cabeza remienda
Jugar a des vestirme por ti y sin ti conmigo
Cuna de lana y naftalina incandescente
Ensartar al hombre y al ánimo
Puntada invisible
Estocada para entrar en otro cuerpo
Boceto para curar tus pasarelas interiores
Ante la frialdad del cuerpo que vendiste
Embalsamada en disfraces estridentes
Entro al closet
Traslúcidos vestidos me cortejan
No exhibo no provoco no desfilo
Apago los neones de tus tiendas
me borro y me reescribo en el encierro.
sábado, 24 de octubre de 2009
viernes, 23 de octubre de 2009
Paraíso comentada por León Ichaso
Paraíso: Montada entre la música jazzística alternativa y los paisajes tóxicos de Miami, ciudad transmutada... serpiente que cambia de piel. Miami, de emigración tras otra. Escenario perfecto para el Frankenstein moderno. Miami embriagador. Habana de mentira.
Paraíso: Película/suspenso, experimento del terror interno que se siente cuando buscamos la nueva vida. Ser aceptado en un mundo extraño.
Paraíso: El hombre nuevo, la adaptabilidad a cualquier presente, pasado o futuro incierto. El hombre nuevo puede ser lo que la situación exija. El teatro es eterno. El libreto se cambia a diario entre mentiras y fantasías.
Paraíso: El pasado es el zombie que nos persigue haciéndonos la vida imposible. Un día empieza a caérsenos a pedazos. Sólo nos queda escondernos de lo que somos. Perdernos detrás de los espejos de la mentira.
____________
Paraíso de León Ichaso (Director's Cut), debuta mañana, viernes 23 de octubre a las 8pm, en la Miami Beach Cinematheque: 512 Espanola Way, Miami Beach. Recomendamos que saques las entradas por la Web de la cinemateca o que llegues antes de las 8pm para comprar tus boletos.
La película también se exhibe el sábado 24 y el domingo 25 de octubre.
Sábado a las 7 y las 9:15pm y el domingo a las 7 y las 9:15 pm.
____________
Reseña de René Rodríguez para El Nuevo, hoy, aquí.
La película también se exhibe el sábado 24 y el domingo 25 de octubre.
Sábado a las 7 y las 9:15pm y el domingo a las 7 y las 9:15 pm.
____________
Reseña de René Rodríguez para El Nuevo, hoy, aquí.
jueves, 22 de octubre de 2009
Richard Höglund's Fieldwork
Otra salida de Miami Bourbaki:
The strong smell of rubber, which filled the space the night of the opening, took me out of the hierarchy of sight, into olfactory denigration. As if all of a sudden, Höglund's "i. de deo" exploded, turning flat smudges on linen into shiny rubber shards on a gallery floor, causing a three-dimensional white-cubicle origami with the writer of this review inside it.
V Biennal de Lanzarote
El curador Iván de la Nuez comenta la participación de Ramón Williams, artista miamense y colaborador de tumiamiblog en la V Biennal de Lanzarote:
Las piezas de Ramón Williams provienen, en primer término, de su serie Trace Crop Off: expuesta en Miami, fotografiada en La Habana y Miami. Estas fotos comparten un estado de incomodidad. Son a la vez familiares y ajenas. En cualquiera de nuestros barrios es posible ver esa degradación, pero al mismo tiempo esas ruinas nos resultan invisibles. Es, a veces, el carácter revelador de la fotografía el que consigue sacarlas a flote. La exposición incluyó asimismo Good Morning Ghost o su animación The Black One Spoke. Williams, además, sembró varias monedas en los espacios urbanos cercanos a la exposición: un juego que hurga en la reverencia que impone el dinero. Si Canogar nos ofrece un Jackpot falso con el sueño del dinero instantáneo, esta acción nos propone un dinero real, pero en muy pocas cantidades y con una dificultad enorme para conseguirlo.
¡Felicidades!
Las piezas de Ramón Williams provienen, en primer término, de su serie Trace Crop Off: expuesta en Miami, fotografiada en La Habana y Miami. Estas fotos comparten un estado de incomodidad. Son a la vez familiares y ajenas. En cualquiera de nuestros barrios es posible ver esa degradación, pero al mismo tiempo esas ruinas nos resultan invisibles. Es, a veces, el carácter revelador de la fotografía el que consigue sacarlas a flote. La exposición incluyó asimismo Good Morning Ghost o su animación The Black One Spoke. Williams, además, sembró varias monedas en los espacios urbanos cercanos a la exposición: un juego que hurga en la reverencia que impone el dinero. Si Canogar nos ofrece un Jackpot falso con el sueño del dinero instantáneo, esta acción nos propone un dinero real, pero en muy pocas cantidades y con una dificultad enorme para conseguirlo.
¡Felicidades!
Carne humana pro-ce-sa-da en-la-ta-da
Escribo desde una cueva en la montaña. Estoy a punto de ser capturado. La generación de SH3, súper humanos 3ª generación, ha acaparado el poder global. Su mutación fue causada por un experimento de clonación humana a fines del siglo XXII. Si bien los SH2 eran fuertes y computaban mucho más rápido que nosotros, la nueva generación SH3 tenía un coeficiente de inteligencia superior y compartían nuestra violencia y nuestro gusto por la carne. Se decía que los SH3 despreciaban la raza humana. Para ellos no se trataba de una patología. Era un problema de naturaleza. La violencia del ser humano, su proliferación continua, y sus ideas religiosas, causaban profundo estupor entre los SH3. Se sugirió separar algunos humanos desarollados para la experimentación. Al director de proyecto se le ocurrió la idea de criar humanos para la alimentación. La justificación terminó siendo simple: Los humanos son muy numerosos y exhiben tendencias carnívoras. ¿Por qué no imitarlos? La llamada “opción carnícola” fue debatida en conferencias extraordinarias entre miembros HS y SH3. De nada valió. La carne humana terminó siendo procesada con fines alimenticios. Hoy nos crían en grandes fábricas: Nos engordan y después nos sacrifican. Quién iba a decir que el destino del ser humano era terminar como carne enlatada.
Los Culpables de Alexis Romay
Zu Galeria Fine Arts tiene el honor de invitarlos a la presentación del poemario Los Culpables, del escritor Alexis Romay.
29 de Octubre, 8pm
2248 SW 8th St.
786-443-5872
http://www.zugaleria.blogspot.com/
miércoles, 21 de octubre de 2009
Grace Jones - Corporate cannibal
Glamorosa. Ambigua. Belleza estilizada y andrógina. Extravagancia hermafrodita. Voz contralto bisexualoide que ha recorrido los más disímiles géneros desde la era disco. Temperamento perfomático-dietrichiano que se ha puesto a favor de la causa de negros y gays. Rara avis del panorama pop, la jamaiquina Grace Jones, modelo, actriz, escritora y cantante alienígena, es paradigma de la diva postmoderna. (JR)
Wendy Guerra: Cuerpo de guardia
Wendy Guerra, para elmundo.es:
Estoy en La Habana. Desde mi habitación siento ruido en las tuberías, son las dos de la madrugada y han puesto el motor, llegó el agua. Noto que la acometida fue reparada, ¡al fin! Ese otro ruido metálico que me despertó, fue el choque de la escalera del carro de reparaciones contra el poste de la luz.
Durante los ciclones, o en apagón, hilo en mi cabeza un tejido que deriva en el intento de vernos las caras, los ojos claramente. Soy un nervio, la cuerda de un arco tensada hasta el colmo, pura sensorialidad. Noto cada cosa que ocurre a mi lado aunque esté... ¿dormida?
Tengo pesadillas con eso de hacernos análisis de sangre una y otra vez. Siento la puerta y me inquieto. Me están cuidando, nos están cuidando, pero no me cuiden tanto que eso duele. Quiero ser agradecida, pero me aterra que los desconocidos llamen insistentes a la puerta. Siento la jeringuilla en mi brazo, acabo de analizarme y estoy perfectamente. Me investigo mientras vivo este raro sueño, la fobia, la hipocondría.
