domingo, 31 de diciembre de 2006
31 deseos para el 2007
Décima para despedir el 2006
No he de acabar en la esfera
que se quiebra a medianoche,
ni me uniré a ese reproche
que el coro altivo reitera.
Cierran las puertas, mi espera
agota el año, y le exalta.
Un pliego rasgado salta
al misterio, por borrarse;
y el Huésped, sin contrariarse,
nunca nos trae lo que falta.
sábado, 30 de diciembre de 2006
Saddam Hussein ejecutado
Saddam Hussein ha sido ejecutado. Alguien que aprendió a inspirar el pánico termina colgado en la horca. De acuerdo con un corresponsal de la BBC, “las autoridades iraquíes estaban muy preocupadas por el potencial de reacciones violentas”. Las fuerzas estadounidenses en Bagdad y sus alrededores están en máxima alerta. ¿Los detalles? Cuando el sigiloso ritual de la ejecución comenzara, el reo habrá tenido tiempo para rezar y degustar una comida especial. Tras comprobarse por triplicado su identidad, el ahorcamiento tendría lugar en un cercano patíbulo especialmente construido, sin que hayan faltado centenares de iraquíes voluntarios para actuar como verdugos. De acuerdo a los detalles filtrados, el condenado sería acompañado al patíbulo por un clérigo, representantes judiciales y un equipo de televisión enviado por el Gobierno iraquí. Los brazos y piernas de Sadam serían esposados y se le colocaría un capuchón sobre la cabeza más la correspondiente soga al cuello. Una palanca accionaría la trampilla que servirá para completar el ahorcamiento. ¿Qué piensas del asunto?
viernes, 29 de diciembre de 2006
Pura realidad, instante...
El fantasma de Jan van Eyk
Hola amigos, soy Jan van Eyck, pintor. He venido a Miami por su magnánimo sol... nosotros los pintores flamencos nos fuimos al interior por esa ausencia de luz. No tengo mucho tiempo, pero quisiera presentarles mi pieza más conocida: El retrato del mercader italiano Giovanni Arnolfini y su novia Jeanne de Chenay. La pintura se ha hecho muy famosa con el tiempo. Se trata simplemente de un momento solemne en que Arnolfini y Chenay declaran al mundo la intención de casarse. Disculpen la firma tan ostensiva de mi nombre en la pared sobre el espejo. Me sentía un testigo muy íntimo, como si nada más hiciera falta, salvo ellos, la pintura y yo. Con los siglos se ha dicho que esa obra comienza una nueva etapa en la historia del arte, que no se trata de un cuadro sino una especie de foto. Yo nada sabía. ¿Comprenden? Sólo quise plasmar la pura realidad. Disculpen, no tengo tiempo que perder, hoy es un día tan soleado en Miami...
jueves, 28 de diciembre de 2006
Territorio de dos
Jesús Rosado
Amistad, espíritu de Hyperion, la más elevada de las sequoias. Del latín amicus, lo cual significa amigo y se sospecha deriva de amore, que en castellano es amar y viene a ser el concepto más antiguo para definir la repartición desinteresada del yo. Una relación que puede hacer prójimos a humanos de diversas razas y linajes; basta cierta región de semejanza en el gusto y la complacencia, eso que llamaría Pitágoras la “igualdad armónica”. Urdimbre sobre superficies rugosas o tiernas que por momentos cubrimos con mantel de blanco hilo, no sólo para embellecerla sino, además, para preservar la espontánea geografía por donde recorre el buen amigo. Comunicación, honestidad, respeto y una enorme comprensión, son los cuatro puntos de apoyo sobre los que se mueven coincidencias y afinidades en torno a esta maraña afectiva no profetizable. A partir de tal meseta las amistades se edifican en el fragor de la preocupación mutua; aprenden a observarse y aceptarse en la discordancia; se disciernen y se rectifican en los desaciertos; se identifican, se aprenden de memoria uno al otro para ayudarse en la reafirmación recíproca de la soberanía interior. No se concibe en un amigo la manipulación o el chantaje emocional. Ni una traición a la intimidad. No se usurpa, ni se trafica con el patrimonio espiritual que por afecto haya sido concedido. Un amigo se asume tanto en lo positivo como en lo negativo, convirtiéndose en interlocutor piadoso “con el cual se puede pensar en alta voz”, tal como lo imagina el poeta. Diálogo que fluye como comedia o tragedia pero sin lenguaje críptico. Un argumento amistoso nunca se nutre de referencias alegóricas, sino de acontecer llano y directo y como todos los afectos, entraña recreación ingeniosa y cultivo del corazón, llegando a ser sedimento, según Erasmo de Rotterdam, “cuando el silencio entre dos transcurre amenamente”, la contundente evidencia de que para vocación de padre, hijo o amante habría de comenzarse por la virtud de la amistad, esa cualidad idílica y perdurable mediante la cual una porción de alma se hace territorio de dos.
miércoles, 27 de diciembre de 2006
James Brown E.P.D.
James Brown ha muerto, el "Soul Brother Number One", "Mr. Dinamita". Pocos han tenido la influencia que él tuvo sobre la música popular de los 60 y 70. Brown se pone diamantino a principio de los 60, con un R&B original (que tiene de influencias rítmicas afrocubanas) y un uso muy novedoso de los metales. En "Good Good Lovin," "I'll Go Crazy," "Think," y "Night Train", el cantante alterna un sonido potente con baladas sinuosas y atormentadas. La voz se torna pura onomatopeya -secular- con imprecaciones y alaridos (ya va perfilando la revolución del "soul"). El mito Brown se dispara después del álbum Live at the Apollo (1963), que llega al #2 del hit parade (su "Out of Sight" llega al top de los hits de R&B). Ahora el estilo se reduce al uso de los metales (a lo jazz-band) con un ritmo mucho más agresivo (cuando sale "Out of Sight" aún no se llama funk, pero ahí estaban todos los ingredientes). Con "Papa's Got a Brand New Bag" (1965), el cantante llega a la audiencia blanca americana. Le sigue "I Got You (I Feel Good)," que llegó al #3. Durante los cinco años (del 65 hasta el 70) Brown se la pasa de hit en hit; la música se hace más atrevida con un tome-daca entre metales, ritmos y su idiosincrático guturalismo. De ahí sale "Cold Sweat," "I Got the Feelin” y "There Was a Time"... que ya es puro funk. No hay nada eterno. Para mediados de los 70, Brown comienza a quemarse. Sus ideas se repiten y su fama se derrite poco a poco frente a la avalancha del disco. El cantante sufre un revés financiero con el IRS y su imperio se tambalea. Para 1980 Brown parece casi olvidado. Pero sólo por muy poco tiempo. Con el nacimiento del rap, Brown fue sampleado en cuanta canción fuese posible y la fama se dispara de nuevo, ahora como instigador innegable de toda una revolución. Maestro, descansa en paz.
martes, 26 de diciembre de 2006
lunes, 25 de diciembre de 2006
Nochebuena china en La Habana
Alfredo Pong
Ya van llegando los invitados, cada uno trae algo para mejorar el banquete. Rafael con su impecable guayabera criolla de hilo, su español casi indescifrable, sus grandes ojos. Fiel y celoso amigo de la familia, cocinero del restaurante Nanking (al cruzar un costado del Parque Central). Trae consigo una fuente de maripositas rellenas con pasta de camarones y puerco. En la mesa van apareciendo manjares criollos y chinos en una amalgama de colores y olores irresistibles. En el centro, el puerco asado a lo chino, con su pellejo crujiente; a su lado no puede faltar el pato asado cantonés -despidiendo un aroma anisado, la piel tostada y brillosa. Una fuente de vegetales chinos humeantes: a los nabos, acelgas, pak-choy y cailán se unen las zanahorias, rábanos, hongos de varios tipos y el inconfundible agar-agar (algas negras olorosas y delicadas); todo cubierto con una escarcha de cebollinos y jengibre. Otra bandeja contiene alas de pollo cristalizadas con miel y salsa de ostiones. Hay camarones grandes rebozados al lado de las croquetas de falda de res con bechamel. También se destaca el caldero con el mejor frijol negro del mundo (a lo chino-cubano, cuajado, dormido y humeante), arroz blanco bañado en manteca de puerco, tostones y plátano maduro frito junto a la ensalada criolla. Alrededor de Rafael estamos los cubanos: mis primos, los tíos de China y España, mi madrina (que es la perfecta mezcla de todos) y yo. Se habla español, cantonés, y hasta se hacen chistes sobre los gallegos. Mientras, mi abuela se pone seria y dice algo bajito en su perfecto catalán. Para el brindis buen vino español y vino de arroz chino. Todos felices alzamos vasos y copas. Se escucha un mezcal de Feliz Navidad con “Kun-Ji-Fa- Choey”. Todo se entrega al festín. Afuera resuenan petardos (¿o voladores?); nadie se asoma a averiguar. Contemplo sin saberlo la nochebuena china de 1958, la ultima vez que estaremos juntos alrededor de una mesa.
domingo, 24 de diciembre de 2006
Rigor sagrado
Rosie Inguanzo
Llega la Nochebuena. Y el tema de la fe embarga latitudes de nuestras vidas. Se debaten valores, creencias, banderas, dogma, fábula infantil y el sentimiento de lo sagrado –disonante con la torpeza de mis acciones. En estos tiempos confusos y amalgamadas tecnologías, donde el lenguaje técnico reemplaza la individualidad (donde también nos aguarda la poética de la genética, la promesa de los clones y la extensión de la vida), me ciño a una confesión privada: un rigor sagrado, un éxtasis sereno funciona como eje o como fe. Es un sentimiento precario amenazado por la desesperación de algún miedo. Aún algo de cuento de hadas se estaciona en el aire, en las vidrieras, en los aguinaldos, en la cara de los niños. Y qué momento puede ser más apropiado que la víspera de la Navidad para desempolvar viejos rituales religiosos, rendir tributo a los dones y mantener velas encendidas en el cultivo espiritual de un cristianismo hierático como el mío (una siente que nada puede compensar en nuestra ciudad la ausencia de una catedral). Entonces las preocupaciones teológicas y los aislamientos morales de la culpa se disipan. Se halla cierta fe en la misteriosa simpatía por el arte, en la mística del amor, en el mar opulente, en la belleza de unas colinas romanas, en los segundos antes que amanezca, en la emigración de las aves, en la muerte de Mishima, en el Hudson (de Whitman), en Tobacco Road fotografiado por P. de madrugada, en las afinadas asonancias de un bolero de A., en la amistad sanguínea con B., en las caricias maternales. Por estas fechas se me humedecen los ojos con frecuencia; compruebo que es lo uno y lo otro: la melancolía de la muerte y la emoción por la vida. Y es que el fin de año es un salto al vacío. No hay alegría más secreta que una renovación íntima o una transformación: La Navidad trae el mensaje de una humanidad salvada.
