Preguntas sinergéticas desde el impasse (primera parte)

Ernesto Fundora

No es un tremendismo ni una postura alarmista, tampoco un destello de pesimismo apocalíptico, aceptar la idea de que la sociedad contemporánea está inmersa en una crisis; lo que equivale a reconocer que transitamos una época histórica (impasse) signada por dos alternativas: el riesgo de sucumbir como proyecto terrícola o la oportunidad de ascender hacia una nueva era de progreso caracterizada por otra forma de vida. Y aclaro que cuando me remito al término de apocalíptico, lo hago en el sentido de su primigenio significado: develamiento, manifestación de lo verdadero. Lo que hizo decir a Gianni Vattimo que “estamos viviendo un desenmascaramiento de tantas mitologías en las cuales largamente nos hemos esforzado en creer, no sin alguna razón, pero con razones que ahora se develan demasiado parciales si no es que completamente ilusorias.”* Tratando de justificar o de entender el comportamiento de los hechos acaecidos en las dos últimas décadas del siglo XX, los cuales se han agudizado durante los 8 años que llevamos de siglo XXI, me propuse apelar a alguna ciencia reciente que me aportara una visión menos fatídica ⎯epidérmica⎯ y cooperara en una comprensión intrínseca de lo que, a simple vista, pareciera el fin de los tiempos o el epílogo del pandemónium. Ya que he de reconocerlo, y me remito a una cita del escritor mexicano Carlos Monsivais: “O no entiendo lo que esta pasando, o ya pasó lo que yo entendía”**. La sinergética fue mi asidero socorrido. Por boca del filósofo Gustavo Pita había adquirido alguna información básica acerca de esta disciplina que ⎯perdonen lo salvaje de mi sucinta explicación⎯ plantea como una de sus tesis fundamentales la idea de que todo sistema tiene y mantiene una tendencia hacia la auto-organización. Y que el caldo de cultivo oportuno para dicho reacomodo son las ebulliciones (ley que proviene de la termodinámica donde la interacción entre las partículas se cataliza y enriquece en la medida en que es mayor el desequilibrio bullente, ya que se rompe la ceguera molecular originada por la quietud)***. Por ejemplo, en el sistema de la sociedad y en el de la historia, la sinergética reconoce que sólo aquellas sociedades inmersas en profundos conflictos, fluctuaciones y dinámicas internas pueden producir una nueva historia u otra forma de autoorganización. Sólo del choque entre las piedras surgirá la chispa, mentaba Gurdjieff. Acoto que no se trata de una disciplina con aficiones moralistas atenta por reconocer que tal salida, alternativa o solución a un enredo, tenga obligatoriamente un desenlace mejor ni necesariamente una solución más feliz.
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*La sociedad transparente, Garzanti, Milano, 1989 y Creer que se cree, Garzanti, Milano , 1996.** Monsivais, Carlos: La Gaceta del Fondo de Cultura Económica. Mayo 2008, # 449. ***Pita, Gustavo Céspedes. Conferencia Teoría de la Cultura, dictada en Casa del lago, Bosque de Chapultepec, México Df, 2003.