sábado, 31 de marzo de 2007
Amores que matan (primera parte)
Tumiamiblog
Soy una sombra (digamos, una mácula espectral que se divierte con la celebridad de los mortales). Fui asesinado de dos tiros de revólver 38, la noche helada del 10 de enero de 1929, en la esquina de Abraham González con Morelos: la primera bala me atravesó el codo izquierdo y el intestino, la segunda me perforó un pulmón. Salía del cine con mi amante, la fotógrafa Tina Modotti. Fueron tres meses de sexo infectado de ideología; la Modotti era mi Habana extraviada en la memoria: la FEU, las protestas, las tomas de planteles, la oratoria febril, pero sobre todo la conmoción callejera. Amor y trance en la oscuridad y el halo del cigarrillo sobre mi camastro de perros. Mientras mi cuerpo se podría en la tierra, el juez Alfredo Pino Cámara interrogó a mi amante y la acusó de varias contradicciones: Modotti testificó que alguien disparó -desde un automóvil en la oscuridad- mientras ella caminaba tomada de mi brazo izquierdo. Imposible, la primera bala me hirió en ese brazo, y no pudo ser un acto sorpresivo porque ya yo me había dado cuenta del atentado y me daba a la fuga. La historia es una patina gris sobre el hielo. Sellé mi suerte cuando en el 28 fundé la revista Tren Blindado, que era el emblema de Trotsky (para colmo, la foto de Tina con mi máquina de escribir presenta claramente la frase de Trostky sobre el poder revolucionario del arte; ¿destino?). No fui nunca trotskista. La verdad es otra y muy dura: Moscú no apoyaba mi idea de una lucha insurreccional contra Machado. De acuerdo a Stalin, un foco rebelde comunista a 90 millas de los americanos era muy peligroso para la consolidación del poder en la URSS. Ironías de la historia, ¿no?...
viernes, 30 de marzo de 2007
Marina Abramovic en FIU
Tumiamiblog
Marina Abramovic (nacida en 1946 en Yugoslavia) es un mito del arte performativo, con proezas salidas de un capítulo separado del Libro Guinnes de los Records. La joven Marina estalló en la escena convulsa del FLUXUS de los tempranos años 70 (que se debatía entre el conceptualismo, el minimalismo y la redefinición del cuerpo). A ese experimento radicalmente corporal (que no es ni teatro ni happening), se le llamó performance art. ¿Es el cuerpo la condición fundamental del ser? El gesto radical es lo que marca el trabajo de la joven Abramović; un arte gestual que se hace uno con el público. En Ritmo 0 (Nápoles,1974), Marina desplegó una serie de objetos de tortura (y placer) que durante seis horas el público procedió a usar sobre el cuerpo desnudo de la artista (un loco amenazó con apretar el gatillo de un revólver cargado). Para Los labios de Santo Tomás (1975), Abramović se tragó un kilogramo de miel y uno de vino, para luego proceder a tatuarse, con una cuchilla de afeitar, una estrella en su estómago; además de fustigarse a latigazos hasta quedar exhausta. Abramović ha dicho que el performance es un medio en busca de respuestas mentales y físicas. Dice que se ha pasado la vida tratando de averiguar cómo liberarse del miedo. “El miedo está en todas partes, miedo al dolor, el futuro, la enfermedad y finalmente la muerte”. Marina viene hoy a FIU para hablar de su más reciente performance Seven Easy Pieces que resultó un éxito en el Guggenheim de New York: Por siete días consecutivos, Marina ejecutó cada pieza por siete horas seguidas (entre 5 y 12pm). Son momentos famosos de artistas pioneros: Body Pressure, de Bruce Nauman; Seedbed, de Vito Acconci; How to Explain Pictures to a Dead Hare, del ya fallecido Joseph Beuys; Action Pants: Genital Panic, de Valie Export y The Conditioning, first action of Self-Portrait, de la desaparecida Gina Pane. No te la pierdas.
___________
Marina Abramović en vivo, hoy 30 de marzo a las 8pm. Green Library, GL 800. Abierta al público. Florida International University, 107 Avenida del SW y la 8 calle; (305) 348.2890
jueves, 29 de marzo de 2007
Odio vacío
Tumiamiblog
La música no puede expresarlo todo sin la armadura de una presencia irritable, consentidamente teatral. Manon, del álbum Jane Birkin et Serge Gainsbourg, (1969) es, acaso la canción más lograda de Gainsburg, por su minimalismo, su economía y exceso deliberado y fatal. La soberbia orquestación de camerata nos recuerda un Mahler lejano; segundos en blanco y negro de Eric Demarsan o Nino Rota en los 60 (con dejo de cabaret). ¿Puede el amor ser odio? Kitsch, tragedia ridícula e irrevocable, destino de la pasión verdadera, huérfana, moderna... y el poeta, estoico, saciado de dolor, pronuncia: "Manon, no sabes hasta qué punto, en el fondo, desprecio todo lo que eres; perversa, pérfida. Pero... he perdido la razón. Te amo, Manon".
La música no puede expresarlo todo sin la armadura de una presencia irritable, consentidamente teatral. Manon, del álbum Jane Birkin et Serge Gainsbourg, (1969) es, acaso la canción más lograda de Gainsburg, por su minimalismo, su economía y exceso deliberado y fatal. La soberbia orquestación de camerata nos recuerda un Mahler lejano; segundos en blanco y negro de Eric Demarsan o Nino Rota en los 60 (con dejo de cabaret). ¿Puede el amor ser odio? Kitsch, tragedia ridícula e irrevocable, destino de la pasión verdadera, huérfana, moderna... y el poeta, estoico, saciado de dolor, pronuncia: "Manon, no sabes hasta qué punto, en el fondo, desprecio todo lo que eres; perversa, pérfida. Pero... he perdido la razón. Te amo, Manon".
miércoles, 28 de marzo de 2007
Un día miamense
Marc Andries Smit
¿Qué te puedo decir... que la vida es extraña? Hoy, después de haber despertado con un día más o menos planeado (concepto humano completamente falso), me ocurrió todo lo opuesto a lo que esperaba; como si el norte se convirtiera en sur. Ya resignado con los resultados médicos (“el hombre propone y Dios dispone”) fui a tomarme un cafecito a Versailles. Me encuentro entonces con un viejo medio tostado (más que nada por el sol apabullante), equipado con guitarra, harmónica, micrófono y bocina y su “lawn chair” verde. Me tomo mi cafecito y le comento que estaba más prieto que el propio Beny Moré. Me da las gracias y se sienta. Cuando me dispongo a regresar a mi coche, él, con su micrófono en mano, exclama: “¡Español!” (me imagino que por mis cachetes rojos y barba quijotesca). “¿Y qué te pasó en la pata?” Recordé entonces la memoria oculta de mi niñez en Cuba, la amputación de mi pie. Sonreí, como aquel que dice, “tengo un pie en cada orilla”. Y para no entrar en detalles mórbidos con el excéntrico músico (exhausto ya de mañana), contesté: "¡Un tiburón en el Malecón es el responsable!". El viejo se destornilló de la risa y reaccionó con un “ÑOOO”, que gracias a su nuevo micrófono, resonó como un eco por toda la calle ocho. Qué más podía esperarse de otro día miamiense. So, how was your day?
