Las cuatro propuestas que hacemos sólo tienen que ver con las bases necesarias, no las únicas —me gustaría repetir—, para reorientar el satélite de los cubanos hacia Cuba: pertenencia real, no su sentido, respecto de la propiedad; posibilidad de alimentación sostenible y rentabilidad de nuestro suelo, que de sustento a la biosociedad cubana; convivencia de la pluralidad cultural en el ámbito cívico, para eliminar la institucionalización del racismo que funda el artículo 5 de la vigente Constitución, y posibilidad del reencuentro de la familia, en la Isla o en el exterior, constituyen bases para reconstruir la nación con arreglo al criterio de nacionalidad, no de patrimonio, tal y como ha sido hasta ahora y desde los orígenes.
Interesante artículo de Manuel Cuesta Morúa para CubaEncuentro.