jueves, 14 de mayo de 2009

Dientes Voladores



Grettel J. Singer

-Esos colmillos tuyos me tienen loco de remate. Cada vez que te veo, que hablas de asuntos importantes, de los negocios que tenemos en común, aquellos colmillos se imponen de un modo formidable. Pierdo la concentración, y apenas brotan de tus labios me entra otra vez una piedra en el estómago, y de esa piedra se desprende una arenita que se riega por entre mis órganos y comienzo a sentir una resequedad interna y un cosquilleo casi casi insoportable.

-Ya aburres. Eso me lo has dicho un montón de veces. ¡basta por favor! Ahora resulta que por tu culpa no dejo de pensar en eso… mis dientes, mis dientes.

-En realidad no me interesan tus dientes tanto como tus colmillos.

-Mejor que no se hable más del tema. Lo leí en una revista, que visualizar con frecuencia realiza pesadillas.


-Cada vez que le metes un colmillazo a un Elena Ruth, y el queso crema se deja ver por entre los incisivos centrales, los laterales y esos dos colmillitos afilados que son más que gemas valiosas, siento el flaqueo de mi cuerpo ante tanta hermosura. Luego de perforar el corte de la mordida con absoluta magnificencia, el pan queda moldeado con la forma perfecta de la ausencia de una concha. ¡Cuánta belleza por Dios!

-Ya deja eso, no me gusta hablar acerca de dientes y menos sobre los míos. Últimamente me obsesiono, y me parece que los voy a perder, que de alguna manera los voy a perder. Ya cállate.

-¡Qué va, ahí hay dientes para rato!

-Si me dejaras en paz tal vez lo podría olvidar. Y lo intento, de verdad que sí, pero no sé qué me pasa que la testarudez se empeña en manipularme y otra cosa no puedo hacer que esa, pensar en mis dientes. Anoche fue terrible, venía en el carro manejando a casa y de no sé dónde salió una piedra gigante, como caída del cielo, tan veloz que no me dio tiempo a esquivarla. Tuve que frenar en seco y mi cara se incrustó en el timón; en mi sueños es así, no hay bolsas de aire protectoras. Mi cuerpo quedó intacto, ni un rasguño, ni un magullón. Sin embargo, mi boca sangraba… sólo mi boca. Primero pensé que mi nariz también, luego me di cuenta que la sangre corría de un mismo lugar. Mis dientes fracturados, algunos ya ni estaban. Y los colmillos que tanto te gustan se reían a carcajadas de todo aquello como si se tratara de algo cómico.-¿No te lo digo yo?, esos colmillos son bellos, inteligentes y además simpáticos. Si yo pudiera ingresarme ahora mismo dentro de tu boca me dejaría mordisquear…

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20 comentarios:

  1. Genial, Grettel, tienes tremenda pluma.

    Se te quiere.

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  2. Grettel: Gracias.Muy pero que muy divertido.

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  3. La saga de los emails de EHB que está revelando Varela en su blog es lo más escandaloso que está ocurriendo en la blogosfera cubana.

    Pero lo que Varela acaba de sacar hoy NO TIENE NOMBRE. Lean los emails de EHB hablando mal de todos los blogs cubanos, incluyendo el de Yoani, y cómo destila veneno cargado de envidia ante el premio que le dieron a la muchacha, cuando él mismo fue a buscarlo en su nombre poco después.

    http://varela1.blogspot.com/2009/05/varela-e-mails-inc-el-e-mail-de-marras.html

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  4. A mi me encantan los colmillos de mi marido. Parece un vampiro. Canalla.

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  5. Asere buenisimoooo!

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  6. delicioso grettel, me encanta esta pieza, y gracias a tumiami por traernos esta chica de vanguardia.
    a.b.

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  7. Genial, como siempre. No pierdas esa fácilidad de escribir, hacelo a diario. No nos prives de tal regalo, y menos a vos.

    Por cierto, hace un tiempito que sueño con el tema de los dientes, que me obsesiona la idea de tener un accidente y perderlos. He leído por ahí que tiene que ver con la inseguridad. Tiene algo de sentido supongo.

    saludos

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  8. Triff, descubriste como guardar el texto y lo escondiste. Pero el dialogo se leia mejor delante. Playgirl

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  9. "Piensa, cree, sueña y atrévete."
    Walt Disney.

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  10. Hay colmillos de vampiro y dientes de perro, ademas...la historia termina con su poco de misterio como me gustan a mi. Felicidades a la esritora.

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  11. Playgirl, comprendo tu punto. Ahora dejé mucho más del artículo original. Lo que lo hace más largo es la separación entre párrafos.
    Gracias.

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  12. alina k rico verte por estos lares y tu grettel, sinverguneza, vampira del amanecer cotidiano, tomadora de cafe cortadito y escritora empedernida, me parecio muy bueno, estas acabando! besos!
    ps lo de sinverguenza fue de cariño, una forma de expresion a la cubaine...y k quede claro!

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  13. gjs, como dijo la chiquita... tienes tremenda pluma... estilográfica. ¿mont blanc plus mac plus la abundante cafeína? porque en esos sueños te inspiras, elevas y nadie sabe lo que va a caer desde esas alturas mayambaneras donde juegas con elena ruths de queso crema, aseres, leche condensada, cha cha chá marcha atrás, pa ir contra la corriente, que de eso se trata. la cosa es que los colmillos quedaron sin ser descritos... ¿segunda parte?

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  14. Siento interrumpir, pero se ha armado la de San Quintín en el blog Anonimos Cubanos. Varias personas han puesto como un zapato a cierta pésima escritorzuela que vive en Paris.

    http://anonimoscubanos.blogspot.com/2009/05/la-cosa-esta-que-arde.html

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  15. gjs, envalentonada por los sugerentes colmillos de tu cuento he ido a admirar los de la domadora, quien al bostezar los muestra con frecuencia, afiladitos… me he acercado demasiado, asumo, porque me los ha clavado donde menos me lo esperaba… la sensación del colmillo clavado en carne viva… otra descripción interesante. en serio que estas pesadillas tuyas se están convirtiendo en antología macabra a archivar para algún film noir.

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  16. Sorprendentes tus provocaciones dracularias, Grettel, diría que copulan con impotencia y torcida ternura para bien de mi lado licantrópico.

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  17. Anos: Porfa. No usemos este espacio para tirarle a terceras personas.

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  18. Sí Grettel, algo vampiresco es el relato. Un miedo que siempre nos acompaña, la pesadilla de los desdentados padres y abuelos seniles; el amante que perdió una pieza y con ello el atractivo sexual… ¿qué hay con los dientes? RI

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  19. acabo de ver unos dientes para desmayarse. de esos que el labio se monta en el colmillito afiladito cada vez que la persona se sonríe, uff...

    saludos a todos y gracias por comentar.

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  20. esos colmillos seguro los has visto en el espejo

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