miércoles, 24 de junio de 2009
Terror de mujeres casadas: Una reflexión de las artes amatorias en Miami -a manera de diálogo con Grettel Singer
Taikomochi
Soy el terror de las mujeres casadas. Por mi chashitsu (salón de té) desfilan día tras día les hommes marriés hastiados de que sus esposas o amantes sean un abismo negro (“black hole”) sensual y financiero, joyas, haute cuisine, haute couture, viajes, spas y estilistas. Día tras día llegan a mí aguerridos y cansados, gladiadores en busca de sosiego. Tras todo engullirlo suelen las féminas mofarse de los déficits fálicos y carencia de bríos amatorios en sus magullados lidiadores. En casos que conozco, se escurren con peloteros, jóvenes bien dotados y los siempre asiduos “personal trainers”. En mi experiencia con ero-analizandos (en faenas de terapeuta y taikomochi) el hombre tiene sentimientos ambiguos hacia ese viaje a la inversa (como el protagonista de La Habana para un infante difunto) a través del fenómeno ero-astronómico que es el “black hole.” También, apesadumbrado, me he enterado del triste caso de la vache dansant (la vaca danzante del NW). Agente de viajes y madre de dos varoncitos, uno bebé, la joven se ha dedicado a desnudarse y contorsionarse ante la cámara de la red, deleite de una ristra de admiradores de mujeres gruesas. Ya la vache dansant no tiene tiempo ni energía para la intimidad con su apuesto esposo. Me relatan de grupos en Pinecrest que se han dedicado al “belly dancing” bajo el liderazgo de un chico gay afroamericano. Sus estelares presentaciones tienen como marco el resort de los indios Miccosukee. ¿Cómo se explica este frenesí por Terpsícore? El cotidiano vivir con el hombre hispano es tarea hercúlea. Los lazos edipales son estrechos en familias extensas propensas a la convivencia con suegras. El machangato y caudillismo son aún sinónimos del existir a la manera hispana. “Papi” exige espacio para sus amigotes, tertulias machanguiles, juguetes (ordenador, auto, tabacos, buen vino, relojes, hobbies), sexo cuando está inspirado para ello y la visión de la mujer como recipiente de virtud y misterio insondable. Los cubanos no quedan bien parados en “Los peores amantes del mundo” del tintero de Grettel Singer. Muchos Cuban-Americans, sin embargo, se han convertido en gigantes de las artes amatorias. El viernes en un motel, un Cuban-American me sorprendió con sus magistrales tácticas que cual literatura musical llevaban su propio tempo: adagio, allegro, allegro con fuoco, presto, prestissimo, andante grazioso y vivacissimo para el clímax musical. Se multiplican los ejemplos a citar: Charlie, chófer de camión y residente en un tráiler en Hialeah a quien fui a prestar ayuda en ausencia de su esposa. Ya había transitado las floridas avenidas del “love that dares not speak its name” con su jefe, colega rastrero, pero le quedaba curiosidad sobre los boleros de Frank Domínguez. Los venezolanos y colombianos, wagnerianos, me han hecho vivir momentos idílicos como Sigfrido. Los argentinos, sublimes, son de éxtasis prolongado, como un Liebeslied de Strauss cantado por Jessye Norman. Ahora, los cubanos, los cubanos … Con los cubanos presqu’arrivés, c’est une autre histoire. Este es el territorio del psicodrama, de los alaridos, de “¡papi, que rico!” “ay sí … ay no” “esto es pa’ ti, pa’ ti na’ ma’” “así sí, así sí”, “a ver: ¿quién es el más rico?” El rito de “quita y pon” de posesión, de superlativos medidos por esa categoría indefinida que es la “ricura”, los ritos fálicos (medida y grosor), por cierto el narrador es hombre, el “benchmarking”, los cuentos de la escuela al campo (donde al parecer un gran porcentaje de los presqu’arrivés probaron el unicornio en la