jueves, 31 de mayo de 2007

La espera


Ruth Guerrero


Él miraba fijamente a ese punto que le hacía pensar en su pasado. Cuando al fin volvió la cara todo estaba diferente a su alrededor: los mismos muebles cubiertos de un grueso polvo gris, colgando de los techos la obra de arte tejida a mano que fabrican las arañas, brillando como un espectáculo de luces a la luz de la luna. Había pasado mucho tiempo, no sabía cuanto, pero parecía bastante. Otra vez miró a su alredcedor y ahí estaban sus cosas al lado del sillón, -no es tan diferente- pensó. No había nadie en la casa.”-¿ A dónde se marcharon todos?” Quiso decir en voz alta pero su garganta estaba seca al punto que no podía producir sonido alguno. Tosió fuertemente y para su sorpresa salía cierta sustancia, cierto polvo gris de su garganta, “-¿Cómo podía exhalar polvo, casi humo? ¿En qué momento quedé dormido así que no me di cuenta del cambio?”-pensó. Su taza de café estaba vacía; el café se había evaporado pero quedaban las manchas negras en el fondo. (¿En qué pensaba cuando tanto tiempo pasó?) “No me he dado cuenta de nada, me senté pensando en mi futuro que ahora es pasado; todos se fueron y al parecer las fotos encima de la mesa están amarillas y frágiles...mi soplo las quebraría.¿Cómo llevo acabo lo que he planificado? Ahora salgo a la calle y todo sí es diferente. Creo que hago mejor en sentarme y meditar sobre lo qué haré de ahora en adelante con tantos cambios temporales.” Al tiempo que observaba a su alrededor, se sentó en la misma silla, ante las mismas fotografías amarillas, tomó la misma taza de café vacía y miró a ese punto fijo que le hacía pensar en su pasado.

martes, 29 de mayo de 2007

Silvio Rodríguez: ¿juglar o parlamentario?



Manuel Sosa

Para abundar sobre la idea del juglar frente al Poder se deben recordar las premisas que enmarcan la esencia de aquél que hace arte a la sombra de la realidad opresora, en tanto empuja a un hombre ante esa circunstancia que le contiene o detiene, que le obliga a reaccionar con incisión y expresividad. Alguien dijo una vez que a mayor quebranto mayor fuerza lírica. El reverso de esta categorización puede dar fe a su vez de la eficacia del arte: bajo estados de frenesí o alborozo también se pueden irradiar genuinos mensajes que representan esa realidad esta vez opresora, en el sentido de empujar al hombre a decir lo inevitable. En el caso de aquellas obras donde la maquinación se impone a la inspiración, su expresividad radica en la actitud con que se conciben y no en el contenido de las mismas. De tal modo que no hay verdadero arte cuando el hacedor resulta enmarcado en un algoritmo que dicta el cómo y el dónde. El hacedor derrama sus vísceras sin saber a veces el porqué de su decir. Todo juglar es visto como una contrapartida de ingenio e irrespeto a las columnas sobre las que se aposenta el Poder. Es la mancha de tinta sobre los mandamientos. Es la voz que susurra lo que no recogen los edictos. Cuando el juglar tiene que revisar sus conceptos para evitar enfrentarse al Poder comienza a formar parte de esa especie domesticable de la que se hacen rodear aquellos regentes necesitados de una cobertura grácil. Cuando el juglar es domesticable se hace portavoz de lo Evidente, se hace clasificable y referencial. No se concibe al vate como legislador. La poesía termina donde nace el Poeta Laureado, y en nuestro caso el juglar se desvanece cuando ocupa un sitio en la Asamblea. Esta imagen pudiera ser redimible únicamente como farsa, pues muchas veces el juglar tiene dotes de clown. Y que al final se da cuenta que legislar no es reparar un techo de zinc, cubrir un charco o taponear un salidero, asuntos que sólo han de ventilarse en un foro oficial cubano a falta de otro tipo de disquisiciones.

lunes, 28 de mayo de 2007

El reino de las almas independientes


“Me siento bien aquí en las alturas. Este aire enrarecido pertenece a otro reino; el de las almas independientes. Prefiero estar acá, solo, que con los vivos allá abajo. Al menos esta tumba rocosa no me reprocha que llore. Sin embargo, la gente se reiría de mí. Cualquiera diría que, estando aquí en el pico de la montaña Morven, frente a un valle formidable, me invaden débiles sentimientos. Pero hay cosas que (desafortunadamente) para alguien tan excitable como yo, no pueden refrenarse. Dime querido amigo, ¿no te sentirías así cuando oyes al gran Klopstock cantar El Mesías, o lees a Schiller, ese hombre tan apasionado? ¿Es acaso fútil tratar de elevarse uno como Píndaro? Es posible caer desde las alturas, pero también levantarse desde el insondable abismo. Amigo, disfruta el bosque sombrío, mira los peñascos que cuelgan, deja que tu vista se deslice a través de la llanura verdosa. Ve con orgullo al arrecife, todo vive, todo se eleva en el paisaje; el riachuelo y la pradera. Mira el color casi rozado del sol que se pone. He añorado por tanto tiempo que mi corazón lata como ahora, apresuradamente, ante tanta belleza.”-- Johann Christian Friedrich Hölderlin

“La Catedral” es un corto del polaco Tomek Baginski, basado en un cuento de Jacek Dukaj. El animado obtuvo el premio Siggraph 2002, el galardón más importante de efectos especiales y diseño computarizado del mundo, en San Antonio, Texas. En 2003, el corto de Baginski fue nominado al Oscar al mejor animado.

domingo, 27 de mayo de 2007


Jesús Rosado

A propósito de Killing Time y del poema de Juan-Si. A propósito de ese Martí de Marc Andries Smit, he decidido pasar por Tumiami, luego de mi incógnita visita a New York, y dejar algo de mi impronta: mi humilde versión de un Martí precario, lazarino y estoico y algunos de mis versitos inéditos. No es mucho pero quiero que sea evidencia de que he estado junto a ustedes durante este tiempo de aparente ausencia. Tanto en los trasiegos del exilio como en el coraje inapagable de las apostasías. Yo me hice artista adulto allá en los 80 cuando lo único que no era efímero eran las horas dedicadas a la insolencia. Ustedes saben que fui escéptico hasta en mi forma de partir. Pero es que siempre tuve esa vocación indomeñable de angustia y muerte prematura. Que en definitiva no es tal muerte. Por eso estoy aquí, metafísico y solidario, viviendo eternamente el tiempo que a ustedes le queda por morir.

