Paradoja del blog (anti) totalitario

Emilio Ichikawa

¿Recuerdan el ensayo de Kundera sobre la novela? O algunas de sus charlas, pues voy a manejar un argumento que se reitera en la auto verificación gremial de este hombre que asegura: "Soy un novelista, no un escritor". Me refiero a aquella tesis según la cual Orwell habría descubierto que escribir un tratado, una tesis académica, incluso un ensayo contra el totalitarismo era una trampa pues, aunque fuesen críticos en contenido, estos géneros reproducen el totalitarismo en la forma: en el orden autoimpuesto, en la vigilancia del plan, en la necesidad de proponer, argumentar, demostrar y concluir (sentenciar); estaciones típicas en el itinerario de la lógica totalitaria. Orwell escribió entonces una novela contra el totalitarismo porque ese arte viola la formalidad totalitaria. Quizás Manuel Cofiño u Osvaldo Navarro, en los momentos de mayor coqueteo con la utopía cubana, hayan sido más libres como escritores que Aurelio Alonso o Fernando Martínez Heredia en los párrafos de más intensa heterodoxia ensayística marxista. Pase lo que pase, "La última mujer y el próximo combate" es un texto más feliz que "Cuba en los 90: realidades, proyectos, alternativas". En ese mismo sentido pero en dirección contraria, creo que si seguimos la ruta de la forma es también un contra destino la idea de abrir un blog castrista con el fin de implementar una defensa "bloggógica" del totalitarismo. La escritura fragmentaria, intimista, intermitente, simpática, poco tiene que ver con el orden perfecto y circular que se trataría de avalar en última instancia. Quizás lo que buscaban Adorno, Benjamin o Ciorán no era una justificación epistémica del fragmento sino un blog con finalidad. Por otra parte, el individualismo y piedad del yo, las (micro) felicidades definidas como disfrute de postres o la desgracia descrita como la pérdida de un tren, tampoco son coherentes con el trascendentalismo de la utopía u antiutopía totalitaria. A diferencia del cibertelos, el discurso oral (foral o radial) totalitario se alegra con la redención del ser humano y se disgusta con el fracaso de la revolución mundial. Un asunto de tallas. Cuando un blog oficialista aspira a la totalidad desde una tecnicidad fragmentaria, se ve tan torpe como cuando un blog libre cae en las densas redes de la "blogocacria" y la "blogometría"; cuando instituye escalas, congresos, agendas y plataformas programáticas donde debe concretarse algún tipo de libertad centrífuga. En este caso, como dirían Afredo Triff y Michael Ende, es como si el espejo estuviera ante el espejo.
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(NOTA: Para estudiar la burocratización de la "blogosphere" revisar las series "weblogs", "wikispaces blogs", "blogalaxia",… etc, donde el orden subvertido empieza a restablecerse)