Ruth Guerrero
Él recorría el mismo camino día a día. Venía de la academia y contaba sus pasos hacia ese lugar. Caminaba por la misma senda, a la de la sombra de los árboles, con sus libros de autoayuda y la ilusión de encontrarla allí, en la silla: “¿Ves esta silla? Te la regalo”. Apresuró el paso, quería volar. A lo lejos unos cabellos dorados danzaban al viento a la luz del sol. Ella se sumergía vestida y sin zapatos, con una falda blanca que acariciaba el agua. Haciendo culto a su religión, el color tostado de su piel brillaba en el ritual. Gritó fuerte su nombre, un nombre que unía vidas y muertes: Lía. Qué intenso desespero y qué largo el camino. Al fin llegó a la silla de mármol adornada con figuras de santos africanos, enterrada frente al mar, en un parque de Miami. Allí se sentó a que ella lo viera o invitara con un gesto pero oscurecía y todavía mirando el horizonte que era ella. Por qué esperar tanto si podía ir, abrazarla, olerla. Hasta que el agua subía y cubría su cuerpo. Un niño que jugaba en la orilla gritó: “¡Sus libros, señor!”. Pero él ya no escuchaba. El niño, con las fuerzas de sus bracitos lanzó los libros al agua, como para que los llevara en el viaje. ¿Llegó a encontrarla? Una hoja escrita flotó con la tinta semiborrada donde se leía: “Te amo, mi niña”. En lo oscuro se vieron luces resplandecientes reflejarse en el agua y se escucharon risas. Hace ya algunos años él sigue ese camino a diario. Un poco desesperanzado llega al parque y mira el océano.
Él recorría el mismo camino día a día. Venía de la academia y contaba sus pasos hacia ese lugar. Caminaba por la misma senda, a la de la sombra de los árboles, con sus libros de autoayuda y la ilusión de encontrarla allí, en la silla: “¿Ves esta silla? Te la regalo”. Apresuró el paso, quería volar. A lo lejos unos cabellos dorados danzaban al viento a la luz del sol. Ella se sumergía vestida y sin zapatos, con una falda blanca que acariciaba el agua. Haciendo culto a su religión, el color tostado de su piel brillaba en el ritual. Gritó fuerte su nombre, un nombre que unía vidas y muertes: Lía. Qué intenso desespero y qué largo el camino. Al fin llegó a la silla de mármol adornada con figuras de santos africanos, enterrada frente al mar, en un parque de Miami. Allí se sentó a que ella lo viera o invitara con un gesto pero oscurecía y todavía mirando el horizonte que era ella. Por qué esperar tanto si podía ir, abrazarla, olerla. Hasta que el agua subía y cubría su cuerpo. Un niño que jugaba en la orilla gritó: “¡Sus libros, señor!”. Pero él ya no escuchaba. El niño, con las fuerzas de sus bracitos lanzó los libros al agua, como para que los llevara en el viaje. ¿Llegó a encontrarla? Una hoja escrita flotó con la tinta semiborrada donde se leía: “Te amo, mi niña”. En lo oscuro se vieron luces resplandecientes reflejarse en el agua y se escucharon risas. Hace ya algunos años él sigue ese camino a diario. Un poco desesperanzado llega al parque y mira el océano.
Imagen: Boy in the Water (fotografía procesada) de William Gorman.
ResponderEliminarME gustan tus reflexiones Ruth....son tan sinceras.
ResponderEliminardolphinviajero, que tiene que ver de quien o donde es la imagen? cual es tu necesidad de identificar? who cares? now, lo que leo me conmueve y me hace pensar. gracias ruth por hacerme sentir.
ResponderEliminarDurante varios anios me encontre con la misma chica a la misma hora en la plataforma del “El” que me llevaba a la oficina. Casi siempre eramos ella, yourstruly y un manojo de personas mas esperando el tren. Nunca cruzamos palabra pero varias veces me he preguntado si ella me recuerda.
ResponderEliminarUn escrito muy sentido, Ruth, leno de ese amor abnegado que habita las rutinas. Esperar frente al mar debe ser una de las maneras de esperar mas duras, como en la cancion Naturaleza muerta, de Mecano.