Me gustaría condenar
a los herejes que todo lo saben,
a los inventores de partido,
a morir de un poema
incrustado en la retina.

Nada puedo temer:
yo soy el hombre,
y el hombre sólo muere
cuando no siembra
entre sus cosas
la confianza en volver
a habitar entre mortales.

Tengo lástima de mí
y de los otros
que asienten sin dudar
cualquier proposición
para creer en algo.

Luego,
si para el propio Marx
la cualidad fundamental
del hombre
era la duda,
¿por qué me acusan
cuando pongo entre signos
de interrogación
las citas de un hereje?

Poemas inéditos de Elso (1956-1988), cortesía de su gran amigo Jesús Rodríguez.

sábado, 26 de mayo de 2007

La camarada Betty

Tumiamiblog

“¿Quieres ser miembro?” Bimbo responde que no y es sometido a una prueba de “ablandamiento” psicológico: Cámaras surrealistas de terror (a las que le siguen breves entrevistas con oficiales que examinan el progreso del tratamiento). Pero Bimbo no capitula. Y cae en el cuarto oscuro... el túnel de seguetas y la plancha dentada que parece machacarlo. Sólo su ingenio lo salva. Nuevamente interrogado, Bimbo ratifica su oposición (con la resistencia típica de un güajiro del Escambray). Continua la intimidación: La piscina helada, el túnel de puertas, “la avenida de las hachas”, el cuarto de aplastamiento ideológico (en esos momentos hasta su sombra decapitada parece traicionarlo). Inesperadamente, como salido de un sueño, Bimbo termina en los brazos de “la camarada” Betty, quien por fin lo seduce con su fandanguillo de militante. “¿Por qué no haber empezado por ahí?” Se pregunta Bimbo sonriente. De acuerdo con el manual secreto del partido, nadie puede obtener la membresía sin antes pasar por una prueba que confirme la dialéctica de la lucha de contrarios: “ser es la superación del no ser”. Bimbo pacta con la camarada, le vende su alma y se perfila como otro miembro del partido (integrado por “clones de Betty”, la igualdad es sólo ficticia), en un escenario carnavalesco-tercermundista a ritmo de revista musical de varieté...


viernes, 25 de mayo de 2007

Dos perdidos en la noche turbia






Dinorah Pérez Rementería

Llegamos a Nueva York y sin sacudirnos el polvo del camino nos vamos directamente al Central Park. ¿Cómo no dejarse arrastrar por la fuerza, la intensidad de la ciudad, la gente? Uno mira sin consuelo, engulle las imágenes que aparecen superpuestas en las paredes de los edificios, combinación perfecta de árboles y lumínicos. Uno espía tras los gigantes anteojos para no perder ningún detalle. Las personas caminan apuradas, embebidas en sus propios misterios, sus siluetas se pierden detrás de la ráfaga de taxis incandescentes que aparecen al doblar de la esquina. Si me preguntan de qué color es Nueva York... yo no diría que del color del taxi sino amarillo pollito. Fabián y yo jugamos a los escondidos en las terminales subterráneas. Cargamos los paquetes y los abandonamos por un rato sobre un banco solitario. Entonces corremos a abordar el tren, hablamos del poco tiempo que nos queda, de las ganas de volver. Cuatro días no alcanzan para conocer, recorrer, explorar. Nos burlamos de nosotros mismos, de la imposibilidad de prorrogar nuestra tímida estancia, del plazo que vence en breves horas, de la idea de que descubran nuestra exaltación. Terminamos exhaustos. Fabián lleva noches sin dormir y sus ojeras se acrecientan. Camina lentamente y su cabeza parece que va a desplomarse sobre el pavimento. Por fin, el edificio. Carucha nos espera, nos da la bienvenida. Dejamos las maletas y nos lanzamos a la calle otra vez. Vamos a Chelsea, al barrio chino, nos perdemos. Ha bajado considerablemente la temperatura. Sí, es bella esta ciudad, su unidad, diversidad.

jueves, 24 de mayo de 2007

Killing Time

Juan-Si

Mi corazón y mi mente
a menudo
se s e p a r a n
y sufro las consecuencias.
Entonces la depresión y la neurosis visitan,
se quedan habitándome por un tiempo,
se acomodan,
me acompañan en todo lo que hago.
Bebemos, fumamos, comemos, discutimos,
hacemos daño
y jugamos al absurdo.
Después de unos días, mi demencia
comienza a tener sentido.
Otras veces, la memoria me invalida
y mi doméstica realidad me mata.
Nada me es familiar,
nada, nada, nada más lejos.
Imágenes, nombres, rostros, voces, sonidos, olores,
atraviesan mi ser.
Entran, pasan, salen y siguen de largo
como el humo,
trayendo nostalgias desde muy lejos;
cargadas de miedos,
de paranoias, odios remotos
y con la misma facilidad que llegan se van.
¡Lo siento! Me dijiste donde estoy,
pero ya lo he olvidado.
¿Quieres otro cafecito?

miércoles, 23 de mayo de 2007

Miami kich



alFredoTriFf


(Para Arturo Cuenca)

Kitsch, palabra teutona ideal para nuestro Miami tercermundista. Desde la reproducción del Pensador de Rodin (frente a una casita al cruzar The Collection), hasta el Moisés de Miguel Ángel de cobre a la venta en COSTCO de Hialeah. ¿Recuerdan aquellos cuadros rococó de Nicolas Largillière, repletos de alusiones monárquicas, en las pobres salas habaneras de los 50? La fiebre de ahora son los “abstractos” (pintado con lechada acrílica fosforescente), a la venta en el pulguero de Flagler. 

