jueves, 30 de julio de 2009

Penaso

Grettel J. Singer

En casa preparaban este tipo de carne con frecuencia y de diferentes formas, pero a la parrilla siempre fue mi predilecta. Esta receta es una verdadera joya. Es sencilla y simplemente deliciosa. De ser posible evite comprar la carne congelada, pero no siempre se encuentra con facilidad. Si tiene buenas relaciones con el carnicero pídale que le avise apenas llegue porque el pene es lo primero que se va cuando viene fresco.

Nunca cocine un pene sin haberlo adobado por lo menos un par de horas previas al asado o a la cocción. Ah, y nunca cocine un pene sin antes sellar sus líquidos porque de otra forma el resultado final no será más que un trozo soso de órgano tieso y decolorado. Ojo, esta carne posee un sabor gustoso pero fuerte y se come mejor en el otoño, cuando ya el clima ha refrescado un tanto y el paladar pide proteínas más densas y complejas a la hora de digerir.

Ingredientes:

8 penes tamaño regular (con piel)
3 cucharadas de aceite oliva
1 cucharada de Sazón Completa (Badia) (opcional)
5 dientes de ajo
1 cebolla mediana troceada en cuartos
1 naranja agria (se puede sustituir por la mezcla de media naranja dulce y medio limón)
unas ramitas de romero
sal y pimienta al gusto
1 cucharada de agua tibia
1/4 taza de vino tinto
moscada rayada al gusto
cilantro o perejil picado para adornar
las cuñas de dos limones para adornar

Limpie bien los penes y elimine cualquier vello infiltrado. Introduzca un punzón de hielo por el orificio de la uretra que atraviese por toda la longitud del canal hasta la base del pene, de manera que cuando lo enjuague elimine restos de sustancias innecesarias. Con el cuchillo punce en tres o cuatro zonas de cada pieza para que se absorba bien el sazón. Mezcle la carne con dos cucharadas de aceite de oliva y el resto de los ingredientes e ingrese la carne sazonada en una bolsa plástica, ciérrela y póngala en el refrigerador.

Cuando sea el momento engrase un sartén de freír con el aceite de oliva restante y la cucharada de agua tibia a una temperatura alta. Coloque las piezas e inmediatamente baje el fuego. En cuanto se gaste el agua retire la carne y colóquela en la parrilla seis minutos por cada lado. Mientras, en el mismo sartén vierta el sazón que quedó en la bolsa y el vino tinto y déjelo a fuego lento hasta que se convierta en una salsa viscosa. Más o menos cuatro o cinco minutos.

Tenga en cuenta que la cabecita es más tierna que el resto de la carne y a veces se cocina antes. Conviene sostenerla en el aire ese último minuto para que no se reseque demasiado. Para esto necesitará la asistencia de varias otras manos, pero no se desanime si no cuenta con la ayuda, si ha comprado la carne fresca difícil que no sea tierna. Al retirar la carnita de la parrilla debe usar unas tenazas grandes de manera que no se desprenda algún pedazo y pierda su graciosa estructura. Pase las piezas a una fuente, raye un filo de moscada, rocíelas con cilantro o perejil y decore el platillo con las cuñas de limón. Iba a decir voilá pero ya esa frase esta achicharrada, así que ¡buen provecho!, y que disfrute este sabroso manjar en compañía de una cerveza con cuerpo para que empañe el gustillo amargo de la carne.
___________
Nota: esta receta se puede comenzar hasta 48 por adelantado hasta el punto del adobo. Se recomienda servir con polenta horneada y una ensalada de temporada. El concierno ingenioso guarda la carne que ha sobrado y la utiliza al día siguiente en ensalada fría, como base para una exquisita salsa para pasta, o bien pueda triturarla en la batidora y comerla con galleticas saladas a la hora de la merienda.

36 comentarios:

Penoso dijo...

¡Ayyy!

Feminista dijo...

Genial.

Anónimo dijo...

Sería maravilloso contar con ustedes para la próxima parada del 5 de agosto, celebrando el décimo quinto aniversario de la revuelta popular más importante de la era castrista: El Maleconazo de 1994. Por favor, si pueden difúndanlo.

La idea nos llega de Facebook. Allí Joel Riv propone colgar un video de ese día (5 de agosto de 1994).