martes, 27 de marzo de 2007
Marterologías
Tumiamiblog
El escéptico asume que no hay creencia cierta. El relativista asume que ninguna creencia es mejor que otra. El absolutista piensa que lo que él cree es lo único cierto y el pluralista sostiene que hay distintos criterios –unos mejores que otros. ¿Quién tiene la mejor opción? Creo que el último y después le sigue el primero. Contra el segundo diré que vivir sin rango y jerarquía puede ser muy aburrido. Y si bien dar espacio al punto de vista de otros debe ir acompañado de su justo mérito, ¿no es mejor -en general- suponer que somos falibles? Ello nos protegería del “falso muro” que algunos se erigen por miedo de no mirarse dentro sus grietas. No hay creencia robusta sin un ápice de recelo, ni convicción que dé la batalla sin dolor. Cada pregunta o respuesta tiene siempre un límite, por eso necesita de otra que la alimente.
lunes, 26 de marzo de 2007
La felicidad
Rosie Inguanzo
Mami revela con reflexiva octogenaria: “No están bien ná; tanto estudio, tanta universidad y ¿pá qué? Yo no veo que sean felices ná.” Y su dictamen me inquieta: miro el reloj y calculo el tiempo que me queda para indagar en mis emociones. Emociones hostigadas por los deberes y las prisas. A. confiesa descarnado que le gustaría vivir otra vida; yo me resarzo en heroicas metáforas: mi columna vertebral, el eje de mi cuerpo y centro del sistema nervioso dibuja una “S” irrevocable, trazando el despelote trágico que (apachurrando nervios que a su vez envían espasmos agujosos a sitios remotos de mis fuerzas vitales), como las cajitas chinas, guardan una metáfora dentro de otra, así hasta el infinito, de una poética de la supervivencia. Emociones entreveradas en el cuerpo. Entrenada en el ejercicio analítico noto que el estar consciente de que las emociones reinan no es suficiente para prevenirme de sus efectos. Y corro a rectificar casi a ciegas…mucho de lo que soy permanece sumergido. Aún me toca esa tarea ardua, de rescatar la minucia biográfica y sustraerme de un paisaje interior destartalado. Sustituir la carrera por la supervivencia -que más bien parece una fuga- por la bondad humana del arte, entre otros bienes. Reemplazar el error, remediarlo. Hallar vestigios de una verdad asida con alfileres, pero lo suficientemente inestable como para recuperar, momentáneamente, la fe en esta vida, en esta que compartimos A. y yo. Y noto con sorpresa adolescente (note la afilada etimología), que la felicidad se sofoca y se reanima irresponsablemente.
domingo, 25 de marzo de 2007
¡Miami ahora!
Tumiamiblog
De nuevo el arte. El tiempo consigna su síntoma: anomia post-capitalista tardía, tecnologización del cuerpo, economía política del tiempo, kitsch, alineación estética… ¿Lo estético hoy? Un terrain vague de disfrute y vacilón. Lo espiritual (raro término en esta postrimería), ocurre en lo íntimo de tu cuarto, frente a tu laptop o tu TV. Lo público es diálogo, dinamismo turístico y democracia. El siglo XXI anuncia la cohabitación del arte y la cultura como espectáculo. De ahí la producción de más espacio en los museos y más ferias. Ying, yang: Arte es -ahora- entretenimiento, fenómeno masivo. La moribunda galería (denunciada otrora por los Smithson, de Maria, Kosuth, Acconci y Baldessari), ya no es un punto para ese disfrute estético que eleva el espíritu (¿recuerda las cartas de Schiller?). El cubículo sigue ahí en tanto que diversión para una cultura elitista que perdió su base y las masas. Artista: ¡Tírate y reclama la calle de Miami! El péndulo está a tu favor. Que tu arte se vea y discuta con olor a cloaca y lluvia estival. Miami es mucho mejor que Barcelona o New York (en una, demasiado racismo, en la otra demasiada competencia por pie cuadrado). Aprovecha todas esas paredes del boom and fall del mercado Real Estate (no te olvides digitalizarlo para la posteridad). Que no quede esquina, camión, vidriera o piel desnuda sin tu imprenta: Habla de lo nuestro. Olvida la habananostalgia, lo tuyo ahora es Miami.
De nuevo el arte. El tiempo consigna su síntoma: anomia post-capitalista tardía, tecnologización del cuerpo, economía política del tiempo, kitsch, alineación estética… ¿Lo estético hoy? Un terrain vague de disfrute y vacilón. Lo espiritual (raro término en esta postrimería), ocurre en lo íntimo de tu cuarto, frente a tu laptop o tu TV. Lo público es diálogo, dinamismo turístico y democracia. El siglo XXI anuncia la cohabitación del arte y la cultura como espectáculo. De ahí la producción de más espacio en los museos y más ferias. Ying, yang: Arte es -ahora- entretenimiento, fenómeno masivo. La moribunda galería (denunciada otrora por los Smithson, de Maria, Kosuth, Acconci y Baldessari), ya no es un punto para ese disfrute estético que eleva el espíritu (¿recuerda las cartas de Schiller?). El cubículo sigue ahí en tanto que diversión para una cultura elitista que perdió su base y las masas. Artista: ¡Tírate y reclama la calle de Miami! El péndulo está a tu favor. Que tu arte se vea y discuta con olor a cloaca y lluvia estival. Miami es mucho mejor que Barcelona o New York (en una, demasiado racismo, en la otra demasiada competencia por pie cuadrado). Aprovecha todas esas paredes del boom and fall del mercado Real Estate (no te olvides digitalizarlo para la posteridad). Que no quede esquina, camión, vidriera o piel desnuda sin tu imprenta: Habla de lo nuestro. Olvida la habananostalgia, lo tuyo ahora es Miami.
sábado, 24 de marzo de 2007
La paradoja Qva Rebelión
Alfredo Triff
Esta pieza de Qva Rebelión (regado por toda la blogosfera, realizado por Alessio Cuomo y Sander de Noojl, via Penúltimos días, Cuba encuentro, etc) es mi factor deseo, la pieza que hubiese querido ver y oír allá en la Cuba roquera de mis 70 (sí, hubo rock muy duro en los 70). Observo la eficiente edición del videoclip: a cada palabra autosuficiente, aunque no menos certera de Carrasco (recién salido de prisión), aparece una imagen ilustrándola (paladeo su deliberado didacticismo). Repaso la locución: “No coma usted esa pinga comandante”, lo más subversivo que he escuchado en mucho tiempo (si se compara con la bucólica genuflexa de los Silvios, Pablitos y Varelas). Pero “subversivo” depende de dónde venga (aquí en la calle 8 “No coma usted esa pinga” es ridículo). Del videoclip saboreo tres transcripciones: La incendiaria, valiente y (¿auto-destructiva?) de Carrasco. Luego tenemos el ademán verbal de “El Puro”, otro integrante del piquete (comedido y efectivo dentro de su personaje), con una reflexión más verosímil: “Hay cosas que en Cuba no se pueden decir” (la metáfora en su función pública de expresar lo indecible). Aunque Carrasco no descalifique el discurso del Puro, creo que lo asocia implícitamente con lo que él define como “el miedo”. Por último, está Juan Camacho (promotor o crítico) que conversa en la clave insulsa oficialista (la metáfora ya hecha talco) que todos conocemos. Su mejor momento (“la gente siempre se rebela contra la generación anterior”) da pie para la mejor intervención de Carrasco (cuando contrasta las funciones del artista con las del político). ¿No es contradictoria -y algo cándida- la postura de Carrasco cuando alude que no lo invitan a tocar? El lado que me inquieta es esa apariencia underground de oscuridad en llamas, inundada por el sonido “metal” (típico del anfiteatro público), de clandestinidad sediciosa en oposición -y a la vez- como si estuviese “fuera” del alcance del régimen que imposibilita ésa expresión. ¿Paradoja o manipulación?
