martes, 31 de octubre de 2006
Miami: Joya blanca (en cuatro partes)
Ernesto Fundora
Miami: nada mejor se ha construido sobre un pantano. Animosa misión: fundar sobre arenas movedizas colmadas de reptiles y depredadores, mangle y ciclones. Tiene esa ciudad la rara virtud de sobrevivir muchas contiendas naturales, superar enésimas agonísticas y brillar con luces encandiladoras -el sol se presta fácil para hacer restallar al ojo absorto y contagiarlo con disímiles y hasta epidérmicos esteticismos. Miami, la joya blanca y sureña de los Estados Unidos, pese a su cercanía con Cuba, sirve de antítesis a la perla mestiza del Caribe: como la otra cara, digamos que la menos herrumbrosa, de una misma moneda. Ciudad balnearia curtida por múltiples efluvios -colirio que el ojo agradece-, adscrita a una humedad casi erógena y catártica en lo acuoso; de apariencia llana, parece pulcra pero no es límpida. Su pasado turbio dimana erosivo en la persistencia de sus vicios públicos y en la terquedad de sus instituciones que, tras una apariencia demagógicamente latina, ocultan y traslucen lo imperiosamente norteamericano de su esencia: modernas y antiguas a la vez, liberales y racistas, democráticas y rígidas, tesoreras más que humanistas. Crisol de mezclas culturales, heterodoxa en su cosmopolitismo y ortodoxa en su jerarquía, Miami es muchos "Miamis". El del Indio fundacional que se asentó en las márgenes del río del cual deriva su nombre. El de los indios Mikasuki y Seminole (anglicismo de cimarrón) atrincherados desde hace tres siglos en el pantano, hábiles en amaestrar fieras, cobrándole factura histórica al anglosajón. El de Henry Flager construyendo hoteles y el ferrocarril que enlazaría al este con el oeste -delirio expansionista que superaba plagas y epidemias. El Miami de los hospicios de ancianos judíos, el de la burguesía cubana republicana que emigró huyéndole a Fidel Castro y al comunismo y el de la mafia italiana que se instaló desmarcándose de la pupila insomne del FBI.
domingo, 29 de octubre de 2006
Corcel púrpura
Jesús Rosado
Jadeando abre el portillo. La piel de hurón emperelijada de azul oscila cadenciosamente. La maroma es serena sobre el sendero sinuoso, bordeado de botellas ambarinas; subterfugio ideado para maniobrar con los vaivenes de la curda trasnochada. Resuella pues eso tendrá su antídoto. Abre la puerta tras una bronca malpalabreada con la cerradura. Prende la luz mortecina y busca automáticamente la yerba confidencial. Las pupilas negrísimas se topan erráticas con el mural de las bañistas. Va liando las hebras de maría mientras rememora la inspiración de los poéticos desnudos. Aquel poniente sobre el charcarón y las guajiritas encueradas palmoteando con las tetas la superficie líquida. Recuerda que se estuvo pajeando hasta que la esperma verdeó, eyaculando en la paleta, para preparar los tonos de las primeras transparencias. Hoy se muestra el fresco sobre la pared como joya pictórica. Ironía del arte seminal. Abriendo los ventanales remonta los peldaños entablados del estudio. Trata de recuperar el aliento. Le parece advertir, entre las visiones voraces, la imagen de Sara sobre la potranca galopante. Las nalgas de Sara y las nalgas de la yegua. Carne presta al rapto. Sexo es eso: paisaje animal en desaforado combate. Ráfaga y hoguera; a la pinga la cordura. Siente que desfallece y baja hasta los contornos de Eva sobre el zinc; obsesión venusina usurpada a Carpentier. Momentáneamente resucita la fragancia de violetas y el melocotón de sus caderas; sus intraducibles orgasmos francófonos. Fue la musa que más amó. La que escaparía con otra mujer. Llora, pero no siente alivio. Se desploma en la comadrita, frente al penumbroso panorama de la cama. El colchón donde se revolcara con Germaine y la hermana. Noches de incesto y ternura. Bella que sería la impudicia. El aire se va retirando de sus pulmones. Por la puerta entreabierta avizora un corcel púrpura. Presiente el tiempo de partir. Busca en el espejo sobre la consola y halla silencio en el azogue. Es la madrugada del 2 de mayo de 1957. Carlos Enríquez se palpa. Siempre persistirá en ese hábito de confundir la muerte con el trance.