Última noticia
Exclusiva de tumiamiblog
Humor de Pong
El cirujano español en vías digestivas José Luis García Sabrido, voló ayer hacia la Habana desde Madrid en un avión fleteado por el gobierno cubano. Según El Periódico de Cataluña, "el avión trasladó también material clínico de última generación del que no se dispone en La Habana en previsión de posibles intervenciones quirúrgicas o de nuevos planteamientos terapéuticos". La noticia agrega que el doctor García Sabrido "estaba a la espera de practicarle un reconocimiento a fondo para decidir si era aconsejable o no practicar otra intervención" (hasta ahora la noticia no ha sido recogida por la BBC en español, Encuentro en la red o El Nuevo Herald de hoy).
sábado, 23 de diciembre de 2006
¿Qué es la vida?
viernes, 22 de diciembre de 2006
Veleidades vargasllosianas
Alfredo Triff
Leo el artículo “Postmodernismo y frivolidad” de Mario Vargas Llosa, publicado en su recopilación El lenguaje de la pasión, en el que el gran escritor peruano arremete contra el filósofo francés Jacques Derrida de forma neófitamente escolapia. Aquí van sus citas: “La cultura postmoderna y, sobre todo... el deconstruccionismo de Jacques Derrida [son] corrientes de pensamiento que parecen frívolas y artificiales comparadas con las escuelas tradicionales de crítica literaria e histórica.” Vargas Llosa nunca menciona qué entiende por postmodernismo o a qué escuela tradicional se refiere. ¿La hermenéutica de Gadamer o Ricoeur -que se emparenta con Derrida en la importancia otorgada al análisis textual? ¿La escuela de Frankfurt, con un libro tan pre-deconstruccionista como Dialéctica Negativa? ¿Acaso la crítica freudiana tradicional que se entronca (quiérase o no) con el llamado estructuralismo de Jacques Lacan? Y continúa el escritor: “Cada vez que me he enfrentado a la prosa oscurantista y los asfixiantes análisis literarios de Derrida (¡¿cuáles?!) he tenido la sensación de perder miserablemente el tiempo, no porque crea que todo ensayo o crítica deba ser útil –si es divertido y estimulante me basta- (¡¿no prevés utilidad acaso en la estimulación lúdica?!) sino porque la literatura que él supone es una sucesión de archipiélagos de “textos” autónomos, impermeabilizados... inmunes a toda valoración (¡¿y qué estás haciendo, cebón, con todo esto sino valorizaciones?!)... a toda interrelación con el desenvolvimiento de la sociedad y el comportamiento individual”. Pura estridencia e hipérbole vargasllosiana. ¿De qué inmunidad hablas? Libros definitivos y tempranos de Derrida como La voz y el fenómeno, De la gramatología o La escritura y la diferencia establecen conexiones filosóficas y lingüísticas muy específicas entre pensadores tan variados como Platón y Aristóteles, pasando entre otros muchos, por Rosseau, Kant, Hegel, Heidegger, la escuela literaria de Génova, Lacan, Levinas, Artaud y Valery. ¿Impermeabilizados? Si hubieses leído “Política de la amistad”, sabrías que se trata de un estudio perturbador sobre la sociología de la devoción; El fantasma de Marx, un análisis actual sobre el marxismo. “Fe y saber” es una exploración aguda entre el fideísmo y la evidencia. Finalmente, Canalla: Dos ensayos sobre la razón apura una especulación abierta del mundo actual. ¡Vargas Llosa, aprende a leer y ponte al día!
jueves, 21 de diciembre de 2006
Dolfix en un Miami en blanco y negro
Mariposa que danza de flor en flor. ¡Ha llegado la primavera! Félix sale con sus dos críos en plan de picnic por los Everglades. Camina que te camina y el trío encuentra un lugar ideal para el almuerzo. Oremos por el alimento. Pero algo no cuaja; los elementos parecen en su contra. Es abril... es muy normal que llueva recio. Que no, que el rayo te robó el pollo Félix. ¿Será una prueba sobrenatural? Ahí va el gato con sus gatitos, pero tal parece como si el ecosistema se sublevara. Un montón de oportunistas lo que son; hasta el tronco de un árbol. No hables así Félix, la cosa parece difícil, pero es sólo para que aprendas una lección. Lecciones he tenido muchas. ¿Cómo... convertir el revés en victoria? Felino, no caigas en el mismo error. La utopía ha fracasado. Yo, que crucé el charco ideológico. Yo, que hice un voto. Vamos, minino, no te des por vencido: Ten fe. ¡Hijoeputa el conejo de Hamelín y el oso y el tronco, mira que aprovecharse de los fiñes! Félix, cada cual con lo que se merece. De hecho, mira arriba a las alturas. Han dado oídos a tus oraciones. Ya la blanca cigüeña nivela sus alas en 45 grados, para descender con una espléndida sorpresa para ti.
Eric Dolphy (saxofón, clarinete bajo); Edward Armour (trompeta); Richard Davis (bajo); J.C. Moses (batería); Phil Woods (alto); Benny Golson (tenor); Don Ellis, Nick Travis (trompetas); James Knepper (trombón); Warren Chiasson (vibráfono); Lalo Schifrin (piano); Jim Hall (guitarra); Charles Persip (batería). Grabado en vivo en Carnegie Hall, New York (abril 18, 1963).
miércoles, 20 de diciembre de 2006
Switch
Antonio Gamoneda: Premio Cervantes
Antonio Gamoneda fue un desconocido para el grupo de su generación, la generación de los cincuenta en España– Gil de Biedma, Ángel González , José Hierro, Goytisolo, José Angel Valente...- Nunca participó del glamour y fue a su aire por las tierras de León, entre el frío, lo yermo y sus montañas desnudas. En su poesía igual aparecen las manos de su madre que la culpabilidad que le produjo el día que vejó a una perra mientras robaba una carta a un soldado. A veces se adentra en la poesía irracional y dulcifica el dolor o lo nauseabundo con un tono lírico casi imperceptible. Nacido en Oviedo (Asturias), 1931, ha vivido la mayor parte en Castilla-León. Lo descubrí a través del poeta por excelencia en estos momentos en España: Luís García Montero. Él me refirió a Descripción de la mentira (1987), Blues Castellano (1982) y su obra maestra El libro del frío (1992), del cual hablaba como uno de sus maestros referentes. Algunos de los versos de este libro dicen así en el apartado "El vigilante de la nieve":
El vigilante fue herido por su madre;
Describió con sus manos la forma de la tristeza y acarició
cabellos que ya no amaba.
Todas las causas se aniquilaban en sus ojos
* * * * *
En la ebriedad le rodeaban mujeres, sombra, policía, viento.
Ponía venas en las urces cárdenas, vértigo en la pureza; la flor
furiosa de la escarcha era azul en su oído.
Rosas, serpientes y cucharas eran bellas mientras permanecían
en sus manos.
martes, 19 de diciembre de 2006
Joe Barbera
Ha muerto Joe Barbera, creador de personajes inolvidables como El oso Yogi, Scooby-Doo y Los Jetsons. Pero la creación magistral de Barbera es la serie Tom y Jerry (con William Hannah). No es casualidad que la mejor época de Tom y Jerry sea precisamente la de Hannah/Barbera (1940-1958), con piezas estupendas y 7 nominaciones de la Academia. La pareja se estrena con el corto animado Puss Gets the Boot: Mientras trata de atrapar al ratón, Jasper se divierte de lo lindo (el juego está bien, pero sin estragos a la propiedad). Después de algún que otro azaroso incidente (en que lo lúdico en Jasper supera su prudencia) la cosa cambia. Ahora Mammy le deja muy claro a Jasper que si rompe algo más será echado de la casa. Jerry, por supuesto, no tarda en comprender la nueva dinámica (el poder pierde ante la estrategia). Puss Gets the Boot fue nominado como mejor corto animado para los Oscars de 1941. Para Tom y Jerry fue el principio de la fama. Gracias Joe, por esos minutos de risa inolvidable.
lunes, 18 de diciembre de 2006
Radicales libres invaden al rey de los radicales libres en el Trópico de Cáncer
Ramón Williams
Bambi se estrenó hace medio siglo. Comenzaba la guerra fría y la vieja Mafia declinaba, se corría… En una escena el bosque arde y animalitos de todo tipo se refugian en una porción de tierra a salvo en un río. Esa porción, dibujada sin mayor dilación subliminal, no puede evitar ser Cuba, vieja cobija. Allá volé este verano. Vi de cerca las caras de las religiosas mulas voladoras que alguna vez fueron mariposas. Infiltran el embargo cigarrera a cigarrera y sostienen estómagos y esperanzas de los que no reman, sino que hacen del sur el sur quedándose, de aquellos que se doblan bajo las chocheras de Carismático y el poco oxígeno del tubo de ensayo social. Imágenes ilegales por miamense, pero nítidas todas saliendo de un tubo en la calle Compostela, me sorprendieron bebiendo Cristal: Eran los mascarones de proa de Laura y Don Francisco, un comercial de seguros médicos o del restaurante La Carreta y otro del US Navy. Por el mismo tubo un día después la prensa oficial cubana luctuosa anunciaba que el ciclón del cincuentainueve se disipaba. Esa noche La Habana enmudeció. Sin embargo, alerta como un venado y con un asta en cada orilla, escuchaba yo los corchos estallar, risas y cantos de sirenas de autos. El aire soplaba del norte. En el trance de esa madrugada me desfilaron los Via Crucis de la tradición pictórica occidental, vi reyes negros maniatados tragarse la lengua, desencarnar y volar del barco que los cambiaba de sur; canté con Bob Marley y El Beny en el liceo de Guanabacoa; atisbé la cara Mel Gibson a la mesa de un cuarto en el Barrio de Jesús María digiriendo una gallina prieta, calculando dónde conseguir jesuita, martiano, marxiano para el rodaje de La agonía. Salí del monte sacudiéndome las cenizas y el lodo, pensando en pekinés que “la anticipación de la muerte es peor que la muerte misma”. Traje conmigo en el avión América de Kafka. Aterricé a las pocas páginas: “Vivir no es importante, navegar sí.”
