Ileana Fuentes
Una canción hecha famosa por Dion en 1968 se lamenta en su estribillo de que los buenos mueren a temprana edad. “The good, they die young... I just turned around, and he’s gone...” A veces sí. A veces no. Pero cuando el estribillo se cumple, ¡qué amarga impotencia! Comenzó con la muerte de Jaime Bellechasse, pintor y escritor cubano casi desconocido, quien sufrió presidio político por siete años. Algo parecido sucedió con Arenas, con Alfonzo, con Ariza, con Guillermo Rosales, con los dos Juanes - González y Boza-, con Gustavo Ojeda, Adolfo Sánchez, con Jesús Díaz, Roberto Valero, Reinaldo Bragado, Jorge Porto... Así ahora con Carlos Victoria. ¡Qué maldición es ésta, carajo! Tirano Banderas llega a los ochenta, y aquí la desaparición de genios maltratados por la cubana vida no cesa. Fue un talento y un hombre noble, Carlos Victoria. Discreto, amable, pausado, de suave voz, y vocación para la concordia. Era –es- un escritor gigante. Practicaba -¡qué rareza!- la modestia. Nos privilegió –como hicieron los otros- con su nombre y obra. ¿Cuánta más se quedó trunca? ¿Por qué muere a edad temprana la gente buena?
Vicente Echerri
No me acuerdo dónde o en qué circunstancias conocí a Carlos Victoria, ya en el exilio, aunque compartíamos muchos amigos desde Cuba; pero nunca podré olvidar esa suerte de traviesa inocencia con que se presentaba, en su vida y en su escritura, que era también un arma y un disfraz contra la melancolía que lo emboscaba desde la niñez. De esa pugna salieron algunos de los textos más hermosos y conmovedores de la literatura cubana y, en particular, esa novela extraordinaria que es La travesía secreta, que siempre me ha parecido el mejor testimonio de los que fuimos adolescentes en la Cuba de los años sesenta. De él nos quedan esos libros y la memoria fragante de su bondad, de su nobleza de carácter, de la firmeza de sus convicciones.
Jesús Rosado
Un día del 2004, Olga Connor le preguntó en alguna entrevista a Carlos si en los 80 no había gente que lo excomulgaba por escribir desde Miami y su respuesta fue de tierna osadía para el mundo intelectual “…no me importa. Yo vivo en Miami, ésta es la ciudad en que escribo. Es mi ciudad”. Así de conciliador y esencial resolvió el dilema. De la misma manera en que solucionó sus penúltimos desconciertos. Miami es el espacio que se hizo suyo a pesar de la ajenidad. El mismo que despereza ahora, entre resignación y desasosiego por la ausencia de su tecleo trasnochado. Un paisaje que no será desleal a los pactos secretos de su permanencia, que continuará siendo el territorio alternativo de vecindarios imperturbables, con su complicidad persistente sobre los insomnios y sus soledades que llegan a ser tan habituales que van perdiendo la mística del espanto… Aquí te quedas, viajero sin despedida, repitiéndote en la penumbra que filtra tu tristeza , flotando sobre tejas utópicas y olores familiares. Residiendo en el reducto que aprendiste a desodiar incorporándolo a los mapas literarios, el mismo en que hicieras de tu apellido la certeza para rebasar olvidos.
23 comentarios:
Ahora que los obituarios van languideciendo es que Miami se empecina en tener a Carlos presente.
Es verdad, por que se van los buenos? Carlos Victoria era la nobleza personificada. Me lo presentaron una vez en una presentacion de la feria en Miami hace tres o cuatro annos. Recuerdo su franca sonrisa.
Muy sentido el escrito de Fuentes, Echerri y Rosado. Gracias.
Hermoso post para alguien que bien lo merece
No conocia a Victoria pero me sumo al dolor de sus amigos.
No hay mucho de agregar. Es muy triste. ):
Por que no se muere Elmo Hernandez
y Abel prieto?
caballero este blog no es la funeraria caballero, aunque se esta pareciendo muchisimo. "el muerto al hoyo y el vivo al pollo..." (sin que nadie se ofenda) dejen al muerto tranquilo ya.
at...
no se esta dejando respirar los posts. es uno atras del otro y se pierde momentum en los comentarios de la gente. es mi parecer que se deben dejar aunque sea un par de dias. si no tiene mucho movimiento de comentarios, bueno, venga el otro, jode! (me levante medio andaluz hoy dia)
pedro...no se le debe desear la muerte ni a tu peor enemigo, segun el kahrma y los monjes tibetanos!
