jueves, 31 de enero de 2008

¿Teta o sopa?


Tumiamiblog

Míralos... plegados en masa, enardecidos, fuera de sí, aplaudiendo y vitoreando al déspota que los arenga. No tienes esa calaña. Eres ameno al ingenuo vacío de caminatas calladas en la alborada, deseas oír tu voz que sale de adentro, desde intersticios absurdos pero prometedores. ¿No es mejor subir la montaña tú contigo? Emular al Zaratrustra esquivo, el artista hambriento kafkiano, el antihéroe sartreano que nos advierte: “El infierno son los demás”. ¿Qué prefieres, la isla desierta de Robinson Crusoe o la recholata en el camarote de los hermanos Marx?

miércoles, 30 de enero de 2008

Eleomar Puente y el asco al poder



Tumiamiblog

Hay algo único en la pintura del artista santiaguero Eleomar Puente que apunta al melodrama cinético de la forma... es el nervio mismo de la imagen, antes o después de ésta coagularse en energía potencial, figura en evolución, acción subrepticia, símbolo hermético en estado de fisión (como salida de una película de John Woo). Un arte de tropismo que tiende a lo oblicuo y afilado; humor cáustico, atrevido, casi fantástico. Las visiones de Puente aluden al espacio político y social de la componenda política latinoamericana. El fenómeno de la migración caribeña al norte, nuestra hipertrofia política, la anomia social del subdesarrollo, el trasiego de vidas en altamar y la retórica interminable del poder. Y en medio de esa aparente austeridad se descubre un guiño a lo cándido, la fantasía, la caricatura (algo que Puente usa como gancho). Cada pintura tiene la impronta de un diseño obvio, aunque por momentos lo que augure sea difícil o hermético (examinado más de cerca parece simple y directo). Arte escrupulosamente repentino el de Eleomar Puente, como la boca de lobo.

martes, 29 de enero de 2008

Cubanía en 7 puntos


Yemayá, elaborando definiciones desde frecuencias plasmáticas y brumosas
¿La “cubanía”? Puro cuento. A continuación enumero mis quebrantos: 1- Fundación nacional en cero (con aciaga conquista). 2- Pasado abrupto de escenario arrasado, pérdida personal y lesión de la identidad. 3- Aguijón traumático de la esclavitud negra, 4- Falsa conciencia social (con discriminación racial y clasista), 5- Independencia mediática que nos condenó a la intolerancia, el dogmatismo, la patriotería y el jingoísmo. 6- ¡Por fin se advierten los rasgos esenciales de nuestro acervo socio-político! Sospecha, oportunismo, chivatería y apatía ambiental. 7- 4,5, y 6 engendran el complejo de inferioridad cubano; monstruo nacionalista, absolutista y etnocentrista. La “cubanía” (su dogma, credo y legado), me producen náusea, migraña afilada, dolores musculares y escalofríos. La “cubanía” es el signo descollante de nuestra deplorable circunstancia.

lunes, 28 de enero de 2008

Yuliseimis & Yainel







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(Y&Y en un Miami postmoderno. La escena transcurre en el cuarto, muy cerca de la cama).

-Yuliseimis, ¿me amas?
-¡No jodas Yainel, ya me quieres reificar con tu inseguridad!
-Es que hoy me siento melancólico.
-Hasta cuándo… Yainel. Tienes que superar tu inautenticidad, tu letargo melancólico. Tú lo que vives en un insilio, ¿no te das cuenta?
-Francamente creía buscar la heteronomía en ti.
-Te equivocas, no sabes lo que es “el otro”. Vives “ensimismado”... un rasgo típicamente masculino.
-¿Dónde dejas el amor?
-Es como una metáfora que se ha ido endureciendo con el tiempo. Mándala a la tintorería.
-¿Y lo que siento por ti?
-Una proyección hipostizada de tu circunstancia. Netamente óntico y nada fáctico.
-Pensé que odiabas a Ortega.
-Sí, era un misógino, pero tiene momentos citables.
-¿Por qué siempre terminamos discutiendo cuando menciono mis sentimientos?
-Porque los sentimientos no se discuten. Se palpan, se sudan. Dale, métete en la cama, haz lo que tienes que hacer y no hables más mierda

domingo, 27 de enero de 2008

"...atrapado en tu invencible mirada"









Tumiamiblog

¿Cuál es el hechizo de las caras del pintor Fernand Khnopff? Esos rostros femeninos, delicadamente jugendstil, salidos de una época esteticista y decadente... semblantes andrógenos, en un más allá neblinoso de sensualidad malévola y depravación extática. Apariencia seductora, de mirada ávida y a la vez glacial (cual enigma sobre una sonrisa perversa y autosuficiente). El escritor 'y dandi'  polaco Ignacy Witkiewicz no pudo resistir la tentación de dedicarle un párrafo al artista belga (al comentar sobre el pastel Brutalidad tu nombre es mujer): “Sólo anhelo acercarme a tu lecho blanco y húmedo para oler tu piel nacarada. Quedarme muy quieto a tu lado, para siempre atrapado en tu invencible mirada”.