Jineteras
1- Mi suegro, que es más comunista que Lenin y Marx juntos, se llenaba la bocaza diciendo que no había droga que eso era un cuento, yo me río bajito... si él supiera que la carne que se come se la debe a que su hijita linda hace de perchero, le da un infarto. [...] ¿Perchero? Simple, llevamos la droga escondida en la ropa, siempre ropa de gente seria, decente, para que nadie sospeche. [...]Somos ingenieros, estudiamos en la URSS y nos moriríamos de hambre. Ya vivimos como reyes. Y ahora, cuando al fin reconocieron que había droga en Cuba mi suegro se pone más serio que una tumba. 2- ¿En qué mundo tú vives, socio? La vida es una mierda en todas partes. Tú sabes porqué no me fui p’al Norte en una balsa, porque allá hay que pinchar. [...] De todos modos yo cobro por lo que hago. Las cuido como si sus bollitos fueran míos. Eso se paga. Si te pones a buscar te cuentan un montón de casos de tipas con las tetas picadas de cuajo, con las nalgas hechas tiritas, con la nariz arrancada, por buscarse los pesos sin nadie que las represente. Yo no las metí a putas. Yo nada más que las cuido y cobro por eso. 3- ¿Desvíos sexuales? Yo digo que toda persona tiene un diablo adentro cuando le toca estar encueros con alguien. Patricia, una vez se topó con un canadiense que se cagaba cuando se venía, y el olor a mierda le ponía durísima la mandarria. [...] A Manuela la salvé una vez, ahí, en el segundo cuarto, de un alemán que le gustaba clavar por el culo y dar piñazos en la espalda a la que clavaba. [...] Un español, dueño de una firma discográfica en la Habana, es enfermo a conectarse un poquito de electricidad en el rabo cuando tiempla [...] Ramona perdió a una muchachita de 15 años hace siete meses, porque un inglés, que se veía muy fino el tipo, le arrancó el clítoris de una mordida, y la pobre se fue en sangre. ¿Y la policía? Bien, ¿y tú? Mira niño, en este país cuando las cosas no quieren verse no se ven.-- Jineteras, Amir Valle, Planeta, 2006.
sábado, 28 de octubre de 2006
Sociedad irrevocable
viernes, 27 de octubre de 2006
Subasta en Snitzer para Adalberto Delgado
Hoy viernes 27 de Octubre, de 7:30-9pm, en la Fredric Snitzer Gallery, se lleva a cabo una subasta para ayudar a nuestro querido Adalberto Delgado, colaborador de tumiamiblog. Adalberto acaba de recibir un trasplante de hígado y está batallando con la adaptación post-operatoria. Algunos de los artistas participantes son: Hernan Bas, Jose Bedia, Maria Martinez- Canas, Margarita Cano, Lou Anne Colodny, COOPER, Elmer Craig, John Espinosa, Lynne Gelfman, Adler Guerrier, Robert Huff, Jaqueline Lipsky, Beatriz Montevaro, Gean Moreno, Gavin Perry, Bert Rodriguez, George Sanchez, Tom Schmidt, Diego Singh, Fred Snitzer, and Alexia Stamatiou. Ambia, que los santos te protejan!
10 para viernes
Buenos días blogolandia. 1- ¿Se acuerdan de Miriam Alonso? La ex comisionada pidió ayer disculpas públicas por robar más de $100,000 de campañas electorales en 1998 y 1999. 2- Mujeres que se purgan en grupo, orquestas de enanos mariachis, grupos de músicos que interpretan instrumentos invisibles, academias para salir del closet y sitios donde se hacen perforaciones y expansiones en los órganos genitales: Es la nueva Bogotá. 3- Hace casi un año, en Paris. 4- Merci, penúltimos días. 5- Cernuda: "El deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe". 6- ¡Calamares a lo Pong! 7- Pobre Menard (no Pierre), cayó en desgracia... 8- El muro de Bush... 9- En la Indonesia islámica, seas divorciada, viuda o soltera, eres vistas como una amenaza. 10- Qué esperas... pon la tuya, go ahead.
jueves, 26 de octubre de 2006
Hombre mirando a la sagüesera
Por Adalberto Delgado
No importa quién lo vio ni cómo se llama el individuo que mira ahora en dirección a la esquina de la 9 calle y la 8 avenida: allí está el edificio del judío Aarón; samaritano de centenares de familias exiliadas cubanas durante los 60 (bajo alquiler y tremendo cariño... la cosa siempre terminaba por convertirse en un solar miamense). El tipo observa a la multitud de temperamentos que lo rodean... Yoryi el mulato indio, Lazarito "cagaraja," Yiyito, Toni Ascarreta (DJ arrepentido que deleitara con sus "conciertos" de consola tocadiscos con timbales en vivo) Ascarreta era el primer "pistero" con sequencer que se conociera en Miami. Hay testigos: Orlando de la Madrid, la gruesa Zena, Martica, la hermana de Yoryi (futura mujer de Armandito "el chiva"), Concha la gorda, El Bolo (quien nos despertaba los domingos con una rumba en vivo). Una noche, se nos ocurre hacer un concierto experimental en la azotea de La Paloma, con Yoryi, Renecito el negro (tremendo saxofonista), el Bolo en las tumbas y otro chamaco en el fender (negrito él, de familia "fina y decente") y un servidor como cantante principal, interpretando un menú variado de Steve Winwood con Spencer Davis y alguna que otro "side B" de los Stones: Un año después, los Beatles nos fusilaron la idea y filmaron Let it Be. Nuestro protagonista con la mirada fija en la sagüesera, no podía concebir que unos británicos se hicieran famosos cuando nosotros ya habíamos inventado la idea del concierto en la azotea del barrio. Luis Caín (hippie cubano de la época), comentó -muy consternado- el incidente en los micrófonos de La Fabulosa, la estación prominente del Miami de esos tiempos. Prontamente, Junior y sus colegas del grupo "Tu Madre" imaginaron que Alice Cooper los estaba fusilando. Que se sepa: Tu Madre se anticipó al accionismo vienés de los 60 y Amanda Galás... mataban pollos "en vivo", en medio del escenario y le tiraban la sangre al público. El otro día me pelaba en la barbería Marlin y oí el rumor: El hombre que mira a la sagüesera ha reaparecido... quiere saber qué había pasado con la vanguardia de Miami.
miércoles, 25 de octubre de 2006
Manolo Gutiérrez, In memoriam
Rafael Fornes entrevista a Manolo Gutiérrez
¿Cómo describirías el boom de la década de los 50?
