Jesús Rosado
Al decir del crítico Alejandro Ríos, hay un movimiento de resurrección del documental en el medio cinematográfico cubano. Obras frescas sin el maquillaje oficialista brotan de un talento alternativo que está registrando una realidad difícil de evidenciar por su acontecer insensato si no es con el apoyo de la imagen y del sonido. Ya no se trata de la referencia “revolucionarista” que pautara un habilidoso manipulador del género fatalmente castropolitizado como Santiago Álvarez, sino de jóvenes que beben de ese magisterio técnico y, a la vez, de inéditas tendencias externas para hacer laboratorio estético; sobre todo, explorando e intentando tensar contracultura con excelencia. La pieza Model Town (2007) del joven realizador Laimir Fano, que nos descubriera recientemente Ríos en su habitual programa, se encarga de ilustrar dicho fenómeno de legitimación artística en el ámbito de la Isla. Para su documental, Fano halló tema en el mítico poblado levantado al norte de La Habana por Milton S. Hershey, zar del chocolate, quien convirtiera el villorrio en una comunidad idílica para sus empleados. A partir de los testimonios de antiguos residentes del lugar, el autor cuestiona la fábula gubernamental y la torna al revés: nada ha significado progreso después del 59, sino al contrario, subsistir se ha convertido en proeza fantasmal. Fotografía, audio y edición seccionan tres etapas emocionales: el recuerdo feliz, la decadencia del presente y la revisita proustiana de una clave pretérita. El sonido revive el pasado con un jolgorio de nostalgias eufóricas yuxtapuestas. El deterioro actual no necesita énfasis, el lente se pasea por la precariedad acaecida con dramática mesura. ¿Cómo enfrentarán ahora este mentís visual los ideólogos y los historiadores comisionados del castrismo… más cuando existe la amenaza de otros Hershey por revelar: textilera de Ariguanabo, las plantas de Moa, la Goodyear de San José, los centrales azucareros…? ¿Cómo trastocar comparaciones? ¿Quién sería el Gran Tergiversador? Pareciera sugerir el cortometraje de Fano que el capital “explotaba” maniobrando sobre elementos benefactores para la vida pública. ¿Y arrasado el capital qué? La respuesta cuaja en esos rostros abrumados, que al final se reencuentran conmovidos con aquellas golosinas de cacao tras cinco décadas sin paladearlas; otrora dulzura Hershey que fuese sentido utilitario y hedonista de sus vidas y cuya pérdida se ha hecho razón permanente de tristeza.
Al decir del crítico Alejandro Ríos, hay un movimiento de resurrección del documental en el medio cinematográfico cubano. Obras frescas sin el maquillaje oficialista brotan de un talento alternativo que está registrando una realidad difícil de evidenciar por su acontecer insensato si no es con el apoyo de la imagen y del sonido. Ya no se trata de la referencia “revolucionarista” que pautara un habilidoso manipulador del género fatalmente castropolitizado como Santiago Álvarez, sino de jóvenes que beben de ese magisterio técnico y, a la vez, de inéditas tendencias externas para hacer laboratorio estético; sobre todo, explorando e intentando tensar contracultura con excelencia. La pieza Model Town (2007) del joven realizador Laimir Fano, que nos descubriera recientemente Ríos en su habitual programa, se encarga de ilustrar dicho fenómeno de legitimación artística en el ámbito de la Isla. Para su documental, Fano halló tema en el mítico poblado levantado al norte de La Habana por Milton S. Hershey, zar del chocolate, quien convirtiera el villorrio en una comunidad idílica para sus empleados. A partir de los testimonios de antiguos residentes del lugar, el autor cuestiona la fábula gubernamental y la torna al revés: nada ha significado progreso después del 59, sino al contrario, subsistir se ha convertido en proeza fantasmal. Fotografía, audio y edición seccionan tres etapas emocionales: el recuerdo feliz, la decadencia del presente y la revisita proustiana de una clave pretérita. El sonido revive el pasado con un jolgorio de nostalgias eufóricas yuxtapuestas. El deterioro actual no necesita énfasis, el lente se pasea por la precariedad acaecida con dramática mesura. ¿Cómo enfrentarán ahora este mentís visual los ideólogos y los historiadores comisionados del castrismo… más cuando existe la amenaza de otros Hershey por revelar: textilera de Ariguanabo, las plantas de Moa, la Goodyear de San José, los centrales azucareros…? ¿Cómo trastocar comparaciones? ¿Quién sería el Gran Tergiversador? Pareciera sugerir el cortometraje de Fano que el capital “explotaba” maniobrando sobre elementos benefactores para la vida pública. ¿Y arrasado el capital qué? La respuesta cuaja en esos rostros abrumados, que al final se reencuentran conmovidos con aquellas golosinas de cacao tras cinco décadas sin paladearlas; otrora dulzura Hershey que fuese sentido utilitario y hedonista de sus vidas y cuya pérdida se ha hecho razón permanente de tristeza.