sábado, 26 de enero de 2008

Shaft


Jesús Rosado

Cada memoria tiene su apeadero. Hace unas semanas, durante una muy agradable velada en casa de una amiga, tuve la oportunidad de disfrutar la descarga de Olguita Díaz, una impresionante piano woman a prueba de años. Mientras que con su impetuoso abolengo, la dama interpretaba frente al teclado una balada del París de los sesenta, un entrañable amigo comenzó a imitar desde su boca el rítmico chasquido del ride cimbal que requería el acompañamiento. Lo menos que se podía imaginar el brother es que con su instrumentalización vocal me lanzó de pronto hacia una década más honda en el registro audiovisual de mi generación. De momento, me disgregó la irrupción metálica de un soundtrack en pleno New York de los 70 y una opening scene que llegó a encender la imaginación peregrina de la muchachada de entonces. ¿Cuántos de los que alcanzamos a ver Shaft en la Isla no apetecimos, música en fondo, caminar por aquellas episódicas avenidas de la Gran Manzana? Imágenes emancipadoras que convertirían lo trivial de un recorrido urbano en deuda inexorable de por vida. El tema musical de Shaft (1971), considerada la primera película del género blaxploitation, fue la consagración del compositor Isaac Hayes, no sólo por el ritual del Oscar, sino porque -como pocos- resumió en sus notas el sonido de una época imborrable. Lo mismo para New York que para La Habana. En cada una, a su manera.
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viernes, 25 de enero de 2008

(Sin título)

Rosie Inguanzo

(Para Carlos Pintado, por recordarnos que la poesía puede reconfortarnos)

Y arremeto terrible contra la agonía. Contra el pánico salvaje que me inunda. Busco desesperada la mitad de mi lumbre. La mirada extraviada, la palabra indecisa, la boca cuajada por el desespero. Ay si el pecho se anega si el sueño se hunde si le traigo a la analista detalles de una historia que se apaga. Ay si se entrega la biografía malograda de un nadie contra la marea, un nadie arreando bellezas con las que irse a dormir. Nadería que sucumbe ante el espejo voraz cual fantasma implacable. Un desamparo más contra la marca humana, ungido en la luminosidad miamense de un cielo infinito. Hay palabras que resbalan hacia el fondo cual cuerpo inerme que nadie reclama. Palabras abandonadas por las gentes, palabras que sirvieron de asidero a alguna lujuria a algún fuego fatuo, alguna tibieza de carácter, alguna tristeza, abandonando su sentido desfasadas. Pero hay palabras que se juegan su infecundo desespero, palabras extinguidas en su aliento, encharcadas de tos, desgranadas cual pústulas, granos del deseo, palabras caverna de otro miedo singular, palabras que no ayudan a vivir más bien restriegan el dolor de la muerte, palabras náufragas en un mar atroz. Palabras sanguinarias, incipientes de Dios y al mismísimo fuego refutables, palabras como hijo inerme, las duras palabras que articula una loca, un solo desespero.

jueves, 24 de enero de 2008

¿Habrá felicidad más allá de...?



Tumiamiblog
Ayer hojeaba una edición de 1966 de El Hombre unidimensional de Herbert Marcuse. ¿Lo recuerdas? Libro fundamental de los 60, diagnóstico de la decadencia del aún vivo “capitalismo industrial” (el Japón de los 80 no había llegado aún, mucho menos la China de los 2000). Símbolo de “la nueva izquierda” -a la derecha de la URSS y el susodicho- que duró lo que un merengue en la puerta de un colegio. El pensamiento unidimensional es una actitud de debilitamiento… que implica un auto-lavado de cerebro en una fase superabsorbente y superadaptable del capitalismo. ¿Y nosotros? La masa anómica y “feliz”, que después de un día largo de trabajo espera a que llegue la noche, para meternos en la cama a ver Lost u otro rerun de Sopranos. Para nosotros es muy duro hablar del asunto, porque (aunque no lo crean) el susodicho nos lavó el cerebro al revés. Criticar al capitalismo -aunque fuera ciertos aspectos del mismo-, sería equivalente a defender lo opuesto (esa pesadilla que vivimos y dejamos atrás). ¿Habrá felicidad más allá del pensamiento unidimensional?

miércoles, 23 de enero de 2008

Arquitectura Zen

Daína Chaviano
(Cloud Gate de Anish Kapoor, arriba)

El concepto podría evocar una tendencia que comenzó en los años 70: la fusión cultural entre Oriente y Occidente. La referencia inmediata podría ser la música: el experimento beatle de incorporar el sitar al rock. Luego vendría la invasión filosófica del budismo, la comida (¿quién hubiera pensado que consumiríamos sushi y té en cantidades industriales?), la exquisitez tecnológica japonesa ―resultado de una cultura que rinde culto a la perfección y al detalle… La arquitectura no ha quedado al margen. Una ciudad como Chicago, hábitat emblemático de Norteamérica, propone proyectos arquitectónicos inspirados en la esencia del budismo zen. Imagine una ciudad con esculturas o edificios cuya contemplación sugieran lo contrario a la civilización tecnológica que los originó. Imagine una escultura de acero inoxidable, parecida a una nube o un frijol (en dependencia de su grado personal de romanticismo), cuyas posibilidades de reflejar el mundo sean tan ricas que el espectador se siente atrapado en ese universo de imágenes inversas a las del mundo en que vive. Imagine un edificio que logre captar la viscosidad del líquido o que parezca la instantánea fotográfica de una onda acuática, como la que se forma al arrojar una piedra a un lago. Imagine un habitáculo humano que remede una caracola marina e invite al trance meditativo… La escultura Cloud Gate, del escultor anglo-hindú Anish Kapoor, se ha convertido en un punto de peregrinación obligada en la mencionada ciudad. Para 2009, el edificio Aqua, de la arquitecta Jeanne Gang, será una escultura habitable que rendirá tributo al elemento de su nombre. El Chicago Spire, inspirado en el diseño de las caracolas marinas, estará terminado en 2011. Su creador, el arquitecto-escultor Santiago Calatrava, resumió la poética conceptual de su obra en términos que podrían ser los de un versículo sacado de un Upanishad occidental: “Cuando uno habla de proporción, ritmo y naturaleza, se refiere casi a conceptos musicales. En la música, es algo que ocurre y que no puede apresarse. En arquitectura, es algo que sucede, pero que uno puede retener”.