ResponderEliminarTambien el comentario de Inkieta me ha gustado mucho. Que pasaria si los recuerdos son como el concepto fisica de fuerza, recipocamente proporcionado? Significaria que esa persona a quien recuerdas te recuerda a ti con el mismo ahinco. Poetico, no?
Gracias por la informacion, Dolphin, me gusto bastante la foto.
Estas inmersiones forman parte de los ámbitos imaginarios de aquellos seres que hemos crecido rodeado de agua o que poblamos numerosas orillas. Lo hondo podemos ubicarlo en la línea del horizonte o el horizonte convertirlo en profundidad. La vida y la muerte se nos hace fluido, de ahí la tendencia a la pasión líquida y a que la memoria o la evidencia íntima del presente fantaseen con un destino abisal.
ResponderEliminarHablando de agua: Se acerca un huracan... estais listos?
ResponderEliminarGuau me sorprende que pongan a Elvis yo que pensabe que era la unica chea... me encanta.
ResponderEliminarCheo... quien, Elvis???
ResponderEliminarHey, don't step on his blue suede shoes!
ResponderEliminarAT: Mi gato se llama Elvis.
ResponderEliminarRaysa girl, Elvis is the king...
ResponderEliminar(:
No se si saben que se cumplen 30 an~os de su muerte.
ResponderEliminarYo pensaba que estaba loca cuando era nina y perdi una amiga de la escuela que vivia al doblar de la esquina, eramos amigas porque ella era timida y yo fea, tenia una piel blanca y labios rojos que me acordaban a blancanieves. Cuando murio yo pasaba todos los dias para ir a la escuela y siempre miraba para su casa esperando que saliera y me acompanara. Nunca lo dije porque tenia miedo que me encerraran por loca.
ResponderEliminarElvis santero mayor.
ResponderEliminarMi madre tenia un disco de Elvis y a mi lo que me gustaba era su mirada. No entendia como ella podia oir aquella musica que en mi escuela estaba prohibida, musica en ingles? no imposible. Que estupida la revolucion
ResponderEliminar.
Decir que Elvis es cheo es una cheada. Una vida muy atormentada pero un tipo que definio una epoca.
ResponderEliminarAT, hay que echar un volado para decidir que tema seguir. No?
ResponderEliminarAmen, Moro (como todas las revoluciones). Vacilo ese Elvis de la epoca de Las Vegas, sazonao oscuro con esa voz de baritono... ya estaba de vuelta.
ResponderEliminarLibérense ya de lo cheo. Un ser con esos ojos azules penetrantes, casi violáceos y una voz para levantar muertos está más allá del bien y el mal.
ResponderEliminarInkie, lo importante es que lo que digas lo digas con el corazon.
ResponderEliminar¿Qué tiene que ver el texto de Ruth con Elvis? Pues en que siempre hay una esperanza. Una fantasía en el kolimador. ¿Cuántos no afirman que Elvis está vivo y se esconde en alguna parte, tranquilo y retirado?
ResponderEliminarAlways, AT.
ResponderEliminarAquí hay gato encerrado. ¡Elvis es Cheo, perdón no cheo, sino cheisisimo!.
ResponderEliminarQue les guste no hace que no lo sea tremendo cheo. Que haya tenido buena voz no lo hace menos cheo. Aquí el problema esta en que si les gusta no es cheo anymore. Pero ¿por que no le puede gustar a uno algo cheo?. No le hace. A ver, ¿quien se acuerda de Moraima Secada?. No era tremenda chea con aquella peluca de rabo de caballo, y los movimientos super exagerado al cantar. Pero esa cheada era maravillosa y super disfrutable, así como los trapos cheisimossssssssss de Elvis, con lentejuelas, tacones y sedas. Igualito a Liberache. No creo que porque sea cheo no sea bueno
Canciobello: D'accord.
ResponderEliminarPero ahora que traes a la genial Moraima, por que nuestros padres no lo veian como "cheo"? La vieja (que se vestia muy bien) tiene su epoca de mon~o Cachucha (de 60 tempranos tipo doo-wop) con vestido entallado.
Queria remitirte, pero no funciono a esta pagina donde seguimos ponderando lo cheo.
ResponderEliminarme quedo con Johnny Cash. otro cheo.
ResponderEliminarAlfredo ACere! vi la pagina esta moltal mann!