espesura). Lo que este estudio que como terapeuta y geisha masculino (hōkan 幇間 o taikomochi 太鼓持) he podido concluir es que en líneas generales, los cubanos recién llegados tienen una actitud más tolerante ante la bisexualidad, gustan de la intimidad y el jugueteo con otros hombres y acrecientan su libido con todo un rito dramático intenso, a veces culturalmente uniforme –predecible- pero que no deja de resultar entretenido. Cuando este teatro se encuentra bien acompañado fálicamente es altamente estimulante. Un amigo hétero generosamente me suple de incienso Esteban de París donde se recibe fresco de Japón. En mi salón no hay senkōdai, honorario o tarifa que se mide por el tiempo que tarda en consumirse una varilla de incienso. La única divisa es el placer. Un impulso lúdico lleva a los maltrechos gladiadores del Circus Maximus capitalista a jugar en la intimidad protectora de mi recinto. Allí no se ven juzgados, se despojan de su ropa al llegar. Allí tienen la complicidad que no han aprendido a tener con la mujer para mostrar “su mustia frente”. Allí, desnudos, muestran su vulnerabilidad en la delicia. La virilidad es quebranto y fuerza huracanada, receptividad con generosidad y certeza, arrebato con ternura y caricia.
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PD: Julián del Casal.
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21 comentarios:
"La virilidad es quebranto y fuerza huracanada, receptividad con generosidad y certeza, arrebato con ternura y caricia."
Jajajajaja. Poetico y genial.
delicioso.
a.b.
Maravilla de texto.
Cristina
Muy bueno!!!
Quien sera este samurai tan ducho en cuestiones sexuales?
Samurai, no. Geisho es mejor dicho.
Me encanto.. esta buenisimo!
ah, se respira un aire confesional cargado y siniestro en el jardín de las buganvileas multifacéticas mayambaneras... allí donde se ha posado la gallarda marigeisha samurai que extrae con esmero su espadamiembro y relaja sus glutimúsculos, ejercitando dichosa sus pestañas turbias y bien leídas, sus orejitas bien oídas y culta boca cuya lengua constante queda fijada en placa petri en cultivo continuo, bandejita servicial de su tropical boudoir y salón de donde te cojo y te recojo, a la hora que sea...
Este geisho es un subversivo. Que bueno y refrescante! La reaccion de los lectores de TUMIAMIBLOG da la medida del calibre de mis correligionarios en este blog. Sera que Rosie, Triff y el Geisho estaran haciendo una revolucion en el pantano de Miami? Que bueno seria que los Diaz Balarts, Perez Roura, Tomasito llegaran a disfrutar de las delicias del Geisho! Hasta la misma Maria Elvira que esta muy acartonada le haria falta el Geisho. jajajajaja!
geisho delicioso,
se agradece tu incansable labor y compromiso con esos gladiadores cansados y aguerridos que encuentran en ti un rato de verdadero placer. no podría jamás competir contigo sino aprender de tus maravillosas y exquisitas técnicas.
saludos
La que escribio esto cogio un diccionario o empezo a recopilar todas las palabras que se aprendio en idiomas extranjeros y las puso todas en este escrito. Esto esta bastante mal escrito y porque tenga que ver con las artes sexuales no tiene por que ser ni tan siquiera cautivante. Por Dios, no te extremes en buscar tantas palabrejas y desarrolla tu estilo. La verdad, podria haber quedado mejor, pero ya la primera oracion estaba repleta de una coprolalia en varios idiomas, todos inconectos. Me gustaria leer otras cosas tuyas pero la verdad, esto esta requetemalo.
ano (nunca mejor empleado)1219: para esa orgía tienes que empezar a mandar invitaciones yaaaa... te compro 20, entradas... vaya
"Hasta la misma Maria Elvira que esta muy acartonada le haria falta el Geisho".
