Ú.S.A.me Today

Juan-Sí

Desde que me mudé en el 2001 al estado de Ohio, el llamado He-art-land de los Estados Unidos, he sido testigo de una agresiva campaña de publicidad, mixtura de patriotismo y religión servida en un mismo plato. Recordándome de alguna manera, aquella burda y chovinista propaganda política con la que tuve que crecer en Cuba. El repetitivo uso de imágenes combinadas con vacuas consignas, para incrementar el orgullo nacional y despertar falsos sentimientos de unidad y odio contra un enemigo exterior, me son todavía muy familiares. Debido a la reacción y sorpresa que sentí al ver esas imágenes en mi realidad doméstica, tomé la decisión de ir documentándolas, con la intención posterior de exponerlas y subvertirlas extrayéndolas de su contexto. Para ello utilicé una pequeña cámara decorada con la bandera americana, comprada en K-Mart por solo $10, en ese entonces publicitada en el mercado como una Patriotic View Camera. Estas fotografías son testimonios gráficos que evidencian como nuestro espacio público (nuestro mental landscape), se ha convertido en terreno fértil para un indiscriminado, inescrupuloso y barato mercadeo -donde incluso Jesucristo es un producto más a la venta. A la vez que la llamada frontera entre publicidad y propaganda se borra, el discurso político actual aumenta su retórica de campaña inflamatoria que combina -kneejerk- patriotismo con -self-righteous brand of- cristianismo. Estamos tan acostumbrados a lo habitual que este bombardeo de fe con patriotismo y guerra pasan inadvertidos, pareciéndonos normales e incluso necesarios.