sábado, 21 de junio de 2008
Makes me Wanna Die
Con el tiempo la música mejora o empeora. Después de mucho tiempo vuelvo a Pre-Millennium Tension de Tricky (álbum posterior al formidable Maxinquaye) y se sostiene. Recuerdo conversar con un músico de la talla de Peter Scherer sobre el fenómeno Tricky a mediado de los años 90. El ex-miembro de Massive Attack elabora una atmósfera "pre-milenio" pre-9/11 -5 años en el porvenir- que constaté de primera mano en medio de las bombas durante el Festival de Jazz de 1994 en Skopje, Macedonia, con el conflicto bosnio en pleno apogeo (you're insignificant/a small piece, 'an ism'/no more no less). La atmósfera claustrofóbica bordeando la paranoia, con la voz raspeada de Martina Topley-Bird tejiendo sonoridades bluseadas en nota de down beat arrastrado por el hisssss del sampling -lo más cercano a la onda illbient urbana que vendría después. Tricky te llena de sinestesia andrógina, ecos metálicos procesados, lánguidos, salidos de la prosa de un William Gibson (look to the sun/see me in psychic pollution) o visualmente hablando, metidas en el piso {7 y medio} de la cabeza de John Malkovich, saboreando a De Quincey (you know it's ironic smoking hydroponic), con la humedad ambiental a ciento por ciento en Los Angeles (circa 2019) en el Blade Runner de Ridley Scott. Cuando tengas tiempo, escucha temas como "Vent" y "Christiansands." A continuación la post-existencial "Makes me Wanna Die". Disfruta.