Me pregunto ¿si somos tan diligentes al señalar la locura en los otros, por qué no empezamos por reconocer la propia? Esperamos a las crisis, a que el cuerpo no aguante, a que ya no nos aguanten, a que las manchas agrieten el dolor para buscar un placebo... y a escapar.
martes, 20 de octubre de 2009
Bienal de Lanzarote
En el blog de Iván de la Nuez:
Me he encargado de la curaduría inaugurada el pasado viernes 16, en la que participan Miguel Brieva, Daniel Canogar, Noh Suntag y Ramón Wiliams. El diseño ha corrido a cargo de Xavier Manubens y para la inauguración invitamos al grupo sevillano Las Buenas Noches. Habrá, en este blog, un post particular dedicado a este proyecto colectivo. De momento, reproduzco el cartel y recomiendo las webs del V Encuentro Bienal de Lanzarote, lo que puede ampliar esta brevísima información.
Descaro del mito wallstreetiano
El escándalo general contra los bonos y salarios ejecutivos de Wall Street no cesa. Un trabajador promedio gana en un año lo que un CEO wallstreetiano deviene en 5 horas de trabajo.
Como puedes ver en la gráfica, durante la década de los 60 la diferencia entre CEO y trabajador era de 24-26 veces, para subir exponencialmente durante los 70 y 80 a 282, en 2005. En 2007 la diferencia entre CEO/trabajador era de 525.
Se supondría que se remunera el talento: FALSO. Vivimos en el mediocristán de las transacciones financieras: Robert Nardelli recibió $20 millones cuando salió de Home Depot, aunque el precio de las acciones había caído, durante su mandato, al nivel más bajo en seis años. Cara-de-tabla Dick Fuld, ignominioso jefe de Lehman Brothers: Para el 2008 temprano mintió a accionistas extranjeros sobre el estado financiero de Lehman, mientras vendía acciones de su compañía por debajo de la mesa por valor de $122 millones. Carly Fiorina, de Hewlett-Packard, quien se llevó $180 millones pese a un desempeño anodino. Esta visión de lo que podíamos llamar “remuneración ejecutiva”, asegura que el CEO fuerte (los Gerstner, ex de IBM o los Welch, ex de General Electric), son IMPRESCINDIBLES pues crean fuentes de trabajo y atraen accionistas. Puro cuento.
¿No será que ese criterio “celebrity”, corresponde a una política manufacturada desde arriba de compadreo apoyado por accionistas poderosos que quieren mojarse de la pecunia wallstreetiana?* Es patente que lo que atrae accionistas a una compañía es performance, lo que equivale a una suma total de esfuerzos de innovación a largo plazo, unido a una política financiera ética y prudente. El desempleo en EE.UU. está cerca del 10%, pero los banqueros siguen ganando lo mismo -gracias al bailout contribuyente.
¿Cómo puede el desfachatado mediocre de Angelo Mozillo (Country Wide) llevarse $550 millones mientras hundía su compañía?
¿Quién, hoy en día, puede tener confianza en Wall Street?**
__________
*Mitos: 1- El CEO lo resuelve todo. FALSO. Para resolver problemas difíciles se necesitan estrategias que involucren el talento y la creatividad de otros en la compañía. 2- Grandes expectativas usualmente provocan grandes decepciones y con ello la debacle corporativa. 3- Un paso en falso del CEO puede tener un efecto catastrófico sobre las acciones de la corporación. Ejemplo: Martha Stewart. ** Para una lista comprensiva de los infames de Wall Street, pincha aquí.
lunes, 19 de octubre de 2009
Julie Mehretu
El arte de Julie Mehretu conecta aspectos de la abstracción, la cartografía, el dibujo en perspectiva y la planificación urbana. Son pinturas de ejecución energética, a gran escala, meticulosamente planificada. Hay mucho del situacionismo del arquitecto neerlandés Constant Nieuhuenwys.* A través de la pintura, Mehretu nos invita a re-examinar la organización de la planificación urbana post-postmodera.
_________*Un proyecto recurente en Nieuhuenwys es la "Nueva Babilonia", sociedad totalmente automatizada donde la necesidad de trabajar se sustituye por una vida nómada de juego creativo. La arquitectura tradicional se ha desintegrado a la par de las instituciones sociales que ha apuntalado en una vasta red de enormes espacios interiores propagándose a varios niveles. Son "sectores" flotantes por encima del suelo. En dicha urbe, cada aspecto del medio ambiente puede ser controlado y reconfigurado de forma espontánea. La arquitectura como manifestación de los deseos.
nuestros nobles butágenos sudaron su justo sulfígeno
La libreta roplucioberrante se acaba.*
¡Justo antes de cumplirse el plorocastrio blustífero!
E impresiona el esfuerzo contramufobárico del pueblo.
No por los emerdios vigilantes;
esporádicos bruléricos y tórridos.
Sino por el multifariamente espirocárdico
de tesón de trájabo.
Hubo dirigentes permanentes
alitermos,
gusamánticos de vocación
esperrúlida
paraquejos, junto a otros pigmentarios
de dudosa mábula tráfica,
cedieron ante la presión atmosférica.
Pero nuestros endocartivos púdicos,
nuestros nobles butágenos
sudaron su justo sulfígeno
daño uéltecaño del borréligo.
La libreta roplucioberrante se acaba.
Y con ella los meltiféricos,
surtidos,
aquellos fenotántricos
de carne espilúbrica,
de alfalfos escaroles,
de lípidos metalogénicos,
de pan blanquífero marrómelo,
acaso duro, pero puro.
Tanto dióxido obrero del emerdio,
tanto enjugado en término medio,
tanta mercuria turbia.
La lucha imperiojugástrica no cesará.
La libreta podrá logorrearse,
podrá, monóxidamente fiberrearse de la iática vitamínica.
Pero a una sociedad de estrugardio xiomegánico
hacia un futuro fenotántrico
le queda el distópico hálito
famélico
del mañaña.
La eslugénica roxión: Lenfinar la Crucha.
__________
*Reflección susodicha inmediatamente después de la publicación de el artículo en El País: Cuba ya no puede repartir comida.
domingo, 18 de octubre de 2009
Y sabes bien - Los Zafiros
Lamparita cincuentera y vacilable, la trigueñasa con sandunga y los registros contratenor del genial Ignacio atrapándonos en el sabroso calipso. Señores, abran paso que aquí vienen Los Zafiros, los fabulosos vocalistas de los 60 habaneros. Uno de los mejores grupos en el mundo durante esos fugaces años. Músicos inolvidables que se merecen escucharlos, bailarlos y disfrutarlos atrabancando a la pareja, mientras que en el paladar se añora el licoroso Tres Toneles de entonces. (JR)
No más tropas por el momento
Obama no tiene la intención de decidir ahora mismo sobre el envío de más tropas a Afganistán hasta que esté convencido que el gobierno de Kabul puede trabajar eficazmente con los EE.UU.
"Sería irresponsable tomar una decisión sobre los niveles de tropas de si no se ha hecho un análisis a fondo de si un socio (LÉASE EL CORRUPTO GOBIERNO AFGANO) dispuesto a trabajar con nosotros Afganistán... a llenar ese espacio que las tropas de EE.UU. podrían crear y convertirse en un verdadero socio en el gobierno", dijo el secretario de la Presidencia, Rahm Emanuel. Emanuel expresó que la Casa Blanca planea reuniones estratégicas esta semana y la próxima, proceso de revisión que se inició después que el comandante de EE.UU. en Afganistán, general Stanley McChrystal informó que se necesitan más tropas de EE.UU..
"El asunto no es incrementar tropas, sino esta otra: ¿tenemos un socio responsable?", concluyó Emanuel.