En nuestro caso y el de otros blogs, titularemos el post -que estará arriba por 24 horas- “Libertad para Cuba”. Corto y preciso. Reproducir todos este título, o cualquier otro en el que nos pusiéramos de acuerdo, sería muy efectivo. Saltaría a la vista, y lo subrayamos para que se entienda. Ahora hay que “explicotearlo” todo minuciosamente, pues si te descuidas te acusan de oportunista o aspirante a caudillo.

El próximo 5 de agosto. Celebrando el Maleconazo. Libertad para Cuba.

Un abrazo

alinabrouwer dijo...

deliciosa receta...la he anotado con "pelos" y senales...a ver si logro que el platillo me quede tan rico como a ti..
a.b.

Anónimo dijo...

TREMENDA MORRONGA!!!!!

Anónimo dijo...

Dios mío, Pánfilo pidiendo jama y esta muchacha cocinando penes, ¿a dónde vamos?

LopezRamos dijo...

Aqui les dejo el postre perfecto para ese plato


Ensalada de Papaya

Ingredientes:

* 4 cucharadas de aceite de girasol
* 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
* 1 cucharada de mayonesa
* 1 diente de ajo machacado
* 1 cucharadita de sal
* ½ cucharadita de pimienta
* 4 tasas de papaya verde, pelada, sin semilla y rallada
* 2 cucharadas de perejil picado
* 2 cucharadas de jugo de limón fresco

Instrucciones:
Preparar la vinagreta en un pequeño tazón combinando el aceite, el vinagre, la mayonesa, el ajo, la sal y la pimienta. Combinar la papaya y la vinagreta en una gran ensaladera. Espolvorear la ensalada con el perejil y el jugo de limón.
Rinde 6 porciones.

Alfredo Triff dijo...

Como (y) duele.

Anónimo dijo...

Yo lo digo y lo repito, el objetivo final de las feministas es dejarnos sin pene, en total penitencia. Grettel, como me gustas!

bolleur dijo...

me parece que esta receta tan fatídica como fálica iría muy bien acompañada de esa otra de la autora, tan caníbal como cómica (la de las teticas tiernas de niña africana en salsa de moscas rociadas de llanto y envueltas en crepé de pellejo duro)... para bajarlo todo el sommelier del vino seco del chef pepín recomienda un sorbo de jugo de riñón enfermo con unas gotitas de limón, menta picada al exceso del seso y azúcar prieta damnificada... resultado un moj(onc)ito espectaculado, que preferiblemente se debe digerir en terraza con vista al interior del momento justo.

sonora y matancera dijo...

¿por qué será que a las pepillas les gustan tantos las criadillas? ¿será porque la textura de la puntiaguda figura les hace cosquillas en la gargantilla que les aprieta la siquitrilla que se les ha trabado entre ovario y carcomilla obligándolas a revolcarse en el polvillo que produce ese mero insecto después de digerir la madera o el palo que ha roído? ¿será?

Anónimo dijo...

Freud no se equivocaba cuando hablaba de "envidia del pene" o "Complejo de castracion". Estas chicas no se coforman con rentar uno, quieren comprarlo, y eso que en ambos casos el pago es simbolico.

Adal dijo...

aya con los comepenes! yo me quedo con el postre de rafa y si de acuerdo, las feministas quieren despenarnos. y a las locas, a la lucha, k no va quedar ni un pene en pie si estas mujeres cumplen con sus promesas!

JR dijo...

Mis escrotos huelen a chicharrón. Lo terrible de todo esto, Grettel, es que tras esta receta sexívora se esconde la crudeza freudiana de lo que en verdad quisieras hacer. Eres la Edgar Allan Poe del erotismo. La marquesa de Sade de la blogosfera. ¡Grettel, la desprepuciadora!

Adam dijo...

me duele el pene leerlo!!!

grettel j. singer dijo...

jr, si eso que dices fuera cierto, que conste que sería por placer y no para ejercer dolor contra los hombres. pero como soy casi vegetariana...

un saludo a todos y gracias por comentar y aportar con nuevas recetas e ideas

Anónimo dijo...

