Rosie Inguanzo
Foto: Pedro Portal
Dios inaugura la ciudad cada 24 horas. Brumálida* y quieta. La boca de calle se ilumina a las 6am. Salgo de las sábanas a contemplar la calle a esta hora; fumo lentamente e imagino historias para cada figura fantasmagórica que surge de las sombras. El río consume su historia desapacible, memoria de rápidos, nativos tequestas lo amaron. Drena de la espléndida ciénaga para desembocar exhausto sus 8.9 kilómetros en Brickell Point. El río Miami está atrapado en alguna patraña impuesta por los políticos de la ciudad. No arrastra nada. Flota allí una acacia marchita. Canales hechos por el hombre lo hicieron ralo, raquítico. No parece río ni parece nada. Los manatíes oriundos y en peligro de extinción también están atrapados, propulsados por una velocidad para la que no están hechos. Como el río, son criaturas demasiado lentas y verduzcas. Mueren debido a los tropeles de los barcos cruceros, retenidos en redes de desperdicios y contaminantes, aceitados por los maléficos barcos gigantes, heridos, desangrados, desorientados por las comparsas flotantes, embestidos por lanchas rápidas. Los tienen contados porque quedan pocos y hasta puede adoptarse uno de esos animales gordos y graves como niños ancianos abortados en el río. Debajo de estos edificios de cartón piedra que bordean el río aquí, hay delitos ocultos, gente que va y hace cosas, fumadores de crack, desquiciados, niñas latinas sucias fugadas y descalzas. El río sobrevive a un paisaje que lo niega. Y el agotado verduzco abrazo de la ribera va a dar las maderas podridas de los aparcaderos de botes, a los restaurantes de mariscos traídos de los cayos, al jolgorio infeliz de las gentes. Surgen casas construidas antaño, viejos edificios fantasmas sin ventanas ni puertas ya, maquetas mohosas, pintadas de blanco, blanqueadas por la luz, embarradas de barro y aceite de barco, calcinadas por el tiempo. Casas pintadas de algo que la luz devora. El río enseña su fatiga. La oscuridad que brota de su fondo tropieza con la luz de arriba. La luz se detiene en la superficie del agua. La luz no puede penetrar el río. El río Miami esta hecho de oscuridad primero. Su tiempo es oscuro y lento.
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*brumálida (que proviene de las brumas; inventé esta palabra)
Rosie:Lindo escrito con la foto de Pedro.
ResponderEliminarLa foto esta muy buena, y ya sabes Rosi que soy un admirador incondicional tuyo.
ResponderEliminarE
En el rio se cuecen las verdades de la ciudad. Bello Rosie.
ResponderEliminarEsto si me gusta Rosie, me gusta que abogues por la naturaleza.
ResponderEliminarRosie: "Dios inaugura la ciudad cada 24 horas". Para un creyenre o un optimista como yo no hay que decir más nada. Gracias.
ResponderEliminarRosie,me quede flotando un rato con tus palabras, lograste dar una luz muy especial con ese escrito, engalanado de grises, si eso es consigues aportar un color al rio que yo no habia logrado definir con mis palabras.
ResponderEliminarLinda pieza.Gracias!
Este articulo debio buscar respuestas, no hablar por hablar.
ResponderEliminarDe acuerdo con soy feminista, pero además, con una frase así arrancaría cualquier pieza literaria poderosa.
ResponderEliminar¿no dicen que el río es como la vena del cuerpo?
ResponderEliminarla imagen de esos manatíes
lentos y nobles
que pululan su fondo verdoso y denso.
La narrativa se acerca al Londres del Sherlock Holmes. Aquella niebla que descansaba en el Támesis con los tahúres y asesinos de mujeres rondando los muelles. Me gusta esta literatura para abordar lo insólito del "Río dulce". Pero voy a serte sincero prefiero este paisaje propio de la destrucción por el uso del lugar al"light" de los edificios-caja-de- cereales nuevos azulados que ofrecen "lofts con vistas al río"
ResponderEliminary apagan con su altura cualquier lectura apacible de las aguas.
Un abrazo.
Amílcar
el perfume de las brumálidas...ah!!!