Esta pieza de Qva Rebelión (regado por toda la blogosfera, realizado por Alessio Cuomo y Sander de Noojl, via Penúltimos días, Cuba encuentro, etc) es mi factor deseo, la pieza que hubiese querido ver y oír allá en la Cuba roquera de mis 70 (sí, hubo rock muy duro en los 70). Observo la eficiente edición del videoclip: a cada palabra autosuficiente, aunque no menos certera de Carrasco (recién salido de prisión), aparece una imagen ilustrándola (paladeo su deliberado didacticismo). Repaso la locución: “No coma usted esa pinga comandante”, lo más subversivo que he escuchado en mucho tiempo (si se compara con la bucólica genuflexa de los Silvios, Pablitos y Varelas). Pero “subversivo” depende de dónde venga (aquí en la calle 8 “No coma usted esa pinga” es ridículo). Del videoclip saboreo tres transcripciones: La incendiaria, valiente y (¿auto-destructiva?) de Carrasco. Luego tenemos el ademán verbal de “El Puro”, otro integrante del piquete (comedido y efectivo dentro de su personaje), con una reflexión más verosímil: “Hay cosas que en Cuba no se pueden decir” (la metáfora en su función pública de expresar lo indecible). Aunque Carrasco no descalifique el discurso del Puro, creo que lo asocia implícitamente con lo que él define como “el miedo”. Por último, está Juan Camacho (promotor o crítico) que conversa en la clave insulsa oficialista (la metáfora ya hecha talco) que todos conocemos. Su mejor momento (“la gente siempre se rebela contra la generación anterior”) da pie para la mejor intervención de Carrasco (cuando contrasta las funciones del artista con las del político). ¿No es contradictoria -y algo cándida- la postura de Carrasco cuando alude que no lo invitan a tocar? El lado que me inquieta es esa apariencia underground de oscuridad en llamas, inundada por el sonido “metal” (típico del anfiteatro público), de clandestinidad sediciosa en oposición -y a la vez- como si estuviese “fuera” del alcance del régimen que imposibilita ésa expresión. ¿Paradoja o manipulación?
viernes, 23 de marzo de 2007
Outside Cuba a veinte años
Jesús Rosado
Es noche de 1987 y hierven ansiedades en la brisa norteña. Todos los humores del bohemio se agolpan, se yerguen, se deslizan, se dejan caer en el espacio que se presta al borboteo de formas y de colores. Las luces, dispuestas delicadamente, apuntan a la vida de cada una de las obras debutantes. Entre los muros se aposentan óleos, esculturas, artefactos, los olores a resinas frescas y a todas las humedades largamente justificadas. La heredad ha salido del redil gracias a un puñado de esforzados profesionales cubanoamericanos. Ellos se han encargado de que dentro de unos instantes el arte deje de ser destierro bajo la mirada de muchedumbre que atraerá Outside Cuba, la más perfilada y estremecedora vitrina de la plástica cubana expatriada, un suceso que rasgará definitivamente el anonimato de decenas de creadores reterritorializados. Fruto del ingenio curatorial, más que exposición, será en sí misma acción estética descomunal, magnífica instalación sobredimensionada. Sus principales promotores, Ileana Fuentes, Ricardo Viera, Inverna Lóckpez y Ricardo Pau Llosa, aún no pueden interiorizar el alcance del histórico performance que han recreado para rescatar generaciones de artistas victimizados por la cultura de la exclusión del totalitarismo nativo. Talento que fue borrado de los anales oficiales en la isla y que acá languidecía ante el desconcierto cultural y el rechazo de los circuitos de arte simpatizantes con la dictadura. Siendo el más serio intento por corporizar el genio de la plástica cubana emigrada, del cual reveló su trascendentalidad en lo estético, lo museal y lo antropológico, Outside Cuba se convertiría con los años en referencia obligada de un pensamiento visual peregrino cuya supervivencia es paradigma para otros exilios. Otra evidencia que confirma que la muerte del arte libre nunca ha de ser y que como afirmaba Daniel Boorstin puede latir más allá de la jurisdicción, reapareciendo en los horizontes distantes. Solo bastará, para comprobarlo, esperar a cuando dentro de unos instantes de aquel 22 de marzo de 1987, las puertas del Jane Voorhes Zimmerli Art Museum de Rutgers se hayan abierto de par en par al público expectante.
Tags: Arte cubano
jueves, 22 de marzo de 2007
Judas el escéptico
Tumiamiblog
Judas no era traidor, sino escéptico (ya en sí proceder estoico, con ataraxia de modelo... ¿pero vender al maestro por un puñado de monedas?). Es posible comprender a Judas de otro modo siguiendo la definición de Hanah Arendt de política como “el arte de lo posible”. No defiendo ahora al apóstol caído. Sigo el hilo de lo posible detrás de esa nube impenetrable que es el tiempo. Algunos que ven en Judas un privilegiado visionario que soportó con estoicismo siglos de vituperio y maldición (el tema tiene tela por donde cortar). Tal pareciera que ese apóstol maldito le achaca a Jesús una falta de compromiso político con el gobierno terrenal. De ser así, Judas pareciera el más intelectualmente avanzado del grupo (ya sabemos que el intelecto sólo y de por sí, en la filosofía estoica de la época, no está exento de error). ¿Es la política -o lo estético- independiente de lo ético? La metáfora de Judas ayuda en la evaluación del "intelectual cubano" y el lastre de la "traición" que se disputa siempre por ambos bandos.
La trucha
Tumiamiblog
La trucha fue compuesta cuando Schubert tenía tan sólo 22 años. Tocan Itzhak Perlman (violín), Pinkas Zuckerman (viola), Jacqueline du Pre (cello), Zubin Metha (contrabajo) y Daniel Barenboim (piano). Schubert dedicó el quinteto a Sylvester Paumgartner, cellista amateur muy rico, quien le sugirió al compositor que incluyera el tema con variaciones como parte de la obra. No creo que haya mejor interpretación grabada en vivo (en disco coincido con mi querido maestro Radosvet quien prefería al cuarteto Kodaly, uno de los mejores conjuntos cameratos que conozco). Me atrevería a decir que "La trucha" es el Here Comes the Sun del clasicismo vienés (caminando ya con seguridad a la puerta del Sturm und Drang alemán). Pop, melodía y estructura franca sin simplismo; deleite asequible, con un valor emocional humano directo. La delicadeza y el júbilo pastoral de Schubert apuntan al faro de la música.
