jueves, 14 de junio de 2007
Erich Kleiber
El fuerte de Erich Kleiber eran Beethoven y Bruchner, pero Kleiber fue también un defensor de compositores modernos como Schönberg, Janáček, Britten y otros. Para la fecha del video clip (1949, Praga), ya Kleiber se había marchado de Cuba, donde había fungido como director de la sinfónica nacional entre 1943-1948. Se rumora que la estadía de 5 años en Cuba tiene que ver con una parada accidental que hace el director en un viaje desde la Argentina. Por supuesto, “los cuentos de Kleiber” eran preciosos en la sinfónica de La Habana. Recuerdo anécdotas de músicos que tocaron con él, como Deogracias Moncada (por ese tiempo ayudante del concertino de la orquesta), Mario Bencomo (luego el primer trompa) y Domingo Aragú. Moncada me comentó una vez la memoria increíble de Kleiber (quien ponía la partitura en el atril pero nunca la leía, lo que intrigaba mucho a los músicos cubanos). Kleiber proyectaba un aire aristocrático que inspiraba admiración y respeto. No había la menor duda que te estaba dirigiendo uno de los grandes.