domingo, 5 de julio de 2009
¡Qué personaje!
Del NYTimes, la historia de Will Allen y cómo cambiar las cosas. Will Allen, es un negro de 60 años residente del norte de Milwaukee y experto en agricultura urbana, nuevo renglón que parece convertirse en una opción alimenticia de la ciudad postmoderna, no sólo para cambiar nuestros hábitos dietéticos, sino para entrar en otro tipo de contacto con la naturaleza. Para Allen, la industria de la comida ha acabado con la tierra, saturando el subsuelo, envenenando el agua, aumentando la dependencia del petróleo y por último nos ha hecho más obesos. Dice el artículo:
Allen, también ha logrado un cierto impulso a sus esfuerzos para lograr el movimiento de alimentos hacia el centro de la ciudad. En 2005, Allen recibió $100,000 de la Fundación Ford por su liderazgo. En 2008, la Fundación MacArthur lo honró con $500,000 dólares en su “genius” award. En mayo de este año, la Fundación Kellogg le dio a Allen $400,000 para crear puestos de trabajo en los barrios marginales. Allen es una autoridad en la llamada “agricultura urbana”. La última vez que lo visité, Allen estaba llevando a cabo un taller de dos días para 40 personas: Cada uno pagó $325 para aprender a cultivar gusanos, construcción de “aquaponics” y otras técnicas de cultivo alternativas. “Necesitamos otros 50 millones de personas que cultiven vegetales”, dice Allen, “en los porches, en macetas, en jardines.” Las razones son simples: mientras los precios del petróleo suben, las ciudades crecen y disminuyen las areas de cultivo cercanas a los centros urbanos. El espacio se hace cada vez más importante. ¡A sembrar se ha dicho! Chicago tiene 77,000 parcelas de terrenos baldíos.