martes, 11 de agosto de 2009
El viaje en la maleta
Wendy Guerra
Puse tu libélula rota al fondo de mi maleta vacía.
Luego mantas y medias para este frío absurdo en primavera.
Ya sé que me leen los Diarios pero los llevo conmigo.
Me quitarán artefactos,
clavarán la mano en mi ropa interior .
¡Ah! pedir permiso para sacar mi cuerpo desnudo en los dibujos.
Allí van, solapados en la maleta de mi vida,
en el vidrio de mis lágrimas.
Mampara de dudas a contraluz del deseo de este viaje eterno.
Puse los discos de mi generación,
gritando el miedo,
disimulando,
regresando.
Sobrepeso de ideas,
ocultas pertenencias que no quiero declarar.
Me aterra.
Los libros de los muertos que me llevo para sobrevivir.
Los vivos que yo extraño cuando leo sus manos sobre el papel mojado.
Originales,
anclas,
algas que me hacen emerger del sentimiento ahogado.
Al fondo de las cosas unos mangos pintones de contrabando, olorosos, delatores.
Arena de Santa María y una virgen que ampara llegar flotando sin dolor.
Aleteando,
esta libélula rota,
esta cubana despeinada intenta meter su isla,
su viaje interminable en la maleta sin fondo.
La maleta es la mejor metáfora del exiliado.
ResponderEliminarHermoso poema! Creo que es hora de revisar que llevo yo en mi maleta ;)
ResponderEliminarMy luggage got lost and was re-routed to limbo.
ResponderEliminarBello poema cuyo título resuma y resplandece. Ahí están las requisas vergonzosas en el aeropuerto, la partida que llevamos a cuestas junto con todo lo que queda atrás a pesar nuestro, y lo que se va perdiendo en ese viaje más largo aún de la vida. RI
ResponderEliminarPoema de recuerdos a flor de piel.
ResponderEliminarEste poema me hizo recordar un título que usé para algún texto: El Caimán en la Valija. Enhorabuena, Wendy.
ResponderEliminar¡De lo mejor!
ResponderEliminarBello poema.
ResponderEliminarLa pesada y eterna maleta, la de todos!!! De madera, de tela, de cuero o de cartón…da igual. Hermoso y doloroso poema. Gracias Tatagua por compartirlo.
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