"Sería irresponsable tomar una decisión sobre los niveles de tropas de si no se ha hecho un análisis a fondo de si un socio (LÉASE EL CORRUPTO GOBIERNO AFGANO) dispuesto a trabajar con nosotros Afganistán... a llenar ese espacio que las tropas de EE.UU. podrían crear y convertirse en un verdadero socio en el gobierno", dijo el secretario de la Presidencia, Rahm Emanuel. Emanuel expresó que la Casa Blanca planea reuniones estratégicas esta semana y la próxima, proceso de revisión que se inició después que el comandante de EE.UU. en Afganistán, general Stanley McChrystal informó que se necesitan más tropas de EE.UU..
"El asunto no es incrementar tropas, sino esta otra: ¿tenemos un socio responsable?", concluyó Emanuel.
El Oso - Jean Jacques Annaud
Jesús Rosado
Conocido por su éxito con La Victoria en Chantant (Oscar a la mejor película extranjera en 1976) y su adaptación al cine de la novela de Umberto Eco, El nombre de la rosa (1986), el realizador Jean-Jacques Annaud se hace de fama como preciosista a partir del estreno del El Oso, en 1988. El filme, rodado en su mayor parte en Canadá, es una versión de Gerard Brach sobre la novela The Grizzly King del autor ecologista James O. Curwood, la cual relata la historia de la amistad de un oso huérfano con otro oso adulto. La película, finalmente, estuvo tan excelentemente lograda, que los enemigos de Annaud le acusaron de haber impostado el carácter natural de las escenas. El cineasta francés se defendió alegando que, muy al contrario de las imputaciones, la clave artesanal de la realización consistía en haber trabajado para asumir la perspectiva de los animales, una cualidad que también caracterizara el punto de vista disneyano, pero que en este caso Annaud lo diferencia guardando apreciable distancia hacia los clichés hollywoodenses en el tratamiento de los temas naturistas. El francés no se mostró, en realidad, interesado en humanizar la conducta de las bestias como era común entre los cultores del animal movie, sino que más bien intentó identificar los detonadores instintivos del espectador con el comportamiento animal dentro de la trama. Todo el trucaje de esta cinta estribó más en la edición conseguida con la pulcritud de un relojero - tanto en imagen como en sonido-, la magistralidad que muestra la labor de fotografía y la cosecha de tomas tras mucha paciencia y espera en los rodajes. Colección de escenas que fueron tan imprescindibles al resultado definitivo, como la habilidad y el talento para seleccionarlas y procesarlas con eficacia de entre el abundante pietaje.
sábado, 17 de octubre de 2009
It's 1958. Lester Young minces
out, spraddle-legged as if pain
were something he could step over
by raising his groin, and begins
to play.
It's 1976 and I'm listening
to Lester Young through stereo equipment
so good I can hear his breath rasp,
water from a dry pond.
______________
William Matthews (Listening to Lester Young).
jueves, 15 de octubre de 2009
Miami: Mucho condominio, mucha carretera, mucho sobrepeso
Durante décadas, el crecimiento suburbano en Miami y sus alrededores ha superado al crecimiento del centro de la ciudad. Desde el aire, Miami pareciera una gigantesca megaburbia, amorfa, con condados separados por carreteras y pespunteados por shopping centers, malls, estacionamientos y comunidades en cul de sac.
Los cambios en los patrones de desplazamiento del siglo XX han dejado un saldo alarmante: La gente se pasa el día manejando. Vives en el SW y trabajas en Broward, o al revés. Al carro para trabajar, para comprar cualquier cosa, para salir, hasta para esperar por un amigo, lo haces con aire acondicionado a todo dar bajo el sol que raja piedras.
En septiembre de 2007 aparecieron dos importantes estudios que relacionaban la expansión urbana y la obesidad. El primero analizaba la actividad de cerca de 100,000 personas: distancia manejada, actividad física, masa corporal, altura, etc. Los residentes suburbanos en barrios en expansión tienden a pesar más, caminar menos, y adolecen de presión arterial más alta que el promedio de los que viven en el centro. El segundo estudio, del psicólogo James Sallis, de la Universidad de San Diego, indica que la diferencia de peso entre esos que viven en comunidades compactas y los residentes de barrios suburbanos es notable. 10,500 personas en el área de Atlanta arrojaron una correlación significativa entre el tiempo pasado en el auto y el peso.
Mientras más te separas de la ciudad y sus caminatas, mientras más tiempo te la pasas embutido en el carro, más posibilidades tienes de aumentar de peso. Tu preferencia de barrio habla de tu comportamiento.
¿Dónde están los parques de Miami? No hablo del parque europeo, diseñado con un fin urbano en mente. Me refiero a las aéreas verdes que le permitan a los niños correr un poco y a los adultos estirar las piernas y respirar algo de aire puro. El entorno anti-peatonal de Miami es un crimen. He visto viejos bajo el sol sin la protección de arboles, caminando desquiciados, como zombies. Otros en las paradas de ómnibus bajo el sol, sin siquiera poder sentarse (se construyeron algunas banquetas de metal que ardían bajo el sol). La mayoría de las paradas no tienen banquetas ni un techado para protejer de la lluvia.
Mucho condominio y poco verdor. Mucho highway y poco caminar. ¿Hasta cuándo?
miércoles, 14 de octubre de 2009
Cuba y Juanes: Resumen de noticias
Ernesto Fundora
¿Cuál es el saldo que deja, para cada una de las partes involucradas, el concierto Paz sin frontera que se produjo en Cuba el día 20 de septiembre liderado por Juanes? Para responderla, primero debemos delimitar las partes o grupos involucrados. 1- Juanes y su fundación Paz sin frontera. 2- El público cubano, el pueblo. 3- El gobierno Cubano. 4- El exilio cubano de Miami y 5- El gobierno de los Estados Unidos.
En dos crónicas que publiqué en el diario español elmundo.es los días 21 y 23 de Septiembre hice énfasis en el primer valor de dicho concierto que a mi juicio debe resaltarse: el valor cultural, ese intercambio artístico y mágico que se produjo entre el público cubano y los artistas y en el saldo emocional superlativo que legó a los cubanos de todas las orillas. Sin embargo, en nuestros días resulta difícil sustraer la política de cualquier análisis social, pero no es menos cierto que en el tema que nos atañe hay marejadas ocultas -algunas evidentes y otras turbias- que conforman un entramado truculento de intenciones y beneficios de todas las partes implicadas.
En este nuevo acercamiento -ya con el sosiego que propicia el paso del tiempo y el acceso a nuevas fuentes- trataré de levantar la epidermis del asunto con el fin de precisar saldos, móviles y provechos que suscitaron este evento, el cual ha proyectado el tema cubano de nueva forma a un nivel internacional.
(Sigue leyendo)
¿Cuál es el saldo que deja, para cada una de las partes involucradas, el concierto Paz sin frontera que se produjo en Cuba el día 20 de septiembre liderado por Juanes? Para responderla, primero debemos delimitar las partes o grupos involucrados. 1- Juanes y su fundación Paz sin frontera. 2- El público cubano, el pueblo. 3- El gobierno Cubano. 4- El exilio cubano de Miami y 5- El gobierno de los Estados Unidos.
En dos crónicas que publiqué en el diario español elmundo.es los días 21 y 23 de Septiembre hice énfasis en el primer valor de dicho concierto que a mi juicio debe resaltarse: el valor cultural, ese intercambio artístico y mágico que se produjo entre el público cubano y los artistas y en el saldo emocional superlativo que legó a los cubanos de todas las orillas. Sin embargo, en nuestros días resulta difícil sustraer la política de cualquier análisis social, pero no es menos cierto que en el tema que nos atañe hay marejadas ocultas -algunas evidentes y otras turbias- que conforman un entramado truculento de intenciones y beneficios de todas las partes implicadas.
En este nuevo acercamiento -ya con el sosiego que propicia el paso del tiempo y el acceso a nuevas fuentes- trataré de levantar la epidermis del asunto con el fin de precisar saldos, móviles y provechos que suscitaron este evento, el cual ha proyectado el tema cubano de nueva forma a un nivel internacional.