La trucha fue compuesta cuando Schubert tenía tan sólo 22 años. Tocan Itzhak Perlman (violín), Pinkas Zuckerman (viola), Jacqueline du Pre (cello), Zubin Metha (contrabajo) y Daniel Barenboim (piano). Schubert dedicó el quinteto a Sylvester Paumgartner, cellista amateur muy rico, quien le sugirió al compositor que incluyera el tema con variaciones como parte de la obra. No creo que haya mejor interpretación grabada en vivo (en disco coincido con mi querido maestro Radosvet quien prefería al cuarteto Kodaly, uno de los mejores conjuntos cameratos que conozco). Me atrevería a decir que "La trucha" es el Here Comes the Sun del clasicismo vienés (caminando ya con seguridad a la puerta del Sturm und Drang alemán). Pop, melodía y estructura franca sin simplismo; deleite asequible, con un valor emocional humano directo. La delicadeza y el júbilo pastoral de Schubert apuntan al faro de la música.
miércoles, 21 de marzo de 2007
Miami Disain
Machetico
Me hago el del Disain, pero la neta es que moro en Liroljeiti. Saliendo por la garita, topo de cabeza con Toussaint y Dessalines. Los narras de la esquina seem to be del Chinatown de Port au Prince, porque acompañan el sospechoso arroz (le noto coco) con tostones y una salsa de fuego del Caribe. Walgreens habla en creole. Hasta el former Prime Minister, Sir Winston Churchill (corresponsal de prensa en Cuba en 1898, por cierto), que mira colorido desde la esquina de la 55 parece más poster de Gonaives que retrato imperial. Más arriba, (antes del histórico enclave de Ciudad Limón), ya la ilusión vuelve a las rufas del Metro Dade Transit en tap-taps atestados. Hasta la Dos Avenida del Norist, el asfalto -la pista- pareciera de tierra completamente haitiana. De pronto (en arrebato nuevo) aparece Santos Suárez, en una casita cubana facsimilar de cualquier otra de mi barrio. Es Villa Paula, tailored for el first Cuban cónsul de la República (circa 1920). Hasta ahora hemos caminado poco Mia y yo, pero ya vamos llevando carta del entorno. Mi primer garabato en el NE es el Fifo in state, roto, en tarima. Vengan a verlo.
martes, 20 de marzo de 2007
La familia protege a mi padre el seductor (Capítulo I)
La Chuna
Mi padre Carlos tuvo un hijo cuando tenía 19 años. El niño fue nombrado Carlos como su padre y le llamaban Carlitos para diferenciarlos. Mi padre tuvo relaciones con una mujer llamada Sara Hernández, un par de años mayor que él (la percepción de mi familia era que una mujer mayor lo había seducido). Carlos se amedrentó. Su hermana Cota, cuatro años mayor que él, y su padre Rafael Fornés (mi abuelo) tramaron mandarlo a los Estados Unidos para evitar la confrontación que se avecinaba. Supe que la madre de Carlos, Irene Buzzi, mi abuela (que era muy recta) y su hermano mayor Rafelito no participaron en la trama. En los Estados Unidos Carlos se enlistó en el ejército -por casi tres años y no le fue bien. Mientras tanto, Carlos también hizo que su familia se ocupara de mantener al niño, debido a que la mamá era muy pobre. La verdad es que mi padre tuvo problemas con el ejército durante su estadía en un campamento en Hawai. Una noche se había quedado dormido en su catre con sus pantalones aún puestos y un sargento con mala cara lo despertó. Confundido, Carlos agarró un machete de abajo del catre y de un golpe dejó al sargento inconsciente en el piso. Estaba muy oscuro y él no pudo ver si lo había matado. Espantado cogió su cartera y su chaqueta y salió huyendo. Por varios meses no llegó una carta. Preocupado, mi abuelo se comunicó con el ejército americano y del mando respondieron diciéndole que su hijo se había fugado y que la última noticia que tenían era que había desembarcado en el Puerto de San Francisco alrededor de tres meses antes. Sé que mi abuelo le pago una cierta cantidad al ejército para que lo dispensaran de sus obligaciones. Lo que no sé es cómo mi abuelo lo encontró en San Francisco para llevarlo de regreso a Cuba.
lunes, 19 de marzo de 2007
Blogo-repertorio
Tumiamiblog
En este espacio hablamos no sólo de Miami, sino de blogonoticia y blogoliteratura. Contribuimos desde nuestra tribuna a darle una cierta forma a nuestro blogolenguaje. Aquí van algunas expresiones necesarias del haber blogueril que deben formar parte de tu diario acervo (añade el tuyo): 1- No me llames que estoy blogeando. 2- Fíjate como esta la cosa, que no tengo tiempo ni pa’ bloguear. 3- El que se acuesta con niños amanece blogueao. 4- Prefiero que digan que aquí corrió, que aquí blogueó. 5-Voy echando que tengo que bloguear. 6- See you en el blog... 7- Blogueros de todos los países, ¡Unios! 8- ¡Bloguialismo o Muerte; postearemos! 9- Quien con bloguero se acuesta... 10- Niño que no bloguea no postea. 11- Dime dónde blogueas y te diré quién eres. 12- Bloguea y Dios te ayudará. 13- Mejor bloguear que hablar mierda. 14- Quien postea temprano, Dios lo ayuda. 15- No comas de lo que bloguea el pollo. 16- En el blog la vida es más sabrosa. 17- Juega a los comentarios, pero deja al blog quieto. 18- Si me pides el blog te lo doy. 19- Cuando el mal es de bloguear, no valen guayabas verdes. 20- El blog es la sal de la vida. 21- Si camina como bloguea, me como hasta las letricas. 22- ¡Blogoseraaaaaa!
domingo, 18 de marzo de 2007
Sargento Pimienta
Tumiamiblog
Sargeant Pepper’s Lovely Hearts Club Band. ¡Qué disco tan aparte! Dice Lucy (in the Sky with Diamonds): “Picture yourself on a train in a station with plasticine porters with looking glass ties. Suddenly someone is there at the turnstile, the girl with kaleidoscope eyes.” Es el dadaísmo sicodélico: Mixtura de pop, Tin Pan Alley, música barroca, jazz, raga hindú, Blues; producido con una técnica nueva de grabación (gracias Geoge Martin) de orquestaciones herméticas y sorpresivas. Sgt. Pepper es disonancia, oscuridad y ácido (en lugar de tonalidad, glamour y ternura). ¿Qué es mejor, Sgt. Pepper o Dark Side of the Moon? No sé, acaso el primero apuntó el camino, pero para quien escuchó ese opus durante el lapso de la pulsación juvenil (época abocada en el grito y la distorsión eléctrica abultada en las minas capilares), la vida no podría ser la misma.
Sargeant Pepper’s Lovely Hearts Club Band. ¡Qué disco tan aparte! Dice Lucy (in the Sky with Diamonds): “Picture yourself on a train in a station with plasticine porters with looking glass ties. Suddenly someone is there at the turnstile, the girl with kaleidoscope eyes.” Es el dadaísmo sicodélico: Mixtura de pop, Tin Pan Alley, música barroca, jazz, raga hindú, Blues; producido con una técnica nueva de grabación (gracias Geoge Martin) de orquestaciones herméticas y sorpresivas. Sgt. Pepper es disonancia, oscuridad y ácido (en lugar de tonalidad, glamour y ternura). ¿Qué es mejor, Sgt. Pepper o Dark Side of the Moon? No sé, acaso el primero apuntó el camino, pero para quien escuchó ese opus durante el lapso de la pulsación juvenil (época abocada en el grito y la distorsión eléctrica abultada en las minas capilares), la vida no podría ser la misma.
