lunes, 7 de julio de 2008

El puesto de frita cubano (circa 1958)


El fritero no paraba nunca de trabajar, pués entre cliente y cliente, preparaba las papitas, o las frituras, o picaba el pan, o picoteaba la cebolla muy finamente, y usando la plancha abombada lo mismo se freían las papitas, las frituras, que con menos grasas se hacía el bistec o la tortilla, la habilidad era cómo se pasaba la grasa de los contenedores del borde de la plancha, hacia el centro de la misma, y como controlando la llama del quemador según el pedido, lograba la temperatura adecuada para cada oferta. No se pierdan a Pong en otra clase magistral de culinaria callejera.