(Sigue leyendo)
martes, 13 de octubre de 2009
Tortellini de setas con bandera de pimientos, feta, albahaca y aceite de oliva
El plato que ves al lado es obra de la casualidad planeada. Hoy en día no tenemos tiempo para cavilaciones culinarias, por lo que recomiendo guardar diferentes guarniciones en el frío y usarlas como se presente el caso. Si abres mi refrigerador te sorprenderá la cantidad de mini-platos envueltos en nylon: berenjenas asadas con vinagre, aceite de ajonjolí y habanero, pimientos dulces en aceite y sal, encurtidos de pepinillo y rábanos en vinagre con hierbas aromáticas, o de quimbombó en aceite, vinagre, pimentón y canela. Se trata de aumentar la variedad de sabores, aprestar la labor, enriquecer la cocina. Hace dos días había preparado pimientos dulces asados, con flecos de sal de mar y una gotita de aceite de oliva (no hace falta nada más). El pimiento (y su primo cercano el chile) son oriundos de América del Sur.* Los portugueses se encargaron de exportar la fruta** a todo el mundo: En Europa central el pimiento se seca como pimentón. ¿Qué sería de la cocina húngara, búlgara, polaca y serbia sin la paprika? El pimiento es actor principal en la cocina portuguesa, española y griega, así como en las tradiciones culinarias del norte de África. Desde la India, Tailandia y China hasta Nigeria aparece el famoso capsicum anuum en decenas de platos.
A la hora de seleccionarlos, busca el color más vivo, la piel lisa y lustrosa. Cada color tiene su propio sabor, desde la resinosa esencia del verde con destellos de cobre hasta el semidulzor vitaminoso del amarillo. El pimiento se estima por sus propiedades medicinales: Vitamina A, C, B6 (piridoxina) y manganeso. La fruta es recomendada para la artritis reumatoide, ciertos problemas de la vista (por el beta caroteno) y la deficiencia pulmonar (por la concentración de vitamina A).*** Ingredientes: Tortellini de setas, ensalada de pimiento rojo, naranja y amarillo con aceite y sal de flecos de mar. Aceite extra virgin de oliva, queso feta de cordero, albahaca, pimienta. Hierve la pasta por 3 minutos hasta que se hinche un poco. Escúrrela y mézclala con el resto de los ingredientes.
_________
*Hay semillas de chile que datan de 5000 aC. **Botánicamente hablando, el pimiento es una fruta. ***En efecto, alimentos ricos en beta-criptoxantina (el carotinoide de color naranja-rojo que se encuentra en cantidades más altas en el pimiento rojo, la calabaza, el maíz, la papaya, y las naranjas, melocotones) puede reducir el riesgo de cáncer del pulmón.
lunes, 12 de octubre de 2009
misiles a la luna
Rosie Inguanzo
Tiene que haber manera menos violenta de alcanzar la luna. Estoy mortificada con eso de que la NASA ha lanzado dos misiles a la luna. Celebrando están el éxito de la misión. La luna es lo femenino. Nuestro ciclo de fertilidad es lunar y preciso, secreto como el astro que no tiene luz propia, pero es capaz de imponer la reflexión de la lumbre ajena, en blanco y en inolvidable. A la luna llena le cantan los lobos en los bosques cerrados ingleses; las fieras se dilatan en la estepa nevada rusa. El efecto gravitacional hace que los océanos sigan a la luna. La marea sube y baja por su solemne majestad. Y toda el agua que somos, se sabe es mucha, se empina a los antojos de sus pasiones, su menguar, su creciente y sus ocultamientos. Las brujas blancas sacan a lunear sus metales fríos desde hace siglos. “Mírala bien, puede ser la última”, anticipaba Borges cuando invitaba a contemplar la noche, con la sospecha de que tal vez, en la otra existencia (en caso que la haya), puede que no se repita un espectáculo como este con el que nos bendicen las tinieblas. Pero qué sería mi cielo raso sin ella. Nací frente al mar, me he ido dormir con ella hasta entrada la adolescencia, la luna entrándome por los ojos, hipnotizada y serena, protegida como una liebre en su madriguera. Ahora el poder, masculino siempre, y su “prurito de ano”, no me ha pedido permiso para agredirla. Buscan agua, que es vida. Pero cualquier tipo de existencia allí debe estar horrorizada con los cohetes que le lanzaron. Y es cierto que Stephen Hawking (sí, aquél genio que nos educó sobre los black holes y que aún sonríe a las metáforas celestes, sin poder hablar propiamente, con su voz larinjosa computarizada) nos advierte que el paradigma de nuestra especie pide a gritos buscar posibilidades de vida en otro lugar, fuera de nuestro planeta azul al que pronto alguien detonará inmisericorde (debe rectificar: un “alguien” del “sexo masculino” apretará el infame botoncito). Pero los machos de la (in)cultura no se percatan de cómo estos medios violentos de buscar vida allí ya nos hacen bastante daño aquí abajo. Tiene que haber forma menos agresiva de alcanzar la luna. A modo de no aniquilarnos. La energía no tiene por que ser violenta y prepotente, puede ser gentil aún firme. Maldigo a la industria armamentista (masculina). Esa energía testoterónica suelta y sin vacunar está haciendo horrores: guerras desastrosas (¿alguna guerra no lo es?), y la amenaza nuclear que pesa sobre nuestros sueños, avasallan todo lo pasivo, imponiéndose sobre lo tácito, lo dócil, lo hermoso allá arriba. ¡Le están lanzando misiles a la luna por Dios! Ay me da algo. Tiene que haber una revolución femenina (como bien solicita la querida Ileana Fuentes) o nos vamos todos a la mierda. Una revolución no-violenta a la que se adscriban a la sexuación femenina –que es madre protectora, el elemento creador de la naturaleza- adeptos, seducidos y convencidos. Ni una pistolita de agua más, ni un soldadito, ni espadas de madera, ni un juego de violencias sangrientas computarizadas. Hay que revertir la receta al macho y criar hijos que borden y jueguen a las muñecas, barones sin permiso para causar destrozos físicos ni emocionales. La luna no es nuestra, siéndolo. Con qué derecho.
__________
La sonda LCROSS de la NASA y su cohete Centauro hicieron hoy un doble impacto en el fondo del cráter Cabeus en el polo sur de la Luna, en una operación que busca confirmar la presencia de agua en el satélite natural de la Tierra. El primer impacto lo produjo el cohete vacío de más de dos toneladas, que causó una columna de polvo que se elevó sobre la cima del cráter, a más de seis kilómetros de altura.
domingo, 11 de octubre de 2009
Imperfect Archives
Alfredo Triff
Imperfect Archives es un show de 8 mujeres artistas acaba de abrir en 801 Projects en la calle 8 y la 3ª Avenida. Son ellas Amalia Caputo, Consuelo Castañeda, Liz Cerejido, Ana Albertina Delgado, Nereida García Ferraz, Odalis Valdivieso, Eugenia Vargas Pereira y Angela Valella. El título de la muestra sugiere una aproximación desde la memoria, que es a la vez, síquica y funcionalmente, archivo y constitución individual del ser. Es lo que nos hace únicos y distintos: lo que somos. Por otra parte, lo imperfecto del archivo establece la tensión entre uno y otro. De cierta manera, ser memoria de algo es la posibilidad de olvidarlo. La memoria pareciera ser una función autónoma. No lo es. De ahí que necesite el auxilio de la escritura. Memoria como idea es ya escrita, (d)escrita, conversada. Se proyecta entonces otro aspecto aún más rico: la imaginación, más allá de la experiencia, el libre juego a recrear. La imaginación es el brazo de la fantasía, artífice de nostalgias. Sin tiempo real en la imaginación, cualquier memoria es siempre presente. Imperfect Archives explora temas femeninos y feministas. El examen cuerpo femenino, su memoria, su dolor, su exilio, su olvido. Y cada cubículo refiere ese espacio que la mujer crea para sí.