sábado, 17 de marzo de 2007
Yo, la historia
Me presento. Soy la historia. Dicen por ahí que he perdido la memoria, que estoy contaminada por la ficción. ¿Hago historia? El jueguito comenzó con el afiebrado Nietzsche (¿no publicó el condenado un libro sobre mi supuesto “uso y abuso”?). Abusada yo, empezando por el seudo artista de Buckhardt (aunque su amor por el Renacimiento era incomparable), quién quería convertirme en una estética antropológica; de su influencia salió ese volumen insoportable de Thomas Mann, Los Buddenbrooks (¿quién puede meterse ese petardo?). Ah, si no fuera hubiera sido por talentos como Dilthey, Durkheim o mi querido Weber (qué genio racionalista) ¿qué hubiera sido de mí? Lástima que lo entendieran todo como una ley irremediable de transformación social. ¿Los poetas modernos? Me hicieron mierda: Marinetti y Maiakovskii me odiaban. Valery escribió que yo era “lo más peligroso de la química del intelecto”, Gottfried Benn apuntó, “La historia ni enseña ni justifica nada”. Los llamados historiadores... Spengler, tú que parecías atinado, terminaste nihilista. Los filósofos lo mismo; Ortega me comparó con el teatro español: “un anacronismo”. Roquentin, ese historiador orate en La Nausea de Sartre, se la pasa atolondrado todo el tiempo investigando la vida de un tipo oscuro del siglo XVIII (o el anti-historicismo de Camus en El extranjero. Meursault de “inocente” no tenía un pelo). ¿Qué coño quieren de mí? Mi labor es ver, recordar y decir la verdad. No predicar, ni teologizar, ni fabricarles un mundo lindo y divertido. Si ustedes están desquiciados y sólo piensan en arrasarlo todo, ¿qué culpa tengo yo? Repito con Azorín: ¡Maldita humanidad, harta estoy de tu incomprensión!
viernes, 16 de marzo de 2007
Maestro incomprendido
Tumiamiblog
Sólo a Rouben Mamoulian... Love Me Tonight es uno de los mejores musicales de los 30. Una deliciosa comedia de errores con cambio de identidades que apuntan a la naturaleza humana. La acabada integración de imagen, trama, música y letra del duo Rodgers y Hart (¿recuerdas “The Lady is a Tramp”, o su mejor colaboración en Broadway, Pal Joey?), se ajustan como anillo al dedo. Maomulian agencia momentos únicos; desde la secuencia inicial del filme (con esa sinfonía de sonidos “trouvez”) en las calles de Paris (que recuerdan el lente verité de Eugene Atget), al corte del tema “The Sonofagun Is Nothing But a Tailor", pasando por la toma (en cámara lenta) de la caza de la zorra y por un petit homage a Eisenstein. Sustancia y tino con un poco de Lubitsch (antes de la censura de los 30), matizado por la original Mirna Loy (haciendo de ninfeta). Love Me Tonight es una rarísima joya de un maestro que se merece segundas lecturas.
Sólo a Rouben Mamoulian... Love Me Tonight es uno de los mejores musicales de los 30. Una deliciosa comedia de errores con cambio de identidades que apuntan a la naturaleza humana. La acabada integración de imagen, trama, música y letra del duo Rodgers y Hart (¿recuerdas “The Lady is a Tramp”, o su mejor colaboración en Broadway, Pal Joey?), se ajustan como anillo al dedo. Maomulian agencia momentos únicos; desde la secuencia inicial del filme (con esa sinfonía de sonidos “trouvez”) en las calles de Paris (que recuerdan el lente verité de Eugene Atget), al corte del tema “The Sonofagun Is Nothing But a Tailor", pasando por la toma (en cámara lenta) de la caza de la zorra y por un petit homage a Eisenstein. Sustancia y tino con un poco de Lubitsch (antes de la censura de los 30), matizado por la original Mirna Loy (haciendo de ninfeta). Love Me Tonight es una rarísima joya de un maestro que se merece segundas lecturas.
jueves, 15 de marzo de 2007
Momoko Sudo: El silencio del paisaje linear
Amílcar Barca
El zen, rama del budismo instruida por Bodhidharma, se apoderó de las artes en Japón bajo la plasmación de la mística en todo lo relacionado con la Naturaleza: desde la construcción de los objetos hasta la organización de una casa, algo tan simple como la ceremonia del té, o la arquitectura de un haiku. La línea es el elemento gráfico donde aparece el cuerpo de la idea. La utilizamos para describir el dolor o la felicidad de los contornos. Para interpretar la dirección del trazo y fijar su límite en la hoja. En el arte figurativo su voz es segura y finita. En la abstracción puede fluir y no tener necesariamente ni principio ni final. Puede venir o posarse. Aparecer o, simplemente, huir con lentitud. Reunirse en otras de su misma especie o constituir al cruzarse una sombra en la obra. Así se organizan las líneas en la obra de Momoko. Su concepto parte de una meditación sobre algún paisaje interior que está sin definir y que se va concretando a medida que la reunión de las mismas se establece. Según las abra, la luz de sus jardínes se expande; cuando las junta, lo sinuoso produce unos relieves que vistos desde la altura parecen dunas como las del papel de un sismógrafo. Dunas perfiladas desde un aeroplano, como si fuese Saint Exupery quien las describiera, Fontana quien las rasgara o Soto o Agnes Martin quien instruyera su composición. Son como surcos de un rastrillo. Arenisca fina de un oasis. Líneas onduladas y húmedas que deja quizás una ola, al regresar su espuma hacia el océano. Esta es nuestra representación nipona en la ciudad de las palmas y el sol. Su obra es visible en su estudio de South Beach o en su web: www.linescaping.com
El zen, rama del budismo instruida por Bodhidharma, se apoderó de las artes en Japón bajo la plasmación de la mística en todo lo relacionado con la Naturaleza: desde la construcción de los objetos hasta la organización de una casa, algo tan simple como la ceremonia del té, o la arquitectura de un haiku. La línea es el elemento gráfico donde aparece el cuerpo de la idea. La utilizamos para describir el dolor o la felicidad de los contornos. Para interpretar la dirección del trazo y fijar su límite en la hoja. En el arte figurativo su voz es segura y finita. En la abstracción puede fluir y no tener necesariamente ni principio ni final. Puede venir o posarse. Aparecer o, simplemente, huir con lentitud. Reunirse en otras de su misma especie o constituir al cruzarse una sombra en la obra. Así se organizan las líneas en la obra de Momoko. Su concepto parte de una meditación sobre algún paisaje interior que está sin definir y que se va concretando a medida que la reunión de las mismas se establece. Según las abra, la luz de sus jardínes se expande; cuando las junta, lo sinuoso produce unos relieves que vistos desde la altura parecen dunas como las del papel de un sismógrafo. Dunas perfiladas desde un aeroplano, como si fuese Saint Exupery quien las describiera, Fontana quien las rasgara o Soto o Agnes Martin quien instruyera su composición. Son como surcos de un rastrillo. Arenisca fina de un oasis. Líneas onduladas y húmedas que deja quizás una ola, al regresar su espuma hacia el océano. Esta es nuestra representación nipona en la ciudad de las palmas y el sol. Su obra es visible en su estudio de South Beach o en su web: www.linescaping.com
miércoles, 14 de marzo de 2007
Casos y cosas
Tumiamiblog
Good morning blogolandia. Hoy queremos ir a base de snippets porque hay muchas cosas pasando por ahí: 1- El panel Outside Cuba / Fuera de Cuba 20 años después, en el Tower Theater (este viernes a las 8pm) 2- La comparecencia del piquete Habana Abierta en el Centro de Cultura Español (el próximo lunes 19 de marzo a las 8pm) 3- La apertura de Arte Américas (este jueves en el Miami Beach Convention Center, con 70 galerías de 16 países de todo el mundo exhibiendo más de 300 artistas) 4- Queríamos agradecer a todos los colaboradores de tumiamiblog y a Cuba encuentro en la red por en link con tumiami. 5- Benedicto ratifica su oposición contra el matrimonio homosexual. 6- Resumiendo la gira de nuestro presidente por latinoamérica (parole, parole parole...) 7- Después de ver todos los días a un tipo (en el McDonald de la 37 y la 7 del NW) sin cepillo ni frazada, por dos horas, dándole manguera al piso como si el agua fuera suya, apoyo esta medida. 7 (a)-¿Puedes vivir acaso sin tu ducha de una hora? (ese placer lo aprendiste aquí).