Como dice mi amiga Rosita, hay que dejar a las féminas, de vez en cuando, hacer un guiñito por lo mucho que han sufrido y por todo el tiempo en que los hombres las hemos vilipendiado, humillado, abusado y por todo lo que inmisericordemente nos hemos aprovechado de ellas. Si no fuera por eso, por mi amiga Rosita y porque la receta es un disparate hasta conceptualmente, gustoso les daría la receta del hervido de Vulva con Trufas. De todas maneras el pingolón, plato muy codiciado asi como prohibido en algunas regiones del norte de España, ha generado la polémica en ciertos círculos lésbicos y de mujeres en general, adictas a este plato, que han comenzado a notar una tendencia a el disfrute de hombres con menos capacidad intelectual y por así decirlo; mucho más machangos. A tal punto está llegando la situación que la ALE (Asociación de Lesbianas de Europa) está distribuyendo un manual sobre los peligros del pingolón y de su capacidad desestabilisadora entre las mujeres que ya habían llegado a la conclusión de que el hombre solo es un deporte necesario para muy pocas cosas. El restos de los hombres europeos viven en una paranoia total producto de la enorme cacería que todo esto a desatado. Unos se esconden de la posibilidad de ser raptados y desmenbrados y otros de ser esclavos sexuales de un nuevo tipo de mujer lividinosas y de lesbias arrentidas producto de haber ingerido el tan polémico plato. Mi recomendación como chef es que todo es permitido en la cocina...pero cuidado con las obseciones y los excesos.

LS

enemigorumor dijo...

Pero ya eso lo hizo un aleman hace un par de anos ?

Linghan Travieso dijo...

Un tanto cock-cinado para el gusto de la mayoría de las penelopanas. No dice de cortar la baba previamente pero se supene. No sé por qué sospecho que a esta receta le sigue en el mismo menú la de Rafael. Hay en el aire un ensarte de anillitos de culo y bolas a la brasa pero recuerden que los escucha, metatranca en mano, el sistema penal con su largo brazo de jitano.
Luisito, extremo lo de ALE en la península, no cejarán en su glande empeno las catetas.
Muchachos, no citen a Freud, estén afraid.

Anónimo dijo...

JR el escroto es uno solo si tu tienes varios hay que tener ciudao contigo

JR dijo...

Aprendan a pluralizar los genitales. Es más, si pueden háganse el coito a sí mismos. Vivan de las utopías, coño, que la vida es muy corta.

Anónimo dijo...

HUEVONES TODOS...JAJAJAJAJAJAJAJAJ!!!!!

Anónimo dijo...

LS, Cuales son los problemas conceptuales que encuentras a la receta de Gretel?
Tu receta de Vulva donde esta? NOOOOOOOla encuentro en todo el internet ok!

observando y dando dijo...

incre'ible lo que un texto cargado de lo sexual y macabro que habita en una buena castraci'on puede lograr: que los comentaristas se ejerciten con creatividad y afilen sus teclas para celebrar junto a la autora que se atrevi'o no s'olo a cortar el pene, sino tambi'en a asarlo... well done.

alinabrouwer dijo...

balla!!! cebolla mora (con acento en la a)..pa los frijoles negro...pal picadillo...pacel un rabo encendio...cebolla mora pal tasajo...no la ven? cebolla mora pa los camarones enchilaos..

Manuel Sosa dijo...

Así como me molestaba el roce de la tiza cubana en la pizarra, con ese engurruñamiento cerebral que me producía, he leído esta receta. Muy ingenioso texto. Y qué diré del engurruñamiento físico. Gracias.

grettel j. singer dijo...

estimado chef,
me encantaría poder entender su comentario, pero esa lengua rudimentaria simplemente no la comprendo. por lo de la receta disparatada hasta conceptualmente, le diré que me sorprende tremendamente que un chef no conozca el método básico para cocinar un pene. por otro lado, he entrado en su cocina, pero qué bien se nota que usted no ha entrado en la mía. queda cordialmente invitado.

Anónimo dijo...

Esto está lleno de come P....s

bolleur dijo...

y de los que no se atreven a escribir la palabra pinga y escogen hacerlo con puntos suspensivos y en mayúscula, que eso, analizado, dice mucho, compay.
y de los que se excitan con sólo verla escrita, y de los machitos marchitados en su propia salsa insípida que enseguida se refugian tras el cortinón de lanzar al aire el insulto lesbia a cuanta mujer se atreve a cocinar un pene a fuego lento porque sí, porque les da la gana, que por si no se han enterado, los hay de plástico y duran duros una eternidad. gocen y dejen gozar, herederos del cantimpalo gallego erectus mentis estrechis

Anónimo dijo...

