Daína Chaviano
El escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez, radicado en Miami desde hace varios años, ha ganado el Premio Alfaguara de Literatura 2008, con su novela Chiquita, la muñeca de Liliput. Tony, como le decimos sus amigos, es uno de los mejores escritores de su generación. En Cuba obtuvo todos los premios posibles de literatura infantil y juvenil. Comenzó a escribir literatura para adultos más tarde, con libros de cuentos como Strip-Tease y Querido Drácula, que le ganaron el respeto del público y la crítica. Ya en el exilio publicó su primera novela para adultos Aprendices de brujo, que se publicó en español y luego en inglés como The Last Mascarade. Ahora acaba de obtener uno de los galardones más codiciados de la lengua española. Con este premio, la literatura cubana del exilio recibe un importante reconocimiento internacional. Como escritora, el premio de Tony me llena de orgullo por el valor que añade a nuestras letras. Como amiga, me siento inmensamente feliz. Desde que nos conocimos en Cuba, hace ya muchos años, Tony y yo nos hicimos grandes amigos. A lo largo de todos estos años, hemos compartido manuscritos y críticas a nuestros manuscritos. Fui testigo de todo el proceso creativo de esta novela, y me emociona saber su feliz destino. Felicidades, Tony. Tu premio es un premio para todos los cubanos que amamos la buena literatura.
19 comentarios:
Felicidades!
Son de la loma
Una muestra más de que lo mejor de las letras cubanas, en todos sus géneros, acontece bajo libertad. ¡Felicidades, Antonio Orlando Rodríguez! Tu galardón tributa a la cultura cubana y a la hispanidad.
Ese premio de Tony nos llena de orgullo.
Woooo! Que alegria por Tony y por la buena literatura! Felicidades!
Daina dinos algo sobre el tema de la novela; sabemos que Tony se ha dedicado mucho a la literatura infantil y que tiene una fantastica revista digital, Cuatro gatos.
JR,
Tienes toda la razon, la libertad es donde cualquier creador puede expresarse abiertamente, y el publico puede beneficiar de ese talento. Tenemos que todos los hispanos apoyar estos logros, que como sabemos, no es facil, particularmente con una sociedad de poco tiempo y muchas obligaciones. El ritmo de la modernidad nos oculta el poder de apreciar lo bueno y bello que el mundo nos regala diariamente. Aunque, en mi opinion, es un deber apreciar el talento que nos rodea. El arte literario se dificulta por los nuevos inventos tecnologicos para la gratificacion inmediata. Pero, lo bueno siempre permanece. Felicidades Sr. Rodriquez, no lo conozco personalmente, pero, nos representa a todos, por su arte, talento, y gran exito.
Mucho orgullo Tony, por ese premio muy merecido.
Creo que la mejor forma de felicitarte es alegrándonos como si fuera nuestro. Se siente raro decir que el premio de Alfaguara de novela 2008(el más prestigioso en lengua española) es un amigo tan entrañable.
Uno está acostumbrado a que siempre le toque a gente que uno no conoce, que están muy lejos, o que pertenecen a esa inasible materia con que se hacen los sueños o los personajes de películas. Yo mismo me preguntaba, a veces, si de verdad los premiados existían y hasta fabulé pensando que eran un invento bradburiano de las editoriales.
Hoy pienso en aquella conferencia en Pinar por 1989, en la plaquette de "Aprendices de brujo" que Nelson me regaló, en tu "strip-tease" y en "Querido Drácula" y en aquel encuentro sorpresivo que tuvimos en una estación de trenes en Roma, hace 7 años.
Ha llovido mucho pero qué bien ha llovido.
Yo salí anoche de tu casa emocionado. Existe, existe, pensaba. Y enseguida me acordé de esa extraña forma con que Daína nos servía el champagne en las copas.
Felicitaciones y alegría por los escritores cubanos. Ojalá sea la suya una obra ascendente y sólida siempre, no como la del sanguijuélico otro cuban alfaguaroso, que siempre fue de la guara de los alfas.
A petición de ri, hablo un poco de la novela premiada:
El tema se mueve entre lo histórico-anecdótico y lo fantástico-absurdo. Está basado en un personaje real: una liliputiense que nació en Matanzas (Cuba). Para los que no lo saben, liliputiense es una persona que sufre de enanismo, pero se trata de ese tipo de enanos proporcionados que parecen personas en miniatura.
El personaje real, apodado Chiquita, cantaba maravillosamente con su diminuta voz de soprano y hablaba varios idiomas. Vivió en una época en la que los enanos se exhibían en los circos, pero no como meros fenómenos. Muchos de ellos alcanzaron títulos de nobleza y fueron multimillonarios. Chiquita abandonó Cuba y se marchó a Nueva York en busca de fortuna. Llegó a codearse con presidentes norteamericanos, personas de la nobleza y tuvo una vida novelesca.
Tony investigó a fondo lo poco que se sabía de su vida, compró decenas de fotos y materiales en ebay (algunos probablemente aparecerán en el libro impreso). Pero muchas de las anécdotas que aparecen en la novela son pura ficción. Él llenó con su imaginación todos esos huecos desconocidos de su vida, y hay unos cuantos episodios donde juega francamente con el absurdo y la farsa.