El gobierno de Batista era una “dictablanda”. Te movías libremente, se publicaba, se criticaba, uno tenía vida propia... eso te daba libertad. [...] Fue una época espectacular.
¿Quiénes reflejan mejor esa continuidad?
Eugenio Batista fue el primero que construyó viviendas cubanas con arquitectura moderna [...] Un concepto moderno del espacio, el empleo de diferentes puntales y materiales tradicionales, a través del lenguaje moderno. El lo describe con las famosas tres “Pes” (Persianas, Portales y Patios).
¿Cómo se puede resolver el problema de la vivienda? ¿Crees en la autoconstrucción y la participación del usuario en el proceso constructivo?
Te diré. Siempre me preocupó la vivienda de tipo social. La solución será llevar la industria a la vivienda. Es el método que se emplea en los Estados Unidos. Todo prefabricado, las molduras de madera, los techos, las puertas.
¿Cómo ves el caso donde 40 personas viven en un palacio de La Habana Vieja?
Es bien complejo. Hay que resolverlo unidad por unidad. A esas ciudadelas las visitaría un arquitecto con un constructor. Y podrían convertirse en ciudadelas “habitables sanitariamente”.
Las ciudades satélites tipo ‘Alamar’, ¿serían una solución?
No, no sirven. La gente prefiere vivir con su tradición, con sus amistades, en su barrio. Por eso la solución sería arreglarlo por barrios, in situ. Se podría ir moviendo a las personas con un poco de sacrificio y entonces se renovaría en el mismo lugar, con participación del usuario.
Haz un pronóstico de lo que pueden ser las ciudades cubanas en el próximo siglo [...] concretamente quiero tocar el tema de los siete puntos que propones, ¿podrías enunciarlos?
1) Alta densidad, 2) Uso mixto, 3) Priorizar el transporte público, 4) Recuperación de zonas comerciales tradicionales, 5) Reconstrucción y nueva edificación de viviendas de forma privada e individual, 6) Revitalizacion de los barrios y sus tipologías originales, y 7) Empleo de la estructura urbana reticular en los nuevos desarrollos. Debemos conservar la alta densidad y el uso mixto, tradición cubana de herencia europea y evitar el uso indiscriminado del automóvil.
¿Eres partidario del esquema tradicionalista, incluso para desarrollos futuros?
Por supuesto [...] Esto debería aprovecharse para revitalizar las zonas comerciales tradicionales de La Habana como Galiano, San Rafael, Neptuno, Prado, Obispo, entonces mediante incentivos fiscales ir recuperando los comercios individuales y ganarle la batalla a los gigantescos shopping centers.
El levantamiento del embargo, de súbito, ¿beneficiaría o perjudicaría a Cuba en materia arquitectónica y urbana?
Aunque se levante el embargo, la transición que se produzca va a ser lenta, por las razones que te expliqué. -- (Revista Herencia #15)
martes, 24 de octubre de 2006
Pamuk nobelista
Nos alegramos que Orhan Pamuk sea premio Nóbel de literatura (un poco tarde, pero tumiamiblog se había solidarizado con el escritor turco en su momento de desaliento).
Lou, querido...
Alfredo Triff
Palabras desacostumbradas, semicantadas, conversadas... casi masticadas. Por fin el rock nos habla de otros asuntos. No más “te quiero mami”, “necesito tu amor” o “mujer perjura”. Tecata, decadencia, homosexualidad, travestismo y la depre cercana al suicidio: Nos habla Lou Reed con su deseo de usar al rock como plataforma literaria (sin ser jamás autocomplaciente). ¿Lou? Hiper-realista de la honestidad (por ello es la mejor influencia que tuvo el punk). No olvidemos su “Heroin”, o “Sister Ray”, “Sweet Jane”, “Venus in Furs”... y la lista sigue. Se levanta el telón... Segundo acto: Estamos en los 70. Después de una tregua, Reed regresa con su primer LP, ya solo: Lou Reed (continuación si se quiere de la estela de Velvet). Pero después se baja con Transformer (producida con David Bowie y Mick Ronson). ¿Quién puede olvidar su único Top 20, “Walk on the Wild Side” y otras (tan buenas o mejores) como “Vicious” y “Satellite of Love?” En el clip aparece con John Cale al piano en “Waiting for the Man”: Hey white boy, what you doin uptown/ Hey white boy, you chasin my women around / Pardon me sir, it’s the furthest from my mind…” Imborrable.