Grettel querida yo se que nosotros los chefs no tenemos el don del la palabra oral, mucho menos escrita. Somos en efecto más rudiementarios y esceciales por no decir: elementales. Si a eso le sumas que somos hombres podría generar toda una catarsís de magnitudes desproporcionadas. Y si, gustoso me encantaría compartir tu mesa y degustar tu comida, siempre y cuando no sean penes parte del menú. Debo aclarar lo del disparate, incluso como cocepto que tiene la receta. Les recuerdo que la palabra disparate (y eso ya lo discutí una vez con el maestro Cuenca) que viene del latín disparathus, no es más que un absurdo dentro de lo normal, de lo establecido de lo logico (sensatamente hablando). Pero como se que un disparate conceptual puede ser una argucía cínica para poner en evidencia un tema y provocar una reacción en apoyo de una tesís no me hubiera molestado en llamarlo así si, la receta en si tuviera elementos de juicio gastronómicos que apoyaran la cottura de un pene para que este no se deshaga en sus cavernosas formas interiores de no ser rellenado con su sustituto natural: la sangre. Si mi queridísima Grettel, tu receta, luego de introducir tan acertadamente tu punzón hasta la base del pene no tiene el tino de rellenar con sangre sazonada a base de paprika hungara y hiervas de provincia u otro tipo de relleno que inflame el interior del pene, este no solo se cocinará como un pellejo duro e incomible sino que sus dimensión mengüara en un 85% de su tamaño original quedando así para un miembro de unas pulgadas de respeto, un simple y chicloso bocado. No es por gusto que las culturas canibales (que dicho sea de paso, se comían a otra persona aun cuando no se padecía hambre, pues tenía la ventaja moral de un propósito superior), se comían todo menos el pene pues consideraban mejor, ofrecerlo en sacrificio para mejorar la virilidad de la tribu en cuestion. La antropofagia puede estar motivada por el deseo de incorporar cualidades del bocado a la personalidad del gourmand, lo cual la convierte en un acto de amor y admiración. El pingolon catalan tiene su base gastronómica precisamente en el metodo de amorcillar el pene. Con la sangre que recogen en la defenestración rellenan el miembro hasta que alcance su mejor tamaño y así lo asan o lo guisan con ingredientes que hasta ahora no se conocen pero se especula que son a partir de productos extraidos de las hormonas femeninas en su fase de celo, y son fundamentales en la receta. En fin querida Grettel en escencia eso fue lo que muy disparatadamente quize decir sin que para ello hiciera falta una polémica por encima de una sonrrisa. Te juro que la mia te la puedo mostrar con lapiz labial de un vermellon encendido el dia que deguste en tu mesa una exquisita morcilla chorreando alioli por la punta.

grettel j. singer dijo...

entonces tendremos que poner fecha al duelo de los penes. tú con tu receta y yo con la mía, que suena deliciosa también.

nada de plémica, sólo gastronomía.
un beso

grettel j. singer dijo...

luis querido, nunca criticaria tus dones como escritor. mas bien me referia al machismo que se desato en tus palabras. intercambio justo, admito.
un beso

Anónimo dijo...

Y de los que se exitan con los puntos suspensivos, y su rebeldía e irreverencia nace y muere en la "mala palabra", en pronunciarla como un bebé. Que decir de la bobera del erotismo gastronómico y demas recetadores

enemigorumor dijo...

Yo creo que apelando a una relacion simbolica que se establece a un nivel asociativo , el equipo de produccion de tumiami esta infiriendo que la genitalia mostrada previamente pertenecio al pistolero de arriba.

sonora y matancera dijo...

ano 209am: no hay palabra mala, todas sirven un propósito, todas tienen su lugar, todas se dejar manipular por boca o mano que las sepa utilizar... y le recomiendo una exCitación basada en puntos suspensivos para que aprenda una nueva tipoEROgrafía después de despacharse una eroReceta de abundantes groserías... sale, pues.

Zoila Y. Clark dijo...

Hacerlo parte de ti, ser uno, comerlo como a Cristo en la eucaristia :P