De cómo "La Bisté" regresó a Cuba de visita y se trocó totalmente (por culpa de Cachita)

Ramón Alejandro (de su libro inédito Adua la pedagoga)

Porque volviendo al tema, la última vez que vi a "La Bisté" fue en el Café de Flore. La muy infeliz cuando se enteró de la muerte de su padre se fue a Cuba a enterrarlo. Y ya una vez de nuevo en La Habana "La Bisté" se trocó totalmente. Se fue del aire, se le fue la musa, se le metieron los guayabitos en la azotea del cerebro, en los desvanes de su caletre y entre los intersticios del coco. Me contó que nada menos que Nuestra Señora de La Caridad del Cobre se le había aparecido y le había confiado y dado la consigna, a ella personalmente, de arengar al pueblo cubano e incitarlo a un alzamiento contra el Poder Revolucionario. Y esta loca redomada, o requeteloca, que nadie puede saber a ciencia cierta cómo calificar adecuadamente a una loca que lo es ya de su estado natural cuando se enajena mentalmente. Quizás lo que más exactamente pueda acercarse a una definición mínimamente aproximativa de ese complicadísimo estado mental sea el denominarla una "loca al cuadrado". Pues como iba diciendo, esa loca así enloquecida y poseída por la mismísima Cachita, Yeyé, Yalodde, Madre de Agua, Mama Chola, o como quiera que sea que prefieran llamarla. Porque Ella también es loca a su manera y tiene una pila de nombres y nombretes de repuesto al retortero. El caso es que inmediatamente después que esa sublime y simpaticona divinidad bajada directamente desde la Corte Celestial le impartió tan tarajayuda misión, con la misma se dirigió toda entusiasmada, en el estricto y verdadero sentido etimológico de este término, a la escalinata monumental del Capitolio Nacional. Gloria eterna de las obras públicas del hijodeputa de Machado. Y va, y corre y se encarama, saltándose de dos en dos los escalones. Y una vez que ya está instalada convenientemente sobre la plataforma del rellano superior. Desde allá encima se pone a tratar de hacer lo que la Virgen le había mandado. Ya que no estoy muy seguro de que haya podido llevar muy lejos su conato de rebeldía fantasiosa. Nunca me llegó a contar en su desvarío como fue que terminó su arenga. Pero el caso es que lo que queda bien claro es que no hubo levantamiento popular contra el gobierno ni un carajo. Y que la Virgen se debe de haber reído muchísimo bromeando con los otros Orishas de lo comemierdas que son los cubanos. Porque todavía andan creyendo en ella y siguen haciéndole caso después de que lleva sin resolverle nada a nadie desde hace tantísimos años. Porque eso sí que es lo suyo; que le encanta burlarse de los guanajos. Que le gana hasta a Elegguá en eso de ser jodedora. Y cómo se ríe la cabrona, de qué buena gana, y le contagia su risa al más trágico, porque yo la he oído bien cómo le da el ataquito y se pavonea socarrona poniendo a apestar con tan sólo un revirón de ojos a los que se resisten a venerarla, y no le dan lo que ella les pide y merece. Que los ojos parece que se le salen de las órbitas mientras se le estremece y se le sacude de mala manera todo el cuerpo al mismo tiempo.