Kitsch no es seudocultura. Es la cultura prefabricada. 

Ubu rey llevado en brazos de los pobres del mundo; “mierda poética” de acuerdo a Picabia o “diversionismo” (desde las resoluciones dzhanovistas del 19 Congreso del PCUS). 

Melancolía criolla excitable de exilio de tercera generación, que convierte el arte en bisutería y la bisutería en arte. “Kich” (en miamense) es Cuba Nostalgia (con calles de La Habana de cartón, pintadas al estilo de las hermanas Scull), El carnaval de la calle 8 (nuestra versión, salvando la política, de una concentración en la plaza, con Fidel) y el ambiente interior del bar de las momias del recientemente desaparecido Ayestarán de la 27 Avenida (añoranza). 

El juego de comedor y living pre-ensamblado en China del Doral Furniture, o la mansión ciclópea de Homstead, pintada de color natilla, con columnas dóricas bordadas con enredaderas de buganvilla anaranjada. Kich es la moda del SUV Escalade con miniTV, la cadena de oro de 24 K. con la Santa Bárbara y el aire de yucca a paso-de-minué por La Pequeña Habana con la familia. 

El Dolaraso... La Calle 98.7. Radio Mambí, los periodiquitos de las carnicerías cubanas, El Diario de las Américas, y la sección social dominical de El Nuevo Herald. 

Kich es también la maleta Pierre Cardin que te compras en La Tienda del dólar... Last Chance! y TJ Max. ¿Y después de la cena en el garajito del Carajo de la 17 Avenida? Nada más memorablemente hogareño que Seguro que yes o La Cosa Nostra. ¡Ah! En lo culinario tenemos la croqueta de pollo, la sopa de plátanos, el pastel de coco, las cinco leches y el cortadito con leche evaporada del Versailles. Mmmmmmm.

martes, 22 de mayo de 2007

Un sólo modo de mirar el monte Fuji


Alcides Herrera


Entonces esto es lo que llamaban salto de página. Ocurre sin que te des cuenta y la tipografía se marea, el testigo. Yo me siento en el borde. Lloro la página anterior, que veo alejarse como un barco o una costa. (...) En vez de empezar algo, lo termino. Basta con que me pare frente a la idea para que me despida de ella, para que la deseche y la vea flotar en el aire. Forma vacía, forma sin peso. Por las escaleras busqué mi abandono, el río de palabras, la explosión negativa. Vi desfilar a escribidores, a presidentes de algo; me enredé varias veces con la puta mística. Mi conciencia: la miel de este rato; mi futuro: la piedra del tigre. De otra manera escuchaba la musiquita y miraba las vacas. Por las escaleras busqué un milagro, una fuerza, vida debajo de la vida. Lo que no espero es que las manos se duerman así, que peligre el mundo, el refresco de piña, tu boca. El muro es bajo, contiene uno de los canales. La iguana no se cruzó en mi camino: había pasado buena parte del día en el mismo lugar, buscándose en el reflejo del cielo. Ella me vio al revés. Nuestra mirada se encontró en un nuevo mundo. Como años antes en Chapultepec frente a Julie Dahl, las cosas se inclinaron. Lo que no espero nunca es que un recuerdo me paralice así, que me haga escoger entre coletazo y agua salada. Nadie me vio entrar al baño de la casa de aficionados; nadie me vio salir. Fue en el 91. Allí amarré la conciencia con alfileres. En la pared, las manchas de humedad dibujaban el monte Fuji, cuya cima tocó este dedo. Agua para los ojos y la cara: nunca para la sed.

lunes, 21 de mayo de 2007

El escritor


Amílcar Barca


(A Rolando)


Ha sido hermoso... como el instante nocturno de una idea, contemplar sus movimientos a través de la escritura. Ahora, aún sigue sentado contemplando el jardín lóbrego de su noche. La guayabera limpia, los cigarros en el bolsillo izquierdo y el colibrí del recuerdo, hombro a hombro revoloteando en la butaca. Las piernas cruzadas. La luz de la lámpara, amarillenta como una manzanilla, ilumina un cuaderno repleto de oraciones. Tose. Tose dos veces más, y escupe. Toma un trago de absenta con ímpetu y después otro. Conservando la recta del pantalón intachable, escribe sobre sus rodillas. “Fui hasta el sótano y no regresé.” Subraya a lápiz, “un corazón dividido” y en la página siguiente, escribe tres frases más: “Como el reloj de un campanario desvencijado, el carillón estaba mudo. Abrí la maleta de cartón y saltaron sus retratos por do_quier”. (La estilográfica se secó por un instante entre la o y la q). Fue al tintero y apurado, hinchó el vientre de su pluma. Siguió desarrollando el personaje y el cansancio le venció. Con las yemas aún manchadas, el alba lo recibe. El café tendrá su turno... el humo también. La acción, en un espacio de juguetes, polvo y arcas por abrir, seguirá con el mismo silencio que una caja cerrada de fotografías: todo, aún, restará para ser contado.