domingo, 17 de diciembre de 2006
Soledad
El fantasma de Emile Cioran
¿La soledad? Insoportable; a solas conmigo mismo, a solas con mis pensamientos. No sé como distraerlos, como atontarlos para que no me atormenten. Surge entonces la rabia ante la impotencia (la agresividad es un pequeño paso que doy en ese estado). Sentirse solo y estar solo no es lo mismo, pero en mi caso, sí, me siento solo aún cuando no estoy solo (cuando esa soledad es también física). ¿Soy acaso demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada? Sea cual sea la respuesta, puedo decir que nunca he pedido estar aquí y aún estando aquí, sólo pienso en cómo salir, sin hacer ruido, sin que se note mi ausencia, como si nunca hubiera estado. Y de esa manera, sentir la ilusión de no haber existido nunca.
sábado, 16 de diciembre de 2006
El verdugo
El verdugo, del realizador Luis García Berlanga, es una de esas películas que definen épocas. El filme cuenta la historia de un hombre que al casarse con la hija del “ejecutor” de la justicia estatal, termina heredando el trabajo de su suegro. A la vez que un alegato contra la pena de muerte, el condicionamiento social y contra la dictadura (sin caer en la tentación de la denuncia fácil), García Berlanga destapa la realidad de los 60 tempranos de una España naciente. Si bien el gobierno español trató de evitarlo, el film resultó seleccionado por el festival de cine de Venecia, 1963. Otro detalle: Ese año el régimen franquista había recibido atención internacional por la ejecución en el garrote de tres subversivos políticos: el comunista Julián Grimau y los anarquistas Francisco Granados Mata y Joaquín Delgado Martínez (ninguno de los delitos imputados fueron probados). El verdugo recibió “El premio de la crítica” en el festival, pero los anarquistas italianos lo vieron como una apología al régimen de Franco (Berlanga y su comitiva fueron recibido a pedradas). Para ponerle la tapa al pomo, el embajador español en Roma denunció la producción como “una mancha al honor español”. Se dice que el propio Franco comunicó lo siguiente: “Berlanga no es un comunista, es algo mucho peor: Es un mal español.”
viernes, 15 de diciembre de 2006
Fiedler out
Putrefacción
me ronda este pensamiento
que este país
ha retrocedido
4 0 5 décadas
y que todo el avance social
los buenos sentimientos de
una persona hacia otra
se han borrado
y se han reemplazado por la vieja
intolerancia de siempre.
Más que nunca
tenemos egoístas ansias de poder
desprecio por el
débil
el viejo
el pobre
el desvalido.
Estamos reemplazando necesidad con guerra
salvación con esclavitud.
Hemos desperdiciado los logros
nos hemos deteriorado
deprisa.
Tenemos nuestra bomba
es nuestro miedo
nuestra vergüenza
y nuestra condena.
Ahora
se ha apoderado de nosotros
algo tan triste
que nos deja
sin aliento
y ni siquiera podemos
llorar.
Charles Bukowski, 20 poemas.
miércoles, 13 de diciembre de 2006
A huevazo limpio
Adalberto Delgado
¿Qué vino primero, el huevo o la gallina? Cualquier respuesta parece ingenua. Pero para nosotros, recién llegados de Cuba y sin idea de que era Halloween, nuestra primera experiencia de un huevazo en la cara (lanzado desde un carro lleno de americanos que venían a La Paloma a usarnos como blanco) no fue muy grata. Claro que cuando adivinamos el asunto nos fuimos a la bodega de la esquina y nos robamos nuestra primera docena de huevos para usarlos como proyectiles El día de las brujas. En una época sin un quilo para gastar, había que inventar disfraces con sobrantes de tela, ropas viejas del basurero, cajas de Pampers y otras ocurrencias. Mi primer "Tobby el robot" (un muñequito popular de los 60), consistía en cajas de Pamper, una antena de televisión portátil y tenis pintados de plateado. Lo fabriqué como armadura contra los huevos voladores y como escondite para disparar mis propios proyectiles de clara y yema. ¿Mis primeras víctimas? Dos cubanitos que ya llevaban algún tiempo aquí y vivían a unas cuadras del solar (hablaban inglés y nos miraban como a gente rara). ¡Huevazo en el medio del pecho a cada uno! Carlos Vega (guajirito de monte adentro y vecino de La Paloma) y yo los tumbamos de sus bicis. Acto seguido salimos corriendo a casa del “Indio”, portugués él que parecía cubano y que vivía a dos cuadras de la Paloma (su madre, siempre nos cocinaba bacalao). Después, nos enteramos que los "cuban" nos estaban buscando para darnos una paliza. Entonces movilizamos a Carlos DeNavea (un guajiro loco de verdad,) Omarito "el Negro", Humbertico, el Indio y el hermano mayor de Carlos Vega. No se atrevieron a buscar venganza. Y yo me alegré (amo la paz y el amor). Y seguíamos jugando al "quimbe y cuarta" y al "roli" mientras tanto. El año siguiente nadie se atrevió a molestarnos. El Bolo inventó una rumbita que decía: “Somo lo cubano que venimo invadiendo”, “Somo lo cubano que venimo a decilte asiiiiiiiiii: La timba es brava... la rumba no es como ayel.” Y el corito cantaba: “¡Tira huevos pa'rriba, la timba no es como ayer!”
martes, 12 de diciembre de 2006
Adiós a Pinocho
Néstor Díaz de Villegas
Pinocho salvó a Chile del castrismo. Se dice fácil, pero nada más que por eso merecería funerales de estado, banderas a media asta, y no en Chile solamente, sino en toda América Latina. Se habla hoy a la ligera de bolivarismo: Pinocho es el único que puede reclamar ese parentesco. Los gringos, que nos creen incapaces y pusilánimes, se adjudicaron el golpe, implicaron, como siempre, a la CIA. ¡Qué soberbios son esos hijos de la gran puta! La victoria sobre el fidelismo es la gran obra del general Pinochet. Y el triunfo sobre el allendismo –que es la manera de inocular el terror por el plebiscito y de derrocar la democracia en las urnas. En Chávez, en Evo Morales, y en tantos otros que vendrán, vemos a los discípulos de Allende, comprenderemos mejor a Augusto. Pinocho vio lejos, fue un visionario, se adelantó a su tiempo, se jugó el juicio de la historia, desdeñó las canciones de gesta, la Nueva Trova, las lágrimas de argentinas, los óleos de Guayasamín. Pinocho se va solo, incomprendido, y sin deberle nada a nadie. Neruda defendió el totalitarismo en Europa y en Cuba. Se puso del lado de los criminales, de Stalin, de Castro. Pinochet vio claro donde todo un Neftalí se hizo el ciego. Derrocar un régimen corrupto, hacer una revolución, pasar por las armas a 3 o 4 mil, entregar el poder, convocar elecciones, dejar un país íntegro, productivo, pacífico y sabio, libre de la injerencia extranjera, ¿no fue ese el programa del Moncada, lo que prometió Fidel? Pinochet lo cumplió.
domingo, 10 de diciembre de 2006
Paseo de domingo
Roberto Poveda
Estoy en la calle 26 del NW mientras camino hacia el boulevard de Vizcaíno (para cruzarlo y llegar a la 2da Avenida). En sólo dos pasos, echo un vistazo a mi derecha: Ahí está el bohío gigante con vista a la bahía (muy a tono con la docena de pequeñas re/de-construcciones de mi pueblo de hoy). Sigo hasta el boulevard, cuando viene el “metrobus” cual elefante blanco arrasando la soledad de las paradas. Continúo mas arriba. En la 2da nada cambia. Me subo al minibus haitiano y la música me abraza con su conexión lejana. Palabras, reflexiones en spanglish. Por la ventana entra lo decadente: La región de Wynwood y sus talleres de chapistería, solares yermos... cementerio abandonado. Llegando al downtown, está el Centro de las Artes (recientemente inaugurado en medio de la debacle cultural del pueblo). Alrededor del centro, más elefantes blancos. Siempre será hermoso -casi místico- alzar la cabeza ante la palma que se alza gigante frente a uno. Llego al centro. Cojo otro elefante y enfilo para el oeste. Subiendo por todo Flagler veo pasar mi Casa de los Libros (que me remonta a mi pueblo ancestral). La andanada de comercios litigantes me hacen sentir como si estuviera en el mismo sitio. Cruzo el puente por encima del río. Alejándome del mar y adentrándome en la manigua chapeada, franqueo avenidas numerales y recuerdo el día que nunca conocí). Veo la isla, el istmo, la región infiltrada por movimientos humanos sobre una tierra que es tuya, mía y de aquel. Atravieso la 8va después la 12. Y antes de llegar a la 17, me tiro del elefante en la 15.
sábado, 9 de diciembre de 2006
Post-Instalación
La instalación del siglo XXI expresa la fenomenología de la ansiedad del post-capitalismo y la globalización en la era digital. Hay un “otro” infiltrado entre las dicotomías sujeto/objeto, dentro/fuera, público/privado. Todo empezó con dada, el Merzbau de Schwitters, el performance futurista, los ready mades de Duchamp, la gestualidad de Pollock e Ives Klein, las telas jorobadas de Frank Stella; Sol Lewitt y sus murales, Carl Andre y sus esculturas en el piso, Smithson y su trabajo-tierra, Kaprow y sus happenings; los ambientes de LeParc, “la tienda” de Oldenburg y los tableaux de Segal, Kienholz and Tom Wasselmann. Pero la instalación de los últimos cuatro años apunta hacia otra dirección. El material sigue expresando la idea, pero se hace maleable, dice algo más (¿por qué tenía que ser en la era digital?). Ahora el contexto mismo se materializa, se hace espacio/tiempo y refleja la biografía del espectador. Post-instalación es sinestesia sistémica. Territorialidad estetizada. Estecización contextualizada.
