Tumiamiblog
En la vida ocurren cosas insospechadas... por ejemplo, uno no puede evitar un terremoto mientras duerme en su cama. Nada que reprocharse, a no ser que pensáramos que a uno le ocurre el terremoto por estar ahí en ese momento. Quiere decir eso que sin Pedro no habría el choque de Pedro. Y tiene ese nombre porque su madre odiaba el nombre Juan Alberto que quería su padre y así sucesivamente. ¿Cuál es el propósito de recrear una vida que no sea la del choque? Ese raro examen le da cierta tranquilidad: Ahí tendido, sin dolor, sin preocupación alguna ponderando el peso desnudo de lo inevitable... cuánto hay por pasar que no ocurre porque debe pasar. Todo está conectado: Por no ir al Pub, por ir a trabajar, por tener esa profesión y no otra, por gustarle tanto ir al taller de su tío Fermín cuando era niño, por haber sido sobrino de Fermin, por ser hijo de su padre, por éste último casarse con su madre y por todo lo que tenía que pasar en el mundo antes de Pedro, pero que tenía que terminar con esa derecha, hoy, en la calle ocho. Si la emigración de sus abuelos desde Cataluña en el siglo XIX (tanto como la derecha) tienen que ver con el choque, entonces las migraciones de todos los pueblos del mundo está conectada de alguna manera con el accidente. Incluso las vidas de esos grandes hombres de la historia que su tío Fermín le hablaba. Luego, éste mundo con su historia es el mundo del choque de Pedro. Y ahora no sabe cómo reaccionar a esa idea de que todos los anales del mundo apuntan a su fatídica derecha en la calle ocho. Intuye que le toca otra suerte... extraordinaria, como la de un testigo imparcial, incluso generoso de su propio infortunio. Y lo disfruta. No tendrá que continuar cavilando, pues todas las causas del mundo están conectadas entre sí. No hay motivo de dolor, sino una profunda quietud. La de saber que cualquier causa en el mundo antes y después de hoy es parte de su choque, y Pedro deviene, por tanto, en causa y efecto de todo.
En la vida ocurren cosas insospechadas... por ejemplo, uno no puede evitar un terremoto mientras duerme en su cama. Nada que reprocharse, a no ser que pensáramos que a uno le ocurre el terremoto por estar ahí en ese momento. Quiere decir eso que sin Pedro no habría el choque de Pedro. Y tiene ese nombre porque su madre odiaba el nombre Juan Alberto que quería su padre y así sucesivamente. ¿Cuál es el propósito de recrear una vida que no sea la del choque? Ese raro examen le da cierta tranquilidad: Ahí tendido, sin dolor, sin preocupación alguna ponderando el peso desnudo de lo inevitable... cuánto hay por pasar que no ocurre porque debe pasar. Todo está conectado: Por no ir al Pub, por ir a trabajar, por tener esa profesión y no otra, por gustarle tanto ir al taller de su tío Fermín cuando era niño, por haber sido sobrino de Fermin, por ser hijo de su padre, por éste último casarse con su madre y por todo lo que tenía que pasar en el mundo antes de Pedro, pero que tenía que terminar con esa derecha, hoy, en la calle ocho. Si la emigración de sus abuelos desde Cataluña en el siglo XIX (tanto como la derecha) tienen que ver con el choque, entonces las migraciones de todos los pueblos del mundo está conectada de alguna manera con el accidente. Incluso las vidas de esos grandes hombres de la historia que su tío Fermín le hablaba. Luego, éste mundo con su historia es el mundo del choque de Pedro. Y ahora no sabe cómo reaccionar a esa idea de que todos los anales del mundo apuntan a su fatídica derecha en la calle ocho. Intuye que le toca otra suerte... extraordinaria, como la de un testigo imparcial, incluso generoso de su propio infortunio. Y lo disfruta. No tendrá que continuar cavilando, pues todas las causas del mundo están conectadas entre sí. No hay motivo de dolor, sino una profunda quietud. La de saber que cualquier causa en el mundo antes y después de hoy es parte de su choque, y Pedro deviene, por tanto, en causa y efecto de todo.