Palabras desacostumbradas, semicantadas, conversadas... casi masticadas. Por fin el rock nos habla de otros asuntos. No más “te quiero mami”, “necesito tu amor” o “mujer perjura”. Tecata, decadencia, homosexualidad, travestismo y la depre cercana al suicidio: Nos habla Lou Reed con su deseo de usar al rock como plataforma literaria (sin ser jamás autocomplaciente). ¿Lou? Hiper-realista de la honestidad (por ello es la mejor influencia que tuvo el punk). No olvidemos su “Heroin”, o “Sister Ray”, “Sweet Jane”, “Venus in Furs”... y la lista sigue. Se levanta el telón... Segundo acto: Estamos en los 70. Después de una tregua, Reed regresa con su primer LP, ya solo: Lou Reed (continuación si se quiere de la estela de Velvet). Pero después se baja con Transformer (producida con David Bowie y Mick Ronson). ¿Quién puede olvidar su único Top 20, “Walk on the Wild Side” y otras (tan buenas o mejores) como “Vicious” y “Satellite of Love?” En el clip aparece con John Cale al piano en “Waiting for the Man”: Hey white boy, what you doin uptown/ Hey white boy, you chasin my women around / Pardon me sir, it’s the furthest from my mind…” Imborrable.
lunes, 23 de octubre de 2006
Greenwich Gables
Amílcar Barca
Bajo mis pies la hierba se despoja del rocío. El otoño real acaba de llegar esta madrugada. Una fría brisa lo delata en la piel del gato rubio que despierta. Ahora se eriza su pelaje, como las hojas de un roble. Estira sus músculos. Toma la leche que su ama ha preparado y regresa a su cama de hojas amarillas. Al cruzar la acera con mi bicicleta, una mujer recoge su periódico. Se abrocha el botón último de la bata y bendice mi viaje. Atravieso Salzedo. Cruzo Phonetia, Antilla, Sidonia, Salamanca... hermosos nombres para una historia de encuentros (si existieran). Escucho el caucho de mis gomas pisar la textura de la calle, música sorda de mis ruedas; silencio blanco sobre el concreto. Las puertas de las casas aún están serenas con sus cierres dorados, sin oírse. Las ventanas se cubren de visillos y el sueño de los dormidos se mantiene todavía en el umbral cercano a las ocho. Desde el interior de un domicilio atina el silbido del agua trepar por la cafetera. Con los rojos aún en la línea sutil de los tejados, se intuye que la mañana va a lucir limpia y templada. Hoy desplegaré el Times en mi hogar, junto a la obscenidad de un bagel repleto de queso-crema. Fuera, en mi pequeño Greenwich Gables, el mediodía tomará cuerpo bajo su sombra. Al atardecer... el desánimo de mis nubes vendrán de visita. La madrugada del lunes se mostrará como un espectro antes que el domingo clausure estas fotografías de octubre.
domingo, 22 de octubre de 2006
Balthus, la perversión del tiempo
Tumiamiblog
Cuando en 1933 los surrealistas descubrieron “La calle”, con esas figuras impasibles, alienadas, detenidas en el tiempo, pensaron que Balthus era uno de los suyos (la tela anuncia la realidad urbana del capitalismo tardío del siglo XXI). ¿Clasicismo luminoso en medio de una época de vanguardias? A partir de 1945, Balthus comienza a explorar un mundo hogareño detenido entre el sueño y la abulia; inocencia y perversidad (¿puede el sexo ser perverso?). Desde entonces, la composición no cambia mucho (el pintor trabajaba lentamente, a veces retocando un mismo cuadro por años). Balthus no es ni realista ni surrealista (su verdadera influencia es Piero della Francesca), sino que pinta la naturaleza muerta de la vida misma antes del abordaje; algo que André Breton observa, en un pasaje de su novela Nadia, como “la voluntad que se rinde, postergada al misterio de lo baladí.”
sábado, 21 de octubre de 2006
La reina del fado
El fado surge de las entrañas de Portugal; su reina es Amália Rodríguez. Nacida en 1920 en el barrio de Alfama, Lisboa; una entre diez hermanos, abandonada por la madre a la edad de un año y criada por la abuela... formada en la calle, cantando para vender frutas y viandas (su familia no quería que cantara en público). Amalia reinventó el fado, fundiendo la tradición del campo con el sonido de la ciudad palpitante. Una voz que explora el destino del alma.
viernes, 20 de octubre de 2006
¡Qué norteamericana la luna sobre el mar!
Rosie Inguanzo
Leandro Eduardo Campa, poeta, mulato, vagabundo, ávido lector, juglar hediondo y perfumado por la luz lasa de un puñado de versos tristes, vivía en las calles de Miami hasta que, hace poco más de tres años, desapareció sin dejar rastro. Algunos dicen que murió de una dolencia renal desatendida (los pordioseros no van al médico) y que nadie lo reclamó en la morgue. Campa se fue dejando aquella imagen tierna y desfazada, y aquel librito Little Havana Memorial Park (1996-1998), que un grupo de amigos (la portada es P. Portal, siempre cómplice de las causas nobles) le ayudó a publicar y que es joya rara. En sintonía con El estrangulador de Flagler Street (1998), de Néstor Díaz de Villegas (exquisita colección de sonetos rebuscados, criminales y macabros), el libro de Campa, no obstante, es de una sencillez que desarma y sublima.