Good morning blogolandia. Hoy queremos ir a base de snippets porque hay muchas cosas pasando por ahí: 1- El panel Outside Cuba / Fuera de Cuba 20 años después, en el Tower Theater (este viernes a las 8pm) 2- La comparecencia del piquete Habana Abierta en el Centro de Cultura Español (el próximo lunes 19 de marzo a las 8pm) 3- La apertura de Arte Américas (este jueves en el Miami Beach Convention Center, con 70 galerías de 16 países de todo el mundo exhibiendo más de 300 artistas) 4- Queríamos agradecer a todos los colaboradores de tumiamiblog y a Cuba encuentro en la red por en link con tumiami. 5- Benedicto ratifica su oposición contra el matrimonio homosexual. 6- Resumiendo la gira de nuestro presidente por latinoamérica (parole, parole parole...) 7- Después de ver todos los días a un tipo (en el McDonald de la 37 y la 7 del NW) sin cepillo ni frazada, por dos horas, dándole manguera al piso como si el agua fuera suya, apoyo esta medida. 7 (a)-¿Puedes vivir acaso sin tu ducha de una hora? (ese placer lo aprendiste aquí).
martes, 13 de marzo de 2007
Miami rumbo downtown
Alfredo Triff
Tanteo el infortunio y la placidez a flor de piel de la gente que pasa a mi lado. Huelo sus adehesados olores, sus cansancios de horas matutinas; ropa sudada, hogar lejano y nómada esperanza. Mientras reparo furtivamente en esos ojos nerviosos que se cruzan con los míos (dato: ostento gafas de sol), casi se me olvida el rumbo. Cruzo la calle de laborioso tráfico: La 3 del North East, going west hacia la iglesia, pero cambio de rumbo justo al encuentro de la uno con la 1 del North East (con el antiguo FEDCO y Carrión) de esquina. Me escapo por el portal y juego a evitar miles de calcomanías pisoteadas contra el húmedo concreto de la acera. Persigo ese olor decreciente a timbiriche de la pareja de viejos del Miami-Commonwealth Building: olor de cebolla y ajo frito con carne (panorama aledaño a una vieja tienda de piedras baratas: La Orquídea. Curioseo a través de una puerta de cristales ahumados y grasientos el inexpresivo semblante de la temprana tarde. Me siento, no para comer, sino para ser testigo de mi pasado. Cierro los ojos y viajo a un futuro en mi recuerdo de un Miami evasivo en mi mente enmarañada. Un pan con bisté, chips y Coke... mastico, trago: sabe bien. Sonrío, pago y me levanto; sigo sin rumbo fijo bajo el pálido sol otoñal. Y el panorama se dispersa, porque son casi las tres y el mundo cede a la diaria preocupación de asuntos y prisas. Miami es un semblante de la fábula. Lo tácito regresa acto seguido, ahora, mientras apuro estas equívocas palabras.
lunes, 12 de marzo de 2007
Lo que cambia cuando uno no está
Albino Gómez (Buenos Aires, 1928)
Le contaron en la noche ajena, de ese rincón tan suyo ahora cerrado, ahora otro lugar. Y se quedó entonces, con las horas borradas, memoria de voces y de copas, el lugar del humo, de los sueños, el sonido del piano que sólo cesaba con las primeras luces de cada amanecer. Recordó también esas cortinas viejas, pesadas que guardaban perfumes baratos de coperas y toda la humedad de su ciudad. Ese rincón de la noche donde sus palabras eran pura verdad, que sólo moría con el agua de las mañanas en su cara reflejada con asombro en el espejo. Antes, pensaba que nada podía haber cambiado, que todo seguiría esperándolo igual, como una lámpara al final de un sueño. Ahora le contaban de las calles, de las casas, de las gentes diferentes, de los hombres viejos, de los niños hombres. De esos desconocidos con quienes no sabía cómo preguntar y que a fuerza de verlos día a día habían sido casi sus amigos. De cualquier muchacha esperada en una mesa con el trago impaciente y los cigarrillos fumados con la mirada en el reloj. Ahora sabía que no se puede partir impunemente: Uno se va recuerdo y queda hecho olvido. Uno es la memoria de todo y todo es la memoria de nada, la vida nueva en la que ya no se está, en la que ya no se es más. Ahora sabía que si se deja de ser presencia, quedan las sillas vacías el mostrador de un bar, las calles sin pasos, las mesas sin manos. Queda una muerte pequeña, la muerte que es vida en otro lugar, una traición indolente con la cena cotidiana del exilio o del destierro. Es que a cierta altura de la vida no se puede ya más abandonar las ventanas, dejar teléfonos mudos para siempre, una libreta con números perdidos, el paisaje y la mirada divididos. Porque ya, a cierta altura de la vida, sólo se puede ser uno realidad, alegría, dolor, siempre verdad en un solo lugar, en el propio país, en la propia ciudad.
domingo, 11 de marzo de 2007
Apio verde Lisa Martin
Tumiamiblog
Ayer, de regreso a casa, nos encontramos un bello mensaje en la máquina (todo el día involucrados in the making de un video con amigos muy queridos). ¿Quién es? La voz con un acento de Jaialia (que destruye estereotipos) de esa rubia Cuban-american de ojos verdes y mirada intelectual (detrás de sus espejuelos) llamada Lisa Martin. De Lisa aprecio su lealtad y compostura; esa sinceridad suya, precisa y sin rodeos. Sé que nos perdimos un “fiestón” (como ella me dice en el mesaje) con un grupo que quisiera imaginar: Alcides, poeta, trovador y artista, Oda (juglar imprescindible del Miami nocturno), ese talento con mirada de ser alado que se llama Kiki. Estaría acaso Paloma Figueiro (el arte hecha piel), La Chuna, hada madrina miamense (que ha vuelto a las andadas para regocijo de todos nosotros), el teórico (de la risa amable) y mi futuro arquitecto el Fornés, y por último, en un rincón, el alma conciliadora de Bill. Habría el embullo de la amistad imbuido por la poética melódica del cancionero local (con humo delicioso de fondo). Porque un cumple de la Martin es un evento singular, quisiera cantarle estas líneas con acento de Palm Avenue: Apio verde tu yu, apio verde tu yu, apio verde Lisa Martin, apio verde tu yu (¡te estás poniendo joven!)...
sábado, 10 de marzo de 2007
¿Etanol o petróleo?