El cuarto mágico de Odalis Valdivieso juega con el traumatropo de la historieta infantil. Nostalgia personal por un pasado de proyección y luz, que es siempre una manera de grabar memorias.
A la entrada de la escalera que conduce al segundo piso, Liz Cerejido escribe con tiza sobre la negra pared. Se trata de registros sufridos, inconexos, revividos a fuerza de repetición, escritura automática en búsqueda de la consciencia que olvida.
Ana Albertina Delgado evoca un ambiente de sala-de-espera con objetos familiares: cuadros en la pared, libros sobre la mesa. Siluetas delicadamente femeninas, ondulantes manchas de color neo-Pop, entretejiendo fábulas. Ambiente de música silente como narración posible de la imaginación.
La habitación negra de García-Ferraz presenta fotos de cada una de las participantes. Llama la atención el retrato de Consuelo Castañeda, delante de la conocida instantánea de Ludwig Wittgenstein, a manera de jugar con la influencia, el intelecto y las afinidades electivas. Dos miradas que conversan en el tiempo sin tocarse.
Paperwall, arte gráfico, emblema, signo: La cacofonía de Castañeda se esparce por las paredes tornándose en aviso, ornamento Op, ruido visual, traza ROM, olvido aleatorio.
Amalia Caputo muestra la piel escrita e incomprendida del cuerpo femenino, esa que deviene en condición permanente de la experiencia. Lo otro es cuerpo sexual, social y jurídico. Cuerpo apropiado el de la mujer, comerciado y modificado. ¿Qué queda y de qué vale?
Azul=devoción, libro=tejido, agua=habitat (del reptil), arena=tiempo, reptil=sigilo. Eugenia Vargas juega con ese paraje ecológico de tensa metáfora uterina.
Valella ha recolectado decenas de páginas #47, extraídas de cada libro heredado de su madre. Hojas leídas y releídas -y ahora señaladas por la artista sugiriendo nuevas asociaciones. Historia de lectura tan diversa como la mente que los agrupa.
______________
Imperfect Acrchives es curada y organizada por Nereida-García Ferraz, Consuelo Castañeda y Angela Valella.
jueves, 8 de octubre de 2009
Estados Unidos de América: País de gordos
Para nadie es secreto que vivimos en un país de obesos. Entra a un elevador y haz la prueba: Es raro ver personas de peso promedio.* Hoy por hoy, la obesidad infantil tiene un índice (de masa corporal) superior a la norma: 85%, cuatro veces más que hace una década -y sigue aumentando. El 17% de los niños americanos están sobre-peso. Un niño gordito tiene mucha más posibilidad de terminar siendo un adulto obeso. Según una encuesta reciente en Miami, casi 20% de los niños en Kindergarten son obesos. La incidencia es peor en las minorías: Negros y latinos, comparados con los blancos anglos tienen las de perder… ahí están los plátanos maduros fritos, con arroz y potaje de frijoles negros, bisté empanizado y pan enchumbado con margarina (grasa a la vena), en cada almuerzo y comida. O el pollo frito convoyado de papas fritas y panecillos mantequillosos y por supuesto, la soda X-tra large. 24% de los negros y el 23% de los adolescentes latinos son ya gordos, lo que equivale a un aumento de casi el 14% (en los blancos anglos es sólo del 11%).
¿Cuál es la causa de la epidemia? Una combinación de factores: mala alimentación, inactividad física, propensión genética y el medio ambiente. La obesidad tiene graves consecuencias para la salud a largo plazo. He aquí algunos de los problemas: 1- La diabetes en los niños tiene relación con la obesidad, 2- Hipertensión, 3- Hipercolesterolemia, 4- Asma, 5- Depresión y baja autoestima, y 6- trastornos ortopédicos.
Añádele a todo eso horas frente a la TV (comiendo alguna chuchería) y la pantalla de la computadora, dos horas al día por lo menos metidos en el carro, atrapados en el tráfico miamense, el cultivo postmoderno del ocio y la invasión mediática dedicada al fast-food (sodas, bebidas de azúcas con colorante, caramelos, dulces, etc). La obesidad se ha arraigado a nuestro subconsciente. Los barrios pobres están llenos de fritangas de pollo y papas fritas. Los muchachos almuerzan puro "junk" en las cafetería de la escuela (no hablo de comida, sino de "confecciones comestibles", algunas de ellas completamente artificiales). No hay arreglo. Más basura comestible, más gordos, más carga para el sistema de salud -y más dinero para las compañías de seguro.
________
*Entre 5.5 y 5.9' de altura, el peso debe ser para la mujer (poco: 117, normal: 133, mucho: 160) a (138, 159, 179). Para el hombre entre 5.9 y 6' el peso debe ser (139, 157, 175) a (147, 167, 187).
miércoles, 7 de octubre de 2009
Elige: El cielo o el infierno
Juan-Sí
USA Today: Mount Vernon, Ohio. Viernes, 8 de enero, 2009.
William White, director de una escuela secundaria de la ciudad alegó que tuvo que llamar a la policía, cuando John Freshwater, profesor de ciencias, le estampó la imagen de una cruz en el brazo a un estudiante. En la audiencia con el distrito, White declaró que Freshwater debía ser despedido. La junta escolar determinó que además de este incidente, Freshwater había predicado el cristianismo en su clase.
USA Today: Mount Vernon, Ohio. Jueves, 14 de abril 2009.
Un consultor externo testificó que después de haber sido advertido que no podía exhibir su Biblia en el buró del aula, John Freshwater, en señal de protesta, sacó otra Biblia de la biblioteca para mostrarla en su aula. El consultor además acusó a Freshwater de asalto, cuando este intentó grabar la imagen de una cruz en el brazo de un estudiante. Freshwater ha apelado la decisión de despido.
martes, 6 de octubre de 2009
Memorias de Aníbal Balcells
En sí… no hay que matarlo sino hurgar y apropiarse de su espejo para no repetir su imagen, pero si descubres en el padre similitudes que desdeñas, entonces será mejor que las aceptes antes que te repudie tras el azogue que transpira su cadáver.
Amílcar Barca
Mi padre se levantaba cuando, desplazados de sus hogares, los borrachos caían rendidos en las aceras por alguna conversación solitaria con su sombra. Ahora está frente al espejo del baño, y no se ve asimismo... pobre hombre. Tiene la toalla encima de su rostro; un lienzo blanco de pocos nudos que aún mantiene las iniciales del ajuar de su noche bodas. A oscuras, todavía, abre la luz de neón que atrasa cada día más una imagen de servil. Enrosca su hoja de afeitar, sostiene la caja de cuchillas vacías con desdén y la lanza al cubilete. Nunca le gustó que el agua le tocase la piel de la cara de buena mañana y cada mañana la liturgia de vendedor sin ventas le obligaba a rasurarse la barbilla y el bigote. Mi padre no es que fuera sucio de aspecto y actitud, sino que la duda ante el infortunio, le hacía temblar en el cuello la navaja de rapar que sostenía con la izquierda.
En invierno se cubría el frío con un tabardo de cordero y antes de marchar me daba un beso rutinario en la frente. Entonces, cuando salía por la puerta de casa ...yo le seguía sus pasos a escondidas, y desde la ventana adyacente a la escalera, escuchaba la cadencia de sus pasos como si de un niño pávido se tratara. Con sutileza, contaba los cincuenta y ocho peldaños que quedaban hasta el umbral de salida del condominio, y esperaba que la estructura de hierro de la puerta golpeara al bastidor de un golpe. En aquel momento, sabía por seguro que aquel era mi tiempo, y salía a protegerme bajo las enaguas de mi madre en la cama de matrimonio. Ocupando ya su lugar, el miedo desaparecía acurrucándome en el cuerpo caliente de su esposa. La noche seguía igual de oscura hasta bien entrada las siete de la madrugada. La humedad de las amanecidas del mes de enero en mi ciudad anunciaba la obligación de levantarme para ir a la escuela: entonces, era feliz e inocentemente heroico.