Bienvenida tu colaboración, Vicente.
Carlos Victoria nació en la ciudad de Camagüey en 1950. A los 15 años fue ganador de un certamen de cuentos organizado por la revista “El caimán barbudo”, aunque seis años más tarde fue expulsado de la Universidad de La Habana por “diversionismo ideológico”, cuando cursaba la Licenciatura en Lengua y Literatura Inglesas. Sus problemas con el régimen cubano continuaron en 1978, cuando fue arrestado y le fueron confiscados todos sus manuscritos. En 1980, Victoria decidió abandonar Cuba y se marchó al exilio junto a su madre. En 1983 fue uno de los fundadores de la revista Mariel, donde fue descubierto por la traductora y ensayista Liliane Hasson, quien se transformaría en su traductora al francés y en una gran promotora de sus textos. Admirador de Flaubert, Camus y Dostoievski, sus cuentos fueron recopilados en antologías y publicaciones literarias en los Estados Unidos, Francia y América Latina. En 1992, la Editorial Universal publicó su volumen de cuentos “Las sombras en la playa”. Un año más tarde, su novela “Puente en la oscuridad” recibió el Premio Letras de Oro de Miami y obtuvo la beca Cintas para creación literaria. “La travesía secreta” (1994), “La ruta del mago” (1997), “El resbaloso y otros cuentos” (1997) y “El salón del ciego” (2004) son otras de sus obras. Desde 1989 trabajaba en el periódico “El Nuevo Herald”
Excelentes imágenes de ciudad de luto y elevación las de Pedro Portal.
sí tiene razón Nilo, si uno amplía con el clic la fotos de Portal descubre la belleza de sus imagenes y me gusta tambien el estilo suelto del escrito de Ileana Fuentes
Ay, que linda vida vivio Carlos Victoria. Gracias Wiki. Mis condolencias a su familia y a sus amigos presentes.
Bienvenido a tumiami Vicente. Adal, creo que el post es de ensimismamiento. Ya vendra un man~ana y seguimos con la rueda de la vida. Carlos era miamense de verdad. El post ademas de tocar a Carlos, toca otras muchas cosas, la vida aqui, el exilio, nuesytro destino politico, la amistad, incluso el suicidio camusiano.
Inkieta, me temo que Carlos Victoria no vivió una "linda vida". Aunque desde hace años anduvimos por caminos distantes, durante un tiempo compartimos sueños y echamos adelante un proyecto que enriqueció nuestras vidas: la revista Mariel. Nunca lo vi reír profundamente. Eso sí, sobrepuso temores, cansancio, decepciones, timidez, pérdidas, obstáculos, tristezas y fracasos para llevar a cabo su obra. Lo distingue la grandeza de ese compromiso.
Mailmo, tal vez debi decir que vida tan llena de circumstancia vivio Carlos. No he leido su obra pero los comentarios de hoy me dicen mucho de el.
mailmo...tengo varios ejemplares de mariel que rescate de un basurero. me encanta la revista y me acabo de enterar que en el 2k3 se fabrico un ejemplar del vigesimo aniversario. donde puedo conseguir esa copia? la biblioteca quizas? se puede comprar? varios de mis amigos "marielitas" fueron colaboradores.
el nuevo herald presenta tragedias de este tipo!
La página y blog del Instituto Cultural René Ariza ha creado un link a este homenaje de Tumiami a Carlos Victoria
adal,
Resulta interesante saber que en los basureros de Miami se encuentran revistas Mariel, casi se establece un vínculo con los basureros de Madrid o Nueva York. La bilioteca de UM tiene ejemplares de ese número especial de la revista Mariel. Habla con Lesbia de Varona y ella te puede guiar.
Lamento muchisimo lo de Carlos Victoria. Que descanse en paz un buen cubano.
Diganme un solar de La Habana que se parezca a La Paloma. Yo era del Vedado.
Lo de Carlos Victoria ha sido muy triste.
Me ha llegado este renglón proveniente de Ileana Fuentes:
"la pieza compuesta para Victoria quedó regia... Me alegro que lo hallamos hecho en conjunto. Besos, I
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