ResponderEliminarMornings are my favorite part of the day. The quiet, calm. The light. Mornings bring me a new chance at everything.
ResponderEliminarFlorida Manatee
ResponderEliminarTrichechus manatus latirostrus
The florida manatee, Florida’s state marine mammal, is a large aquatic relative of the elephant. They are grayish brown in color and have thick, wrinkled skin on which there is often a growth of algae. Their front flippers help them steer or sometimes crawl through shallow water. They also have powerful flat tails that help propel them through the water. Despite their small eyes and lack of outer ears, manatees are thought to see and hear quite well.
Length 10-12 feet
Weight 1,500-1,800 lbs
Lifespan 50-60 years in the wild
Diet
Herbivores: they eat marine and freshwater plants.
Population
The largest population of manatees is found in Florida, where there are over 3,000 individuals.
Range
Manatees take up residence primarily in Florida’s coastal waters during winter. Some individuals migrate as far north as the Carolinas or as far west as Louisiana in summer. In recent years, a manatee traveled to New York and another swam up the Mississippi River!
Behavior
Manatees can be found in the warm waters of shallow rivers, bays, estuaries and coastal waters. Rarely do individuals venture into waters that are below 68 degrees Fahrenheit. Well known for their gentle, slow-moving nature, manatees have also been known to body surf or barrel roll when playing. They normally rest and feed often. Manatees communicate by squealing under water to demonstrate fear, stress or excitement.
Reproduction
Mating Season No specific period
Gestation About 1 year
Number of offspring 1 calf
Calves are born weighing between 60 and 70 pounds and measuring about 3-4 feet. They nurse underwater.
Threats
Destruction and degradation of their coastal and freshwater habitat. The leading known cause of death is by boat strikes; propellers and hulls inflict serious or mortal wounds. Most manatees have a pattern of scars on their backs or tails after surviving collisions with boats. Scientists use these patterns to identify individuals. Manatees are also vulnerable to cold water. They have been found crushed or drowned in flood-control gates and suffer harm from exposure to toxic red tide. In addition, a large number of manatees die from unknown causes each year.
Legal Status/Protection
Federally listed as Endangered and state listed as Endangered. *Endangered Species Act; **Marine Mammal Protection Act; Florida Endangered and Threatened Species Act; Florida Administrative Code; Florida Marine Sanctuary Act; ***CITES Appendix 1.
* The Endangered Species Act requires the US federal government to identify species threatened with extinction, identify habitat they need to survive, and help protect both. In doing so, the Act works to ensure the basic health of our natural ecosystems and protect the legacy of conservation we leave to our children and grandchildren.
** The Marine Mammal Protection Act prohibits, with certain exceptions, the take of marine mammals in U.S. waters and by U.S. citizens on the high seas, and the importation of marine mammals and marine mammal products into the U.S.
*** Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora, an international treaty with 172 member countries. Appendix I species cannot be traded commercially. Appendix II species can be traded commercially only if it does not harm their survival.
How You Can Help
Help manatees and other wildlife by adopting an animal at our Wildlife Adoption Center.
Take Action for Wildlife at our Wildlife Action Center.
For additional information
Visit Defenders' Imperiled Species: Manatee pages for more information about what Defenders is doing to help.
Amigos, pulsen en la fotografía de Pedrito; es realmente industrial y hermosa. Y no nos pusimos de acuerdo: ayer la tomó al amanecer, y yo había escrito esto.
ResponderEliminarRI
Inki coincidimos.
ResponderEliminarRI
La ensoñacion o el influjo de la brumalida no es una invencion al azar. Lo que esta poeta fumaba en las tempranas horas no era un vulgar cigarro Malboro.El fino papel de arroz y el aromatico "Brumoso", como le llaman los entendidos; produce esa desvanecescia de los sentidos y la mirada perdida, como flotando sobre el rio que luego describe, la remontan a la bruma articulada del verbo. Esta descalza, en su bata de siempre mientras el musico trasnochado intenta despertarse.
ResponderEliminarLa bruma invade la terraza. Ella inocente, repite por lo bajo la papalabra que ha creido inventar:! brumalida...brumalida!
Rosie , muy bueno. Un abrazo
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