martes, 29 de julio de 2008
legado del legado delegado
Es resultado del informe estipula que la crisis que causó la debilidad y la crisis del estado de derecho en Cuba es fundamentalmente de orden político. El Informe demuestra que la corrupción y los excesos de las administraciones pasadas han sido la principal causa del padecimiento de la sociedad cubana. Bajo la dictadura de Fulgencio Batista, estos males crónicos llegaron a un clímax. De ahí que el rechazo del movimiento revolucionario contra Batista se orientara principalmente hacia una re-promulgación de la Constitución de 1940. La revolución cubana ofrece un caso de interés jurídico extraordinario, pues parecía haber nacido bajo el signo de la libertad y la democracia e inspirada por los principios más altos de gobierno constitucional. El objetivo principal revolucionario fue derrocar la dictadura cruel y opresiva de Fulgencio Batista y restaurar la Constitución de 1940. Pocos movimientos revolucionarios fueron tan bienvenidos como el de Fidel Castro. La Comisión Internacional de Juristas expresó dichos sentimientos en el Congreso Internacional de Juristas de Nueva Delhi, cuando dirigió, en enero de 1959, un telegrama de felicitaciones y buenos deseos al gobierno revolucionario de Fidel Castro, encabezado por el distinguido jurista Dr. José Miró Cardona. No existe duda alguna: el régimen de Batista -cruel, autocrático e ilegítimo- era universalmente repudiado. Se hizo claro sin embargo que se iba creando un vacío entre los objetivos proclamados y las prácticas de los líderes del gobierno revolucionario. Ya para 1961, en menos de dos años, se había establecido un régimen totalitario donde Fidel Castro proclamaba -retrospectivamente- el carácter del marxista-leninista de la revolución cubana. A partir de ese momento puede decirse que el respeto por el estado de derecho del gobierno revolucionario se hacía semejante al del gobierno depuesto. La posibilidad de libertad era coartada una vez más. El hecho que la revolución cubana se erige hoy sobre una traición flagrante de sus objetivos iniciales y fundamentales ha quedado clara en nuestro informe. -- Reporte de La comisión internacional de juristas, Génova, 1962 (arriba, escena del fusilamiento sumario del coronel Cornelio Rojas en 1959).