ResponderEliminarAmbia Elvis es el caballo de la CHEANCIA. A por cierto a mediados de los 70s mi madre tambien se vestia con esos vestiditos cortos y apretaitos, tenia tres an~os o cuatro an~os, y un dia salian mis padres y a mi se me ocurrio comentar lo corto del vestido. El viejo, que amaba a ELVIS (con patillas tipo guaguero de la 22) se berreo con la pura. Hasta el mocoso este lo ve, te lo dije. Se le salio la CHEADA!!!!!!!
Alguien encuentra algo de Moraima Secada en YUTUBE? yo no.
people:
ResponderEliminarthere is no fashion patrol in heaven! asi que dejen lo de cheo a un lado, no sean tan complejistas. conozco muchos en el mundillo de las artes, con el mismo nivel de gusto del difunto elvis. con tantos comentarios que hacer sobre "la silla santa" y siguen perdiendo tiempo con el cheismo. ademas, esa palabra nunca existio en el ancient regime, nosotros deciamos picudo o picuo (dependiendo del barrio)
during my life in the cuba of the "ancient regime," i remember winning a trophy, bailando rock&roll en algun club privado de la habana, donde mi mama me llevo a competir, vestido con ropas como la de grease...can we talk picuo?
inkieta,
esa es tu propia necesidad de ser reconocida. basta con que tu recuerdes el momento y la muchacha.
no, pero si de su sobrino, el gran interprete de la cancion, john secada.
ResponderEliminarAdal tu "picuo" ha sido como una "madeleine" proustiana en medio mi tarde de tareas monotonas.
ResponderEliminara mi me gusta moraima, ella si que se sento en "la silla santa" o "la santa silla" de mi chea memoria.
ResponderEliminarcanciobello, acabas de deconstruir una categoría estética que todavía por definir. Elvis tiene la ambiguedad de todos los mitos: Elvis está volao y es cheo a la vez.
ResponderEliminarAdal, los títulos de las obras, materiales, autores y fechas son como Elvis. Algunas redundancias valen hablando de comunicación.Suénalo sin nombre que luego viene el estribillo.
jr, tan atento, tan isleño viajero, tan llegador teórico-poético.
elmoro, ¿la mirada de tu mamá o la de Elvis? ¿Y la mirada de la Revolución?
dolphinviajero, sigue tirando del archivo. Ni los hombres ni las cosas viven sin nombre mucho tiempo. Olvidarlo es otra opción.
Hablando como los locos: Armando Pico era "picuo". Clara y Mario eran "cheos".
ResponderEliminarroberto luis, "Que pasaria si los recuerdos son como el concepto fisico de fuerza, recipocamente proporcionado?" buenísima pregunta para una novela.Dame una buena memoria y moveré el mundo.
ResponderEliminarInkieta, seguro que ella te recuerda si recordándote la imaginas. Ella pudiera sentir que es recordada si le hace mucha falta.
el pobre Armando, nacio PICUO. la PICUENCIA. Clara y Mario eran mas que cheos, era la cheancia andando!!!!
ResponderEliminarRuth, tu texto me ha hecho recordar todas las partidas ilusorias de mi vida y todas las veces que las he recordado. Sublime.
ResponderEliminara.t,adal:
ResponderEliminarel huracán can can
el huracán can can
¡Aaaay! te va a inundar.
metáfora: Baba blue con Elvis.
ResponderEliminarProbablemente mas de uno de nosotros le debemos la existencia a elvis...
ResponderEliminarLa vida es un deep blues
ResponderEliminarjr, blues era el gran howlin wolf! eran mike bloomfield y al cooper (season of the witch in the super sessions albun)eran todos los grandes muddy waters, willie dixon, eric clapton, humble pie, the alman brothers y hasta la propia reina del rock, ms janis joplin!
ResponderEliminarenterate mas, se que te gusta esta muela: http://en.wikipedia.org/wiki/Blues#Prewar_blues
gracias al gran reino protector e iluminadro, pude ver a todos estos que te mencione, en vivo y en directo! sabes donde? en miami!
Ruth:
ResponderEliminarAunque un poco tarde, me gustó mucho tu pequeña crónica de la imaginación.
no inventen! cheo y picuo es lo mismo, solamente que cambiaron la palabra del ancient regime, como han hecho con muchas otras. como se dice? coloqum cubanem?
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