Emilio Ichikawa
(Para Rosy, Alfredo, Rosado y lectores de TumiamiBlog)
Motivado por el interesante tema de uno de sus últimos posts, y sin más ánimo que compartir un poco nuestra problemática historia, quisiera enviarles un fragmento de uno de los partes que se dio después de conocida la muerte de Maceo en Punta Brava. La muerte, por el clásico "chivatazo", se produjo el día 7 de diciembre. Ya el día 10 se confirmó oficialmente que uno de los cadáveres era el de Maceo y el 11 se dio la noticia. El testimonio de la alegría habanera puede estar un poco exagerado, no obstante, el propio Miró Argenter dice que la narración "es bastante exacta en lo que respecta a los guateques o jolgorios" con que se celebró la muerte de el Titán de Bronce.
Conocida la muerte de Maceo se anunció el día 11 que el General en Jefe debía llegar el mismo día a esta capital (La Habana), y el público comenzó a aglomerarse por donde creería que cruzaría, en la Plaza de Armas y en el paradero del Oeste, tributándole, no una recepción sino una manifestación entusiasta y cariñosa, como no se recuerda hecha a ningún general. Entre atronadores vivas a la patria, a Cuba española, al Rey, al ejército y al general Weyler, el general en jefe llegó con dificultad por el apiñamiento de la multitud en que estaban representadas todas las clases sociales a Palacio, donde personalidades del mundo oficial y de la política le esperaban para felicitarle por los brillantes éxitos de su campaña. Por la noche La Habana entera se engalanó e iluminó, disparándose multitud de voladores y siendo imponente el regocijo público, brotando de todos los corazones frases de gratitud al ejército, a los voluntarios, a la marina y al general Weyler. Las calzadas Del Monte y Galiano celebraron fiestas especiales con músicas, fuegos de artificio, iluminaciones, etc., etc., durante las noches… hubo embriaguez de patriotismo y borracheras de peleón y marca T… lechones asados, cabalgatas, tangos, quemas de judas, triquitraques, morteros,… y garrafones de aguardiente.*
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*José Miró Argenter. Crónicas de la guerra. La Habana, 1970 (pp.742-743).
(Para Rosy, Alfredo, Rosado y lectores de TumiamiBlog)
Motivado por el interesante tema de uno de sus últimos posts, y sin más ánimo que compartir un poco nuestra problemática historia, quisiera enviarles un fragmento de uno de los partes que se dio después de conocida la muerte de Maceo en Punta Brava. La muerte, por el clásico "chivatazo", se produjo el día 7 de diciembre. Ya el día 10 se confirmó oficialmente que uno de los cadáveres era el de Maceo y el 11 se dio la noticia. El testimonio de la alegría habanera puede estar un poco exagerado, no obstante, el propio Miró Argenter dice que la narración "es bastante exacta en lo que respecta a los guateques o jolgorios" con que se celebró la muerte de el Titán de Bronce.
Conocida la muerte de Maceo se anunció el día 11 que el General en Jefe debía llegar el mismo día a esta capital (La Habana), y el público comenzó a aglomerarse por donde creería que cruzaría, en la Plaza de Armas y en el paradero del Oeste, tributándole, no una recepción sino una manifestación entusiasta y cariñosa, como no se recuerda hecha a ningún general. Entre atronadores vivas a la patria, a Cuba española, al Rey, al ejército y al general Weyler, el general en jefe llegó con dificultad por el apiñamiento de la multitud en que estaban representadas todas las clases sociales a Palacio, donde personalidades del mundo oficial y de la política le esperaban para felicitarle por los brillantes éxitos de su campaña. Por la noche La Habana entera se engalanó e iluminó, disparándose multitud de voladores y siendo imponente el regocijo público, brotando de todos los corazones frases de gratitud al ejército, a los voluntarios, a la marina y al general Weyler. Las calzadas Del Monte y Galiano celebraron fiestas especiales con músicas, fuegos de artificio, iluminaciones, etc., etc., durante las noches… hubo embriaguez de patriotismo y borracheras de peleón y marca T… lechones asados, cabalgatas, tangos, quemas de judas, triquitraques, morteros,… y garrafones de aguardiente.*
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*José Miró Argenter. Crónicas de la guerra. La Habana, 1970 (pp.742-743).
16 comentarios:
Felicidades a Ichikawa de parte de una respetuosa admiradora.
VAYA QUE SE DIVIRTIERON DE LO LINDO ESOS HIJOEPUTAS.
Imagino la Plaza del Vapor iluminada por el fiestón. Soy de Centro Habana.
odio a las mayorias! detesto a las masas!
el carnaval de la sinrazon.
Bienvenido Ichikawa!
Apretó el japonés
Es una historia escrita por los entonces vencedores. Esto no implica que todo vencedor sea un mentiroso, sólo sugiere que los mentirosos pueden vencer cuando de plazos históricos se trata la batalla. Medio siglo, por ejemplo.
Por lo demás, todo un sablazo la referencia oblicua.
¿Qué les parece la frase?: “Es negrito pero qué valiente es, qué hombría, qué buen cubano”.
El cubano siempre ha sido así. No se engañen, eso que se cuenta es verdad. Después, con el triunfo gracias a los americanos, la historia se contó de otra manera. Para esos que festejaban, Maceo era el destructor de Cuba, después de 1902, fué un héroe, el Titán de Bronce. C'est la vie!
Anyone for sushi?
El cubano siempre ha sido así.
Anónimo (9:37): Puro castrismo.
Muy buen toque histórico Ichikawa.
Yo diría que las masas son así en todos lados, un poco infantiles, como esperando siempre que el poder les cante la jugada de si hay que llorar o reír.
Aunque no pude dejar de imaginar a unos ralladillos, junto a la presidenta del CDR, preparando la caldosa, repartiendo el laguer Marca T y tocando a la puerta a los escasos morosos que lloraban escondidos en el baño la muerte del Titán.
RI, tu comentario me remite al post de JR ayer y me recuerda algo que he oído con frecuencia y asombro aquí en Miami: "Es dominicana, pero es buena gente" o "es Colombiano, pero vale". Un cubanocentrismo que en la-isla-de-donde-sólo-se-quiere-escapar jamás podíamos imaginar. Es sabido que el discurso fascista prende con fuerza en pueblos humillados. Pregúntenle a los alemanes de postguerra (WWI).
Y hay más. En el libro de Luis Felipe Le Roy y Gálvez, por ejemplo, se deja constancia de que en La Habana nadie dijo nada del fusilamiento de los estudiantes... Casi nadie, porque los ñánigos hicieron lo suyo...Pero bueno, gracias a TuMiami por la amabilidad de los comentarios. La verdad que es una excepción en el panorama general del este asunto. Un abrazo, Gracias a tí Alfredo. Emilio.
QUE CACHO E MULATO LINDO CABALLERO.
Por eso .....que se jodan!
Segun las malas lenguas
dicho mulato era mariquita.Por que no? Si se dice lo mismo de Raul
que es tremendo maric on.
y es tu presidente.
Las masas son estupidas y nulas.
Mira USA los dos partidos con
las corporaciones se dan besos y
a nadie se le ocurre votar diferente.
mamarcela.. por melones, se merecen lo que les toca y tocara.
Para ustedes no existen mártires. Alguien que muere por sus ideales. Todo es chota, bachata, chiste. Da asco.
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