martes, 21 de abril de 2009
Me asaltan recuerdos como vampiros
Ramón Alejandro
París ha tenido -y a pesar de todo- sigue teniendo su cosa. Es que aquí han acaecido demasiados portentos y se han escrito otras tantas historias más o menos fabuladas según el color del lente con las que el autor las vió. O que las quiso ver. Sobre los sucesos que en efecto sucedieron, que ya no queda un milímetro dentro de su vasto perímetro que no esté impregnado de tanta aventura humana. Y mi propia vida anda enganchada por las esquinas de esta urbe, y cuando camino por ella los recuerdos me asaltan como vampiros que se me tiraran a la vena yugular para vaciarme de mi sangre con sus colmillos chupadores. Especialmente acanalados por dentro para sacar la sangre de sus víctimas y conducirla directamente del caudal de la gruesa vena yugular a su hedionda boca. Y desde esta ciudad se extienden como los tentáculos de un pulpo continental las vías férreas que conducen a otras capitales de Italia, España, Grecia, Holanda, y ahora mismo hasta Londres pasando por debajo del canal de la Mancha. Cierta vez estaba yo dentro de la Loggia dei Lanzi que abre sobre la Piazza della Signoria en Florencia mirando desde atrás la estatua de bronce del Perseo de Benvenutto Cellini. Que lleva con elegante gesto la cabeza de la Medusa chorreando sangre suspendida a su mano derecha mientras sujeta la enhiesta espada con la izquierda. Disfrutaba yo despaciosamente de la belleza de esta enorme escultura que se levantaba majestuosamente encima de un alto zócalo situado justo delante de mí varios metros por encima del suelo de la Loggia. Cuando por el espacio abierto por encima de ese pedestal y entre las robustas piernas del héroe mítico que representa, veo avanzar hacia mi a un hermoso joven italiano, con el pelo castaño claro y unos ojos de un azul celeste más claro todavía que me estaban mirando muy fijamente. Pienso mal, y me digo para mis adentros que siendo tan hermoso debe de ser un profesional del amor. Y que como no tenía dinero para pagarle sus encantos me parecía recomendable que mejor desmayara esa ilusión. Cuando mientras yo intentaba desengañarme de mi buena suerte, Lionello, que así se llamaba el muchacho, habiéndole dado la vuelta al alto pedestal del Perseo ya estaba frente a mi y me preguntaba muy cariñosamente: -Siete pittore? Y yo le respondí: -Non, sono soltanto incisore. Y me dijo sonriente, «se nota que eres artista». Y acto seguido me condujo doblando por la esquina de la Plaza de la Signoría donde está entronizada la colosal Fontana di Nettuno del Ammanati hasta el fin de toda esa explanada. Y después me condujo por varias estrechas callejuelas hasta la Piazza Santa Croce que era en donde vivía. Al entrar en aquel apartamento fue que me enteré que Lionello era tremendo millonario y no el chulo que yo había pensado.
Esa plaza me trae recuerdos muy bellos.
ResponderEliminarRaysa
En el país más bello del mundo siempre se encuentran esas sorpresas. En Italia hasta la casualidad está destinada a caer en la estética del deslumbramiento.
ResponderEliminarVolvi sobre los textos de Rosie y pido ciertas disculpas cuando dije "salvando la distancia", no queria decir que sus versos eran menos, al contrario me parecian que estaban en una linea emotiva y sensitiva semejante a la de "la viajera", volvi sobre ellos ayer en medio de una noche turbia de insonmio y me provocaron una fuerte emocion. No se si te peinas a lo garzon igual pero debes de ser una persona notablemente sensible, te felicito.
ResponderEliminarEn cuanto al texto de hoy el de RA (nos llamamos medio igual Alejandro/Alexandre) me sono como a un Lisandro Otero New edge, evocaciones de una Europa decadente, mucha vivencialidad clasista y por supuesto deficiencias notables de redaccion en ambos autores.
ME gusta viajar... hay cosas tan lindas.
ResponderEliminarAlejandro esta ahogandose en sus memorias creadas dentro de su fuente de Neptuno. El cuento ha cambiado desde que me lo conto. Que triste es leer esta decadencia. No tanto la social, ni moral, pero la de su envejeciente autor.
ResponderEliminarCAUSA Y EFECTO
Ya le he dicho que continue haciendo giccles (foto copias de sus pinturas en tela para que pasen por originales).Yo vi unas muy lindas en Maxoly,y que deje de escribir.Pero el es empecinao'.
ResponderEliminarCervantes.
Buen post de RA. No leas a RA como la alta literatura sino como un cuento, eso es, cuentista mayor. A mí siempre me divierte.
ResponderEliminarTren directo al renacimiento.
ResponderEliminarQue buen pintor es Alejandro.
ResponderEliminarSolo es un buen pintor.
L. Critico
lamento sobremanera no haber popido asistir a la descarga, por favor al menos alguna foto ,algun video please???
ResponderEliminarLisandro Otero, estas en el talamo de la muerte...
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