viernes, 8 de diciembre de 2006
ART BASEL
Tumiamiblog
¿Miami, epicentro del arte mundial? Art Basel Miami Beach regresa por quinta vez (con 200 de las mejores galerías del globo) y una programación satélite formidable. Además de Art Basel, se dan cita en el subtrópico miamense alrededor de doce ferias nacionales e internacionales. Sólo Scope Miami, NADA, Pulse y PhotoMiami reúnen más de 250 galerías de todo el mundo. Eso sin contar exhibiciones especializadas como Design Miami (que en su segundo año, es ya uno de los mejores eventos de diseño del mundo), o INK MIAMI (para los amantes del formato en papel). Al mismo tiempo están Aqua, Bridge Art, diVA (con arte alternativo de Chicago, Seattle y Brooklyn) y Edge Zones (la feria local de Charo Oquet). Tenemos una comunidad artística de peso, con coleccionistas de fama mundial (como son los Rubell, Margulies, los de la Cruz, Norman Brahman, etc.) y museos que apoyan el talento local (MAM, MAC, MOCA , el Lowe de la Universidad de Miami y el Frost de FIU). ¿Cómo es posible que una ciudad que en los años 80 era considerada “capital del vicio” se convierta en una capital del arte mundial? Después de “el efecto Madonna” de los 90 (que responde a la moda en su aspecto publicitario) le sigue “el efecto Basel”, que solidificaría la explosión reciente de bienes raíces que despuntaba por el 2001 (la caída actual es sólo un ajuste del mercado). Nuestro paisaje urbano y arquitectónico cambia por día. De acuerdo con la edición de diciembre de la revista Wired, Miami tendrá 71 rascacielos para el 2012 (ahora sólo tiene 7). Arquitectos de fama internacional como Pelli, Bernard Tschumi, Herzog y de Meuron, Richard Meier, Frank Gehry, Enrique Norten y las hermanas Hariri (entre otros) ya tienen proyectos en Miami. ¿Qué está ocurriendo? El nuevo paradigma del siglo XXI es la cultura como entretenimiento. Su característica fundamental es la síntesis entre el arte, la arquitectura y el diseño artesanal, lo material y la libido, lo público y lo privado. Hay demasiado que probar (aquí tienes un mapa: pincha el globito azul y te da coordenadas y dirección). Explóralo todo: La fiebre de Basel hay que vivirla.
jueves, 7 de diciembre de 2006
Malecón y rascacielos
Proyecto: Rafael Fornés
Un prometedor experimento docente me pareció lo que –afortunadamente- presencié la tarde sabatina durante la cita con el profesor de arquitectura de la Universidad de Miami, Rafael Fornés, junto a un grupo de sus discípulos. Estos jóvenes talentos, quebrando los límites de la timidez y de las incertidumbres del principiante, se lanzaron a desplegar un interesante proyecto de adaptación de tipologías arquitectónicas de Manhattan -aprovechando analogías y ventajas- como propuesta para la reconstrucción de edificaciones deterioradas o de espacios baldíos en el Malecón de una nueva Habana. Detrás de cada exposición de los muchachos (enriquecida por la interacción dinámica con los que asistíamos), se apreciaba el estudio documental exhaustivo y la bien aplicada observación de terreno. Diseños espectaculares como el de Pasaje Galiano que preserva la mística del perfil habanero o del Mercado de Malecón (funcional por su belleza simultaneada con la economía de recursos), fueron muestras de las creativas soluciones a la expectativas urbanísticas postcastro. Subtema del ensayo era una trama del litoral enaltecida por alucinantes pero ejecutables rascacielos, donde la modernidad andaría de la mano con el preservacionismo. El pórtico típico, la fachada señorial, la arcada y la columna fueron hibridados ingeniosamente con el acero, el cristal cromatizado y la consistente jaimanitas (cual una Habana en New York o un New York en La Habana). Armoniosa multiculturización de la arquitectura vernácula. Te felicito, Rafaello, y te agradezco esa tarde de rigor académico y de anhelos realizables. Sólo perdóname, si por un momento cerré los ojos ante aquel croquis del imponente Habana Ritz-Carlton alzándose en el futuro Vedado, desafiando el salitre y dejándose abrazar por el terral caribeño. No estaba cabeceando, Fornés, sino que soñaba la opulencia centelleante sobre las aguas nocturnas de la ciudad querida.
miércoles, 6 de diciembre de 2006
Varela: miedo y asco en Miami (I)
En la mañana del viernes 24 de noviembre, el caricaturista cubano José Varela irrumpió, vestido de camuflaje, en el edifico de The Miami Herald. Enseguida pidió ser atendido por el director de El Nuevo, Humberto Castelló. Cuando se lo negaron, se abrió paso hasta al sexto piso, sede de la redacción del periódico en español. De todas maneras, el caricaturista permaneció cuatro horas atrincherado en la oficina de Humberto. Durante ese tiempo se dedicó a lanzar un par de proclamas donde expresaba su deseo de suplantar a Castelló –“Estas hablando con el nuevo director del periódico”–. Su violencia física quedó circunscrita a desarreglar unos anaqueles, a revolcar una computadora y darle manotazos a un surtido de boberías de oficina que el director había olvidado encima del buró. Pero antes, Varela tuvo la cordura de despedir al personal femenino. Sus acusaciones se limitaron al habitual repertorio de quejas cubanas: la dictadura (“…estoy aquí para desenmascarar los verdaderos conflictos”), el abuso de poder (“…porque esto va a ser como limpiar la mierda”), las desavenencias (“¡esto es una pocilga!”), o las pataletas de los perpetuos descontentos (“aquí se burlan de los exiliados y hay problemas de pago”). Hacia las 11 y media –de acuerdo a los reportes tácticos–, el SWAT Team ya estaba en conocimiento de que se trataba de un simulacro; los sicólogos del FBI, de que la crisis de identidad era una imitación mala; y los jodedores de la radio local, de que uno de los suyos había logrado, otra vez, dar por bueno un chiste macabro. En fin, cuatro horas de drama mikimaus que hubiéramos podido ahorrarnos alquilando el CD de The Office. Lo que en los reportes alarmistas de MSNBC figuró al principio como una ametralladora Uzi provista de mirilla telescópica, resultó ser sólo una pistolita de agua. Los noticieros serios, al corriente de la farsa, pronosticaban un desenlace incruento. La ex esposa y los hijos, los vecinos, y hasta los amigos, llamaron al Nuevo Herald para conminar al payaso a que se entregara. Aparentemente se trataba de otro marielito para quien “El Exilio” había resultado una prueba impasable. Miami, ya se sabe, produce locura.
martes, 5 de diciembre de 2006
Hay Mayamis para todos
Ernesto Fundora
El Miami de la disciplina civil y de las instituciones que tratan de insuflarle atractivo turístico con eventos internacionales de alto rango (Art Basel, Miami Book Fair), que poco perduran en la memoria colectiva, por su automatismo y escasa frescura. El Miami de las nubes blanquísimas, del cielo nocturno iluminado por el espejeante de los everglades. El Miami de los Estefan, del gordo Molina, de Laura, del enano Sábado Gigante, de Telemundo, Univision y el 41: patéticos y engolosinados del rating, sonámbulos con fiebre del marketing; afanosos en hacernos creer que, como decía Picasso: “la televisón es un mueble” y no la expresion de nigún arte. Alcaldes almidonados y mediáticos que pasean ocultos por express way atascados por coches último modelo. Donde la gente se encapsula para evitar el roce. El aire acondicionado impide que ejerzamos el hábito de piropear a una bella hembra, con fineza y descaro, mientras aguardamos impacientes el cambio de luz en el semáforo. Miami sueña en grande, quiere convertirse en la capital del mundo latino; apenas soñando con subterfugios que le permitan saldar sus deudas: pueblos variopintos unidos por la misma lengua española, confundidos como burros tras la zanahoria del gran mercado -inocentes de la nueva precariedad que embarga la abundancia: pueblos que no saben qué hacer con un pasado excedido en epopeyas y rencores y un presente que llega tarde a la democracia -suplicando a Dios que les conceda la brújula para reorientar ''el canon cívico de la decencia''. Pueblos que intentan negociar su identidad con los modelos estandar de la globalización y “macdonalización”, que engrosan las primeras filas del US army como carne de cañón en guerras -pifias cruentas- que avasallan el rigor de las instituciones internacionales: pueblos gobernados por indignos gobernantes, ladrones inescrupulosos que les han hecho canjear la autoestima, quienes menosprecian la pampa, la selva, el trópico o el páramo y hasta Los Andes y El Cuzco, creyendo hallar la solución del empantanamiento de su destino, entre los cocodrilos de la Florida. Hacia el Norte muchos pierden el norte. ¿Y el Sur? ¿Por qué nadie rema hacia el sur?
