viernes, 14 de noviembre de 2008

Flor hostil


Manuel Sosa

Hundirse en la pulpa y allí crecer en la expansión del deseo: Así envuelve la deferencia mi rigidez, en capas flexibles, membrana de orquídea y manto de satén. La blanda pulpa invitando desde su profundidad; destello que se ensancha aprisionando, apoderándose de un color y un portento. En mi encierro metafísico sigo palpándola contra la mugre del diván. Su olor me adivina presto cuando me aferro al alféizar, y la mano libre baja hacia mi crecimiento y allí le oprime hasta el dolor. Sabor a concha, resbaladizo en sal, erosión lejana que me acerca a su talud y confunde los dobleces. Cuando no la percibo, la puedo dibujar como fruta coronando su arbusto, derramando su jugo sobre la tierra. Cuando no la diviso, presiento su humedad entre cuanta corola pretenda encumbrarse. Pulpa no-deshecha, abierta ante el tacto y los ojos que no cesan de imaginarle.