1
Yo, Eddy Campa,
que amé a Mirtha B. Moraflores
hasta el delirio.
Yo, que la esperaba
en el quicio de los atardeceres
desde las cinco de la mañana
para, tres horas después, verla
salir de su apartamento
– y ella siempre detrás
del marido
para hacerme pensar que él no le interesaba mucho
–heme aquí, ahora,
revolviéndome en este sarcófago
de despecho (si al menos estuviera acolchonado),
recordando las noches en que ella,
Mirtha, se paraba
en la ventana de su dormitorio para verme
escribir sobre mis rodillas,
sumido en el más sublime de los sufrimientos;
entonces,
todo era motivo para la lírica
y hasta la inmundicia se tornaba poesía.
Déjame decirte, oh Mirtha mía,
que nunca te dije
que te amaba
para salvar este poema.
Haz que conserven el calor
de los que te dejaba en el cristal
delantero de tu Chevy Camaro.
Las tumbas en Memorial Park
no tienen limpiaparabrisas.
2
¡Qué norteamericana la luna sobre el mar!
Cascadas de luz en la orilla redonda
comparten su intimidad con las aguas:
el más puro de mis sentimientos subastado.
Ha vuelto a elevarse el fulgor
de la fuente del parque que pronto apagarán;
la fuente con quien sentí las cosas primordiales.
Si el nombre Reina no remitiera a la belleza,
desistiría de mi Fe en la Humanidad.
Pero, ¿dónde está el cochero que canta
y le dice palabras dulces a los caballos?
Me gustaría ver a mi amigo Eddy Campa, el poeta:
no conozco otro más sabio en materia de nudos.
En la rivera de mi memoria,
el mar que me consuela adormece las olas.
jueves, 19 de octubre de 2006
Blade Runner
Alfredo Triff
Blade Runner (1982), de Ridley Scott es un estándar del cine postmoderno. Mezcla de noir y ciencia-ficción, el filme alcanza un nivel depurado de diseño y producción que fueron imitados en muchas otras películas en los 80 y 90 (la popularidad de la cinta la convirtió en un cult movie). Un joven Harrison Ford interpreta el papel de Rick Deckard (policía retirado). Estamos en el 2019 en Los Ángeles, babel multicultural llena de vallas corporativas, contaminación ambiental, automóviles volantes...y replicantes (de corta vida, construidos por la Tyrell Corporation para ser usados en la colonización de planetas bajo condiciones atmosféricas hostiles). Deckard es idóneo porque ya ha trabajo como “corre-cuchillas”. Después de una entrevista con su jefe, Deckard acepta: “Otra vez el infierno, pero necesito la pasta”. La tarea consiste en exterminar a un grupo de replicantes liderado por Roy Batty (Rutger Hauer en su mejor papel), con sed de venganza y que ha logrado escapar a la tierra acabando con medio mundo. Deckard elimina a Zhora (Joanna Cassidy), pero es atacado por Leon (en la tradición de noir de los 40, Deckard, aunque no lo admita, vacila la bebida y el bajo mundo demasiado). En otra bronca Deckard casi pierde la vida, a no ser por la ayuda de la Rachel (Sean Young). Rachel es la asistente del excéntrico multimillonario Tyrell (¿Es acaso la bellísima trigueña una androide? La mujer parece traerle un poco de consuelo al dudoso espíritu de Deckard). Mientras, Batty y su amante, la replicante Pris (Darryl Hannah) eliminan a Tyrell. Deckard les sigue los talones por entre las callejuelas oscuras de LA (lo que contribuye sin duda a la belleza estética del filme). Con suerte, Deckard acaba con Pris, lo cual es demasiado para Batty. La película nos lleva al implacable y sangriento encuentro entre Deckard y Batty... con la perenne lluvia, sobre el techo de un rascacielo del downtown angelino.
Blade Runner (1982), de Ridley Scott es un estándar del cine postmoderno. Mezcla de noir y ciencia-ficción, el filme alcanza un nivel depurado de diseño y producción que fueron imitados en muchas otras películas en los 80 y 90 (la popularidad de la cinta la convirtió en un cult movie). Un joven Harrison Ford interpreta el papel de Rick Deckard (policía retirado). Estamos en el 2019 en Los Ángeles, babel multicultural llena de vallas corporativas, contaminación ambiental, automóviles volantes...y replicantes (de corta vida, construidos por la Tyrell Corporation para ser usados en la colonización de planetas bajo condiciones atmosféricas hostiles). Deckard es idóneo porque ya ha trabajo como “corre-cuchillas”. Después de una entrevista con su jefe, Deckard acepta: “Otra vez el infierno, pero necesito la pasta”. La tarea consiste en exterminar a un grupo de replicantes liderado por Roy Batty (Rutger Hauer en su mejor papel), con sed de venganza y que ha logrado escapar a la tierra acabando con medio mundo. Deckard elimina a Zhora (Joanna Cassidy), pero es atacado por Leon (en la tradición de noir de los 40, Deckard, aunque no lo admita, vacila la bebida y el bajo mundo demasiado). En otra bronca Deckard casi pierde la vida, a no ser por la ayuda de la Rachel (Sean Young). Rachel es la asistente del excéntrico multimillonario Tyrell (¿Es acaso la bellísima trigueña una androide? La mujer parece traerle un poco de consuelo al dudoso espíritu de Deckard). Mientras, Batty y su amante, la replicante Pris (Darryl Hannah) eliminan a Tyrell. Deckard les sigue los talones por entre las callejuelas oscuras de LA (lo que contribuye sin duda a la belleza estética del filme). Con suerte, Deckard acaba con Pris, lo cual es demasiado para Batty. La película nos lleva al implacable y sangriento encuentro entre Deckard y Batty... con la perenne lluvia, sobre el techo de un rascacielo del downtown angelino.