lunes, 4 de diciembre de 2006
El juego
Marc Andries Smit
En la neblina del tiempo siempre se filtra la luz de los recuerdos profundos. Yo acababa de conocer a la familia de mi novia. Conocí a casi todos en noviembre de 1974; pero también ese comienzo con esta familia fue difícil. María, la abuela de mi novia, se estaba muriendo. La familia, como es normal, se encontraba en un estado ansioso. Finalmente una tarde Maria falleció y entre todos se acordó no decirle nada a Belarmino (el abuelo de mi novia), hasta decidir cómo hacerlo con el mayor cuidado. En la noche fuimos al apartamento donde Belarmino y Maria vivían y todos estaban en la sala hablando sobre esta situación; a mí me tocó “entretener” a Belarmino con un juego de dominó. Belarmino y yo empezamos el primer partido. Mi novia me había advertido que no le dijera nada y que a su abuelo no le gustaba perder. Claro, yo jugué para perder, pero gané. “Abuelo” no dijo nada, solamente, “¿Vamos a jugar otro?” Yo respondí “Sí”. En el segundo partido me empezó a contar sobre cuando se bajó del barco en la Habana, venía del pueblecito Castro de la Lomba, España. Llegó a la isla en 1905 y una gitana le robó las pocas monedas españolas que tenía. Él estaba en camino hacia Argentina, para unirse con su hermano, pero, joven, solo y sin dinero, se quedó en Cuba a empezar su camino. No sé el nombre del vapor en que vino. Pensé que se imaginaba que yo estaba haciendo trampa. Yo seguía tratando de perder, pero gané de nuevo. Me miró con sus ojos gris azulosos y boca firme y me preguntó “¿Otro más?” y dije con inseguridad “Sí”. En algún momento me di cuenta que yo estaba ganando porque el no se estaba concentrado en el juego, sino que estaba tratando de oír lo que se conversaba en la sala. Durante el tercer juego solamente se escuchaban los murmullos de la familia y el sonido de las fichas en la mesa. Belarmino me miró firmemente y me preguntó, “¿Esta muy mal?” Yo le dije “Sí”. Continuamos jugando, cuando de pronto me preguntó, “¿Se murió?” Lo miré y le dije, “Sí”. Me miró con su mirada fija y bondadosa; dijo “Gracias” Puso su última ficha. “Ya el juego terminó; perdimos los dos”.
domingo, 3 de diciembre de 2006
Una noche de "ayer" como la veo "hoy"
Amílcar Barca
La diosa se hizo esperar en el templo, con el altar repleto de orishas. Con la definición de los pixels en sus rostros, los santos de la tradición del bolero se acercaron a una pantalla en la pared de una improvisada cripta. En un rincón cercano al escenario, una mesa negra sostenía una rosa con sus pétalos caídos. Esparcidos en el aire, unos zapatos rojos de mujer, recibían el cariño de su tacto. En aquella capilla adornada por la oscuridad nuestra diosa, equidistante y serena, observaría más tarde, el proceso de un ritual en honor a su obra. La farándula, mientras, alternaba la atención y su ego, y en medio de una espera sostenible, llenaría las mesas al instante, de mojitos y copas de vino negro. Con una voz premeditadamente católica, cercana a la que una madre ofrece a su hijo junto al regazo de la cama, la novela inició su curso a través de su lectura. Los inmortales de la canción se sucedieron. Su tierra infinita se abrió con la melancolía del bolero y en cada apartado del capítulo, su cadencia acompañó a un público con la erótica que ofrece cualquier viernes a una noche. Cuando finalizó el aplauso ...le siguió un silencio. Y al silencio, el sonido del hielo en los vasos de la barra. Al final, una fotografía que no publico porqué delataría la edad que nos observa, me autoriza a un pequeño roce que deseo ...y que sólo me permite, cuando asisto en ocasiones, a una de sus misas.
sábado, 2 de diciembre de 2006
Rafael Fornés en la Universidad de Miami
Hijas que laten en la boca
Rosie Inguanzo
Sinestesia es la figura poética con que expresamos una experiencia sensorial en términos de otra: “Me come con los ojos; “Sus ojos hablan”; “Sus palabras acarician”; “Clava la mirada”, etc. Pero la Sinestesia hiperactiva es un desorden sensorial en el que los individuos saborean lo mismo chocolate que cebolla al escuchar o leer determinada palabra, sea “príncipe” o “Londres”. El estudio explica por qué el pensamiento conceptual está conectado a la experiencia perceptiva. Quienes saboreamos las palabras como si fueran helado de almendras de Copelia, los que cuando él anuncia "cordero asado" salivamos el sabor de las especies y el jugo de la carne en la boca…los que el aroma de la palabra "café" lo sentimos en las papilas delanteras (o en la punta de la legua), no nos sorprende que las palabras tengan sabor total en algunas bocas diagnosticadas por los expertos. Una saborea las palabras porque la experiencia hedonista se fijó a algunos recuerdos. La palabra “lima” me lleva, irremediablemente, al automóvil que me llevaba lejos de mis padres cuando niña: El sabor semidulce del cítrico bajando por la garganta, la cáscara ácida contra los labios mientras succionaba, la cabeza fuera de la ventanilla y el aire secándome las lágrimas. Palabras como “alma”, “bruma” o “vahído”, por sólo citar algunas, surten en mí un efecto tranquilizador, relacionado al calor, un relajante sonoro sale de ellas (como un trago de Remy Martin). Pruebo decir “gardenia” y el dulce de esta flor cala por la nariz. Dígase “mango biscochuelo”. En el fondo de cualquier inmundicia caben palabras. Así como en el fondo del espejo hallamos la muerte. Una desclava estas palabras de la belleza, o de la costra, amalgama de emociones irresolutas, del enquistamiento de los rechazos, las envidias, la culpa. Una ve nacer esas palabras como hijos grabados en la sangre. Hijas que laten en la boca. Palabras frías, entrevistas en el fango, que chorrean de los faroles grises. Palabras calientes, que lo mismo aguardan en la rabia, que brotan del cuerpo de alguien incendiando los sentidos. Todo lo que miro, oigo, palpo, lleva una palabra adscrita y un sabor adjudicado.
viernes, 1 de diciembre de 2006
Calzada en el Lowe
Hoy viernes en el Lowe Museum de la Universidad de Miami (1301 Stanford Drive, Coral Gables) abre la esperada retrospectiva de la obra del pintor cubano Humberto Calzada In Dreams Awake (vale la pena ver trabajos del recorrido artístico de Calzada desde los 70 temprano con metafísica arquitectónica vernacular que sabe a Cuba cien por cien). La exhibición es curada por Jesús Rosado (quien además contribuye con un ensayo del catálogo). Antes del show, a las 7pm, Calzada tiene un conversatorio en el Storer Auditórium del UM School of Business (frente por frente al Lowe). Inmediatamente después (a las 8pm) es la recepción en el museo. ¿Cómo llegar? Cojan Ponce de León (la calle paralela a US1 y al Metrorail) hasta Stanford (hay un mojón con el nombre de la calle). Haz derecha por Stanford y a una cuadra, a mano derecha, verán el museo. El Storer Auditorium está frente al museo. We’ll see you there!
jueves, 30 de noviembre de 2006
Miami desde Space Needle
Roberto Luis Savino
Encrispa vivir de las noticias; de esos titulares que igual avisan del cumpleaños de una anciana centenaria que de un Varela enloquecido. Y sin embargo a eso me resigno ahora que he salido de Miami, teniendo que adentrarme al mundo de quimeras que es el periodismo fast-food, donde ya no se habla de la cuestión del día, sino del minuto. Se le añade a esta "insoportable levedad" el tener que desempeñarme – de manera casi forzosa – como agregado no sólo político, económico y cultural, sino científico, de esa caprichosa región surfloridana. Mis funciones diplomáticas requieren de una buena dosis de mantequilla consular, ya que no es fácil escabullirse sin perder cierta noción de la honra, cuando se me preguntan detalles de la vergonzosa pelea entre FIU y UM durante un partido de football. O, por ejemplo, cómo es posible que el presidente de FIU, Modesto Maidique, se las arregló para tirar por la cañería esos $40 millones ($20 donados y $20 del Estado) para la facultad de medicina. Para Seattle, la "ciudad más educada" y una de las más civilizadas del país, Miami es demasiado ruidosa y caótica, siempre plagada de escándalos y amenazas de huracanes. Un reino anárquico donde continuamente se irrespetan las leyes de tránsito, donde el ciudadano no integra la ciudad, sino que se aferra a ella como una garrapata. Sólo la playa nos salva, pero yo insisto. Tiene cosas buenas, les aseguro sin tener una respuesta convincente a esa pregunta que se nutre de cierto orgullo: " How do you manage to live in such a crazy city?". Me resulta complicado explicar las bondades de Miami a alguien que no conoce Caracas, Bogotá, Río de Janeiro, La Habana, el D.F., Quito, Santo Domingo o San Juan. ¿Cómo traducir que, para mí, Miami es un perro manso y, a veces, hasta cariñoso? Pero cuidado: si lo dejas sin comida o le aprietas demasiado la cadena, igual se voltea y te pela los dientes, como el deja-vú de un amargo recuerdo de Lima o Managua.
miércoles, 29 de noviembre de 2006
Surfing la "última modelo"
Adalberto Delgado
¿Surfing? En mi vida había visto nada igual. ¿Gente encaramada encima de una tabla de fibra de cristal, jineteando las olas del mar al lado del puente de la primera calle cerca del arrecife? Yo tendría 14 años y vivía en La Paloma. No tenía carro, pero eso sí, me movía en guagua o con los amigos que manejaban. Richard, un surfer cubano, manejaba un Volvo antiguo que para nosotros era como andar en limosina. A los güagüeros yuma no les gustaba vernos montar en la calle 8 con nuestras tablas. “What’s that?” Y después de mucha coba: "C’mon mister, don’t be so bad to us, we just want to have fun in the water". Por fin nos dejaban montar. Mi tabla, una “última modelo”, la había comprado el viejo (con mucho sacrificio en Biscayne y la 135 por $150). Un día me teñí el pelo con agua oxigenada (la vieja casi me mata) para parecer gringo... Recuerdo que Andy García, Tony Lavatt (poeta de la época y profesor de arte conceptual en el San Francisco Art Institute), Carlos Embale, Justi Barreto, Patato y Totico y el gran Alberto Zayas, frecuentaban la zona. Salíamos de la escuela directo a la playa y nos quedábamos surfeando por horas, enamorando americanitas (las cubanitas no salían solas). Nos dábamos banquete. Un día descubrí la masturbación y el sexo femenino (ya nunca más me atrajo la pelota). Sólo quería impresionar a las gevitas y alimentar mi espíritu: Siddharta, The Prophet, Carlos Castañeda y Cabrera Infante. Y por supuesto, mi bella Habana en el corazón. Después las cubanitas se independizaron, cambiaban los “Ibby League" por ropas “hip” de onda. Recuerdo a mi prima Anita, Rosenda "Miss Tetas," la loca de Neyda (años mas tarde fui marido de su hermana más joven). Amaura, Aimara, Martica, Xena... las bellas niñas de la Paloma. ¿Qué habrá sido de todas ellas? Me las imagino viejas como yo, llenas de canas, con muchos hijos y nietos. ¿Serán felices? ¡Qué magia el tiempo, qué magia!