Mi padre caminaba pocas veces al trabajo. Lo hacía el primer día de la semana, cuando la culpabilidad por abusar del helado de turrón con absenta le obligaba, supuestamente, a caminar una milla para perder unas libras. A mi padre le gustaba hacer pronósticos imposibles los domingos por la tarde y disfrutar de los taxis amarillos y destartalados los lunes. “¡Taxi, Taxi!- ¿Dónde se dirige señor?- Lléveme al Mercado Central de Abastos”. Nunca tuvimos un automóvil familiar. A mi padre le encantaba levantar la mano y que un carro se le plantara al instante junto a sí mismo. Como un torero, se sentía vitoreado e importante. Pero la verdad es que nunca me brindó un miura, bien al contrario, durante todo su acontecer, mi padre, se quedó observando como la vida me corneaba en mis debilidades. Este pedazo de carne podrida, descansa hoy viendo el mar en el nicho cuatrocientos veintidós del cementerio público de mi aldea. La verdad, es que nunca tuve la ocasión de hincarle el cuchillo del éxito en su cara. Como él que escribe estas memorias a diario, cada vez que me miro en un espejo, me olvido entre copas de aguardiente, si en realidad fui su primogénito. Esta mañana, mientras con la brocha me enjabonaba mi faz en el lavabo, observé entrando en mi ventana: la misma luz del albor que anunciaba la felicidad de ser yo mismo. Al salir para mi empresa, cerré la puerta discretamente de mi casa y encendí el motor de mi Aston Martin. En la avenida, un enjambre de flamboyanes en celo, matizaba los naranjas de la hora.
lunes, 5 de octubre de 2009
Nenita y Nena (2)
Ernesto González
La abuela de Sary, lo probó: se puede ser una mujer feliz bajo cualquier circunstancia. Nenita, que había parido y perdido hijos, y finalmente a su marido, asumió con alegría y con el guaguancó más original bailado en Marianao, el fuego del dolor durante los años previos a su encuentro con el negro Chano. Nenita no buscó explicaciones en ningún sitio, ni le preguntó a un cura ni a un pastor; primero abrazó el dolor para que la quemara de la cabeza a los pies, y luego lo soltó como a uno de esos paquetes pesados que no volverán a cargarse al terminar una mudada, al instalarse en un nuevo hogar e inaugurar una nueva vida. Nenita se había mudado dentro de sí, para un sitio mejor. Y adentro es donde vivimos.
Es extraño no verlo: el recibidor y la sala de nuestro hogar verdadero son los pensamientos, la cocina y el baño tan imprescindibles son nuestras emociones, nuestro ser es un país infinito y estamos negadas a revelárnoslo. En un hombre hallaremos esa revelación, y él en nosotras, si ambos nos fundimos y dejamos de ser dos. La fisión humana provoca una sobreproducción de oxitocina, para comer y para llevar.
Nenita lo había descubierto, y se había otorgado la salida definitiva de esa parte de sí que la había quemado lo suficiente y la había transformado. No necesitó de tarjeta blanca para salir de donde lo hizo, ni de visa para entrar adonde se dirigió. No dejó de ir a fiestas, y por encima de eso, nunca dejó de proclamar esa sonrisa dibujada por una fuente de felicidad sin dependencia de lo externo. Su felicidad era de una cualidad distinta. Nenita esperaba disfrutar de sus dos nietas e irse con ellas a España o a donde fueran a parar. Su capacidad de moción era doble: interior y exterior. No temía irse de Cuba con sus nietas, enfrentarse a una cultura distinta, a un estilo de vida opuesto al suyo. Se trataba del futuro de ellas, quería participar en él hasta donde se lo permitiera la vida. Y vivió consumida por esa idea hasta la aparición del negro Chano.
Chano era un negro dulce y total, hecho de la misma fibra tierna y escasa de Mío, que renovó las sacudidas de hombros y de cintura del guaguancó de Nenita, a pesar de la adver-tencia: jamás abandonaría a su mujer y a sus hijos. Enseguida, como contando los minutos de súbito regalados por la vida, se dejó amar por su negro sin importarle los chismes del barrio ni la envidia de las mujeres de su edad por mantener una relación con un hombre joven.
Nenita dejó que Chano la enamorara, y dejaba pasar los días sin quejas ni amargura de un encuentro al siguiente. Nenita escuchaba cómo Chano nos llamaba la atención a Sary y a mí, con ese tono suyo entre impositivo y azucarado, si bajábamos de la acera a corretear sobre el asfalto. Chano entendía que tanto sol nos empujara enloquecidamente a correr, a gritar, a escondernos, a reaparecer, como si hubiéramos presentido el alejamiento del resplandor, de los colores vívidos, y la proximidad del peso de las nubes, de la dictadura del frío.
El padre de Sary nos regañaba desde adentro de la casa. Y Chano: Estoy al tanto de ellas, no te preocupes. Nenita descubría, en el portal donde le había traído café a su amante, lo que jamás sería capaz de aceptar su nieta: que el amor siempre es incompleto, frágil, y sólo lo conquista una mujer vestida de cojones.
El negro Chano era tan dulzón que hasta lo aceptó el padre de Sary. Una aceptación con visos de milagro. Después de todo, era a él a quien visitaba en la casa. Era su compañero de trabajo, y en el portal, paladeando el café de Nenita, trataban de arreglar sus mundos personales. Nenita nunca vio nada inapropiado en ser una abuela enamorada de un hom-bre joven, y decidió amar a Chano con mujer e hijos incluidos, hasta la noche del adiós. Recuerdo esa temporada insólita, la acechanza de las despedidas y la escandalosa pelea entre Sary y su madre.
Mi amiga jamás había deseado abandonar la Isla, se lo gritaba a sus padres, se lo repetía a su abuela. Es por tu futuro, le aseguraban, un día entenderás, es por tu bien. Sary, con esa persistencia suya, continuaba pataleteando y maldiciendo para no irse de Cuba. En un barrio donde era común hablar de brujerías, santos, espiritismo y limpiezas contra enfermedades y maleficios, no era difícil imaginar la posibilidad de convocar un poder misterioso y creador para quedarse en Cuba, en su barrio, en su casa. Los vecinos eran también familia, éramos como hermanas, y a mí tampoco me pasaba por la cabeza abandonar a Cuba en aquel tiempo. Sary no le preguntó a nadie cómo hacer su pedido, sino que se dejó llevar por su intuición, por un impulso.
Una mañana, al regresar de la escuela, fue al puesto de viandas, lleno de calabazas, y compró una pequeña. Le robó el pomo de miel a Nenita, y se fue a un rincón del patio a preparar su sortilegio dictado por la determinación de no marcharse. Con un cuchillo raspó la corteza de la calabaza, le abrió un hueco, le metió miel y le echó por arriba, le amarró una cinta amarilla y le dedicó el ofertorio a la Virgen de la Caridad. Vigiló las idas y venidas de su familia, cavó un hueco en una esquina del patio de tierra y enterró la calabaza «trabajada».
La situación de la salida empezó a deteriorarse: el papeleo se complicó, el permiso de partida no lo otorgaban, les decían que tuvieran paciencia. Nena, espiritista ella misma, cansada de preguntarse si había una barrera real o creada, interpuesta en los planes familiares, fue a ver a Clara, la del Cotorro, su «amiga de los años».
La inolvidable Clara que tanto en común tenía con ella.
(Vuelve a la página anterior)
La abuela de Sary, lo probó: se puede ser una mujer feliz bajo cualquier circunstancia. Nenita, que había parido y perdido hijos, y finalmente a su marido, asumió con alegría y con el guaguancó más original bailado en Marianao, el fuego del dolor durante los años previos a su encuentro con el negro Chano. Nenita no buscó explicaciones en ningún sitio, ni le preguntó a un cura ni a un pastor; primero abrazó el dolor para que la quemara de la cabeza a los pies, y luego lo soltó como a uno de esos paquetes pesados que no volverán a cargarse al terminar una mudada, al instalarse en un nuevo hogar e inaugurar una nueva vida. Nenita se había mudado dentro de sí, para un sitio mejor. Y adentro es donde vivimos.
