Adalberto Delgado
La “London Underground” peluquería estaba frente al entonces prestigioso Jockey Club en Biscayne y la 110 calle. Por los años 70 se pusieron de moda los peluqueros ingleses que cobraban cualquier barbaridad a los yuppies miamenses por arreglos estrambóticos de pelo. El amanecer de la cocaína… y el Underground no era excepción. Vacilaba llegarme por el establecimiento a exhibir mis cobas y descargar con los socios -aparte que la música que se escuchaba era de premio. Por esos días contrararon a Maureen, inglesita muy linda y simpática la que siempre me vacilaba desde el rabo del ojo (empestañado y maquillado) desde que yo hacía acto de presencia. Tony, mi socio acabó de ponerme la piedra con ella diciéndole que yo era un chico muy divertido. Maureen se fascinó con la idea de conocer mejor las intimidades de un cubiche. Nuestra primera noche salimos de paseo por Coconut Grove, que en ese entonces era una villa de hippies, con cafés orgánicos por donde quiera, donde se presentaban grupos acústicos tipo James Taylor, Carol King y de vez en cuando un grupo de blues. Nos llegamos a Feedback, justo al costado de Oak Food Store (tiendecita dedicada a la venta de productos orgánicos). Entré campante con mi inglesa agarrada del brazo y tremendo arrebato de hashish del bueno que ella había conseguido con sus amigos marroquíes. Como un varón de mi clase no podía quedarse atrás, le ofrecí de mi Colombian Gold, de la que vendía Veinte Pesos, personaje de historia que merodeaba las casas de debajo del puente de Flagler. Desde allí el Veinte trapichaba bolsas de material colombiano a todos los hippies cubanos que íbamos a su casa a resolver la quota. La rutina: Tocar la puerta. El Veinte abría una ventanita tipo speak easy prenguntando con su voz cavernosa: “¿Qué desea?”. Respuesta: “Una bolsa”. Y él seguía: “Veinte fulas”. Se pagaba y salía el paquetico con una onza de maní del bueno. El arrebato perpetuo de Maureen y su acento británico me tenían derretido. Sobre la melodía de “People get Ready” de los Chambers Brothers, nos dimos un beso casi eterno de película hollywoodense y quedamos empatados de novios. Nos fuimos a vivir agregados a casa de mis padres para ahorrarnos la cuota mensual del apartamento. Cuando reunimos suficiente dinero nos fuimos a Inglaterra. El mejor amigo de Maureen era Dimitris, griego-inglés súper-buena honda que nos ofreció un trailer temporal donde ensayaba el grupo de rock que él representaba. “El único problema es que está el campo, pero en tren se ponen aquí en Londres en menos de dos horas. ¿Qué les parece?” Maureen y yo nos miramos y decidimos inmediatamente. Así paramos en el pueblito de Hastings, nada menos que en el camper de ensayo y grabación del grupo Yes (en esa época no habían esos egos tan inflados y nos hicimos buenos amigos). Hice buena liga con Allan White (baterista del grupo) y con Eddie Efford (el sonidista). Demitris nos invitó a varias fiestas picnics que le gustaba a los ingleses para jugar balompié. En una ocasión visitamos la casa de Rod Stewart. Con el tiempo decidimos irnos a vivir a casa de una amiga en Groot Zundert, Holanda, el mismo pueblo donde nació Van Gogh. Aunque tardábamos 45 minutos en tren en llegar a Amsterdam, decidimos probar suerte. Una tarde lluviosa de esa que se manda en los países bajos, estábamos parados Maureen y yo en una esquina y se aparece un tipo con pinta de vikingo y grita: "¡Coñooooo que clase de aguacero!" Yo que siempre estaba fumao le pregunté a Maureen si ella había escuchado lo mismo. Me le acerqué al tipo y le pregunté si era cubano. El consorte me contó que había salido de Cuba con visa holandesa de las que dieron por los años 60. Era hacendoso el cubiche: Me ofreció trabajo de guía de tours para los hippies. También le consiguió a Maureen un puesto de camarera en un hash cafe, donde llevábamos los turistas a fumar. Como pueden apreciar, mi exilio temprano no pudo ser más cruel. ¡Qué vida tan dura! Ahora me voy a un comercial. ¡No se me vayan, que enseguida regresamos!