Ermigio Benveniste
¿Será cierto lo de la gira anti-Chávez de Bush, o es pura coincidencia? (y Chávez responde). No es que la gente sea chavista. Pero me parece que al presidente le va a ser difícil ganarse una Latinoamérica que ya ha sido “tocada” con tarifas benévolas del petro venezolano. Aunque parezca lo contrario a Bush (y sobre todo en este tramo del camino) le importa poco la América Latina (pregúntese por qué durante su mandato no ha habido una política consecuente hacia la región). Y fue por ese vacío que Chávez subió como la espuma. Si bien la presunta “lucha de contrarios” entre Lula y Kirchner con papeles protagónicos es metafóricamente adecuada en el contexto del cono sur, la idea de “etanolizar” a E.E.U.U. es un sueño de hadas. En esta materia me tiro por la economía más que la ideología. Michael Brush provee cinco escenarios alrededor del chavismo actual: 1- Caen los precios de ciertas materias primas, lo que precipita una crisis económica que favorece el chavismo (países como Perú, Chile, México o Brasil aún se mantienen más o menos en un centro), 2- El chavismo como teoría política puede tener un efecto inspirador en Latinoamérica (como vehículo populista para ganar el poder), 3- Las política de Chávez asustan a los inversionistas y el chavismo (internamente) hace crisis, 4- Inspirado por el chavismo, Ecuador se declara en banca rota (y los mercados de la región hacen crisis), 5- La política de nacionalización no funciona (ahora hay menos ruido porque Chávez ha resarcido las compañías extranjeras, lo que Castro nunca hizo). ¿A qué le apuestas, al etanol o al petróleo?
viernes, 9 de marzo de 2007
jueves, 8 de marzo de 2007
Agustín Tamargo E.P.D.
El conocido periodista cubano Agustín Tamargo falleció el miércoles en la noche en un hospital de Miami, rodeado de familiares y amigos (Alfredo Pong le dedica una sentida página en su blog).
Miami tiene su luz
Rosie Inguanzo
Miami irradia esa luz insuperable. Mi Miami tiene noches de invierno de las que dan al mar, con la super luna sumergida en el agua oscura. Tiene limpiezas de casas por $60 y a mi madre llorando frente a un fregadero repleto de bandejas sucias. Tiene highways estrenaditos y un despertar de cuerpos-en-la-arena blanca entre palmeras. Una cena con Prince y Purple Rain, un afiche de Bono asido con tachelitas a la pared de cartón piedra, en una finquita en el South West. Recuerdos de familia: una loca corriendo cuchillo en mano; un marimbero colombiano apuntándome a la sien, un invernadero en el patio de mi padre, un gallo chino y dos blanquísimos gansos salvajes. Tiene, por supuesto, lirios robados a un jardín privado, poemas de neón y aire de mar, sufragios de la memoria: saber a qué sabe una ciudad. Tiene sueños emprendidos; algunos culminados. Deseos intermitentes: la condición nómada de la emoción exiliada. El excentricismo de apostar por una ciudad, por unos amigos con personalidad náufraga. Tiene los regresos a esa luz que ni Roma pudo suplirme. Esa luz miamense que llena la mirada, difumina y embriaga. Luz que reposa en el hastío. Y su auxilio cala hondo.
miércoles, 7 de marzo de 2007
Las apariencias engañan
Jean Baudrillard
Ver y ser vistos, esa parece ser la consigna en el juego translúcido de la frivolidad. El así llamado momento del espejo, precisamente, es el resultado del desdoblamiento de la mirada, y de la simultánea conciencia de ver y ser visto, ser sujeto de la mirada de otro, y tratar de anticipar la mirada ajena en el espejo, ajustarse para el encuentro. La mirada, la sensibilidad visual dirigida, se construye desde esta autoconciencia corpórea, y de ella, a la vez, surge el arte, la imagen que intenta traducir esta experiencia sensorial y apelar a la sensibilidad en su receptor. Nuestra soledad demanda un espejo simbólico en el que poder reencontrar a los otros desde nuestro interior. Buscamos en el espejo la unidad de una imagen a la que sólo llevamos nuestra fragmentación. Con estupor tomamos las últimas fotografías posibles, un patético modo de certificar la experiencia o de convertirla en colección. Pareciera que la fotografía quiere jugar este juego vertiginoso, liberar a lo real de su principio de realidad, liberar al otro del principio de identidad y arrojarlo a la extrañeza. Más allá de la semejanza y de la significación forzada, más allá del "momento Kodak", la reversibilidad es esta oscilación entre la identidad y el extrañamiento que abre el espacio de la ilusión estética, la des-realización del mundo, su provisional puesta entre paréntesis. Como en La invención de Morel donde un aparato reproduce la vida (absorbiendo las almas) en forma de réplica, en forma de mera proyección. Los Stones como souvenir de sí mismos proyectados en el telón del escenario giratorio. La envidiable decreptitud de Mick Jagger con una delgadez mezquina y ominosa, como si fuera su propia narcótica reliquia. Los rostros del otro, rostros distantes a pesar de su cercanía, ausentes a pesar de su presencia, los miramos sin que nos devuelvan la mirada. La alteridad no es más que un espectro. Tal vez los Stones estén muertos y nadie lo sepa. Tal vez sea una banda sustituta la que por enésima vez sacuda el mundo cuando comience su nueva gira por las ciudades de la Gran Babilonia.
martes, 6 de marzo de 2007
Crescendo diminuendo
Tumiamiblog
Él trataba de explicarle su manera de ver las cosas. Ella también. Como la ola tiene onda y cresta, sus palabras proyectaban unir y desunir en crescendo diminuendo. El tema convergía al centro, en anuencia implícita, con ideas que se adosaban y luego se enquistaban. Un ritmo de pleonasmo circulaba por todo para precipitar un impulso fuera del centro, como cuando la línea de círculo se torna en espiral. Buena conversación... se decían. El clima logométrico fue de tibio a frío con parlamentos noctívagos y tangenciales. Hacía dos horas que trataban de alcanzar un punto de convergencia. Quizá en el acto de comunicarse, las palabras se agotaban: los adjetivos, tan llenos de sí, pasaron a ser sintéticos y luego superlativos para después tenderse al adverbio de cantidad y de duda. “Quizá”, y “acaso”, pasaron para ella a un primer plano. Para él era imperativo mantenerse en la afirmación. “Por supuesto”, “claro”. Ella lo acusaba de pragmático. Él ripostaba que era idealista. Ambos utilizaban el lenguaje cual colorante. Para ella el verbo provenía de lo psíquico. La palabra es una viscosidad mental que calca la realidad. La señal pronta (la del corazón) es inmediata, incuestionable. “Lo sé porque me ha pasado”, juraba. Una tarde la plática revivió. Había algo auspiciante. Vocablos con peso y dirección específicos. Profirieron locuciones fortuitas (cual danza de fingido protocolo). Atónitos, se miraron y decidieron indagarse con cautela. Ella no omitió que hay discursos de colores laxos y mórbidos que se tejen por sí mismos en el laberinto de la duda... él evocó que la realidad es afín a la palabra, cuando ella misma huelga. En ese momento tan fructuoso, ambos sonrieron y callaron.