martes, 22 de enero de 2008

The Inner Life of Martin Frost: Paul Auster


Amílcar Barca

Hacer una película inspirada en ti mismo no siendo tú el protagonista y viendo colgadas tus fotografías familiares en la pared, podría parecer un acto de narcisismo supremo. Viniendo de Paul Auster, sin embargo, es un acto de humildad. La historia es sencilla y minimalista: Un escritor y una mujer aparecen conviviendo juntos en una casa por una simple casualidad. La misma, va dar pie a una sucesión de hechos y encuentros imaginarios entre los dos personajes. Al final de la película, el viernes pasado, en el Bill Cosford, una periodista de Miami nombró un elemento que me despertó la curiosidad y me permitió entender lo que pretendía el guionista de Smoke y Trilogía en Nueva York “me he leído el guión y no se parece en nada a la película”. Paul no ha utilizado los recursos clásicos que ofrece el cine para el drama o la quimera, simplemente ha puesto en escena un guión como si lo más importante sólo fuera el texto. La película parece un excelente manual sobre la soledad, la metaescritura y el amor-deseo de un escritor, leído antes de entrar en escena. Rodar implica un “juego de artificios” tal como afirmó en una entrevista al final. Pero el resultado, a mi entender, esta menguado de pólvora y espectáculo. En cambio, hay una confusión explícita construida a partir de su clásica trama de muñecas rusas: divertida, acompañada quizás de momentos y de frases hechas -como una cita a la situación actual de Bush- y con un final relativamente apacible y esperado. Leer una intriga no es lo mismo que fotografiarla en movimiento. Pero no quisiera desmerecer el travelling en que se inicia la historia. Una adoración objetual por la máquina de escribir que en muchos momentos funciona como una la tercera actriz y la interpretación de David Thewlis (Besieged, de Bertolucci) como Martin . O el corto papel de su maravillosa hija Sophie Auster como Anna, un niña que se la dejan al escritor para que la cuide. Y para acabar, decirles que antes de iniciar el film, su director se dirigió a la platea con unas palabras tan sencillas como esta “Prepárense a ver una película un poco extraña...que la disfruten. Muchas gracias”. (Y las luces se apagaron).

lunes, 21 de enero de 2008

Cléo de 5 a 7



Tumiamiblog

En Cléo de 5 a 7 la protagonista (Corinne Marchand) es una cantante presumida para quien “la fealdad es como la muerte”. Caprichosamente bella, supersticiosa y engreída, Cléo encarna la llamada “mala fe” (mauvais foi) sartreana (una especie de hacerte la que no sabes sabiendo). Imaginen a las Paris Hilton o las Britney Spears de hoy de protagonistas, deambulando las calles del Paris de los 60 tempranos (los cameos de un joven Michel Legrand, Godard y su mujer Anna Karina, no están ahí por gusto). Casi en tiempo real, la cámara exquisita de Jean Rabier nos regala un fragmento de la vida de Cléo entre 5-7pm (horas cruciales para quien espera por el resultado negativo de una biopsia). Más allá de la crítica existencial de la estrella pop, la directora Agnès Varda nos presenta su versión proto-feminista del flâneur baudelaireano. Cléo no es el objeto plácido de la mirada masculina de À une passante en Las Flores del mal, sino el escape imposible de la mujer moderna. En la versión feminista de Varda, Cléo huye de sí misma hasta encontrarse, reticentemente, en la oscuridad de la noche citadina.

sábado, 19 de enero de 2008

Adalberto Delgado: Comentando en tumiamiblog

Mundo bizarro de Alfred Kubin

Tumiamiblog

Ya desde niño Alfred Kubin (1877-1959) idealizaba su mundo extraño. Maestro del limbo infernal, misterio color sepia, de trazo a plumilla o carboncillo, lánguido y decadente, el austríaco/checo Kubin entra por la puerta grande debutando con Der Blaue Reiter. Discípulo estilístico de Redon, el simbolismo macabro de Kubin tiene mucho del Ensor tardío (en su redomado sarcasmo) y de Klinger y Félicien Rops (en su necrofilia). La originalidad de Kubin está en su sinopsis maestra, pericia que sintetiza lujo y suciedad, coraje y horror, esperanza y abatimiento; todas puertas consumadas de los deseos íntimos del corazón. En Kubin (y en Kafka, su compatriota cercano), el amor termina en la cloaca, la beldad física es mancillada, el linajudo acaba en el fango, el poderoso, hecho trizas. Vivimos el reino de la fobia, lo impredecible de la desolación y el misterio. Kubin (influencia de los surrealistas) fue precursor de ese género pulp bajo, casi vulgar e irónicamente exagerado que inspiró a maestros como Francis Bacon, Arnulf Reiner, Torpor, Franz Blaas, Joe Coleman, Kokolia y Peter-Witkin. En su única novela, Al otro lado, que él mismo ilustró, Kubin nos deja ver su mundo (traduzco fragmentos de la edición francesa L'Autre côté): Lo extraño, grandioso o cómico de la existencia encierra el mismo secreto de lo elevado, lo penoso y lo indiferentemente cotidiano [….] Ser artista consiste en descubrir el absurdo de la existencia con la creación; fino velo que cubre el abismo de las fuerzas caóticas y que poco significa para nosotros en comparación con el mundo aparente de nuestra verdad (verdad ilusa y etérea como el denevir del tiempo).