Es extraño no verlo: el recibidor y la sala de nuestro hogar verdadero son los pensamientos, la cocina y el baño tan imprescindibles son nuestras emociones, nuestro ser es un país infinito y estamos negadas a revelárnoslo. En un hombre hallaremos esa revelación, y él en nosotras, si ambos nos fundimos y dejamos de ser dos. La fisión humana provoca una sobreproducción de oxitocina, para comer y para llevar.
Nenita lo había descubierto, y se había otorgado la salida definitiva de esa parte de sí que la había quemado lo suficiente y la había transformado. No necesitó de tarjeta blanca para salir de donde lo hizo, ni de visa para entrar adonde se dirigió. No dejó de ir a fiestas, y por encima de eso, nunca dejó de proclamar esa sonrisa dibujada por una fuente de felicidad sin dependencia de lo externo. Su felicidad era de una cualidad distinta. Nenita esperaba disfrutar de sus dos nietas e irse con ellas a España o a donde fueran a parar. Su capacidad de moción era doble: interior y exterior. No temía irse de Cuba con sus nietas, enfrentarse a una cultura distinta, a un estilo de vida opuesto al suyo. Se trataba del futuro de ellas, quería participar en él hasta donde se lo permitiera la vida. Y vivió consumida por esa idea hasta la aparición del negro Chano.
Chano era un negro dulce y total, hecho de la misma fibra tierna y escasa de Mío, que renovó las sacudidas de hombros y de cintura del guaguancó de Nenita, a pesar de la adver-tencia: jamás abandonaría a su mujer y a sus hijos. Enseguida, como contando los minutos de súbito regalados por la vida, se dejó amar por su negro sin importarle los chismes del barrio ni la envidia de las mujeres de su edad por mantener una relación con un hombre joven.
Nenita dejó que Chano la enamorara, y dejaba pasar los días sin quejas ni amargura de un encuentro al siguiente. Nenita escuchaba cómo Chano nos llamaba la atención a Sary y a mí, con ese tono suyo entre impositivo y azucarado, si bajábamos de la acera a corretear sobre el asfalto. Chano entendía que tanto sol nos empujara enloquecidamente a correr, a gritar, a escondernos, a reaparecer, como si hubiéramos presentido el alejamiento del resplandor, de los colores vívidos, y la proximidad del peso de las nubes, de la dictadura del frío.
El padre de Sary nos regañaba desde adentro de la casa. Y Chano: Estoy al tanto de ellas, no te preocupes. Nenita descubría, en el portal donde le había traído café a su amante, lo que jamás sería capaz de aceptar su nieta: que el amor siempre es incompleto, frágil, y sólo lo conquista una mujer vestida de cojones.
El negro Chano era tan dulzón que hasta lo aceptó el padre de Sary. Una aceptación con visos de milagro. Después de todo, era a él a quien visitaba en la casa. Era su compañero de trabajo, y en el portal, paladeando el café de Nenita, trataban de arreglar sus mundos personales. Nenita nunca vio nada inapropiado en ser una abuela enamorada de un hom-bre joven, y decidió amar a Chano con mujer e hijos incluidos, hasta la noche del adiós. Recuerdo esa temporada insólita, la acechanza de las despedidas y la escandalosa pelea entre Sary y su madre.
Mi amiga jamás había deseado abandonar la Isla, se lo gritaba a sus padres, se lo repetía a su abuela. Es por tu futuro, le aseguraban, un día entenderás, es por tu bien. Sary, con esa persistencia suya, continuaba pataleteando y maldiciendo para no irse de Cuba. En un barrio donde era común hablar de brujerías, santos, espiritismo y limpiezas contra enfermedades y maleficios, no era difícil imaginar la posibilidad de convocar un poder misterioso y creador para quedarse en Cuba, en su barrio, en su casa. Los vecinos eran también familia, éramos como hermanas, y a mí tampoco me pasaba por la cabeza abandonar a Cuba en aquel tiempo. Sary no le preguntó a nadie cómo hacer su pedido, sino que se dejó llevar por su intuición, por un impulso.
Una mañana, al regresar de la escuela, fue al puesto de viandas, lleno de calabazas, y compró una pequeña. Le robó el pomo de miel a Nenita, y se fue a un rincón del patio a preparar su sortilegio dictado por la determinación de no marcharse. Con un cuchillo raspó la corteza de la calabaza, le abrió un hueco, le metió miel y le echó por arriba, le amarró una cinta amarilla y le dedicó el ofertorio a la Virgen de la Caridad. Vigiló las idas y venidas de su familia, cavó un hueco en una esquina del patio de tierra y enterró la calabaza «trabajada».
La situación de la salida empezó a deteriorarse: el papeleo se complicó, el permiso de partida no lo otorgaban, les decían que tuvieran paciencia. Nena, espiritista ella misma, cansada de preguntarse si había una barrera real o creada, interpuesta en los planes familiares, fue a ver a Clara, la del Cotorro, su «amiga de los años».
La inolvidable Clara que tanto en común tenía con ella.
(Vuelve a la página anterior)
"El gran amor de su vida había sido su padre"
Ramón Alejandro
Mi madre me provocaba lástima, con su llanto constante y sus incesantes quejas. Y su jipío asmático que me impedía dormir de madrugada me hacía imaginar que, a pesar de que la infeliz parecía estarse quejando, en realidad lo que estaba sucediendo en aquel cuarto de las grandes lunas de esos espejos enfrentados era que ella estaba gozando intensamente. Porque mi padre estaba haciendo obra de varón dentro de su cuerpo, y le estaba dando tremendo gusto con su revenque bien recio y encabritado allí dentro del mismito cénturifox de su baboso y blando regazo. Y después de esa gozadera, luego ella iba y me culpabilizaba abrazándome, y diciéndome muy patéticamente: "Hijo mio, tú eres el único que me quieres". Eso es muy fuerte para cualquier fiñe. Imagínate tú lo que eso era y cómo me caía a mí, que solamente era un chiquillo, todo nervios e imaginación desenfrenada. Aquello me dejaba turulato. Tremendo electroshock sentimental. Que no se le debe hacer eso a nadie. Porque lo que más me gustaba de mi padre era ese momento de su vida cuando se levantaba por las mañanas y se iba encueros con una toalla anudada alrededor de la cintura a sentarse en un sofá que había en el salón a la altura de la entrada del cuarto de baño. Y allí se sentaba a veces, esperando que alguna de mis hermanas rápidamente terminara de lavarse porque tenía prisa por irse a la escuela. Y a veces Tapón, que fue el último perro que tuvimos, se le encaramaba encima de los muslos y se ponía disimuladamente a lamerle los pezones cubiertos de pelos canosos, como los que por cierto le cubrían todo el resto de su fuerte pecho. Que lo que tenía mi viejo era tremenda pendejara pectoral. Y como poquito a poco se le iba zafando la toalla con todo ese ajetreo que metía el perro Tapón encaramado sobre sus muslos para tratar de mamarle las tetillas, a mi viejo terminaba por salírsele su perfecto tubo que tan bello me parecía por entre la escotadura cada vez más ancha de la toalla que se iba abriendo. Que yo no sé cóme es eso que el rabo de mi padre fuera tan prieto y morado, siendo él asturiano de pura cepa, aunque ya sepamos que los españoles son de ampanga. Y que Ampanga era un legendario reino de Angola. Que a lo mejor mi padre tenía sangre morisca, o aljamiada, o berebere o almohade. O hasta de refilón pudiera haber tenido sangre de algún negrón de aquellos que estaban ya cristianizados y aclimatados en el barrio de Triana frente a Sevilla. Porque la literatura picaresca del siglo de oro nos da a enternder que en la península ibérica la gente de pueblo no se privaba de compartir cualquier lecho de cualquier venta o posada al borde de cualquier camino. La promiscuidad no es privilegio de criollos. Y cualquier jeva queda preñada en cualquier azarosa circunstancia que sobrevenga por el camino. Cualquier hembra lo que quiere es que se la coma el tigre, y se pone para que le den candela en cualquier rincón propicio y más o menso cómodo y propicio. No tiene que ser necesariamente sobre sábanas de Holanda que se hacen los hijos.