martes, 17 de octubre de 2006
Miami: la maldita circunstancia del polvo por todas partes
Dinorah Perez-Rementeria
Apenas puede uno caminar por la ciudad sin que partículas de polvo se metan en los ojos. Calles, pasajes, pasadizos, edificios están siendo construidos, reparados, derrumbados al mismo tiempo. Si Virgilio Piñera mirara a través de un agujero desde el cielo (¿o el infierno?) seguramente escribiría sobre la maldita circunstancia del polvo y no del agua, por todas partes. Chóferes y transeúntes yacen unidos por una misma causa: la imposibilidad de caminar, de manejar, de la visión. En estos momentos de reparación (o destrucción) total, uno no sabe si torcer a la derecha o a la izquierda, seguir recto, dar un grito, cruzar las avenidas, doblar por los callejones menos habitados, quedarse estático hasta que las enormes grúas pasen, se abalancen sobre los cuerpos extenuados, paralizados, suspendidos o esperar a que los constructores murmuren –en el mejor de los casos- un piropo. ¿Se convertirá Miami en la flamante capital del mundo dentro de diez, quince, veinte años?, ¿desplazará a Nueva York?, me pregunto, y mis amigos se burlan de tanta ingenuidad. Miami es el pueblo más pobre de los Estados Unidos, dicen, y yo no rebato sus cuestionamientos porque creo que es verdad. Cuánta gente pide limosna en las esquinas, cuánta gente no trabaja, no come, no respira, no dice buenos días, no cede el paso a los pobres caminantes, no paga el ómnibus como es debido y malgasta su energía hurgando en el polvo, en la basura. Hoy la ciudad entera se halla atiborrada de bloques de concreto, maderas corrompidas, dañadas, infectadas, brazos que no descansan, fermentados corazoncitos tropicales, efervescentes poleas, largos cables que se desplazan, se enredan en los pies como víboras de cascabel (¿o lagartijas asustadas?), puntales, piropos, dulces malas palabras, aparatos, máquinas de nuevo tipo. Quizá mañana el escenario urbano -calles, aceras, viejos edificios-, la vida futura cambie, mejore, florezca y, entonces, uno sí tendría un segundo, un leve minuto de sosiego, una minúscula ocasión para pensar también en el mejoramiento humano.
lunes, 16 de octubre de 2006
Disciplina moderna
La disciplina fabrica el cuerpo, lo somete y ejercita... cuerpo dócil. La disciplina aumenta la fuerza del cuerpo, en términos económicos de utilidad y a la vez disminuye esas mismas fuerzas (en términos políticos de rebeldía). La invención de esta nueva anatomía política se debe a una multiplicidad de procesos, de origen diferente, de localización diseminada, que coinciden, se repiten o se imitan. Se los encuentra en las escuelas, en los hospitales, en los seminarios y en la organización militar. Se han generalizado así técnicas minuciosas, una nueva “microfísica del poder”. La disciplina es una anatomía política del detalle: El detalle era desde mucho tiempo atrás, una categoría de la teología y del ascetismo. En esta tradición del detalle vendrán a alojarse todas las meticulosidades de la educación religiosa, de la pedagogía escolar o militar, de todas las formas finalmente de encauzamiento de la conducta. Una observación del detalle, y la consideración política de éstas, para el control definitivo del comportamiento a través del cuerpo: todo un conjunto de técnicas, todo un corpus de procedimientos y de saber, de descripciones, de recetas y de datos. De estas fruslerías ha nacido el hombre moderno.-- Michel Foucault, Disciplina y castigo.