domingo, 20 de mayo de 2007

Los 80 anquilosados en el 2007


Alfredo Triff

La otra noche, en una conversación con mi querido Rafael López-Ramos (entre tragos y humo), se me ocurrió hablar sobre los artistas cubanos de la generación de los 80, que están aquí en Miami. Y pensé en todos esos amigos que desclasados y fuera del sistema, sobreviven lo mejor que pueden con la dignidad de su arte. Pero algo no cuaja. Me pregunto si no es un problema de lenguaje, un lenguaje que les pertenece (por una circunstancia accidental que les tocó vivir) y que los condena a un ghetto existencial. ¿Por qué se han quedado aislados? Hay que hacer historia: En New York, entre la entrada y la salida del expresionismo abstracto va una década (1953-63). Entre 1964-1974 se suceden, no una, sino varias revoluciones importantes que nos perdimos en La Habana: 1- el Arte Pop, 2- el arte óptico de origen europeo-latinoamericano, que brilló por su ausencia en Cuba, 3- el “happening” devenido en “performance”, 4- la revolución minimalista, 5- el arte conceptual y 6- el “arte tierra”. ¿Cómo era el arte de los 70 de mi Habana? Mezcla de abstracción orgánica sosa, vernáculo barato, realismo socialista, lo negro y la caricatura política. Llegan los 80 con la perestroika semiglastostizada de Gorbachev y el arte se libera... demasiado accidental y azaroso. La gente de los 80 no tuvo tiempo suficiente de “asimilar” sus propias herramientas y “experimentar” con ellas. Siete años no es mucho si hablamos de una creación en constante zozobra (aquello siempre podía acabar como la fiesta del guatao). Con todo, produjeron una obra sólida en el performance, la instalación, lo conceptual y también en esa plástica posmoderna que iba más allá de lo contestatario. Le siguen los 90, el destierro al reino de Moctezuma y el presente actual en un Miami conservador y nostálgico. ¡No es fácil rehabilitar todo ese arte fuera de su contexto! ¿Cómo solucionar la parálisis?

sábado, 19 de mayo de 2007


Jesús Rosado

Constructor laborioso de la imagen, artífice de la fotografía como concepto, Jeff Wall (1946) ha tenido para sí un piso completo del Museo de Arte Moderno con posibilidad de la más amplia argumentación de su obra. En His Own Words, además de retrospectiva, el fotógrafo oriundo de Vancouver, ha podido explicar motivaciones y recursos de su laboratorio iconográfico. Fotomontaje, espejismo espacial, el juego con la luz, casting, recreación de escenarios y todo un repertorio de técnicas cinematográficas inspiradas en temas y géneros de clásicos de la historia del arte, recontextualizándolos o intentando procesar referencias literarias y filosóficas. Las cuarenta y una transparencias exhibidas, enormes y deslumbrantes, reciclan poses, composiciones, aire bucólico y claroscuros que viajan desde la memoria de la alta academia pictórica, aludiendo eventualmente al magisterio de Velázquez, Da Vinci, Delacroix, Hokusai o Manet. El discurso, meticulosamente urdido pero sin manierismos, convoca múltiples y pausadas lecturas; ya sus primeras apariencias delatan algo familiar de la cultura borrascosa y la cotidianeidad de la trama cinemapictográfica. En pieza por pieza, se hallan fragmentos de historia y reportaje, ya sean paisajes, escenas de género, individuos o conjuntos humanos que brotan de una suerte de laconismo existencial, atmósferas que parecen escurridas de la dramaturgia absurdista de Albee o Ionesco. Cada cual con su elaborado efectismo, fruto de conjugar el trabajo escénico con la postproducción de tecnología sofisticada, presentando un saldo que rebasa la documentación social para colocarse en el umbral de una realidad deliberada. La captura del movimiento y el gesto es el mayor acierto del artista, corroborado ejemplarmente en una de sus obras más relevantes, Mimic (1982), donde Wall logra condensar y registrar un complejo paradigmático de tensiones modernas como la xenofobia, la hostilidad inexplicable, la incomunicación, la diferenciación clasista, la crisis en la pareja, el vértigo del tiempo actual, la vacuidad... Un entorno humano que se nos revela afectivamente perturbado, imágenes de una neurosis metastásica de comprometedora resistencia a las terapias.

viernes, 18 de mayo de 2007

Totalitarismo y disciplina

Esta Revolución es el gobierno de la clase obrera y de la clase campesina; esta Revolución es la Revolución de los obreros y de los trabajadores, es decir, de los humildes. Por eso es tan importante que la clase obrera se supere. La clase obrera tiene mucho que aprender en un terreno todavía más profundo, no sólo en el campo de sus sentimientos, de sus simpatías y de su adhesión; tiene que penetrar a fondo en las leyes de la economía y la planificación; tiene que ir conociendo cada vez más, porque ese conocimiento le dará cada día más convicción, más seguridad, más fe en el porvenir y en la Revolución. La clase obrera tiene por delante toda una ciencia en política que estudiar, ciencia que está al alcance de la clase obrera y de la inteligencia obrera más que de nadie. Aprender, para ser cada día más soldado consciente y más constructor consciente del socialismo, y en la seguridad de que cuanto más aprende, mayor será su entusiasmo, mayor será su orgullo, y mayor su comprensión del papel histórico que está jugando en su patria. Queremos recalcar la importancia de los planes de educación y superación para la juventud, para los niños y para la propia clase obrera, a través de los medios más modernos, a través de la radio y a través de la televisión, de manera que podamos elevar constantemente el nivel de conciencia de los trabajadores. Porque una Revolución como la nuestra no se edifica sino sobre una clase obrera sólida, sobre los hombros de una clase obrera consciente. Y si los cimientos fallan, el edificio se derrumba; si las espaldas de la clase obrera no fuesen sólidas, la edificación se pierde (Discurso pronunciado por Fidel Castro en el 11 congreso de la CTC, 1963; paráfrasis de contrapunto a cargo del realizador polaco Tomek Baginski).


jueves, 17 de mayo de 2007

¿Quién escribe?

Ante la cal de una pared que nada
nos veda imaginar como infinita
un hombre se ha sentado y premedita
trazar con rigurosa pincelada
en la blanca pared el mundo entero:
puertas, balanzas, tártaro, jacintos,
ángeles, bibliotecas, laberintos,
anclas, Uxmal, el infinito, el cero.
Puebla de formas la pared. La suerte,
que de curiosos dones no es avara,
le permite dar fin a su porfía.
En el preciso instante de la muerte
descubre que esa vasta algarabía
de líneas es la imagen de su cara.