martes, 28 de noviembre de 2006
Miami, ciudad hembra
Ernesto Fundora
Ciudad hembra, adolescente, inculta, hedonista, crazy; aderezada por bellos hoteles, lúdicas discotecas y after hours donde jóvenes atascados de anfetaminas y drogas sintéticas (éxtasis, tachas, LSD, cocaína y otras de fabricación casera; o, en su defecto, el tonificador Red Bull), aceleran el ritmo cardiaco para sentir que están vivos. Ciudad marcada por casi todas las posibles manifestaciones del kitsch y del camp en conjunción con el buen gusto -el neón perpetuó su feudo y altivez, negando en las noches hasta la propia noche. Su aire puro, uno de los más limpios del planeta, quedó destronado por el aire acondicionado y se toma por descortesía que cualquier cena no esté precedida por un vaso de agua fría. Aquí los aviones surcan el firmamento cada dos minutos y su aeropuerto permite el tránsito de tantos viajeros como pocas terminales en el mundo. Esta es la Miami de espectaculares restaurantes. La única urbe del planeta a donde llegan en balsa miles de cubanos (doctores, ingenieros, bandidos y licenciados), tras desafiar el Caribe tiburonero, en pro de una sensación más flexible de libertad y un poco de guarapo frío con que mitigar la sed. Libertad y hambre: dos grandes razones del exilio cubano. El Miami de Chirino dando esperanzas de que algo bueno viene llegando. El frívolo Miami de afortunados tesoneros, escasos de talento como Ricky Martin, Shakira y Enrique Iglesias. (También, el contexto donde una institución progresista como Miami Dade College se parte la madre promoviendo eventos de arte y espectáculos, nacionales o extranjeros). El Miami de los homeless; Babel horizontal para quienes huyen del diluvio político-económico que devasta América Latina. Clima excepcional, refugio socorrido de infectados por el SIDA. Ciudad que desprecia el pensamiento y desatiende a la heterodoxa elite intelectual que la habita casi en secreto. Ciudad de oportunidades y espejismos -más virtual que real, más espectacular que ritual-, colmada por carísimos hospitales; con un puerto marítimo de impecable rigor ecológico, apertrechado por útiles portuarios que asemejan una instalación de arte conceptual, circundado por cruceros que embellecen y desafían la poca profundidad de sus aguas.
lunes, 27 de noviembre de 2006
El candil en la jungla
Jesús Rosado
Foto: Pedro Portal
La foto es turbadora. La retina percibe el trayecto radial desde la ofrenda de la cucaracha en el blanquísimo cuenco hasta la vagina. La vulva hipnótica ni yace ni teme, sino que se abre expectante a la intrusión posible del insecto; escarceo sádico. En un momento acontecerá el rito zoofílico. La composición se hace punzante. A partir de la imagen, lo erótico va y viene en torno a la repulsión, para al final volver a hacerse erótico. ¿Hasta qué punto se puede amnistiar la perversión? Para comprenderlo habría que visitar Diosas, la muestra del fotógrafo Pedro Portal que se inspira en el texto homónimo de Juan Abreu, dedicado al tema del sadomasoquismo. Afroditas autosometidas sobre papel fotográfico, fragmentos de epidermis emancipada. Como la de esa entrepierna femenina, palpitante y selvática, que avanza ávida hacia el texto clásico, insinuándonos el promisorio contubernio del sexo agreste con el espíritu cultivado; un camino al hedonismo híbrido que Portal logra reforzar gráficamente manipulando los ejes de la convergencia con creatividad geométrica. Aviso que un Portal maduro se hace sentir en este rabioso discurso erótico, entregándonos un espléndido conjuro visual de la carne de mujer expuesta para perturbación y depuración introspectiva. En esa sensualidad y en sus tácticas insólitas para satisfacer lo primigenio, se resumen las nociones abstractas de la libertad humana. Pienso que el ser contemporáneo se estremece en esa búsqueda recóndita de lo que no le proporciona el raciocinio. Por ello, una vela encendida colocada cuidadosamente en el portaestandarte genital de la diva desnuda pudiera ser la metáfora de esa indagación íntima: el sexo es candil que ilumina en la jungla del intelecto. La instigación visual de Portal fraterniza con la prosa de Abreu para proponer el aforismo.
domingo, 26 de noviembre de 2006
Me interesa Miami
El fantasma de Buster Keaton
Hola queridos amiguitos. ¿¡Qué digo!? No tengo por qué aparentar nada con ustedes. ¿Me conocen? No importa, estoy acostumbrado a eso. Fui famoso alguna vez. Mi nombre es Joseph Frank (Buster) Keaton. Soy actor, director y guionista (pocos saben esto último). Vivía para mi arte. Y había espacio para tres, Chaplin, Lloyd y yo. ¿Chaplin? El paradigma con el que había que compararse. Muy físico, pero su acrobacia no tenía la sofisticación de un Lloyd o la mía (siempre le agradezco el papel que me dio en su bella Candilejas). Yo preferí que mi cara no dijera nada, que su vació manifestara el mismo hueco de la existencia. ¿Saben? Mi carrera no acabó con el cine mudo, como algún que otro ignorante dice por ahí. Mi voz estaba hecha para el cine. ¿El fin? El divorcio con Natalie acabó conmigo. Perdí mi estudio, mis hijos y la motivación. Me volví loco. ¡Quién iba a decir que al final de la vida iba a ser más famoso que al principio! Bueno, basta de sentimentalismos. He venido a Miami por que me llama la atención: las cosas que pasan por acá son dignas de los mejores libretos de mi época. Como decirlo, aquí la sátira se da virgen, cualquiera es actor; me apasiona que la vida acá se tome como comedia. Creo que se debe a esa mezcla de sol con mar sin montañas que lo marea a uno y le despunta el talento. Sí, estuve una vez por acá durante el invierno del 1921, en mi pequeño yate, justo después de filmar "The Three Ages". Me perdonan, pero ahora debo marcharme, quiero caminar las calles de la pequeña Habana en busca de material para mis sueños.
sábado, 25 de noviembre de 2006
Todos llevamos un Varela adentro
Alfredo Triff
Después del humo gris de la noticia y los titulares del periódico ¿qué queda del incidente de ayer en el Nuevo Herald? El melodrama, el pesar por una decisión fallida, la pérdida de un talento. También el hecho puede verse desde su alcance simbólico. José Varela (el célebre caricaturista, quien es también karateca), vestido de camuflaje, cuchillo en mano y portando ametralladora (no importa que fuera de juguete, tenía un láser intimidante). ¿Locura? Quizá (hoy en día todos estamos un poco locos y el loco se auto-inmola). O la locura puede conllevar a otro escenario: Te vas al techo del Herald y amenazas con tirarte (dices lo mismo y puede que hasta sea más efectivo). No, aquí hay otro procedimiento, una producción teatral que se aviene a la metáfora perenne de quienes somos los cubanos: El tremendismo. Detrás de “la toma de la oficina” de Castelló está la carga al machete, Chivás y el tiro en la ingle, el 10 de marzo, “patria o muerte venceremos” y también Radio Mambí, la brigada 2506 y el exilio combatiente. Todos llevamos un caricaturista y un karateca. Pero somos más dados a coartar el arte por el golpe fulminante con la diestra. ¡Ah! La fuerza, la barricada, la autoinmolación por lo justo. ¿Y el civilismo? ¿Y aquello de sentarte y conversar? No que va, la sociedad no sirve, hay una conspiración en ciernes por los cuatro puntos cardinales. Somos especialistas en darnos cranque, en “quítate tú pa’ ponerme yo” que es la génesis del golpe de estado. Nuestra paciencia es efímera, finísima... siempre en juego. Que se sepa: Somos una isla con el mundo en contra nuestra.
viernes, 24 de noviembre de 2006
Pasa el tren por el terraplén
Dinorah Pérez-Rementería
Acabo de coger -no de agarrar- el tren que me lleva a South Miami o a Coconut Grove, depende del día de la semana del que estemos hablando. Si es lunes o miércoles, el viaje se disfruta más porque el camino es corto y puedo cortar flores o preparar sopa caliente y panecillos con miel para llevarle a la abuela del otro lado del bosque. Pienso en que hoy no ha de ser el día de encontrarme con el lobo. Cuando salgo de la casa, me doy ánimo: “Hoy no va a llover. Las guaguas van a fluir de un lado a otro de la ciudad. Si algo inesperado sucede, llamo con urgencia al 911, es decir, al leñador.” Miro a las personas que tengo enfrente, a un costado, a mis espaldas. El metro rail le da a uno la posibilidad de ver, escudriñar, conocer a la gente, interactuar de alguna forma, un saludo, un guiño rápido, un pisotón, una palabra en inglés o en español. Cada viajero permanece completamente absorto, inmerso en su propia pequeña/gran historia; aquel que aborda primero encuentra un cómodo asiento para chacharear con su vecino, el que se queda de pie no tiene otro remedio que recostarse de los travesaños, varas o vigas disponibles. Siempre concurren personajes que el público –si es que en realidad hay alguien que no toma partido y decide estacionarse al margen de la cuarta pared- reconoce con facilidad: la ávida lectora, la madre con niño (o niña) en su cochecito, la bella durmiente, la vieja cacatúa con su celular, el viejo enfrascado en su periódico, el tipo de la bicicleta atravesada en el pasillo, los adolescentes con audífonos. Valdría la pena montar una obra de teatro con improvisados actores, actores que se representan a sí mismos. El tren podría fungir como escenario múltiple –múltiples coches, múltiples puertas, múltiples caracteres secundarios. El público transitaría a través de los vagones, público fluctuando constantemente, público que entra y sale, va y viene, público que rehúsa, resiste ser mordido por la desazón, el lobo.
jueves, 23 de noviembre de 2006
Gracias por...
