lunes, 22 de septiembre de 2008
Camille azota el palomar
Adalberto Delgado
Como todos estábamos recién llegados de Cuba, no usábamos la palabra huracán, sino "ciclón". Los mayores todavía nos recordaban el ciclón del '44. Ahora esperábamos, que sé yo, a Camille. Para los palomeros, las tormentas eran algo pasmadores, para empezar, se eliminaba el uso de la azotea lugar de gran importancia social para cualquier palomense. ¡Nuestro primer ciclón miamense! Íbamos en turba al "Oso Blanco", supermercado cubano del difunto Sabines: acaparábamos latas, agua, refrescos (no podía faltar la Materva o el Ironbeer) y un que otro "six pack" de laguers. Nosotros imperturbables, pues La Paloma era un edificio macizo y bien protegido. Mientras Esther cocinaba toda la carne en lata con arroz, en casa de Oscarito se reunían los músicos, listos para la descarga. Concha asaba un puerco hasta que se fuera la corriente. Vaya, nos la ingeniábamos con lo que hubiera. En la fiesta ciclonera no podían faltar Aymara, Martica, Tamara y hasta la Xena (mi gordita linda y piravadora) animando la cosa con su bailoteo. El equipo de seguridad comprendido por Sahara "el buga," René "el Negro," los hermanos Pepe y Fernando, se dedicaban a reforzar el edificio con listones de maderas. Cuando terminaban La Paloma parecía una instalación de Arte Tierra. Una vez que terminaban se incorporaban al fiestón que ya comenzaba en el apartamento de Oscarito. Camille nos saludaba con soplidos y bufidos de mujer despechada: por la ventana, debajo de las puertas, y con algún que otro tablón o pedazo de zinc suelto chocando con la pared -ritmo de guaguancó ciclonero. Recuerdo que los muchachos, acaso para calmar el ruido, tocaron la versión cubana de "My Girl," algo romántica y con un swing de bolero "feeling". Siguió la apretadera, la Kika con Palucha (ya se había divorciado de Richard Battle) Renecito con la mulatica Anita, la hija de Mercedes, Aymara con Carlo Denavea, Yitito con Tamara, Concha la gorda con su Pepito. Imaginen la borrasca con olor a carne de puerco asado y la débil florescencia de las velas. ¡Qué nos importaba que se fuera la corriente! En La Paloma nunca vimos un ciclón como una tragedia. ¿No era bastante con el exilio? Al día siguiente vino la calma chicha y cada cual se fue caminando a su apartamento. Xena y yo nos fuimos a su casa a desayunar y de ahí a limpiar escombros. Incluso sentíamos nostalgia que Camille nos dejara y ya casi que anticipábamos la próxima temporada. ¿Será que los ciclones de los sesentas eran más nobles que los de hoy en día? El medio ambiente estaba menos jodido y los vientos le hacían cosquillas a la ciudad.
Adal: Que sentimiento de solidaridad no? Ojala la pasaramos ahora asi reunidos y bebiendo... seria mucho mas llevadero.
ResponderEliminarLa primera vez que vi un ciclón nunca pensé que esto tendría tanta repercusión y desgaracia personal entre sus habitantes. Pero ya veo que la huida hacia adelante del Palomar se fundía dos cosas: la realidad de los vientos y el rebolú de la imaginación
ResponderEliminarUn abrazo Adal
Amílcar.
Como siempre Adal. Te la comiste.
ResponderEliminar>>>000<<<
Como cambian las cosas. Cuando lo de Camille, Betsy, Etc. despues de esas tormentas, no habian incrementos del FPL, ni los seguros, no nada. Hoy en dia, con una brisa mimima platanera, te cobran por los supuestos arreglos, daños, y te suben el seguro y FPL comen tus platanos, y te cortan los arboles.
ResponderEliminarCheck this out-
ResponderEliminarMysterious Neolithic People Made Optical Art-
Rossella Lorenzi, Discovery News
Ojo, Alfredo: "...estabamos recien llegados de Cuba..."