Una anécdota curiosa es que él le dio los datos del nacimiento de Chiquita a una amiga nuestra, que es una astróloga fabulosa (no lo hace profesionalmente, pero ha estudiado el tema durante más de veinte años) y, sin decirle a quién pertenecían, le pidió que hiciera la carta astrológica de esa persona. Todo lo que dijo esa amiga coincidía con el personaje que conocíamos. Y lo más curioso aun es que ella añadió datos desconocidos (específicamente sobre su sexualidad) que concordaban con los que Tony le había inventado. Así es que si es cierto que lo fabulado por Tony coincide con la realidad, la liliputiense era de anjá…
La nota de Ileana, complementa la de Dayna. El Poder ha estado confabulado todo el tiempo en reiterar que la cultura cubana se hace solo en la isla...Para morirse de risa, en especial un dia como hoy. Felicidades Antonio Orlando y felicidades a todos nosotros que lo sentimos nuestro!
Alegría en un lunes turbulento
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Alegria/lunes/turbulento/elpepucul/20080226elpepicul_6/Tes
ELISEO ALBERTO 26/02/2008
Dicen los sobrevivientes de las horcas, que no son muchos pero sí locuaces, que Dios aprieta pero no ahoga. Me explico. Este lunes mío olía a cadalso. A cuerda. A nudo en la garganta. En días así, la última esperanza se reduce a que todo sea una broma macabra y, en consecuencia, algo fallará en el momento de abrir las compuertas que te entregan, en cuerpo y alma, a ese extraño poder llamado fuerza de gravedad. ¿Inercia? ¿Destino? ¿Estrella? Cuando el día está nublado, los peores presagios llegan espesos, acuosos, cebados de pesimismo y humedad. Entonces, las malas noticias no llueven sino caen como rayos en mi pequeña terraza de Ciudad México. Y las que hoy vuelan desde La Habana son bastante descorazonadoras: la Vieja Guardia del Viejo Gobierno se dice dispuesta a preservar los Viejos Patíbulos, contra viento y marea. Trago en seco: la Vieja Guillotina está afilada para cortarle la cabeza a la menor ilusión. Pero Dios no estrangula aunque retuerce duro. De pronto, llega la paloma mensajera de una alegría: Antonio Orlando Rodríguez acaba de ganar el Premio Alfaguara de novela con una que, desde su título, promete ser enorme: Chiquita. Y el presidente del juicioso jurado es mi querido Sergio Ramírez, mi compañero de aventuras cuando, hace exactamente diez febreros, y gracias a la generosidad de don Jesús de Polanco, él y yo ganamos la primera convocatoria del que sería, con el tiempo y la terca voluntad de sus patrocinadores, uno de los certámenes literarios más respetables del Territorio de La Mancha, como definió el cervantino Carlos Fuentes al mundo de la lengua castellana.
No soy amigo de Antonio Orlando. Creo que nos hemos visto un par de veces en la vida -la última de ellas en la Feria del Libro de Miami, hace tres años, cuando nos sentamos junto a Abilio Estévez, en la misma mesa y ante un micrófono, para "lanzar" tres libros en maratónica presentación. Abilio vivía ya en Barcelona, Antonio se acababa de mudar a ¿Coral Gable?, y yo recién llegaba de México: Miami era un bonito espejismo de La Habana. ¿El público? Un batallón de amigos. La primera que nos vimos debe haber sido en el Vedado de nuestras apesadumbradas juventudes, tal vez en casa de mi padre. O por ahí. Sin embargo, recuerdo vivamente la remota noche de 1985 que me leí de un trago su libro de cuentos "para adultos", Strip-tease, y me quedé con las ganas de decirle que él escribía como los ángeles, con una precisión que daba envidia, por no decir miedo. Antonio Orlando dice exactamente lo que pretende decir, con las palabras justas, sin concesiones. Antes les llamaban escritores de raza. Aquella lectura me hizo sentirme adivino, lo cual es una sensación muy grata: supe enseguida, lo presentí, que ese escritor "para niños" daría mucho de qué hablar y que sólo era cuestión de tiempo para que encontrara los miles de lectores que su prosa merecía. Modestia aparte, hoy vuelvo a creer en mi clarividencia: Chiquita será, a no dudarlo, una magnífica novela. De esas que no se olvidan. Como esa que uno reescribe mientras la lee, para hacerla nuestra. Sé (o creo saber) que Antonio Orlando prefiere la sombra a la luz, aplaudir antes que ser aplaudido, y por eso mismo me le adelanto a todos para ser de los primeros en ovacionarlo desde mi propia sombra. Felicidades, Antonio. Y gracias por salvarme este lunes turbulento.
Eliseo Alberto, escritor cubano residente en México, fue ganador, ex aequo con Sergio Ramírez, del I Premio Alfaguara de Novela con Caracol Beach.
Deliciosa anécdota Daína, ahora hay que leer la novela. Estamos todos emocionados por Tony, Sergito y por la literatura. La amiga astróloga está emocionadísima también.
Tony no te conzco pero siento tu premio como mio.
El cabron
Perdonen que tire la fu, pero mira que hablan mierda que aqui no hay buenos escritores.
Son de la loma
Ese premio no es facil.
Que buena noticia!
Felicidades a Tony y a Miami.
Tony,
Me atrevo llamarte de esa manera sin conocerte, felicidades. Nuestra cultura ha sufrido mucho en este medio siglo (y un poquito mas) pero, la creatividad cubana es reconocida mundialmente. Al igual que podemos cruzar el mar con un automobil de los años cincuentas, del siglo pasado, tambien conquistamos las artes plasticas y literatura. El exito por uno, indica una victoria para todos, mas todavia en libertad, sin limitaciones. Sera esa la formula del exito creativo, la libertad sin limites impuestos por los incultos.
Daina,
Welcome back.
Yo también saludo tu presencia, Daína, aunque imagino estés trabajando intensamente en alguna ofrenda para el lector.
De celebración la orilla Miamera esta,
Felicidades Antonio!!!!!!
premios literarios son posibles aun cuando se vive en Miami.
A tu orgullo nos sumamos Daína.
pp
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