Thanksgiving es celebrar el día de la cosecha; buen momento para meditar y expresar nuestro agradecimiento. No es una fiesta religiosa aunque muchos damos gracias a Dios por las bendiciones recibidas. ¿Dar gracias? A todo y por todo lo que nos trae felicidad. Gracias por la salud y la paz... trabajo, techo, abrigo, por las personas amadas, los buenos amigos, el friesito tardío de noviembre, el sol, la playa y tú... blogolandia, Miami, el arte, el buen cine, por este país inusitado, por la paliza que le dieron al presidente, la feria del libro, la buena música, por los niños y las nobles enseñanzas, por la poesía de cada minuto, el pavo (¡y que no esté seco por Dios!), la buena literatura, los fetecunes entre amigos, la mujer, la hermandad entre la gente. Gracias por la impecable luz de esta mañana, por los parajes suizos, por el nuevo James Bond, por la memoria viva de los que se fueron, por la ducha caliente y por el vino de buena cosecha, por los viejos que como el buen vino nos enseñan a emular con los misterios del cuerpo y el añejo de la mente. Gracias por otro día más.
miércoles, 22 de noviembre de 2006
R.A.
Robert Altman ha muerto. “No hay tema....” nos dice Philip Marlowe (¿no era marido éste, Elliot Gould, de la Streisand de The Way We Were? ¡Qué suerte!). Altman, mago sibarítico del diálogo, el corte preciso y directo; extranjero temperamental en esa tierra de discordancias insolubles llamada Hollywood. Un caso típico es The Long Goodbye (especie de síntesis del llamado “noir” en una década sin ejemplos del mismo); una cinta favorita del maestro y sin embargo, poco conocida. Es acaso una deconstrucción del género (Altman no recurre al standard de Bogart, Mitchum o Marvin). Si acaso, la película tiene un hueco en el medio (al estilo de Le Voyeur de Alain Robbe-Grillet). Vemos un Marlowe extraviado, con la sola certeza de que su amigo Terry Lennox (Jim Bouton) es inocente del crimen que se le imputa (aunque Marlowe ya es considerado sospechoso). Mientras la policía, siempre inepta, persigue a Marlowe, este se entera que Terry ha desaparecido en México. El detective emprende su lento acopio de pistas bizarras en una ciudad (Los Angeles) salida de las mejores fotos de Lee Friedlander. Marlowe descubre a la rubia recóndita Eileen Wade, quien lo contrata para dar con su marido, el novelista -y alcohólico- Roger (Sterling Heyden, ¿lo recuerdas en Suddenly o en la cruel The Killing?). Después, la cosa se complica a-lo-Altman. The Long Goodbye nos regala la noche angelina y una música ideal para insomnes. Es distinta a M.A.S.H o Thieves Like Us, pero tiene el sabor cáustico de The Player. Pocos saben que Altman fue director para Hitchcock, que tiene un documental sobre James Dean, o que trabajó para la TV en el Kraft Suspense Theater. Eso sí, no hay película que defina los 70 en América como Nashville. Descansa en paz R.A.
martes, 21 de noviembre de 2006
Crónica de sábado
Con la tarde empieza el fin. Y la feria se abre con una mujer sin edad; con el mismo sosiego de una feligresa que acude a misa los domingos, me declama sentada desde un sillón en el auditorio, unas palabras sobre la influencia de China en su cultura habanera. El mismo viernes, a la hora que Cenicienta pierde el zapato, un periodista de Lima, un bohemio neófito del viejo San Juan y su novia colombiana, llaman a mi puerta. “¡Bienvenido, cabrón, la noche es nuestra!”. Durante la madrugada recitamos poemas de Rimbaud, Baudelaire, Ginsberg y Celán. Fumamos todos juntos en la misma boca de un Cohiba y nos miramos con la misma concupiscencia que da la amistad y el alcohol. A la mañana Gioconda Belli aboga por Juana la Loca y le confiere el epíteto de apasionada en la defensa de su ensayo. A la tarde Rocangliolo habla sobre el “realismo mágico” que adquirió la violación en su Perú natal y Fadanelli nos ameniza con aforismos y un declarado “odio” a los autores de éxito. En medio de este embrollo, mi amiga Rosie dice textualmente “ Oye ponme una g en la pantalla del teléfono que no veo” (¿?).Le pongo la susodicha letra sin rechistar y al poco rato descubro que el verdadero punto G se encuentra cerca: En el edificio de José Martí. A las ocho. En la exhibición fotografica en honor a la Diosa, rodeados por la luz tenue de lo prohibido: un clítoris -desde su copia digital- respira silencioso el olor del público. Como contrapunto: La mujer que había escrito Palabras de mujer, permanece sentada y radiante. A las diez acudo a un oficio religioso en una parroquia católica en Pinecrest. Como un pastelito de queso como comunión y tan pronto descubro que la madrugada se repite, le digo al domingo “Oye llévame al lunes ya asere ... por hoy la fiesta ha sido suficiente”.
lunes, 20 de noviembre de 2006
My space
Roberto Poveda
My space, your space, the space. Mi espacio, tu espacio, el espacio. El sitio ideal para perderse (mientras tratas de encontrar a otros tan perdidos como tú). La aldea cibernética donde la vida ya es otra cosa distinta a la cotidianidad, donde las distancias se acercan distanciándose. My space en EE.UU., Japón, China y Francia demuestra que Babel existe cada día, transitando desde pasado a la modernidad. Mi espacio para la música, para el cine, para la comedia y mi espacio personal son como: un castillo, una casa, una cueva llena de fotografías y gustos individuales. Fotográficamente hablando, está la foto de familia de Carlitos, la foto de los quince de Julieta y la foto de una coreana del Norte tomando el sol en Uruguay. Los videos de Borat y Al Yankovich atestiguan que estamos viviendo tiempos de cambio en cuanto a los valores tradicionales que la media capitalista ha tratado de implantar. Por otro lado, los recursos y servicios que antes estuvieron en manos de unos pocos, hoy están disponibles para cada individuo sobre la tierra. El espacio cambia mientras quienes lo habitan se hunden en la transformación que los saca a flote. El espacio puede ser del tamaño de un grano de maíz o de dimensiones sin sentido, puede ser un halo que cruza de lado a lado el espectro, o un poco de polvo reducido a la nada. El tiempo crea espacios divididos por una racionalidad impuesta, mientras todo queda reducido a las mismas imágenes diarias, a los mismos impulsos y necesidades, el espacio se habitúa a sí mismo y al final, se extingue en minutos de segundero.
domingo, 19 de noviembre de 2006
¿Amor o temor?
Después de la escenificación moral del sacrificio, Dios está satisfecho. Es como si Dios le dijera a Abrahán: “Puedo ver que comprendes en qué consiste la obligación suprema, esa de responder con completo raciocinio a un reclamo irrazonable; que has actuado debidamente, y que estabas listo a efectuarlo en ese instante (para Dios es crucial el último instante después del cual no hay posibilidad de retorno, es como si Abrahán ya hubiese matado a Isaac. El instante es fundamental). Es como si ya lo hubieses hecho. Por lo tanto, encarnas la responsabilidad absoluta: Por mí (¿temor a mí?), has tenido el coraje de comportante como un criminal delante de todo el mundo.” Abrahán es simultáneamente el más moral e inmoral, el más responsable y el más irresponsable de los hombres, absolutamente irresponsable porque es absolutamente responsable, absolutamente irresponsable -en lo moral- porque responde absolutamente a una obligación absoluta, desinteresadamente, sin esperanza de recompensa, sin saber por qué, y a la vez, manteniéndolo en secreto, respondiendo sólo a Dios.”—Jacques Derrida, La dádiva de la muerte.
sábado, 18 de noviembre de 2006
Apoyemos "El Portal"
Alex (aka “el Metido”) ha abierto El Portal, un local en la 12325 NE 6a Avenida; una especie de café/taverna/hang-out sin orden de servicio, pero con mucho swing en el departamento alternativo. El sitio cuenta con tremendo patio con escenario, músicos que llegan a descargar (desde rumberos hasta música electrónica). Alex necesita el apoyo de todos nosotros... sobre todo la gente que vive en North Miami y Miami Shores. El Portal (muy cerca del MoCA) está disponible para exhibiciones de arte, obras de teatro, proyecciones, baile y performance. ¡Visítenlo, que es un vacilón!
Feria del libro hoy y mañana
Fadanelli y el demonio
Mi relación con los médicos no ha prosperado jamás, ni creo que mejore en los próximos años. Todavía no he padecido una enfermedad que no haya logrado superar con un poco de coraje y una botella de licor. Suena primitivo, lo sé, pero no me avergüenza. ¿Cómo he podido oponer mi bárbara aversión a una ciencia que ha progresado con denuedo semejante? No importa si la medicina es incapaz de curar el cáncer o la eyaculación precoz de los mexicanos (ésta última ya una cuestión de salud pública), de todos modos casi nadie pone en duda sus importantes avances (financieros, por supuesto): en la actualidad el médico se parece más a un corredor de bolsa que a un misionero samaritano. No sé si prefiero ponerme en manos de los médicos o lanzarme a los brazos de la muerte. Lo segundo es mucho más digno, pero no vive uno para presumirlo. Todos tenemos miedo de nuestro cuerpo y necesitamos silenciarlo: es uno de nuestros peores enemigos. Así las cosas, ni siquiera dudamos en aceptar cuando un médico toma la decisión de abrirnos en dos como a una rana. Aceptamos gustosos el diagnóstico y nos tiramos panza arriba sobre el quirófano. No me extrañaría que un estudio minucioso de estas cuestiones nos revelara que la mayor parte de las operaciones son innecesarias, motivadas por afanes de lucro, impaciencia, ausencia de alternativas, sospechas infundadas, pero sobre todo a causa de la morbosa pasión de los médicos por entrometerse en nuestros cuerpos: espías adictos que no conocen más que una sola ruta. Espías, enemigos que desean progresar a nuestras costillas. No me parece errado el escritor Peter Sloterdijk cuando dice que el médico pinta con una mano el demonio en la pared y con la otra nos opera. En definitiva, prefiero una botella de licor para llevarme a la tumba que morirme en medio de una cirugía.-- Guillermo Fadanelli, El demonio en la pared.