Que estedes saben muy bien que cualquier deseperado varón la mete en el primer agujero que se le ponga delante, que hasta el culo de un maricón les viene bien si no encuentran a tiempo un bollo a mano. Porque les leche tiene que salir de sus bolsas que como están guindándoles de la ingle por fuera de sus cuerpos, cuando se acumula el semen y pesan demasiado comienzan a dolerle a cualquiera. Y que ni la Virgen de Covadonga podía quitarle a mi buen padre eso de sus genes, como ahora se dice, y de su sangre que es como siempre se dijo. Como tampoco pudo salvar a aquel rey Pirindingo, Pelayo o Fruela, o como quiera que se llamara ese rey al que se lo comió un oso, de que el oso se lo comiera. Y en primer lugar díganme, caballeros, quién fue que le mandó a ponerse a jugar a aquel jueguito de manos que tan mal terminó. Que desde el momento en que ha sido vencido, se le ha convertido en marido amo y señor. Que por eso es que entre la amistad, el amor y la admiración por una parte, y el odio y el desprecio por la otra, va tan poco trecho. Que ese es el contenido substancial y conceptual de un libro que anda por ahí en bocas de la gente titulado Adua la pedagoga, escrito por un pintor llamado Ramón Alejandro. Que lo firmó con el apellido de su madre y el nombre de su padre. Y que a medida que lo iba escribiendo se fue dando cuenta de que en realidad el gran amor de su vida había sido su padre, y no su madre como él había siempre creído. Y como su hermano Carlos trató inútil e interesadamente de convencerlo de que en realidad era la cosa. Que de cierta manera, Carlos intentó substituír a su padre convirtiéndose por cuenta propia en el padre de su hermano, pero que sin saber muy precisamente como fue que sucedieron las cosas y se encadenaron causalmente los succesivos acontecimientos, resultó irse del aire por lo desmesurado de su desamor hacia quien en estrecha colaboración con su querida madre le había dado la vida. No hay Sol sin Luna, ni pueden crecer las plantas sin que caiga la lluvia del tormentoso cielo, y sin la impasible serenidad con la cual la tierra las alimenta a través de las raíces. Porque solamente se puede amar a quien se admira, y no es posible que amemos a ese a quien le tenemos lástima.
Mi madre me provocaba lástima, con su llanto constante y sus incesantes quejas. Y su jipío asmático que me impedía dormir de madrugada me hacía imaginar que, a pesar de que la infeliz parecía estarse quejando, en realidad lo que estaba sucediendo en aquel cuarto de las grandes lunas de esos espejos enfrentados era que ella estaba gozando intensamente. Porque mi padre estaba haciendo obra de varón dentro de su cuerpo, y le estaba dando tremendo gusto con su revenque bien recio y encabritado allí dentro del mismito cénturifox de su baboso y blando regazo. Y después de esa gozadera, luego ella iba y me culpabilizaba abrazándome, y diciéndome muy patéticamente: "Hijo mio, tú eres el único que me quieres". Eso es muy fuerte para cualquier fiñe. Imagínate tú lo que eso era y cómo me caía a mí, que solamente era un chiquillo, todo nervios e imaginación desenfrenada. Aquello me dejaba turulato. Tremendo electroshock sentimental. Que no se le debe hacer eso a nadie. Porque lo que más me gustaba de mi padre era ese momento de su vida cuando se levantaba por las mañanas y se iba encueros con una toalla anudada alrededor de la cintura a sentarse en un sofá que había en el salón a la altura de la entrada del cuarto de baño. Y allí se sentaba a veces, esperando que alguna de mis hermanas rápidamente terminara de lavarse porque tenía prisa por irse a la escuela. Y a veces Tapón, que fue el último perro que tuvimos, se le encaramaba encima de los muslos y se ponía disimuladamente a lamerle los pezones cubiertos de pelos canosos, como los que por cierto le cubrían todo el resto de su fuerte pecho. Que lo que tenía mi viejo era tremenda pendejara pectoral. Y como poquito a poco se le iba zafando la toalla con todo ese ajetreo que metía el perro Tapón encaramado sobre sus muslos para tratar de mamarle las tetillas, a mi viejo terminaba por salírsele su perfecto tubo que tan bello me parecía por entre la escotadura cada vez más ancha de la toalla que se iba abriendo. Que yo no sé cóme es eso que el rabo de mi padre fuera tan prieto y morado, siendo él asturiano de pura cepa, aunque ya sepamos que los españoles son de ampanga. Y que Ampanga era un legendario reino de Angola. Que a lo mejor mi padre tenía sangre morisca, o aljamiada, o berebere o almohade. O hasta de refilón pudiera haber tenido sangre de algún negrón de aquellos que estaban ya cristianizados y aclimatados en el barrio de Triana frente a Sevilla. Porque la literatura picaresca del siglo de oro nos da a enternder que en la península ibérica la gente de pueblo no se privaba de compartir cualquier lecho de cualquier venta o posada al borde de cualquier camino. La promiscuidad no es privilegio de criollos. Y cualquier jeva queda preñada en cualquier azarosa circunstancia que sobrevenga por el camino. Cualquier hembra lo que quiere es que se la coma el tigre, y se pone para que le den candela en cualquier rincón propicio y más o menso cómodo y propicio. No tiene que ser necesariamente sobre sábanas de Holanda que se hacen los hijos.
Que estedes saben muy bien que cualquier deseperado varón la mete en el primer agujero que se le ponga delante, que hasta el culo de un maricón les viene bien si no encuentran a tiempo un bollo a mano. Porque les leche tiene que salir de sus bolsas que como están guindándoles de la ingle por fuera de sus cuerpos, cuando se acumula el semen y pesan demasiado comienzan a dolerle a cualquiera. Y que ni la Virgen de Covadonga podía quitarle a mi buen padre eso de sus genes, como ahora se dice, y de su sangre que es como siempre se dijo. Como tampoco pudo salvar a aquel rey Pirindingo, Pelayo o Fruela, o como quiera que se llamara ese rey al que se lo comió un oso, de que el oso se lo comiera. Y en primer lugar díganme, caballeros, quién fue que le mandó a ponerse a jugar a aquel jueguito de manos que tan mal terminó. Que desde el momento en que ha sido vencido, se le ha convertido en marido amo y señor. Que por eso es que entre la amistad, el amor y la admiración por una parte, y el odio y el desprecio por la otra, va tan poco trecho. Que ese es el contenido substancial y conceptual de un libro que anda por ahí en bocas de la gente titulado Adua la pedagoga, escrito por un pintor llamado Ramón Alejandro. Que lo firmó con el apellido de su madre y el nombre de su padre. Y que a medida que lo iba escribiendo se fue dando cuenta de que en realidad el gran amor de su vida había sido su padre, y no su madre como él había siempre creído. Y como su hermano Carlos trató inútil e interesadamente de convencerlo de que en realidad era la cosa. Que de cierta manera, Carlos intentó substituír a su padre convirtiéndose por cuenta propia en el padre de su hermano, pero que sin saber muy precisamente como fue que sucedieron las cosas y se encadenaron causalmente los succesivos acontecimientos, resultó irse del aire por lo desmesurado de su desamor hacia quien en estrecha colaboración con su querida madre le había dado la vida. No hay Sol sin Luna, ni pueden crecer las plantas sin que caiga la lluvia del tormentoso cielo, y sin la impasible serenidad con la cual la tierra las alimenta a través de las raíces. Porque solamente se puede amar a quien se admira, y no es posible que amemos a ese a quien le tenemos lástima.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)