viernes, 18 de enero de 2008

La segunda revolución cubana, vista desde el pasado


Alfredo Triff

La i-carta que presentamos a continuación fue hallada en una burbuja oculta de un clúster p·4ª, al parecer escrita hace más de 50 años, en enero del 2159, por el líder del P/26, antes de la llamada segunda revolución y su secuela: La secesión, la segunda migración y 46 años de dictadura que culminaron con la primera invasión de La Habana por Los Estados Unidos en 2195:


La Habana 2159,

Yuari… te escribo con mucho riesgo desde una terminal Malecón improvisada en casa de Rolandito. Ayer me reuní con el grupo de la FEU-H en casa de Tito . Ya está decidido: Asaltamos el Virtual Ministry y desde allí lanzamos una proclama de aviso a las células del P/26 en Old Havana y a los rebeldes de la sierra virtual en el Parque Interactivo de Oriente. Por su parte, el grupo de Miami tiene como meta volar el Intercostal Miami/Havana… un gesto simbólico que catalice la lucha. Hace tres días que no duermo, estoy a base de metacoca. Entre la poli y Buró Federal Habanero no nos pierden el rastro. Creo haber pasado el filtro Sibo-3 sin detección para dejarte este mensaje permanente en la burbuja. Déjalo ahí como testimonio de mi último deseo. ¡No más estado 51! La patria será libre.
¿De qué nos sirve esta libertad ficticia sin independencia? La segunda revolución del centenario se acerca. El sueño martiano hecho realidad…

Patria o muerte.

jueves, 17 de enero de 2008

(sorpresas te la de la vida) En el fin del mundo


Au bout du Monde
Uploaded by nicop


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Konstantin Bronzit es uno de los mejores animadores del momento, por su dominio de la trama y su invención de técnicas alternativas. A primera vista llama la atención ese humor quirky, de metáfora realista, sin ambages. Por ejemplo, el film Au bout du monde (Folimage) acaparó la atención de los jurados en los festivales internacionales de animación más importantes de Europa. La familia vive en una casa en el pico de una loma: vaca, perro, gato, hombre, mujer y pajarraco. ¿El problema central de la vida? Mantener la casa en equilibrio. Y como es de esperarse, cualquier incidente, por nimio de sea -desde el mojón del bovino hasta el merodeo inoportuno del ave- puede alterar el precario balance de las cosas. La más reciente producción de Bronzit, Lavatory Lovestory (2007), ya está dando que hablar. Enjoy!

martes, 15 de enero de 2008

La poética del casquito de guayaba



Rosie Inguanzo
Cuentos fotogramas: El hermetismo suicida de aquella joven batida por la brisa de Guanabo y la desesperación quieta de la locura (garra que tan bien conoció Cabrera Infante), en “Abril es el mes más cruel”; la pareja de exhaustos amantes merendando en El Carmelo o en La Rampa (que no por casualidad está al lado del cine...), el batido de helado de chocolate, el club sándwich a medio comer sobre el mantel de hule... el toque de tambor donde se fragua el adiós, en “El gran Ebbó”. Registro gráfico de un escritor que amó la noche, la ciudad y Un oficio del siglo XX, el cine. Cabrera Infante se planteó sus libros como películas, lente verbal que trazara hechuras y ocultamientos (me mortifica que muriera Cabrera Infante sin haber hallado la última palabra, el epitafio de la muerte del tirano). Nada como su chispa verbal, la degustación de la palabra y su profanación, la sensual manipulación del significado. Cuentan que después de renunciar al cargo diplomático en Bruselas, contempló la posibilidad de establecerse en España, pero que desistió por una razón ineludible, poderosa: no podía soportar la tortura de ver Casablanca doblada por actores españoles. Bogart entre el humo y la bruma del bar “ –¡Eh tío, te voy a dar un tortazo!”, bastó para que el cinéfilo recogiera sus trastos y se estableciera en Londres. Antes de su muerte, un querido amigo, lente en mano, fue a Londres para fotografiarlo. Miriam eludió la visita entre hospitales y una llovizna pertinaz. Mi amigo y su esposa colocaron frente a la puerta de la casa los casquitos de guayaba por encargo, como especie de tributo, y se fueron. ¿Hacia dónde mueren los poetas? ¿A qué fondo de imágenes se cae? ¿Cómo será la vista del amanecer sobre el trópico, desde la muerte?