Mmmm. Un momento para enfocar bien la imagen. No, algo no está bien en ese couche vivant... falta algo. Ya, ya... equipamos bien a la ME con generosos instrumentos de látex y cuero (por favor, que entre la maquilladora y le retoque bien los pezones de rojo carmesí) y ponemos al geisho en posición "à quatre pattes" (por favor, que entre la maquilladora y le engrase bien el hoyo negro). ¿A ver? Eso, perfecto... luces... ¡y acción! Dale ME, dale ME, dale ME...
Taikimochi: Felicidades.
Por el contrario, me gusta el arroz con mango de gramática y prosopopeya.
Grettel, gracias por dar inicio a una conversación delectación literaria. TUMIAMIBLOG es inmejorable anfitrión. “Sonora y Matancera” es la voz lezamesca de nuestra comunidad. En su afán fustigador, el Sr. Eduardo no se percató que el escritor es masculino. Me gustó la referencia al poema de Julián del Casal aunque no sea muy visible.
Terrible para mi tener que coincidir con Eugenio sobre tal esperpento de pseudo escritura. El mismo asunto, escrito por Sonora y Matancera, Ingeborg o la propia Grettel, pudo ser una joya erótica en el pantano. Ellas lo saben y el coctelero posteante también. Para copiar a Sarduy primero ha de leerse bien, no basta con escribir en chino amanerado los vuelos del morbo.
Taikomochi, deleitable respuesta a “Los peores amantes del mundo”, de Grettel J. Singer. Entiendo que eres un peluquero exquisito, que en tu salón se dan cita personajes de la fauna local (qué decir de tu experiencia en el motel con el hialiahcoense), pero sincronizo tu mofa de macho bugarrón cubano. Los amigos me lo han oído y me lo soportan: son todos maricones. Sigue con esa cuerda, el estilo es encomiable -y creo saber de lo que hablo. Sigue ahí.
Escuchando a The Nite-Liters-Do confirmo la gran influencia del funk en Los Van Van tempranos.
A.T.
Tu bien sabes quien es el Geisho.
Ichicaca
Nota del Taikomochi:
Gracias a todos por leer de mis vivencias. Nunca intenté un experimento en belles lettres. Sable/Arenas, agradezco tus esfuerzos de buscar Severidad en mi relato, no fue santo de mi devoción. ¿Por qué te afanas en buscar lo que no está cuando tienes a Julián del Casal como fuente de inspiración? Ni tú ni Eugenio, que maltrata el castellano (inconecto no existe en nuestro idioma, se dice inconexo, amigo Eugenio) conocen el “language-game” (sí, obviamente referencia a la Wittgenstein) del loquerío culterano cubano. ¿Que el resultado sería mejor chez Sonora y Grettel? Absolument! La cosa es que a ellas no se les ocurrió porque no tuvieron la experiencia o la imaginación literaria. A todos/as, gracias.
à propos del bautizo de mi sonoro retumbar de lengua matancera vociferante con el chorrito de agua fría de “voz lezamesca” del ANO 4:27, que me haya salpicado de manera tardía, los refiero a este fragmento de Sarduy en sus Falsas notas-Homenaje al gordo:
“…La frase en sí, y no su contenido integral, su substancia semántica. Eran la forma, la foné misma, acentuadas por el habla de Lezama –largas vocales abiertas, respiración arrítmica, rupturas de bajo albanbergiano--, lo que instauraban en el lenguaje no una descripción, ni siquiera una “percepción profunda”, sino un análogo vocal, una danza fonética.
Y es que en Lezama el apoderamiento de la realidad, la voraz captación de la imagen opera por duplicación, por espejeo. Doble virtual que irá asediando, sitiando al original, minándolo de su imitación, de su parodia, hasta suplantarlo”.
y sin ton pero con mucho son me marchito a enriquecer mi experiencia y mi imaginación literaria en algún recoveco húmedo de dispuesta bibliotecaria culta.
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