Que pena no haber visto el documental...podremos verlo pronto en youtube?
ResponderEliminarMe interesa mucho la propuesta. Donde puede verse el documental?
ResponderEliminarOjalá lo suban pronto a YouTube, Cafeína. Sé que es decepcionante hablar de una pieza fílmica que no se puede ver de inmediato, pero es que, aparte de su calidad artística, el material cuestiona el triunfalismo de los "logros revolucionarios" y brinda, además, una visión de cuando el capitalismo era menos salvaje. No sé si en otros países de América se hallan huellas de la obra civilizadora de algunos grandes inversionistas extranjeros, pero a lo largo de Cuba se observan algunos de estos vestigios todavía funcionales, como en el caso de Hershey donde el antiguo servicio ferroviario sigue operando y algunas de las edificaciones civiles construidas por disposición del empresario norteamericano siguen prestando sus espacios a la vida social.
ResponderEliminarModel Town
ResponderEliminarDocumental. 14´.Color.
Director: Laimir Fano Villaescusa
Guión: Onaidy Gutierrez Álvarez
Edición: Tainá Menezes
Música: Elvira Peña Peña
Año: 2007
Contactos: laimirf@cictv.org.cu
Sinopsis: La nostalgia de los habitantes de Hershey por el pasado esplendor económico y cultural de su pueblo.
Comparto tu punto, JR. Hay algo en el film de Fano esencialmente proustiano, en su busqueda sicologica de la imagen (tambien musical); detalles, nimios, que se mueven fuera del tiempo hasta ese final de que hablas que recrea y casi redefine el "madeleine" proustiano (ahora de cacao).
ResponderEliminarPor cierto el documental se estreno en Miami en el programa "La mirada indiscreta" de Rios en el 41 (puntal cultural miamense).
El central Hershey era respetado por la burguesía como un modelo a seguir. Ciertamente en la Cuba republicana se oía hablar de esa utopía. Por lo que dicen los que lo vieron el film merece la pena. Les pido que la próxima vez que se ponga el documental que se anuncie debidamente.
ResponderEliminarJR, que no se supone que el chocolate quita la tristeza?
ResponderEliminar:)
Ya ves que no siempre, Inkie. El programa de Ríos es excelente, sólo que a veces lo noto a él estresado por el apremio de tiempo y ello atenta contra la fluidez del diálogo con los invitados. Por lo demás, Ríos cuenta con carisma y es un crítico muy certero. Pero la faceta de Ríos que merece un artículo es la de promotor cultural, una función relegada en las referencias periodísticas y que pienso es la propulsora de la dinámica del intelecto social. El domingo que fue presentado Model Town, Ríos contaba con dos invitados de primera línea: uno era Antonio José Ponte, nuestro erudito ruinólogo, y el otro era el primer violinista de Tumiami, no voy a mencionar su nombre para no subvertir modestias.