viernes, 17 de noviembre de 2006
Encontré una moral sin falla…
jueves, 16 de noviembre de 2006
Conga pa' la patria
Conga y sinfonía, conga de alta academia. Ta. ta, ta, ta-tá, ta, ta, ta, ta-tá. ¡Qué clase de revolución, carajo! El hambre se aplaca con alambique y cachaza, moviendo el culo y sudando la heroica canela. Esto es esclavitud de la abolición, señores, la digna obra de Calígula sandunguero de paso por el trópico. Circo sin pan ni cebolla pero, eso sí, con mucho, muchísimo cuero. Hasta la conga siempre, comandantes, que no importa el llanto del pueblo. La consigna es arrimarse al contagioso cuatro por cuatro. Alucinante como Santiago, donde el sol es muy mulato, tan vecino de Haití y, a la vez, tan apartado de Miami, la otra orilla de Micaela. La morena que añora su conga, pero le sobra jabón y frijoles negros y pa’ su fiñe tiene zapatos de estreno. Micaela cimarrona, la que decidió cruzar los caminos y no bailar en el cepo. La que no negocia tristeza por miseria porque prefiere un corazón melancólico pero que sea soberano. No se dejen confundir, santiagueros, por unos suspiritos de distancia, que nostalgiar no es lamentarse. Que lo que duele es la penitencia de prestarse a la fuerza en otra tierra. El exiliarse con los orishas y con la ceiba. El saber la conga de enfrente una farsa bien montada marcando el paso complaciente. Chenche con bochenche, aclama el tambor con los violines. ¡Qué virtuosos chicos de conservatorio y qué buenos los cantantes! Cadencia, pioneritos, cadencia, que no hay juguetes pero hay comparsa. Aguardiente pa’ Mayeya y fulas pa’ la patria. ¡Qué bella suena esa conga! ¡Qué dolido su canto! Pachanga o muerte, congueros, destuerzan destinos y palante. Ta, ta, ta, ta-tá, ta, ta, ta, ta-tá. Coco en las cuatro esquinas y paloma pa’ lo santos. Se acercan tiempos de cambio, ¡sí, Changó! Que la historia ya viene arrollando.
miércoles, 15 de noviembre de 2006
La Paloma, I love you....
Adalberto Delgado
¡Ah, si convirtieran La Paloma en lofts!... pero de "Plan 8" (que es todo a lo que puedo aspirar hoy día que estoy deshabilitado, por mis problemas con el hígado... el mío, el que tengo gracias a Dios y mis médicos transplantistas-hepatólogos y por supuesto, al donante a quien no conocí). Reitero con toda mi alma: La Paloma, patrimonio nacional de Miami. ¡Sí, así debiera ser! Se jugaba al "quimbe y cuarta," "la quimbumbia," se hacía "manigüiti" con postalitas. Tal parecía que aún estaba en La Habana. La Paloma era mi barrio, mi altar, mis nuevos amiguitos... creciendo hasta mudarnos gracias a la "mejoría de la situación". Pero Miami no fue jamás lo mismo. Hasta hoy en día nos consideramos hermanos. Renecito, el hijo de René el negro, se hizo médico. Humbertico, el vástago de Esther -y hermana de Luisito-, policía. Oscar Azcarreta (el primer pistero/percusionista de Miami) es dueño de una importante compañía. Carlos de la Vega es plomero y trabaja con su hermano. ¿Yiyito y Lázaro? Nadie sabe. Sahara "el buga" está preso, por molestar sexualmente a menores. Yoryi... perdido: Quizá lea este blog y camine entre nosotros, aunque lo dudo -ya lo tienen que haber asesinado por chiva. Concha "la gorda" creo que murió asfixiada en un fuego (dejando a Pepito huérfano). Nunca más supe nada de ellos. Amaura (la vaca lechera) ya tiene nietos. Hablando de gordas, nunca supe de Xena, la "gordita piravadora" con la cual tuve mis relaciones amorosas. Era muy bonita y extremadamente zalamera; sabía satisfacer a su pareja como sólo las gorditas saben (disculpen las flacas, que ustedes también tienen su mendó). Caballero, esto pica y se extiende... los veo en la próxima.
martes, 14 de noviembre de 2006
Muchos Miamis
Ernesto Fundora
La fantasía de una vida fácil y de enriquecimiento rápido produce el gran éxodo de latinoamericanos hacia Miami y la Florida. Pero hubo y hay más. Un Miami seudorepublicano, con una severa represión policial que hace de la ley un negocio para el estado y una panóptica que garantiza el orden en un sitio fragmentado por disímiles e incompatibles etnias -lo evidencian las luchas internas entre razas, barrios y ghettos: los negros insubordinados y desplazados a sus barrios se enfrentan a los latinos que reclaman pertenencia y liderazgo; mientras los judíos y blancos protestantes gobiernan desde el cielo con mano firme. Un Miami cuyo gran negocio de los últimos 15 años es el real state o bienes raíces: venta y compra de propiedades, muchas de ellas construidas a base de materiales frágiles como el cartón tabla y el yeso pero, eso sí, cotizadas a precios delirantes y de fácil embate por los huracanes, de modo que las aseguradoras tengan lo suyo cada año. Ese es el Miami de las posibilidades crediticias, la zozobra financiera y el de la nostalgia guillotinando el futuro de quienes ansían el retorno a su lugar de origen y, mientras tanto, garantizan el envío de remesas a sus hambrientos parientes. El Miami de las vidrieras exóticas con maniquíes lujuriosos; el de la maravillosa arquitectura Art Deco de la Playa -de tan “impecable” acabado que hace al transeúnte sentirse deambular al centro de una maqueta. El de los turistas de dorado skin tone curtidos por un sol inclemente y postrado en el firmamento durante los 12 meses del año. Y es el Miami de los hermanitos Bush que ascienden tributando promesas de reformas en Cuba, a cambio de votos ilegítimos. En fin, el Miami o el “Mayami” ícono de un estilo ecléctico que se ha colocado en el imaginario colectivo de ricos y pobres, como una Babel posmoderna e idealizada, tal cual un Montecarlo del Caribe -idea que se desmorona al experimentarlo vivencialmente, porque, aunque la infraestructura pueda ser maravillosa, Miami carece de algo vital: de alma, y esa constatación decepciona al visitante y al endémico.
lunes, 13 de noviembre de 2006
Paranoia con Pachanga
Rafael López-Ramos
Arte RLR
Boris y Cachita aprovecharon la desbandada general -provocada por la aparición de las bandejas con bebida- y se apartaron un poco para proseguir su aproximación mutua durante toda la noche; noche que, afortunadamente, no terminó con la inauguración de la exposición. Cuando salieron estaba cayendo uno de esos aguaceros primaverales que refrescan el archipiélago y Pepe Maravilla les propuso ir a visitar a Sonia María, la poeta, de quien se consideraba amigo. A todos les pareció magnífica la idea y allá se fueron, atravesando las calles de un portal a otro y avanzando en fila india, pegados a las paredes para aprovechar la mínima protección de los añejos balcones y aleros que más bien parecían querer caerse junto con la lluvia. En medio del recorrido hacia el cubil de la poeta, Boris tendió su mano a Cachita para ayudarla a saltar un charco y después quedó prendida a la de ella durante todo el trayecto, como un tibio tesoro que compartieron secretamente mientras se deslizaban, en la cola de aquella serpiente humana, a través del oscuro y húmedo laberinto que formaban las callejuelas de la vieja Habana bajo la lluvia. Pasaron por una esquina donde un foco solitario iluminaba débilmente los alfileres líquidos, haciéndolos brillar en el aire y sobre el pavimento, como trozos de vidrio. Él descubrió con agradable sorpresa que aquella era la misma esquina de los azulejos con el ángel cazador que le había develado la voz de la ciudad hacía ya unos cuantos años y detuvo a Cachita diciéndole: “mira bien esto que es un recuerdo especial, luego te cuento la historia”. Pero cuando ella se volvió hacia él, asintiendo, sus labios quedaron tan cerca que, realmente, no tuvieron otra opción que besarse y dejar de prestar la menor atención al paño de azulejos y al intenso aluvión, que ya calaba completamente sus cuerpos y les impelía a buscar su mutuo calor.
domingo, 12 de noviembre de 2006
Natalia
Rosie Inguanzo
El paneo pausado de la mirada se detuvo, casi sin darnos cuenta, en un punto. Una revisión tan lenta, apoyados los codos en la manta y apenas notamos cuando su rostro quedó suspendido en lo más vasto de la pared de espejos. Los ojos fijos donde aparecía el mismo principio del ser, tres metros más allá. La sorpresa inequívoca; la irrevocable identidad forjándose en sus ojos. (¿Cómo encuentra su mirada un ciego? ¿Cómo halla esta emoción desde las tinieblas?) Natalia se suspende en su mirada estrenando la fascinación de Narciso. Sumergida en las aguas de sus ojos. Todo palidece alrdedor de ese momento. Es lo nunca visto. Hurga al margen del significado, sumida en una ausencia capital. La breve coincidencia es punto de partida; entonces sus ojos graban esa película que ya no podrá abandonar; un filme de retrospectivas y reinicios, fugaz, testimonial. Mientras inquiere, Natalia es pez en sus propias aguas. La primera interrogación frente al espejo. Primera constancia del ser y la nada. El primer encuentro con el otro…que es una misma. Sus ojos volvieron a detenerse más allá de la ventana un rato después, pero la expresión era ligeramente otra; miraba el vaivén de las hojas, el cosquilleo de la luz tenue de la vida, la brisa meneándose en la hierba, en los arbustos del patio. Un amor leve se inicia en su brevísimo cuerpo. Se llama Natalia; tiene cuatro meses, pesa 13 libras y ve la vida como una recién nacida.