domingo, 15 de octubre de 2006
Aplastamiento de las gotas
Con el índice toco las gotas sobre el vidrio del parabrisas, detenidos ante la luz roja del semáforo. La luz ha quedado atrapada en las gotas de agua. Entonces el agua dispone de la luz púrpura y la desangra. Los niños entendemos ese drama silencioso, amarrados junto al chofer.-- Rosie Inguanzo
viernes, 13 de octubre de 2006
La leyenda negra
Por Rosie Inguanzo
Rafa, tu comentario de ayer me recuerda ese momento increíble (más que las aventuras de Marco Polo que le preceden). Y es que el descubrimiento de América vino acompañado por la narración de los hechos. La "invención de América" surge a partir del conjunto de cartas de relación (hace 514 años Colón llegó por las Bahamas), crónicas, diarios y relatos que dejaron constancia de la empresa, sentando las bases para el discurso mítico-poético-histórico del cual deriva toda la literatura hispanoamericana posterior. En Colón vemos al descubridor, en Bernal Díaz del Castillo la visión del soldado raso, en Las Casas el discurso en defensa de los indios, y en Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, al hombre europeo y al americano enfrentados por primera vez cara a cara. Textos donde la ficción y realidad se mezclan con un acervo de leyendas medievales, libros de caballerías, la Biblia y toda la imaginería medieval europea. Son Álvar y Las Casas los que traen el llamado "discurso del fracaso", en contrapartida con la visión mitificadota y providencialista de Colón (la imagen del indio como "el buen salvaje" y de América como el "paraíso terrenal"). Naufragios narra el desastre de la expedición de Pánfilo de Narváez y los casi ocho años que vagaron por tierras americanas. El arduo deambular de seiscientos náufragos se inicia en tierras de la Florida, hoy Tampa, culminado en Nuevo México con cuatro sobrevivientes. Fascina descubrir cómo Álvar, expuesto a las inclemencias del nuevo mundo, fue capturado por un chamán que lo esclaviza tratándolo como una bestia. Aún aprende de éste rituales y curas mágicas que le permitirán subsistir en medio de lo inusitado y lo desconocido, convirtiéndose en sanador, ganando renombre entre la población nativa. A partir de ahí, los cronistas de América trazarán la pauta a toda la literatura latinoamericana posterior, fijando también los futuros clichés, donde el tema recurrente de la búsqueda y el viaje serán constantes semánticas. La historia de América es palpable en unos escritos donde ficción y realidad alternan para descubrinos un mundo desbordado.
jueves, 12 de octubre de 2006
El samurai
Tumiamiblog
No hay soledad mayor que la del samurai (a no ser la del tigre en la selva). ¿Recuerdas? Alain Delon es Jef Costello, un personaje existencial creado por Jean-Pierre Melville que parece salido de La Nausea de Sartre. Parco, solitario, reflexivo, sin amigos ni amor -aunque Jane Lagrange (Natalie Delon) parezca quererlo. Costello tiene el encargo de asesinar al dueño de un club donde trabaja la bellísima Valerie, una pianista mulata (Cathy Rosier). Costello cumple su parte y con suerte se le escapa a un inspector de policía implacable (Francois Perrier)... pero la coartada se esfuma: Costello sabe demasiado y debe desaparecer. Entre paréntesis, Melville se divierte presentando la relación entre el asesino y su pajarito, que desde la jaula puede informarle mucho a su dueño. Costello se salva de milagro de un atentado y decide ajustar cuentas con su propio jefe. Pero es difícil despistar a un inspector que no le pierde ni pie ni pisada. Le Samuraï (1967) se considera la mejor película de Melville por su lentitud, su minimalismo en el diálogo y el diseño. La fina actuación de Delon pareciera gélida, pero es derroche de puro gesto. Un modelo del noir francés que terminó influenciando a Scorsese y a John Woo en la famosa The Killer (1989).
No hay soledad mayor que la del samurai (a no ser la del tigre en la selva). ¿Recuerdas? Alain Delon es Jef Costello, un personaje existencial creado por Jean-Pierre Melville que parece salido de La Nausea de Sartre. Parco, solitario, reflexivo, sin amigos ni amor -aunque Jane Lagrange (Natalie Delon) parezca quererlo. Costello tiene el encargo de asesinar al dueño de un club donde trabaja la bellísima Valerie, una pianista mulata (Cathy Rosier). Costello cumple su parte y con suerte se le escapa a un inspector de policía implacable (Francois Perrier)... pero la coartada se esfuma: Costello sabe demasiado y debe desaparecer. Entre paréntesis, Melville se divierte presentando la relación entre el asesino y su pajarito, que desde la jaula puede informarle mucho a su dueño. Costello se salva de milagro de un atentado y decide ajustar cuentas con su propio jefe. Pero es difícil despistar a un inspector que no le pierde ni pie ni pisada. Le Samuraï (1967) se considera la mejor película de Melville por su lentitud, su minimalismo en el diálogo y el diseño. La fina actuación de Delon pareciera gélida, pero es derroche de puro gesto. Un modelo del noir francés que terminó influenciando a Scorsese y a John Woo en la famosa The Killer (1989).
miércoles, 11 de octubre de 2006
El circo (segunda parte)
Tumiamiblog
Uno supone que la política (de acuerdo con los firmantes de la constitución) es “el arte del compromiso”, que es mejor gobernar por consenso que a la fuerza; uno supone que es lo mejor para la ciudad multicultural donde vivimos. No, estamos equivocados. En Miami se gobierna a golpe de gritos. No fue suficiente el circo de los 90... ¡se avecina el circo de los 2000!
lunes, 9 de octubre de 2006
Deep Purple
Alfredo Triff
Led Zeppelin IV, Paranoid de Black Sabbath y Machine Head de Deep Purple son la Santísima Trinidad del hard-rock de los 70 (y por desgracia la fórmula trillada de muchas bandas -buenas y malas- que vinieron después). Creo que el mejor de los tres LP's es Machine Head, con el gancho supremo de “Smoke on the Water” (We didn't have much time/Frank Zappa and The Mothers/Were at the best place around/But some stupid with a flare gun/Burned the place to the ground/Smoke on the water, fire in the sky...). “Highway Star” podría definir la ansiedad de mi generación (el duelo entre Ritchie Blackmore en la guitarra y John Lord en el órgano: inolvidable y voz de Ian Gillan...). Escucha el instrumental “Lazy”... la descarga sicodélica al cerebelo. ¿Machine Head? Una cúspide de los 70.