ResponderEliminarAlgun dia Alfredo nos tendra que contar su secreto para estar en (casi) tody y en todas partes. Me da una envidia...
ResponderEliminarSoy hersheyano. No porque naci en Hershey, es que me encanta el chocolate.
ResponderEliminarEl documental como género regresa en todo el mundo. Sólo hace falta ver la importancia que se le da en los festivales de cine ( Moore con la política de Bush, o Scorsese con Dylan..) o como trampolín para conseguir un Premio Nobel (Al Gore con "Una verdad incómoda"). Pero a parte de los famosos también es una fuente de nuevos descubrimientos -en temas y autores- y aún mas en la hora en que internet aparece en escena.Con la ayuda de You Tube se ha extendido como información inmediata a todo el mundo.
ResponderEliminarAmílcar
Gracias JR y Daína por poder discrepar de ustedes, ayer, con el tema de Scorsese.
Feminista, que significa "anunciarse debidamente"???
ResponderEliminarLindo post, Rosado. No se porque todo eso me trae memorias de mi infancia en Varadero. Mi tia vivia en Cardenas.
ResponderEliminarAhora solo falta ver el documental.
sí Raysa, lindo post.Y yo que vi el documental te digo que en el escrito esta la esencia.Elfinal me hizo llorar
ResponderEliminarDROSTE!
ResponderEliminarD'accord Mantilla. Cuando vi el final del documental por primera vez en casa de Pedro (alcohol de por medio, a Dios gracias) me mato.
ResponderEliminarMano, te refieres al cacao o al efecto? La imagen recursiva puede ser tema para un post de Alfredo
ResponderEliminarGracias a Jesús Rosado por su atinado comentario y les aviso que este domingo 2 de diciembre, a petición popular (el canal 41 recibió numerosas llamadas), el programa con los documentales Model Town y Margarita será repetido.
ResponderEliminarMuy agradecido también por los señalamientos críticos. Les prometo que trataré de mejorar y, por supuesto, por el aprecio ("puntal cultural", muy halagado) y la sintonía. Recuerden, domingo a las 6:00 p.m. Canal 41 y perdonen el comercial. Un fuerte abrazo para todos
Bueno, pues que tumiami ayude a recordarlo y lo anuncie con letras grandes.
ResponderEliminarJR,
ResponderEliminarMe refiero a disfrutar de su sabor, mientras que estudio el efecto en la obra del holandes Escher...
Enhorabuena tu visita, Alejandro. Soy apenas un seguidor más de tus iniciativas profesionales. A tí es a quien debemos las gracias.
ResponderEliminarYo si naci en Hershey en año 1982, el pueblo que llegué a conocer ya era el fantasma de aquello que fue en su epoca dorada. Mis abuelos me contaban como la bodega era la mas avanzada de aquellos tiempos, con todo y tecnologia motorizada en su interior. El ingenio, o como le deciamos a la refineria de azucar a las seis de la tarde sonaba sin fallar y luego venian las capas gruesas de ollin, el cual era la pesadilla de cualquier asmatico. La iglesia azul en la esquina de la carretera siempre estaba vacia pero serena. Mi tia regreso a Cuba hace dos años y me conto que desmantelaron el ingenio, cerraron el enfriadero, tambien el cine, y que las casas estan mas descascaradas y tristes que nunca. Ese es el animo que se siente en general. Muchas familias ya han permutado para otros pueblos. Aunque soy bastante joven y no alcancé a vivir el decaimiento de el pueblo a tal estado como las personas del documental ( a dos de ellos los reconoci), no pude aguantar las lagrimas. Alla se demuelen tambien los recuerdos de mi infancia y adolescencia. Yo tambien supe lo que es el no comer un peter o chocolate por años. Me siento como que no conozco a la cuna de mi nacimiento. Hasta los antiguos trenes que desde los comienzos del ferrocarril fueron rojos ahora son verdes. El ferrocarril de Hershey fue uno de los primeros ferrocarriles a nivel mundial (o asi recordaba mi abuelo).
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