lunes, 14 de enero de 2008

Un carta desde el domingo


La mujer adriática


Acabo de hablar contigo y permanezco inmóvil junto al teléfono. Tu frase, “utilizaré este correo tuyo en mi novela”, me ha dejado perpleja. Mis e-mails convertidos en ficción literaria pierden la credibilidad romántica que necesitan. Hoy te he escrito. Mis guantes azules se han deslizado con dificultad en las teclas de mi ordenador. Mis manos abrigadas y rígidas por el frío perdieron la sensibilidad precisa que requiere la escritura. Sin embargo una extraña sensación de irrealidad me permitió distanciarme de ti y de lo que te cuento. La mujer que hoy te escribe no está visible. Su indumentaria esperpéntica refleja el deseo de permanecer oculta y ajena a las exigencias de lo social. Si pudiese, ahora saldría a la calle con la bata, las zapatillas, los guantes azules desvencijados, el pelo limpio y distraído y el suave olor de Eau d´Orange de Hermes. Siempre he pensado, amor, que ir como un adefesio y exhalar un parfum trés chair despertaba el celo entre los hombres. Algunas, la mayoría para ser más precisa, piensan que lo erótico es tan sólo unas gotas de perfume sobre una piel desnuda a secas. Así me he sentido yo esta  semana. Ahora, con la perspectiva de este domingo soleado y con brisa, puedo ver la historieta de mi existencia más inmediata. Comparto contigo, amor, algunas de estas viñetas que nos unen con la esperanza de que las conviertas en imágenes y en un testimonio gráfico de lo que somos tú y yo en este mundo marcado por la distancia del Atlántico.

domingo, 13 de enero de 2008

La polémica de Enrique Martínez Celaya

Rosie Inguanzo

El pasado jueves en Books&Books, el artista Enrique Martínez Celaya, entre intenso y auténtico, charló con un grupo aproximado de 90 personas, como parte del cierre de su exhibición en el Miami Art Museum. Enrique nació en Cuba en 1964 y emigró en algún momento en los 70. “Necesito leer a Wittgeinstain para poder hacer las distinciones que hago, mientas otros están capacitados para ello naturalmente”, compartió serenamente, aquejado de no “tener otra vida” para tratar de pintar como Velásquez o para ser físico. Y es que Martínez Celaya abandonó el doctorado en física en Berkeley por el arte, lo que según sus palabras significó un alivio: “ya no tendría que ser un genio de la física”.  Aún así no recomendaría a sus hijos que fueran artistas “porque hay mucha basura ya en el mundo y no es fácil lidiar con los conflictos y las dificultades intelectuales del artista”. A la pregunta de si hay un componente político en su obra arremetió contra el arte comprometido defendiendo la idea de que el arte debe tener “la vitalidad del momento sí […] me interesa la libertad individual pero el arte no es lugar donde lograr un cambio político. ¿Acaso Guernica detuvo las bombas? ¿Detuvo algún sufrimiento? La intención total de mi trabajo es traerle una propuesta ética a mi vida”. Y así nos detenemos ante su obra, en el uno a uno con estos solitarios seres colocados en un paisaje, desolados, en la nieve o a campo abierto, revolviendo al aire libre la soledad propia, el placer de un morado difuminado en la luz, el propio desamparo.  

sábado, 12 de enero de 2008

Bachelard, filósofo de la imaginación



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Gaston Bachelard (1884-1962) fue un filósofo brillante, atípico. Profesor de cátedra de la Sorbona (1940) de una disciplina muy joven, Filosofía de la historia de la ciencia, Bachelard es portador de una epistemología entre racionalista y empírica. Mucho se ha criticado esa “intuición” bachelardiana que casi le apuesta a un empiricismo histórico fallible y por tanto, enemigo de la certitude absolut racionalista cartesiana. Es acaso el primero en señalar posibles discontinuidades en el progreso de la ciencia (su obstacle épistémologique, que luego devino en el llamado episteme tan fundamental para el Foucault de Les Mots et les Choses). En la ciencia bachelardiana lo que prima es el contexto histórico que produce teorías construidas con herramientas provisionales (que pueden quedarse atrás en el futuro, por ejemplo, la relatividad contra la física cuántica). Pensamiento pre-posmoderno que le viene como anillo al dedo a filósofos de la ciencia subsecuentes como Althusser, Thomas Kuhn y Michel Foucault (acaso su mejor discípulo). Hay que vacilar ese Bachelard sicoanalítico y poético (no poesía propiamente, sino una postura desprejuicidada, que abraza el sueño, el psicoanálisis y la imaginación). De ahí libros raros e importantes, como el híbrido Psicoanálisis del fuego, (obra que inicia el ciclo de sus estudios sobre la imaginación de la materia), La poétique de la rêverie (estado duermevela bachelardiano o manera de pensar y recordar entre lo real y lo imaginado que revela el valor productor de las imágenes) o su exquisito La poétique de l’espace (1959). En este corto, filmado el 2 de octubre de 1972, Foucault resume brillantemente el caracter subversivo de Bachelard... no es un pensamiento al servicio del gran gesto dentro de la cultura, sino la actividad "menor" de hurgar en su instersticio: “Lo que me interesa de Bacherlard es su manera de jugar contra la cultura con su propia cultura".

viernes, 11 de enero de 2008

El paisajista

Dirección y animación: Jaques Drouin
Poema: Jorge Luis Borges

Si el sueño fuera (como dicen) una tregua,
un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?