La nueva lectura


Tumiamiblog

¿Leer? No es fácil. El ojo discurre una interminable serie de parágrafos que deben ser (¡vaya trabajo!) dilucidadas por el lector. Una pena, porque la mayor parte de la humanidad fue siempre analfabeta. Se especulaba que leer revolucionara nuestras nefastas costumbres. 500 años después de Guttenberg y la lectura va desapareciendo, arruinada por la seducción de la imagen. ¿Existe una solución para que el libro, como tal, no se evapore? Creo que sí. 1- En caso que deba leerse un libro de más 100 páginas, úsese el libro por selección de capítulos. ¿Quién es capaz en el siglo XXI de empujarse “La Guerra y la Paz” de Tolstoi o “Los Buddenbrook” de Thomas Mann (con más de 500 páginas cada uno)? Si lo que importa es la idea del asunto y no el floreo, un equipo de redacción dedicado a la lectura sintética reduciría dichos volúmenes a no más de 20 páginas. 2- Libro sinopsis, para evitarle al lector el oneroso trabajo de leer de más. Entiéndase la protesta de los jóvenes de hoy, acostumbrados a la lectura “interactiva”: La grafía pura, seca, sin foto, ilustración o dibujo alguno que la matice, puede ser demoledor. Muy pocos tienen el tiempo para pasarse el día en la cama bregando en medio de un laberinto de capítulos. 3- Sugiero el libro-comics donde por ejemplo, una novela de Carlos Fuentes como “Terra Nostra” es llevada a la viñeta (amén de ser condensada). 4- El ya existente libro casette (que uno puede escuchar en el carro mientras maneja; representado incluso con la voz del autor). Si se trata de esencia de tramas, para ése que desea poder comentar algún libro con alguien, pretendiendo que lo leyó, mis favoritos serían, 5- El abreviado condensado y el fluido. El primero resume toda la trama autorial en tres párrafos. El segundo la recrea en cinco.

miércoles, 16 de mayo de 2007

las cosas del día

“Te entretienes
Contigo mismo,
(son las cosas del día
con su peso específico).
Y te olvidas
De tu propio apetito.
Toma años darte cuenta.
Y lo peor es tener que vivirlo.”—Charles Bukowski

martes, 15 de mayo de 2007

Irrumpe el coma-andante


JR, via cable
Foto: Pedro Portal

El Presidente del Consejo de Estado y de Ministros, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, nuestro glorioso Comandante en Jefe hace su primera aparición en un acto público tras un prolongado periodo de convalecencia, al clausurar la intensa jornada del arte cubano en New York. El susodicho se dio cita en la impresionante muestra Killing Time, efectuada en la sede de Exit Art. El líder de la Revolución compartió con los artistas participantes a quienes les explicó con lujo de detalles las causas por las cuales la Revolución se vio obligada a reprimirlos y censurarlos desde sus primeras manifestaciones irreverentes en los 80, así como las estrategias que seguiría posteriormente el Estado Socialista cubano para deshacerse de ellos enviándolos a segundos, terceros, cuartos países del mundo para que se dejaran de “jodedera”.Este fue calificativo utilizado por el compañero Glexis Novoa para argumentar la infame campaña de calumnias que emprendió el arte cubano durante aquella infausta etapa contra el proceso revolucionario y sus líderes. En cierto momento de las intervenciones de Novoa y justamente cuando el compañero Fernando García intentaba desplegar de manera ignominiosa un performance con trazas muy claras de diversionismo ideológico, el compañero Novoa, en su rango de curador, decidió hacer ejercicio del derecho marxista-leninista censurándolo tajantemente (histórica actitud que fue documentada por el lente infatigable del compañero Luis Soler). Finalmente, entre vítores de los concurrentes y consignas de marcado tono antiimperialista pero también contrarrevolucionarias, el máximo líder de la Revolución fue agasajado, recibiendo numerosas muestras de cariño por parte del compañero Fernando García, quien se mostró completamente arrepentido de su intento desafecto, siendo esta una expresión más de apoyo incondicional, que ratifica la aseveración del compañero Rubén Torres Llorca cuando dijo que nuestra patria será realmente soberana cuando no quede un sólo cubano vivo. Y ahora, con permiso, me dispongo a preparar el suicidio. Otra manera memorable de ir matando el tiempo.

lunes, 14 de mayo de 2007

Yusnaivy y Yamisleidi


Tumiamiblog

Yusnaivy y Yamislaidi son amigas pero vienen de mundos diferentes. La primera es hija de pinchos que cayeron en desgracia y terminaron cruzando el Río Bravo. La segunda viene de una familia de presos políticos que se ganó la lotería de visas. Ahora las dos estudian en el Miami High, en el corazón de La Pequeña Habana. Hace rato discuten en el patio de la escuela si Usniel (un muchacho del equipo de fútbol, alto, atlético y de ojos y labios sensuales), es o no es mulato. “Usniel es jabao, mulatico claro y pelo rubianco, pero sigue siendo negro” dice Yusnaivy (mientras se mira con aire presumido las uñas tricolores de los pies que se acaba de hacer con los chinos Flagler y la 13). Yamislaidi agrega: “Mulatico claro y más claro... y cuando llega a blanco ¿no es blanco?” Sus ojos negros parecen linternas. “¿Me estás tratando de confundir?” le pregunta Yusnaivy. “No mi amiguita –replica Yamislaidi- eso es lo que es un jabao, una mezcla”. “¿Quéee?” Yusnaivy explota una carcajada de dientes marfilinos en la cara de su amiga. Yamislaidi replica con cara de escrúpulos: “Si Usniel fuera negro como dices, entonces no habría que usar la palabra mulato.” Yusnaivy la mira fijo y casi sin pensar lo que dice asevera: “Mira, si decimos que Usniel parece blanco es porque no es blanco, ¿comprendes? ¡Te estás contradiciendo mijita!” Fue la primera vez desde el principio de la discusión que Yamislaidi la miró con expresión de fascinación y sorpresa. Yusnaivy presintió entonces que el debate había llegado a un punto exclusivo y añadió calmadamente: “Yami, tú sabes que antes de la revolución había mucha discriminación en Cuba... la gente hablaba mucha mierda.” Ese comentario (con su nube densa de recuerdos y asociaciones) fue un golpe para Yamisleidis y a partir de ese momento la amistad se congeló. No era culpa de la lógica ni la genética; se trataba realmente de dos maneras inconmensurables de ver mundo.

domingo, 13 de mayo de 2007

¿Qué está pasando con Killing Time?