lunes, 5 de marzo de 2007
Miamirealidad
Roberto Poveda
Recuerdo la primera vez que vine a Miami, fue un día en medio de un verano caluroso. Venía yo de otra ciudad fría y de calles mojadas por la lluvia pertinaz. Al llegar a Miami, la primera impresión fue como un rayo de luz entrando por la ventana. Venía con la idea de una ciudad luz, con la idea de una ciudad hecha a mis necesidades, una ciudad que por su esencia marítima iba a llenarme el corazón con su olor a salitre. Una ciudad mitad manzana, mitad discordia, amparada tras la distancia aparente de un pasado glorioso. Sus autopistas recientes, sus incipientes rascacielos y su comunidad automotriz, me dieron la impresión primera de haber llegado a la sucursal del cielo. Poco a poco fui descubriendo que Miami era un espejismo, un reflejo extraviado en la pupila del tiempo. La calle Galiano, La Época, El Ayestarán etc., etc., dobles desafortunados de otra realidad de una ciudad que cada día me asombra más. Las personas, los eventos y los objetos que he ido acumulando en mi corta estancia aquí, me dan el aliento necesario para atravesar este desierto que se impone. Hoy, que me encuentro entre el ayer y la eternidad, ya nada importa. Sólo sé que estoy aquí y que nadie puede salvarme. Espero transitar las horas venideras con la esperanza de vivir en el futuro inmediato. Una estrategia: Dibuja en tu mente el mapa emocional de tus deseos, colorea los rascacielos con chocolate chip, y deja volar tu imaginación lejos de la cárcel de las palabras.
domingo, 4 de marzo de 2007
Emil Gilels
Tumiamiblog
Nacido en Odessa, Emil Gilels (1916-1985) comenzó a estudiar piano con Berta Reingbald a los seis años de edad. En 1933 gana un prestigioso concurso en Rusia y luego se tralada a Moscú, donde estudia bajo la dirección de Nehaus (maestro de otros grandes como Sviatoslav Richter y Radu Lupu). Su carrera internacional comienza a los 21 años de edad, cuando obtiene el segundo premio del concurso Beethoven de Viena y luego el primer premio del Ysaye, Bruselas (compitiendo con virtuosos como Arturo Benedetti Michelangeli y Maura Lumpany). En 1955 debuta en Estados Unidos con la orquesta de Filadelfia, interpretando el Concierto No. 1 de Tchaikovski. Gilels es sin duda uno de los pianistas más destacados del siglo XX. Se dice que su fuerte son los alemanes clásicos (Beethoven, Brahms y Schumann). Aunque Gilels no tiene el virtuosismo técnico de Richter (conquien siempre se le compara), sus interpretaciones están imbuídas de pasión, frescura y una rara originalidad de quien puede permitirse el riesgo de llevar la pieza a otro nivel. En esta versión de la Sonata 23, Appassionata (considerada una de las tres más importantes de Beethoven, con la Waldstein y la Patética), se perciben pequeñas pifias (en las octavas y ciertos pasajes durante la reexposición) que lejos de atentar contra la pieza, la llevan a un plano de ejecución mucho más complejo. Con Gilels presenciamos una lucha constante entre obra e intérprete, quien debe rescatar el espíritu del compositor, pero digerido en el laberinto del corazón (el clip es del año 1957).
Nacido en Odessa, Emil Gilels (1916-1985) comenzó a estudiar piano con Berta Reingbald a los seis años de edad. En 1933 gana un prestigioso concurso en Rusia y luego se tralada a Moscú, donde estudia bajo la dirección de Nehaus (maestro de otros grandes como Sviatoslav Richter y Radu Lupu). Su carrera internacional comienza a los 21 años de edad, cuando obtiene el segundo premio del concurso Beethoven de Viena y luego el primer premio del Ysaye, Bruselas (compitiendo con virtuosos como Arturo Benedetti Michelangeli y Maura Lumpany). En 1955 debuta en Estados Unidos con la orquesta de Filadelfia, interpretando el Concierto No. 1 de Tchaikovski. Gilels es sin duda uno de los pianistas más destacados del siglo XX. Se dice que su fuerte son los alemanes clásicos (Beethoven, Brahms y Schumann). Aunque Gilels no tiene el virtuosismo técnico de Richter (conquien siempre se le compara), sus interpretaciones están imbuídas de pasión, frescura y una rara originalidad de quien puede permitirse el riesgo de llevar la pieza a otro nivel. En esta versión de la Sonata 23, Appassionata (considerada una de las tres más importantes de Beethoven, con la Waldstein y la Patética), se perciben pequeñas pifias (en las octavas y ciertos pasajes durante la reexposición) que lejos de atentar contra la pieza, la llevan a un plano de ejecución mucho más complejo. Con Gilels presenciamos una lucha constante entre obra e intérprete, quien debe rescatar el espíritu del compositor, pero digerido en el laberinto del corazón (el clip es del año 1957).
sábado, 3 de marzo de 2007
viernes, 2 de marzo de 2007
Las formas de vida de Carlos Gónzalez
Amílcar Barca
La escultura como una introspección clásica a su término original, donde el vacío y las formas, la oquedad y los volúmenes, lo dinámico y la quietud aparecen en la obra, no es muy frecuente en las muestras que hoy se exhiben en Miami. El abuso de las instalaciones ha devorado, desafortunadamente, esta manera de ver la escultura como pieza única y con significado en sí misma. Si además, la tradición formal de los maestros se sigue, como el Brancusi de Pájaro en el espacio o la primera etapa de Caro Flap 1976, y al mismo tiempo se innova en la temática y el movimiento, tenemos como resultado una obra digna pero no por ello menos original. Carlos González, con su visión que podríamos llamar biologista de los seres vivos, ha creado en esta exposición (hago, por su aspecto formal, una excepción en el “vestigio” CTS-02, una pieza que podría inaugurar una nueva etapa plástica), una serie de piezas que, como su título anuncia, tienen vida propia. A tal punto que, la agresividad o el peligro, surgen de sus pieles de hierro forjado o acero con la misma crudeza que las fieras o, si me apuran, que la Dionae Muscipula, aquella planta carnívora en forma de gajos punzantes que tan hermosamente asesina a sus presas como la CTS-01.Estas criaturas pueblan un espacio virgen y como una danza en una selva blanca, se exponen de forma muy bien articuladas en la Chelsea Gallery, espacio éste comprometido con el nuevo arte cubano actual (Gory, Acosta, Pérez Llorca, Quintana...) basado en la tradición; sin olvidar por ello, la primicia que requiere una obra bien concebida en el siglo que habitamos.
jueves, 1 de marzo de 2007
Miami vagabundo
Alfredo Triff
El viento húmedo le baña la cara. Todo se hace conciencia esta noche: los zaguanes desquiciados, la roída y sinuosa acera, la mirada candorosa de una niña y la luz rutilante del bombillo de “Tito Pawn House” (la casa de empeño de la esquina de la 16 y la 37 avenida del NW). Todo y nada. Voces anónimas que se lanzan. Harto de la vida diaria y el vago aliento de querer vivir en otra parte, de irse para siempre (y en esa lucha interna hallar paulatinamente la voz desnuda de la verdad). ¿Ir a dónde? Es de madrugada y la prosa necesita de lugares comunes, de materia basáltica. Cómo podría vivir sin el maloliente cuarto, la larga y caprichosa escalera con sus descascaradas y ennegrecidas paredes. Cómo prescindir del fétido desagüe, los ratones y esos perros oportunos. ¿Prescindir del ruido y la miseria? Ah, poder entrar y salir sin que nadie te pregunte nada, convertirse en fantasma de la capital nocturna (codearte con la gente inadvertidamente). ¿Puede haber algo mejor que mi Babel del sur? Llega al cuarto y se tira en el camastro. Más tarde escribirá un párrafo que dice así: “Somos donde estamos, febrero de 2007, El Nido del SW.”
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