jueves, 10 de enero de 2008

Exilio, estilo y cementerio


Tumiamiblog

El exilio puede ser torcido: Bendición primero, maldición después. Joseph Brodsky es un ejemplo. La ironía del exilio brodskiano fue pasar de poeta de la resistencia a poeta del establishment (laureado y Premio Nóbel). Opuestamente a su amado Ovidio, Brodsky no termina en tierra de bárbaros, sino en el reino de la democracia. Pero la poesía en el reino de la democracia es una actividad arcaica y fútil. Fracaso del estilo; de innovador, Brodsky se torna en cauteloso conservador, autor de una poesía nostálgica de mal du siècle que lo transporta a un pasado no vivido en su adorada “ciudad Penélope”, Venecia (algo que irritaba tanto a sus colegas poetas). La nostalgia de Brodsky termina en el cementerio: Aunque murió en New York, el poeta fue enterrado, no en la Venecia del norte, su ciudad natal San Petersburgo, sino en la ciudad de Marco Polo y Calvino, no lejos de otro poeta exiliado (y fascista), Pound, aunque más cerca de un compatriota (también exilado y anticomunista), Stravinsky.

miércoles, 9 de enero de 2008

Don't cry for me Argentina


Alcides Herrera

Al viejo lo avergonzó quedarse atorado en el túnel, a pocos metros de la bóveda. No estaba gordo gordo, pero la hinchazón del alcohol se volvió contra él, contra su plan. Salió en los periódicos de la nación y hasta los que no lo recordaban lo volvieron a tener en mente al menos por un rato, reforzando la imagen de su caída. Knock out mundial, carnet de retiro. A los 20 ya asaltaba bancos y adquiría notoriedad entre quienes la notoriedad vale de algo. En lo que empezó a ser “lo suyo”, el trabajo más limpio y eficiente que se podría hallar, el más deportivo, se hizo maestro cirujano. Por supuesto, la actividad no se reducía a esta delincuencia que, según el librito de Robin Hood, entra en los parámetros del civismo (se aparecía con televisores en las villas miseria cuando todavía tenía ideales): de vez en cuando aceptaba trabajos que podríamos considerar -ya que somos buenas personas- sucios, malvados si se quiere. Andaba con pistola y era instrumento, en este orden, de su jefe provisional, de sí mismo y del karma de todos. Los vecinos y amigos, que siempre ven lo que les ocurre a los otros como si se tratase de una película (alguien fallece todos los días en tu lugar), nunca dejaron de pronosticarle una muerte violenta. Claro que no pensaban en un accidente sino en una ejecución, en la vida cobrándote de vuelta, en el clímax por fin. Sin embargo, como suele ocurrir en tales casos, al viejo se lo llevó otra cosa. Más bien dos. Espero no ofender su memoria nombrándolas: primero que todo, la vergüenza por el suceso del túnel y la forzada jubilación; en segundo término, el whisky malo. La primera debe haber invitado a la segunda y el hígado no resiste ninguna de las dos. Cuando ya sabía que no iba a salir del hospital, quiso despedirse de los amigos, destrabarse, pasar la corona. En esos casos el amigo, de la calle también y con manejo callejero, cómplice también, pregunta “¿Qué hago?”, y se supone que el futuro difunto de instrucciones, pues alguna cosa queda pendiente cada vez que alguien se nos va: alguien se hubiera tenido que ir con nosotros. Cuando le tocó el turno a su hijo adolescente –que no conocía aún la calle pero sabía lo que se suele preguntar- y el viejo volvió a oír “¿Qué hago?”, ahora en boca de su sangre, éste le dedicó su última mirada paternal y implemente dijo: “Sé silencioso y peligroso como tu hermano”.



martes, 8 de enero de 2008

Miami en enero


Isabel Alfonso

Desciendo por Biscayne. Ventanillas abiertas, brisa natural. Compruebo si otros sienten lo mismo que yo. Nada. Todos los carros con las ventanillas cerradas hasta arriba. Él, en su Volskwagen (último modelo). Aquella, acicalándose con su creyón Revlon en plena intersección. Todos herméticos y poco hermenéuticos. ¿Cómo es que llegué a parar aquí? Qué gente tan inerte. Sin embargo, nosotros también tenemos nuestro caballero de París. Un tipo aindiado, de dreadlocks y pañuelo, siempre haciendo mudras, comunicándose con la otra dimensión. El tipo aindiado recorre Miami de punta a cabo caminando... puentes incluidos. Regreso al principio. ¿Cómo es posible que recuerde detalles de mi niñez y se me olviden tantas cosas del momento en que llegué a esta ciudad? Mike Stern sonando en la 88.9. Menos mal que no hay gallos en Biscayne. “¿Cómo es que recordamos?”, me pregunto. Recordamos porque existe el tiempo. Reconocemos nuestra progresión en su transcurrir. Me doy cuenta entonces que mi sentido del tiempo –aquí— ha cambiado. De mi segundo nacimiento –la llegada–, recuerdo sólo lo que quiero recordar. La acumulación de horas-minutos-segundos se reduce. El tiempo se condensa y la distancia entre mi tiempo y el tiempo real se expande. Tengo tantos espacios en blanco que termino viviendo menos de lo que he vivido. En vez de quitarme edad termino quitándome años de estadía. El “hace cuánto tiempo que llegaste” me eriza los pelos, porque no he acabado de llegar. Luz roja. Tiempo anulado. Otra vez. Cruzando la calle, justo enfrente de mi carro, el tipo aindiado con dreadlocks y pañuelo me intercepta con la vista. Hace un mudra con la mano. Creo que me lee el pensamiento. 