La “London Underground” peluquería estaba frente al entonces prestigioso Jockey Club en Biscayne y la 110 calle. Por los años 70 se pusieron de moda los peluqueros ingleses que cobraban cualquier barbaridad a los yuppies miamenses por arreglos estrambóticos de pelo. El amanecer de la cocaína… y el Underground no era excepción. Vacilaba llegarme por el establecimiento a exhibir mis cobas y descargar con los socios -aparte que la música que se escuchaba era de premio. Por esos días contrararon a Maureen, inglesita muy linda y simpática la que siempre me vacilaba desde el rabo del ojo (empestañado y maquillado) desde que yo hacía acto de presencia. Tony, mi socio acabó de ponerme la piedra con ella diciéndole que yo era un chico muy divertido. Maureen se fascinó con la idea de conocer mejor las intimidades de un cubiche. Nuestra primera noche salimos de paseo por Coconut Grove, que en ese entonces era una villa de hippies, con cafés orgánicos por donde quiera, donde se presentaban grupos acústicos tipo James Taylor, Carol King y de vez en cuando un grupo de blues. Nos llegamos a Feedback, justo al costado de Oak Food Store (tiendecita dedicada a la venta de productos orgánicos). Entré campante con mi inglesa agarrada del brazo y tremendo arrebato de hashish del bueno que ella había conseguido con sus amigos marroquíes. Como un varón de mi clase no podía quedarse atrás, le ofrecí de mi Colombian Gold, de la que vendía Veinte Pesos, personaje de historia que merodeaba las casas de debajo del puente de Flagler. Desde allí el Veinte trapichaba bolsas de material colombiano a todos los hippies cubanos que íbamos a su casa a resolver la quota. La rutina: Tocar la puerta. El Veinte abría una ventanita tipo speak easy prenguntando con su voz cavernosa: “¿Qué desea?”. Respuesta: “Una bolsa”. Y él seguía: “Veinte fulas”. Se pagaba y salía el paquetico con una onza de maní del bueno. El arrebato perpetuo de Maureen y su acento británico me tenían derretido. Sobre la melodía de “People get Ready” de los Chambers Brothers, nos dimos un beso casi eterno de película hollywoodense y quedamos empatados de novios. Nos fuimos a vivir agregados a casa de mis padres para ahorrarnos la cuota mensual del apartamento. Cuando reunimos suficiente dinero nos fuimos a Inglaterra. El mejor amigo de Maureen era Dimitris, griego-inglés súper-buena honda que nos ofreció un trailer temporal donde ensayaba el grupo de rock que él representaba. “El único problema es que está el campo, pero en tren se ponen aquí en Londres en menos de dos horas. ¿Qué les parece?” Maureen y yo nos miramos y decidimos inmediatamente. Así paramos en el pueblito de Hastings, nada menos que en el camper de ensayo y grabación del grupo Yes (en esa época no habían esos egos tan inflados y nos hicimos buenos amigos). Hice buena liga con Allan White (baterista del grupo) y con Eddie Efford (el sonidista). Demitris nos invitó a varias fiestas picnics que le gustaba a los ingleses para jugar balompié. En una ocasión visitamos la casa de Rod Stewart. Con el tiempo decidimos irnos a vivir a casa de una amiga en Groot Zundert, Holanda, el mismo pueblo donde nació Van Gogh. Aunque tardábamos 45 minutos en tren en llegar a Amsterdam, decidimos probar suerte. Una tarde lluviosa de esa que se manda en los países bajos, estábamos parados Maureen y yo en una esquina y se aparece un tipo con pinta de vikingo y grita: "¡Coñooooo que clase de aguacero!" Yo que siempre estaba fumao le pregunté a Maureen si ella había escuchado lo mismo. Me le acerqué al tipo y le pregunté si era cubano. El consorte me contó que había salido de Cuba con visa holandesa de las que dieron por los años 60. Era hacendoso el cubiche: Me ofreció trabajo de guía de tours para los hippies. También le consiguió a Maureen un puesto de camarera en un hash cafe, donde llevábamos los turistas a fumar. Como pueden apreciar, mi exilio temprano no pudo ser más cruel. ¡Qué vida tan dura! Ahora me voy a un comercial. ¡No se me vayan, que enseguida regresamos!
26 comentarios:
Adal... que vida fantastica que te diste.
:)
Adal estas vivo de milagro.
¡ Ya salió el Pica Pica Digital !
Visitenos ahora mismo en:
http://miami-picapica.blogspot.com/2008/12/blog-post_13.html
y reciba este regalo de Navidad de todo corazón
al mal tiempo, buena cara y sonría
que para todo hay solución.
No dejen de dejar sus comentarios al final.
¡ FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2009 !
¿Fulas en los 60's? Se te fué la mano. Afloja un poco.
Son los 70
Adal, Una inglecita? Que fue de ella?
¿Maureen estaba buena?
Adal, tremendo groupie que eras!
Y me pregunto qué será de la vida de Maureen.
Maureen? Se fue con un ingles requete delicioso. De esos lindos lindos bellos con un humor bien negro de esos que te hace desternillarte de la risa. Y se libro del tronco de atraso en que se vio metida por esta epoca en que se desarrolla la el cuento de Adal. No es cierto? Aldalbertico querido?
¡Espectacular travesía así contada!
Adal, por que no te quedaste vacilando en Holanda compadre?