Reporte anónimo por cable

Logré colarme en la inauguración y en la fiesta VIP de la exposición. Había alrededor de 500 personas en el show que terminó en un bailoteo bajo el ruido de los Van Van con las finas cubanitas de New York moviendo su bonito trasero. Bailando también se encontraban varios de los faranduleros de Miami. Parecía un viernes en nuestro ridículo Coral Gables; los pintorcillos presentes andaban todos con ropa pasada de moda, comprada en el Ross del Mall de las Américas. El desagradable de Noel anda agarrado de la mano de César Trasobares, Ahmed, pintor de moda en nuestra ciudad, tiene tortícolis, pues no deja de mirar hacia arriba todo el tiempo. Torres Llorca anda hasta chistoso y ameno; el Conde y Fernando García no se separan del bar que descubrieron desde el primer día (causando estragos considerables al budget del show). Glexis se la pasa todo el tiempo con una guayabera cheísima haciéndose pasar por curador. Todos oliéndole el culo a los curadores y galeristas de la izquierda neoyorquina en un desenfadado y franco gesto de jineteo. Es una animada fiesta de solidaridad entre las dos orillas. El show, a pesar de lo malo que está, tiene una amplísima cobertura de prensa lo cual propicia más el jineteo y el diálogo, frases que he escuchado ocasionalmente durante el opening. Este es un proyecto destinado a ser historia. Se respiran ciertos aires bolcheviques que me recuerdan La Habana de los 80.

sábado, 12 de mayo de 2007

Sur




Rosie Inguanzo

¿Quieres ir a un psiquiatra?
Ya sabes lo que pienso de esos embaucadores de conciencia,
dice Juan Dahlmann


Pero el sueño predador le carcome los escrúpulos, mientras la voluntad de Borges traza la mortaja y la angustia onírica de Juan Dahlmann, nieto de emigrantes que, un día de 1871, desembarcaran en Buenos Aires. La cabeza no se detiene; el libro de su vida no cesa, la historia se precipita a un fatalismo de puñales ardientes. A Dahlmann lo persigue la imagen: bajo el cielo anaranjado del atardecer, la sangre dispersa sobre la tierra baldía.

Allí en el sueño, un gaucho oscuro emite injurias atroces que alcanzan su destrozada vigilia de convaleciente, las pesadillas del enfermo (porque el cuento viene y va del pasado). Él sabe que siempre podrá regresar al Sur interminable, seco y desolador. Opulente Sur calcinado por muy secas soledades y puesto a secar en el recuerdo. Intuye el significado del viaje: regresará a morir habiendo escogido su propia muerte desde la muerte. El cuchillo late empuñado en la mano que lo rige, porque el metal se anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los hombres (cita que no aparece en este cuento, sino en otro de Borges, pero que Carlos Saura la trae con justeza). El metal busca la carne con la urgencia de cumplir su designio. Borges sabía que una muerte fútil como la de Dahlmann es la muerte inútil de cualquiera de nosotros; él mismo cedió una muerte suya a su personaje, y un linaje en discordia. Propone incluso que un asesinato es accidente inevitable para cualquiera o la premeditación suicida inconsciente, el acto reflejo al que nos arrojan una pasión o un desgarrador descenso a los infiernos de este mundo.

viernes, 11 de mayo de 2007

Bushido: El camino del samurai


Tumiamiblog


Por 30 años Tsunetomo Yamamoto (1659-1719) fue un samurai destacado en la corte del príncipe Mitsushige Nabeshima, en la provincia Hizen. Cuando el príncipe murió de una rara enfermedad en 1700, Yamamoto prefirió no hacerse el harakiri, pues conocía que Nabeshima repudiaba tales actos. En ese momento Yamamoto renunció al mundo, se hizo budista y marchó a las montañas a vivir la vida de ermitaño. Más tarde, cuando las fuerzas le abandonaban, Yamamoto decidió dejar su legado a un joven samurai de nombre Tashiro. Ese libro se dio a conocer como “El camino del samurai”.
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1- He hallado la esencia del arte bushido: ¡Morir! En otras palabras, si tienes la opción de escoger entre la vida y la muerte, escoge siempre la muerte. Si sucumbes antes del golpe de tu sable, morirás como un perro. Para triunfar debes morir cada mañana, cada noche. 2- Es muy fácil ver el mal en los demás. 3- No vayas a donde no te han invitado. 4- Quien nunca se equivoca está en peligro. 5- En tu camino te sorprende un aguacero. Te fastidia mojarte y caminas rápidamente por debajo de los estrechos portales, pero te mojas lo mismo. Si aceptas que no puedes evitarlo, el agua no te molestará más. 6- Al concluir mi primer año de mi empleo algunos resentidos dijeron: “se ve enfermo y cansado”. Entonces tomé esa nueva como el auténtico comienzo de mi servicio. 7- Estudia los asuntos más serios con humor, y los asuntos triviales con cautela.

jueves, 10 de mayo de 2007

Jan Švankmajer

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Possibilities of a Dialogue (1982) es un film en tres episodios (Discusión exhaustiva, Discurso pasional y Conversación factual) del maestro checo Jan Švankmajer (nacido en 1934). Vivimos un mundo bizarro de imprevistas alocuciones y ruidosas onomatopeyas; habitado por juguetes, autómatas y muñecos de toda clase, en un momento retro-futurista antes de la revolución industrial y el Fordismo con su assembly line. En el primer tiempo observamos tres cabezotas arcimboldescas enredadas en una especie de canibalismo social que da lugar al hombre. En el segundo tiempo, Švankmajer explora lo incierto del encuentro, lo difícil de la intimidad (la aniquilación y el horror tan cerca de la entrega… ese tercer agente de la discordia ¿qué es?). La tercera parte sondea el frágil nexo de la cooperación social. Lo que comenzara como un arreglo civilizado se disloca -al permutarse el orden preestablecido. La reciprocidad da paso a la hostilidad. Al final quedan dos cabezas agrietadas, masticadas por la intransigencia. Se le ha llamado surrealista pero este famoso diálogo de Švankmajer es absolutamente fiel a la vida real. Disfrútalo.