lunes, 7 de enero de 2008

Crónica del Día de los Inocentes (Barcelona)


Amílcar Barca

10.00 pm: La película
Plácido de Berlanga en el Canal Cuatro. Primeros síntomas de malestar estomacal. 10.13 pm: Cuando Plácido visita a su mujer como limpiadora de baños públicos, el turrón de coco y el de avellana achocolatado salen desleídos en varios vómitos de mi boca y empañan la taza y el piso del apartamento. El autor de este artículo tiembla y un sudor frío humedece su cuerpo. 11.15 pm: Se avisa al médico de guardia y, al cabo de 20 minutos, cubierta con un anorak azul y un gorro soviético, una médico cubana de Camagüey y residente, me invita a ir al hospital de inmediato. Diagnóstico: una hidratación acelerada debido a una gastroenteritis; los vómitos no se detienen. 11.40 pm: Dos enfermeros me anuncian que lo mío no es una inocentada sino una “pasada de manduca” (comida en el slang catalán). Una pequeña alucinación aparece y me veo postrado en la arena de Key Biscayne para calmar mis constantes retortijones. 00.00 am: El día de los Santos Inocentes ha finalizado. 00.20 am. Llego al Hospital Clínico. Me anuncian que el tiempo de espera oscila entre cinco y ocho horas. 00.47 am: “Va a tener suerte. Lo vamos a llevar a la planta cuatro a cirugía estomacal... ¿Pero oiga Ud. no debe estar tan mal si está leyendo a Sándor Márai? Me dice una médico de urgencias, “es que perdone, soy hipocondríaco y prefiero imaginarme que no estoy entre enfermos de verdad”, le respondo. 00.58 am: Planta 4. El médico Jefe: “lo siento se han equivocado, tendrá que regresar a la planta dos”. 04.10 am: Me atienden. Entre las bambalinas escucho a un galeno que le dice a un emigrante ucraniano herido: “No puede levantarse señor. El cuchillo le ha perforado el estómago y parte del pulmón derecho. El asesino sabía lo que hacía”. A mi izquierda, justo a pocos metros, se oye una enfermera amonestando a un paciente “haga el favor de estarse quieto señor” y el viejito-verde le responde a continuación: “que bonita es ud... je je je”. Al sujeto le atan las manos por prescripción. 06.10 am: Molière viene a mi mente y me ayuda: “Doctor parece que me encuentro mejor. El suero ha hidratado ya mi cuerpo (mentira cochina) y las ganas de vómito han menguado”. 05.00 am: Pido el alta. 06.00am: Pido el alta de nuevo. No concedida. 7.10 am: Salgo con el papelito verde en la mano. Tomo un taxi y el alba tiene el mismo color que mi humor. La frase hecha: “Hay gente peor que tú” se transforma en un deseo que dice: “Yo voy a estar mejor que la gente”. Mi compañera sentimental que me ha ayudado en todo este proceso “quirúrgico” me replica: ¡Qué inocente llegas a ser!

domingo, 6 de enero de 2008

Repete de Michaela Pavlatova



Tumiamiblog

¿Creamos hábitos o son estos los que nos crean? Repete de la realizadora checa Michaela Pavlatova (nacida en 1961) explora el gancho del determinismo; diario hacer, trivial y nimio que automatiza la vida. El tipo del sombrero pasea el perro mientras la joven apurada lo persigue con la mirada; un depresivo a punto de ahorcarse antes que la mujer lo salve; la íntima escena del coitus interruptus o el hastío matrimonial (él lee, ella le trae la comida y le pide atención, él se la come y la ignora). Con su lupa mágica, Pavlatova nos transporta al núcleo del cambalache antes de…, falta en punta, ventana al suceso paralelo, guión posible de otra ficción. El perro se cansa, el depresivo sonríe, el beso se alarga. Esta vez, la tipa con el plato no le apaga la lámpara al marido. ¿Podrá la arandela del engranaje de la causa trastocar el efecto? ¿Qué prefieres, círculo, espiral o laberinto? Pavlatova le abre la puerta al caos y por ahí entra la duda de Pascal, el titubeo de Bernoulli, la bola perdida de Bayle, el indeterminismo de James y la incertidumbre de Keynes. ¿Por qué la sonata (la forma más pulida de la historia de la música) termina siempre da capo?
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Graduada de arquitectura y diseño de la Academia de Arte de Praga, Michaela Pavlatova ha recibido la nominación al Oscar y el Grand Prix de Montreal por su film Words, Words,Words (1991). Repete se llevó el Grand Prix en el Festival de Animación de Hiroshima y el Golden Bear de Berlin. Pavlatova ha tenido retrospectivas de sus filmes en Francia, Estados Unidos, Portugal, Inglaterra y Checoslovakia. Su más reciente película es El carnaval de los animales (corto erótico que pronto pasaremos en tumiami).