Adalcito te estoy llevando la cuenta de las noviecitas. RI
Cosmopolitismo jodedor. Usted tiene una próstata internacionalista, brother.
No importa, OBAMA dijo que todo el mundo va estar bien en enero. Solo falta unas semanas, y ya todo estara como un sueño de Aladin, con el cambio, YES WE CAN. Es imposible que OBAMA haya mentido, o que vaya a cambiar alguna de sus promesas. Gracias a la gran cobertura de tumiami,veramos que bueno sera el cambio. Yes We Can.
O sera posible que cambie como un politico? NOOOOO!
Mc Cain
http://penultimosdias.com/2008/12/15/una-reflexion-a-proposito-del-inexistente-periodismo-cubano/
en esa época no habían esos egos tan inflados
debe haber sido buena época Adal !!!!!
inge
Un link para Triff, el combativo:
http://www.arcadiespada.es/2008/12/17/17-de-diciembre/
Saludos
Ernesto: Gracias por la conexión al pueril argumento de tu ídolo Arcadi.
Es genuflexo: Equivale a suponer que la libertad de expresión (en sí misma) es condición y dádiva del gobierno de turno; que la crítica dentro de un régimen de libertad ya es de por sí bastarda.
Sé que no vivo en la Cuba de Castro, la URSS de Stalin, la Alemania de Hitler o el Irak de Hussein. Por eso me fuí de Cuba, para poder criticar libremente.
(De paso, tu crítica diaria al susodicho adolecería de la misma cojera: lo criticas porque sabes que puedes criticarlo desde el viejo continente).
Adal, como siempre vacilé mucho tus descargas memorísticas. Ya me habías contado algo de esta experiencia inglesa y te confieso que pensé que exagerabas un poquito con lo del grupo Yes, pero parece que no.
Abrazo.
También vacilo la combatividad de AT. Me rima con honestidad. Acabado de llegar a mi exilio canadiense, recuerdo la sorpresa con que leí en el periódico local un artículo de Solzenitzen cuestionando los grandes símbolos de la cultura de masas norteamericana. Luego me di cuenta que ese es el proceso natural de un intelectual honesto. Una vez que te integras a tu nuevo país postizo no puedes dejar de seguir haciendo lo que te hizo largarte del tuyo... cuestionarte todo lo que no te cuadra. Eso ayuda a mantener un saludable nivel de democracia en el lugar que hoy llamas HOME.
la cafeina, asi es, me puedo morir feliz, no me ha faltado nada de lo que he querido hacer. es un verdadero blessing!
testigo, tienes toda la razon!
lo ultimo que supe de ella es que se habia casado con un tipo aqui en miami y se fue con el a vivir a inglaterra y tuvieron familia. le deseo donde quiera que este que sea muy feliz. a mi me dio todo el amor y felicidad del mundo!
maureen estaba exquisita en esa epoca! super sun tan y con tremendo cuerpo y geta
no era groupie, eso es otra cosa. yo no seguia a nadie ni andaba con nadie, pero si tenia amistad con mucha gente famosa de la epoca por casualidades como esta que cuento.
no me quede en holanda, simplemente porque extrañaba los pastelitos!
flaca, ni intentes, fueron un monton pila, no porque yo fuera esto ni lo otro, pero era una epoca muy especial.
jr, te pasastes mi socio, jajajajaja
inge, asi era, paz, amor, sexo, drogas y rock and roll!
rafa, te juro que no infle nada, fue una cosa muy normal. tu me conoces, soy facil para hacer amistad y sobre todo con los anglos.
ademas, todo fue mera casualidad!
bueno, que se diviertan todos, yo estoy en nicaland, dandome unas vekeichon! mucho que me hacian faltas.
Adal: Cada vez me gustan más tus cuentos. Y no me importa que sean cuentos.
RLR, comparto eso que dices de lo que se respira por acá. Es como venir de vuelta de tanto rendirle cuentas al poder. A qué le tenemos tanto miedo? Ojala no tengas que lanzarte a un segundo exilio como yo.
Es lo bueno de poder escoger los ídolos. Mejor mi querido Arcadi (que deja brillantemente claras algunas cosas) que Hugo Chávez (quien quedó tan fascinado como tú con el "zapatazo").
Creo, eso sí, que no has entendido el meollo de la crítica al factoide. No se trata de la distancia física, sino de la distancia moral.
Mis disculpas para Adalberto por escribir sobre tema ajeno a su post, pero es que el post combativo está cerrado a comentarios.
Ernesto: Espero que no me culpes de ser chavista porque me gusten las arepas (así pareces razonar).
No sé a qué moral te refieres. Explícate mejor, que soy un poco retrasado.
Saludos minusválidos desde el NO a la mordaza.
De Onelio Jorge Cardoso...
Publicar un comentario