miércoles, 9 de mayo de 2007


Tres preguntas a Florian Borchmeyer

JR: ¿Dónde se origina la idea del documental?
FB: Fue propiamente en La Habana. Vivía entonces con mi novia cubana en un tercer piso en el Callejón de Chávez, en Centro Habana. Recuerdo que desde aquella primera vez que salí al balcón y descubrí el aspecto de ciudad bombardeada ya las secuencias posibles se fueron perfilando en mi mente.
JR: ¿Cómo aparecieron las diversas historias reflejadas en el filme?
FB: Sin premeditación. En la medida en que íbamos buscando y seleccionando las locaciones a filmar se nos acercaba la gente y dialogaba con nosotros. En ese intercambio saltaron los testimonios que articularían todo ese paisaje precario que íbamos filmando porque además de ser propiamente sus pobladores, la vida de cada uno de ellos se nos antojaba también como una suerte de ruina.
JR: ¿Qué te representaba la participación de Ponte?
FB: Es el símbolo del intelectual que sobrevive bajo marginación. Por su dignidad contestataria corre peligro constante de ser convertido en escombro. Es el gran comentador, el que trae la reflexión y aporta el discurso poético en medio de la ruina. A los efectos del documental, pienso que Ponte se proyecta como un ruinólogo necesario y certero.

lunes, 7 de mayo de 2007

Alcides: La libertad guiando al pueblo

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¿Quién es Alcides Herrera? ... ¿No parece un estilo precario, como quien busca el fallo? ... ¿Y de qué trata el problema en cuestión? ... Acusa el artista una cierta brevedad ¿No? ... ¿Estamos en presencia de qué; performance, confesión o dibujo vivo? ... ¿A qué se debe el titubeo... la desarticulación del mensaje?

domingo, 6 de mayo de 2007

cinco ejemplos de arte ecológico


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La naturaleza siempre ha sido fuente de inspiración para el arte, desde la práctica rupestre, pasando por la paisajística en seda de los manuscritos orientales, a la miniaturización del llamado “arte Bonsai”. Hemos marchado siempre ambivalentemente de un naturalismo a un instrumentalismo, de la cooperación a la conquista. Hoy que la naturaleza está en peligro, el arte deviene en comentario, llamado y a veces en naturaleza misma. A continuación les presento a un grupo de artistas que trabajan al borde de la naturaleza lacerada y el paisaje vilipendiado:

1- Lynne Hull fabrica esculturas hábitat, especie de eco-zonas llamadas a marcar y rehabilitar el daño al ecosistema; un llamado a una nueva interrelación con la naturaleza. 2- El arte de Richard Solomon tiene de ciencia natural, abstracción, botánica, escultura y fotografía. Un arte/praxis de combinatoria con raíces, hierba, paja, tallo y flor que apunta al culto del método del chamán milenario. 3- Ichi Ikeda es también un activista ecológico. Su arte lidia con el agua (para Ikeda el componente más importante del planeta). Las instalaciones acuíferas de Ikeda buscan despertar una conciencia ecológica alrededor de la materia líquida y su conservación a través de conferencias internacionales y activismo comunitario. 4- El híbrido de Brandon Ballengée combina la investigación biológica (de peces y anfibios) con la fotografía. 5- El arte/tierra de neocelandés Chris Booth propone una alternativa más amplia al concepto de “zona” ecológica. Sus esculturas o (fárragos rocosos) sugieren orígenes volcánicos o el proceso de desgaste las vías acuíferas. Para sus proyectos Booth busca la opinión de la población indígena local.

viernes, 4 de mayo de 2007

$4,300 toletes


Machetico

En el Distrito la suerte me regaló trece millones de baros un día de mi cumpleaños. En fulastre serían entonces como $4,300 toletes (y me vi de repente necesitado de hacer algunos gastos, sobre todo en la esfera del ocio, el hedonismo). Tenía una amiga reciente, morelense, que estudiaba en la U. Veracruzana (en Xalapa Enríquez), la bella capital de aquel estado. Me convidó a un weekend y partimos en un camión de ADO de la estación de TAPO, muy cerca de San Lázaro. En Orizaba, durante una escala de Mirinda (y tacos al pastor), nos enteramos que había temblado fuerte en México y nos entró –lógicamente- cierta preocupación. Una cabeza olmeca inmensa replicada, extrañamente alegre, nos devolvió el buen ánimo ya en medio de la bruma de la tarde en Xalapa. Son días memorables. Anduve en discotecas de estudiantes, sobrio a veces y hasta Hong Kong las más. Pero lo que no puedo olvidar, por luminosos, son tres o cuatro días que pasé en Veracruz. Los atracones de camarón en Mocambo; Il dolce fare niente sentado en los portales de la plaza (mirando a las parejas de danzón, de guayabera y bata, bailando en la calle como nunca las vi en Cuba). El puerto, el malecón, la imponencia del fuerte de San Juan de Ulúa (especie de La Cabaña en isla mirando la ciudad). Virando de la playa, al subir al pesero, escuché de pronto la jerga familiar de Tres Patines desde el radio del driver. “Lo oigo todos los días desde que soy pequeño”, nos comento el güaguero, casi jabao, mulatico. En cualquier fonda vieja amenizan el lunch con danzón de salón, del tiempo de Acerina, con tímpanis y tuba, como antes. Un viejo ex pelotero me regaló unas fotos desteñidas de equipos de béisbol de hacía cincuenta años. ¿Ves éstos aquí?, me preguntó. La novena completa es de cubanos -incluso el cargabates. Memorias.