ResponderEliminarAdal... acabaste conmigo con eso de los ciclones nobles.
ResponderEliminarGracias, Inkie maravillosa.
ResponderEliminarsi se puede... todos los años, haciamos fiestas cicloneras en casa o el apartamento de alguien y nos pasabamos el ciclon ahi, tomando y fiestando (y muy importante...mucho sexo) el medio ambiente de una fiesta ciclonera invita a todo eso y mas. hagan el empeño de hacer una de ustedes el proximo ciclon. no tiene que ser una casa grande. mientras mas chico el espacio, mas intimidad (ja,ja,ja,ja) todo lo demas, se resolvia despues de cualquier manera.
ResponderEliminarAdal, te comprendo. Cuando niño soñaba con que viniera el ciclón para no ir a la escuela. Hoy en día es excusa para buen comer y beber.
ResponderEliminarno debes olvidar el sexo! muy importante en fiestas huracanadas! ja,ja,ja
ResponderEliminarademas, sexo en grupo es hasta mejor. tipo fiesta de percheros de principio de los 60's en Cuba o seudo orgias entre (o con) amigos y amigas en los 70's. que vivan los ciclones! mi pesar para la gente de haiti, cuba y texas. by the way, ya fueron a llevar latas y ayuda para esa pobre gente? si no lo han hecho, que esperan?
ResponderEliminarpropongo el apartamento de alfredo, al menos comeremos bien y si hay sexo mejol.
ResponderEliminar¡Coño, esas memorias son acogedoras hasta para el transeúnte fortuito!
ResponderEliminarLa violencia de los elementos altera las hormonas, ¿verdad? Cuentan las crónicas que tras los terremotos, erupciones volcánicas y ciclones aztecas o totonacas se lanzaban a desenfrenadas orgías y templetas.
USTEDES LO QUE SON TODOS UNA PARTIDA DE LOCOS DESENFRENADOS, INICUOS... YA VENDRA EL DIA DE JUICIO Y LOS COGERA CON LA MANO EN LA MASA!
ResponderEliminarAdal gracias por esta nueva estampa palomense. Es cierto que en tiempo de ciclón el cubaneo se exacerba al máximo.
ResponderEliminarPor cierto, tengo dos preguntas.
1- qué cosa es exactamente piravadora que eso me deja botao, aunque imagino el sentido, pero provee definición según la Real Academia de la lengua de Little Havana.
2- esta es más delicada. Siempre que mencionas a la gordita, también incluyes a Sahara el buga. Había alguna conexión entre ustedes 3???
En el dia del juicio final tambien se puede organizar una recholata.
ResponderEliminarSLR.
Adal,escribe un libro,Cronicas del palomar.
ResponderEliminarSLR.
Estás bolao, Adalberto. Un abrazo.
ResponderEliminarobama delante , extratragicamente hablando
ResponderEliminarTiens razón, SLR. Ya las estampas de Adal dan para un libro. Lo vamos a disfrutar.
ResponderEliminarque vivan................. los ciclones..........para el alma
ResponderEliminarDelicioso.
ResponderEliminarBuena historia, de temporada pero que a la vez queda.
ResponderEliminarNo pares de soplarle las alas a La paloma, a ver si deja de volar en círculos entre el sur y el norte.
gracias, thank you! me alegre muchisimo que les guste y compartan conmigo estas locuras.
ResponderEliminaren cuanto a shara, xenia y yo, es pura coincidencia. nunca hubo un threesome entre nosotros. yo no era de su gusto.
piravar, es el acto de hacer el amor, sin estar enamorados.
ResponderEliminarEso de piravar tiene cierto matiz negativo, como de hurto o despojo.
ResponderEliminarEn dialecto kikongo suena más bonito: ñaka ñaka. La versión amorosa es el kuchi kuchi.
JAJAJAJAJAJAJA
ResponderEliminarla partistes, ja,ja,ja,ja
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