Amílcar Barca
Hacer una película inspirada en ti mismo no siendo tú el protagonista y viendo colgadas tus fotografías familiares en la pared, podría parecer un acto de narcisismo supremo. Viniendo de Paul Auster, sin embargo, es un acto de humildad. La historia es sencilla y minimalista: Un escritor y una mujer aparecen conviviendo juntos en una casa por una simple casualidad. La misma, va dar pie a una sucesión de hechos y encuentros imaginarios entre los dos personajes. Al final de la película, el viernes pasado, en el Bill Cosford, una periodista de Miami nombró un elemento que me despertó la curiosidad y me permitió entender lo que pretendía el guionista de Smoke y Trilogía en Nueva York “me he leído el guión y no se parece en nada a la película”. Paul no ha utilizado los recursos clásicos que ofrece el cine para el drama o la quimera, simplemente ha puesto en escena un guión como si lo más importante sólo fuera el texto. La película parece un excelente manual sobre la soledad, la metaescritura y el amor-deseo de un escritor, leído antes de entrar en escena. Rodar implica un “juego de artificios” tal como afirmó en una entrevista al final. Pero el resultado, a mi entender, esta menguado de pólvora y espectáculo. En cambio, hay una confusión explícita construida a partir de su clásica trama de muñecas rusas: divertida, acompañada quizás de momentos y de frases hechas -como una cita a la situación actual de Bush- y con un final relativamente apacible y esperado. Leer una intriga no es lo mismo que fotografiarla en movimiento. Pero no quisiera desmerecer el travelling en que se inicia la historia. Una adoración objetual por la máquina de escribir que en muchos momentos funciona como una la tercera actriz y la interpretación de David Thewlis (Besieged, de Bertolucci) como Martin . O el corto papel de su maravillosa hija Sophie Auster como Anna, un niña que se la dejan al escritor para que la cuide. Y para acabar, decirles que antes de iniciar el film, su director se dirigió a la platea con unas palabras tan sencillas como esta “Prepárense a ver una película un poco extraña...que la disfruten. Muchas gracias”. (Y las luces se apagaron).
14 comentarios:
Amilcar: Ya vi una pelicula de Auster que me gusto mucho. Se separa de la norma de Hollywood, pero eso es bienvenido.
Donde puede verse esta?
Esta pelicula ya se estreno en el Festival de Nueva York pero dudo que se haga en Miami en los cines comerciales, quizas en Lincoln Road. Pero no va a durar mas de una semana. Es una opinion.
Amilcar
Como novelista es genial pero no como cineasta
David Thewlis es uno de mis actores favoritos. En "Naked" me hizo temblar.
Raro por lo raro no camina.
Sen~ores, el absurdo es parte integral de la obra de Auster. Aqui no busquen realismo (y que conste nohe visto la pelicula).
Amilcar. Gracias por haberme concetado con tumiami.
AT Me duele no haberte visto el viernes en el Bill Cosford AT. No sé el por qué pero pensaba que estarías. La verdad es que no hubo lleno total sino tres cuartas partes.
Amilcar
Para eso esta el aviso de los camaradas.
Hola. Hacia dias que estaba un poquito ocupada y me habia ausentado.
Recuerdan de Paul Auster aquella novela Ciudad de cristal? Maravillosa....
Mi estimado catalán, Miami aspira a que tú te conviertas en su Paul Auster. No nos defraudes, poeta.
Tu comentario sobre el film me deja con muchas ganas de verlo. Seguro que no lo repiten?
Primero pensaba que todo el blog sabía la noticia. Doy por sentado que todo el mundo recibe el semanario de Books and Books.
RI no puedo confirmar que no la vayan a poner. Fue un pase especial para la ocasión.
Amílcar
Hoy en dia rehuso ver peliculas comerciales.
Ya saben..... Netflick!
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