sábado, 5 de enero de 2008

Bajofondo Tango Club

Jesús Rosado

La gran reforma del tango se remonta a los 50 cuando los músicos Mariano Mores y Anibal Troilo reconsideraron su bohemia e incorporaron innovaciones sonoras y literarias. Pero fue el temperamento de Astor Piazolla el que consumaría su conversión a los nuevos tiempos, un revisionismo autoral que fue tan radical -a la par que atractivo- que parecía que el género estaba al tope de las recontextualizaciones. Era como si los placeres del tanguero hubiesen colmado el techo. Sin embargo más que el hombre, como afirmaba el Barón de Verulam, “el tiempo es el máximo innovador”. Lo que no logra el poeta, lo consigue la caída de las hojas en otoño. El mundo de la música contemporánea asimiló la vorágine del desarrollo industrial. Se aliaron armonías establecidas con los aportes de la electrónica y el tango se enriqueció con las fusiones. Un tango de nuevo tipo, más urbano que nunca, contracultural y teñido de azul neón abandonó el arrabal para internarse en las discotecas o compartir espectáculos con los astros de la música digital. Jazz, rock, hip-hop y ritmos techno se mezclaron con la milonga, el candombe, la murga y el malambo y complicaron el rompecabezas mestizo que desde sus inicios nació junto a las guitarrerías, el lunfardo y los episodios del bandoneón. De pura vanguardia el tango se ha hecho posthistoria. Han surgido numerosas agrupaciones que están trabajando el legado con los resultados de tan diversa amalgama cultural. De entre ellos se hacen notar nombres como Tanghetto, Gotan Project y Bajofondo Tango Club, este último una banda experimental integrada por siete músicos colosales cuyas recreaciones oscilan entre el excentricismo ingenioso de Luciano Supervielle, pianista y DJ fuera de serie, y el lirismo vanguardista de Gustavo Santaolalla, el célebre guitarrista y compositor. Con Bajofondo ha colaborado lo más selecto de la música argentina y uruguaya de la actualidad, se han presentado en escenarios de primer nivel y si la genialidad de sus componentes no sucumbe al sensacionalismo y a lo efímero del estrellato farandulero, si a la larga no ceden en originalidad, tal vez estemos hablando desde ya sobre los clásicos de una nueva era rioplatense.

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jueves, 3 de enero de 2008

Ambos y nuestra república bananera



Alfredo Triff

Después de leer la lista interminable de propiedades del general Batista en Cuba al pairo de William Navarrete, es difícil abrigar esperanza alguna. Ciertamente vivíamos en una república bananera. Es curioso, la única defensa que he escuchado de Batista es que era “menos malo” que lo que vino después. 

Batista fue nuestro emperador moderno: dueño de centrales (como el Washington, el Constancia y el Andorra), propietario de innumerables compañías inmobiliarias, terrenos y fincas (la Yemayá un regalito, y la Kuquine), accionista de poderosas industrias (la Compañía Técnica Cubana, la Siropex, la Compañía de Cemento Santa Teresa), incluso con el control de ¡la prensa! con el vespertino "Alerta", el Canal 12, el semanario "Gente", la RHC Cadena Azul y Unión Radio (aún así había libertad de prensa: Bohemia lo hizo talco). 

Castro es el aufhebung de un Batista más pulido; cara del totalitarismo para tiempos modernos. Ambos en función del poder y las armas, ambos aparentemente nacionalistas aunque  incondicionales a la potencia extranjera de turno (en épocas distintas, cada potencia los consolidó en el poder). 

Olvidaba lo mejor: ambos inmensamente ricos.

miércoles, 2 de enero de 2008

La historia se repite


Tumiamiblog

En su Principia Ethica (1903), el filósofo británico G.E. Moore nos pide imaginar dos mundos: uno absolutamente bello y otro que es exactamente su opuesto. Desde la óptica de Moore resulta obvio que la primera opción es mucho mejor que la segunda. Quisiera reelaborar el experimento e imaginar el mundo de la revolución de enero de 1959 que nos tocó vivir, con sus multitudinarias convocatorias, la voz varonil del líder por el micrófono, la adoración mayúscula, sus largos años de insensatez. Ese mundo acaeció como resultado de individuos que lo anhelaban como la realización de los mejores ideales de nuestra historia. ¿Cómo puede ser que nadie desee un mundo así? No lo habían vivido aún, se diría. ¿Quién en su sano juicio desearía retrotraer la historia a enero 2 de 1959? Pero no hay contradicción alguna en desearlo de nuevo. Esa misma multitud daría cualquier cosa por revivir “la razón” del momento, el absurdo misterio de su error, su por qué. Ese sueño de la razón que produce monstruos. 

martes, 1 de enero de 2008

Uva por deseo


Rosie Inguanzo
Uva por deseo: doce burbujas dulces caen en la boca, una se desvanece enseguida en breve explosión de silencio –y está bien su misterio; no hay que estar al tanto de todo lo que se desea. Quedan once fe, once mañanas réstale al deseo, once. Y una saca deseos que arden engavetados: salud (no habría que pedir nada más pero es noche de derroche y Yemayá comprende estas cosas), libertad, sensibilidad, espiritualidad y sexo, arrojo y destreza, arte mucho arte y música (que son otras formas de espiritualidad), poesía para reenamorarnos de las palabras y apurarnos las tristezas, palabras para ungir de sentido emociones e ideas, comer bien alimentándonos, vino mucho vino (que es una forma de la alegría), joi de vivre como segunda piel, rutas como brazos largos, que el trabajo sea suave y bien remunerado, que los viejitos remedien sus achaques y los niños sigan enseñándonos a no dejar de serlo, cine mucho cine (¡qué vicio!), y amigos cumplidos de deseos con quienes compartir las bendiciones (ya me pasé de la cuota). Amén.