Guau. A ver... estoy tomandome un cafe porque....porque alguien no se lo tomo antes que yo y me gusta porque a mi madre le disgusta... que delicioso enredo!
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Newtonian determinism. Esta bien, pero no te parece que ese proceso discursivo conmina a una pasividad, al "no matter what you do", al "learned helplessness/hopelessness" de los cubanos, por ejemplo. Me voy para la calle ahora, deja ver si no esta escrito, mucho antes que mis bisabuelos vinieran de Islas Canarias que iba a chocar en la esquina.
ResponderEliminarBueno el relato de tumiami es equivalente a darle cuerda al reloj al revés. Pero te da una visión del mundo que normalmente no te permites. Ahí está la fuerza del pensamiento de buscar las causas de las cosas. ¿Y dónde queda en todo esto el libre albedrío?
ResponderEliminarBuen cacho de post de tumiamiblog durante la feria del libro.
ResponderEliminarInsisto, esto es Teoría del Caos. El texto de Tumiami se explica a partir del "efecto mariposa", que establece la secuencia causa-efecto y que se origina en el antiguo proverbio chino "el leve aleteo de una mariposa puede causar una tormenta del otro lado del mundo". En "A Sound of Thunder", un relato escrito por Ray Bradbury en 1952, éste principio es recreado literariamente tal como lo ha hecho el post. Un tema inagotable, fascinante y que de seguro entraña un eco en alguna zona del tiempo y del espacio.
ResponderEliminarBuen cacho de libro puesto de post durante la feria de Miami.
ResponderEliminarSolicito copia al autor por que así lo queremos El Big-Bang y yo.
Un final inevitable?
ResponderEliminarGracias. Me da gusto imaginar que esta respuesta apurada es ya un pasado que acrecienta efectos por venir.
ResponderEliminarCasualidad o causalidad?
ResponderEliminar¿por qué pedro y no juan o mateo? ya desde la negación, o cuando te quedaste dormido, la gente siempre la coge contigo; ahora en estás en el hospital, inmóvil, pensando como un loco en lo que te pasó, pero no hay nada que puedas cambiar, la justicia divina ha sido administrada: perdónalos padre, porque no saben lo que hacen.
ResponderEliminarTengola solucion: Saco a pasear el perro por la calle 8 y casi que me lo arrolla un tipo en un carro que iba comiendo mierda. Es Pedro, pero debido al frenazo, me doy cuenta que el carro de un borracho casi que se sube al conten de la 8 y sigue su camino.
ResponderEliminarEn resumidas cuentas, mi perro le salvo la vida a Pedro.
Gracias Cabron. Ahora te toca a ti terminar la historia con otra alternativa.
ResponderEliminarJR: Estas claro. El escritor Philip Pulman comenta que si un estornudo genera una carga de aerosol de hasta miles de millones de particulas, es posible que estemos aun estemos respirando particulas de personalidades famosas como Platon o Cleopatra (por mi parte prefiero la bacteria de la egipcia).
AT: Eso es asumiendo que la egipcia hubiera tenido buen aliento, que no hubiera lanzado miles de bacilos de Koch en cada estornudo, que se pareciera a Liz Taylor y no a Rigoberta Manchu sin dientes...
ResponderEliminarNo tiene el final de Hollywood: Pedro sale del coma y vuelve a la casa caminando hasta la Pequena Habana para encontrarse con su familia justo en medio del dia del pavo.
ResponderEliminarInstructivo y deprimente.
ResponderEliminarQuerido Alfredo, me ha gustado mucho, en las dos partes. Tiene el relato una densidad filosófica, escrita de la mejor manera posible tratándose del asunto que es el quid de la existencia. Dice "Hermes" que hay un plano ordinario de causas y efectos, y que hay otro plano superior donde todo es causa en vez de efecto. "La suerte no es más que el nombre que se le da a una ley que no es conocida".
ResponderEliminarnewtonian o meltonian? perdon, estaba pensando en mi betun para los zapatos.
ResponderEliminarsegun el palero josefino "siete rayos torres," lo que esta pa ti no lo cambia nadie. ni la suerte.