Stan Brakhage

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Stan Brakhage (1933-2003) es reconocido como uno de los cineastas más importantes del siglo XX (¿debo añadir que se trata de cine no-narrativo?). El arte de Brakhage es pura poesía. He aquí un fragmento de su manifiesto: “Busco un ojo que no tenga nada que ver con leyes artificiales de la perspectiva; un ojo imparcial, gobernado sólo por la lógica interna de la composición. Un ojo-instrumento que conoce cada cosa que ve gracias a su facultad de percepción.” (La Música del corto es de Stereolab). Vamos, bloguero, disfruta que hoy es viernes.


jueves, 3 de mayo de 2007

Discutir lo indiscutible


Alfredo Triff

Leo la blogosfera esta mañana y me encuentro la discusión de ¡tema tan serio!

¡Qué perdida de tiempo! Guardando la forma socrática, los moderadores se citan unos a otros. Luego, exhiben conclusiones (como si las mismas aportaran evidencia alguna). Me temo que estamos en presencia del sofisma de la politología: Probar lo improbable y discutir lo indiscutible. ¿A qué viene tanto vaticinio? ¿Se olvidaron que la inducción no garantiza precisión alguna? Nada más cerca de la escaramuza que la docta argumentación. La guerra de palabras es el fundamento del argumento socrático (por ello simpatizo con la burla de Calicles). A primera vista se percibe que cada interlocutor defiende su propia tesis a como de lugar, sin sopesar las razones del otro (ergo: discutir académicamente es cagarte en lo que dice tu contrincante). Lo peor, transpira de la discusión cierto tufo dogmático (travestí de escrupulosidad apasionada aunque incongruente) de conclusión inerme.

miércoles, 2 de mayo de 2007

El caballero


Roberto Luis Savino

Salimos juntos del edificio pero a los pocos pasos me separé de ella y de su paraguas rojo para adelantarme y tenerle abierta la puerta del auto, para que esperara bajo la lluvia lo menos posible. Ella, que igual se había empapado desde los tacones hasta las invisibles horquetillas del cabello, me lo agradeció con una suave sonrisa adornada con un tono grana en las mejillas. Por este tipo de despliegues, estos gestos -como le dice ella-, dicen que soy un caballero. Y sí, es probable que lo sea, al menos en contraste con la media masculina. Lo cierto es que el mérito no es mío. El mérito lo tiene, en realidad, una sola mujer, Ana Karina Losano, la mexicana. Alta (casi tanto como yo), tenía el porte elegante del modelaje, aunque sin la quijada pretenciosa y los labios más bien carnosillos. Caminábamos juntos las calles ardientes de Los Ángeles, obligándome ella a estar siempre del lado de la calle para protegerla, de algún charco oscuro, de algún auto desbocado, de lo que fuera que pudiera afectar su carácter de mujer indiscutible. Cuando me descuidaba siempre me lo recordaba con un tono que podría haber pasado por cordial de no haber ido acompañado por la intensidad de su mirada. Ante sus ojos mis ojos cedían. Y si se lo cuestionaba, como cuando rehusaba a abrirle la puerta del carro para que se bajara, ella decía que era mi deber tratarla así porque ella “lo valía”. Yo, que a decir verdad comenzaba a disfrutar de aquel juego, fui descubriendo que Ana Karina, en cambio, se lo tomaba demasiado en serio. Mis descuidos, a veces por torpeza y a veces por olvido, fueron sumándose con el paso de los meses, hacia el adviento de otro ocre otoño. Supe que me había enamorado de ella demasiado tarde, cuando ya su piel infinita y sus uñas de filo perfecto se cansaron de mi indiligencia. Así me lo hizo saber un jueves de noviembre, en la perfecta caligrafía de una carta profundamente perfumada y sellada con la cera de una vela artesanal de la Toscana. Como un eco exquisitamente burgués, las últimas palabras de su tinta azul decían, "porque yo lo valgo, Manuel, porque yo lo valgo". Más abajo su firma extensa y elegante, acompañada por lo que parecía una mínima corona dibujada sobre la o. Y yo, caballero desplazado, regresando a cada recuerdo para abrirle con esmero todas las puertas y hacer de escudo contra charcos, batallando por ella la garúa.

martes, 1 de mayo de 2007

El filósofo y el canciller


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Ludwig Wittgenstein y Adolf Hitler aparecen en la misma foto, posiblemente tomada en en el patio de la Realschule en Linz, a principio del siglo XX. Ambos nacen en 1889, en el mismo mes de abril (con sólo seis días de diferencia). Dos destinos del siglo XX: El primero anuncia una profunda transformación en la filosofía moderna; el segundo crea un partido y elabora una teoría política que transforma una Alemania de pos-guerra, empujándola con Europa a la segunda guerra mundial y al holocausto. El judío Wittgenstein viene de una de las familias más acaudaladas del imperio austro–húngaro. Hitler nace bastardo y viene de una familia pobre (su padre era oficial del ejército). Wittgenstein se cría rodeado de lo mejor del ambiente artístico e intelectual de la Viena del momento. La niñez de Hitler es una de abuso físico a manos de un padre alcohólico. Hitler no termina la secundaria y desde los 13 años vive como polizón. Wittgenstein viaja a Inglaterra y se matricula en la Universidad de Cambridge, donde estudia filosofía con Russell y Moore (en 1913 Wittgenstein hereda la fortuna de su padre). Mientras, el indigente de Hitler merodea las calles de Linz, frecuentando el barrio de la comunidad judía; es allí que desarrolla un odio aberrante (“¿Puede ese tipo narizón con bucles negros colgantes ser alemán?”). En años sucesivos, Wittgenstein escribiría su famoso Tractatus (revolucionando la filosofía del lenguaje); más tarde Hitler confeccionaría Mi lucha. Wittgenstein, quien pasó toda su vida como un famosísimo profesor en Cambridge instigó una segunda revuelta en la filosofía moderna con su célebre Investigaciones filosóficas; Hitler terminó como amo y señor de Alemania -aunque no por mucho tiempo.