sábado, 4 de agosto de 2007
Comment Wang-Fô fut sauvé
Rosie Inguanzo
El animado Comment Wang-Fô fut sauvé, de René Laloux y Phillipe Caza, está basado en un cuento con el mismo título de Marguerite Yourcenar, incluído en Cuentos orientales, e inspirado en una fábula taoísta de la antigua China. Es narrado en primera persona por un príncipe siniestro y de su divinidad cautivo, cautelosamente resguardado de todo lo mundano. Envidioso de los ojos del viejo maestro (conociendo el mundo exterior sólo a través de los dibujos del artista), lo hace traer para hacerlo matar junto con su leal aprendiz Ling, y arrancarle (parafraseando a M.Y.) los silencios, al umbral de los templos sagredos, el arrobo del laúd en manos de una princesa, la flor que lucha con el viento y el color verdoso que adquiere el rostro de los muertos (el prestigio de la soledad -anoto). Rueda la cabeza de Ling y su maestro, ajeno al dolor, cuestiona ensimismado el color rojísimo de la sangre. Wang-Fô termina inmerso en las aguas de su último cuadro; a la vista ciega del príncipe, su amado Ling lo recoge en una barca para emprender el viaje interminable por el interior de una pintura viva.