Led Zeppelin IV, Paranoid de Black Sabbath y Machine Head de Deep Purple son la Santísima Trinidad del hard-rock de los 70 (y por desgracia la fórmula trillada de muchas bandas -buenas y malas- que vinieron después). Creo que el mejor de los tres LP's es Machine Head, con el gancho supremo de “Smoke on the Water” (We didn't have much time/Frank Zappa and The Mothers/Were at the best place around/But some stupid with a flare gun/Burned the place to the ground/Smoke on the water, fire in the sky...). “Highway Star” podría definir la ansiedad de mi generación (el duelo entre Ritchie Blackmore en la guitarra y John Lord en el órgano: inolvidable y voz de Ian Gillan...). Escucha el instrumental “Lazy”... la descarga sicodélica al cerebelo. ¿Machine Head? Una cúspide de los 70.
Matutinas
Tumiamiblog
Buenos días, blogolandia. Aquí van algunas noticias matutinas: 1- El caso Foley se pone peor (un docente ya admite que tuvo relaciones con el congresista). 2- Mundo raro: Corea del Norte se siente "orgullosa" de su prueba nuclear subterránea ("un evento histórico que trajo felicidad a nuestras milicias y a nuestro pueblo"). 3- ¿Cómo se llama una guerra sectaria en un país del tamaño de Texas donde mueren 3,000 personas al mes? 4- ¿Limbo o no limbo? 5- "Se deliveran grocerías", why not? 6- Adieu al humo existencial... 7- Los velezolanos pueden darnos clases de civismo. 8- D'accord! 9- Este es un blog que sigo hace un tiempo. Vailima es una mujer culta que le apuesta al arte y las letras (con una dosis de instruído erotismo).
domingo, 8 de octubre de 2006
Volver
Jesús Rosado
¿Qué tal si los queridos difuntos se dieran un paseíllo de regreso para saldar algún conflicto pendiente que no cesa de angustiar a la parentela? ¿O qué tal si simplemente se dieran el saltito para convivir por un tiempo y aliviar ciertas soledades ineluctables? De tres generaciones de mujeres se vale Pedro Almódovar para esgrimir la fantasiosa propuesta en su última pieza Volver (2006), donde a través del universo femenino, que es el pan de su arte, Almodóvar enfoca la cultura sobre la muerte de su Mancha natal, donde según sus propias palabras “los paisanos la viven con una naturalidad admirable”, añadiendo que “el modo en que los muertos continúan presentes en sus vidas, la riqueza y humanidad de sus ritos hace que los muertos no mueran nunca”. De las muchas demoliciones postfranquistas protagonizadas por el talento del director manchego faltaba este reducto luctuoso, el cual es atacado con el desenfado, la intrepidez y el profundo humanismo que caracteriza su obra. Tragicomedia facturada con reposada pericia, cuenta con actuaciones de leyenda. Desde la iluminada españolidad de Penélope Cruz, a la que Almodóvar le extrae todo el ángel, hasta la célebre gordita cubana María Isabel Díaz (Una novia para David), quien se encarama a los niveles de la Penélope y de la ciclópea Carmen Maura. La fotografía, como suele ser en sus metrajes, imprevisible y asombrosa, en tanto la trama fluye intensa, espesa y divertida como un añejo bien curado. Nada de metafísica ni vuelos místicos, aquí los fantasmas están tan vivos como los vivos, a tal punto que uno de ellos llega a rogar conmovedoramente que no le saquen el llanto. Arte almodovariano, como siempre, sarcástico y sensible, que en esta ocasión sonríe desprejuiciado frente a los inexorables confines de la vida.
Título: "Volver"
Dirección y guión: Pedro Almodóvar
Reparto: Penélope Cruz, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Carmen Maura, Yohana Cobo, Chus Lampreave, María Isabel Díaz, Leandro Rivera, Carmen Machi, Pilar Castro, Yolanda Ramos...
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: José Luis Alcaine
sábado, 7 de octubre de 2006
Francesca Woodman
El arte de Francesca Woodman indaga la ausencia (de la memoria) del cuerpo. Hay algo metafísico en esas imágenes en blanco y negro, cuerpos movidos, borrosos, sacados fuera de foco. Exploración de límites diversos entre la corporalidad y el espacio; buscarse uno para continuar la búsqueda. Woodman dedicó su corta vida a investigar el paisaje de su organismo (sobre todo lo invisible de la psiquis). Marcia comentó atinadamente un posible paralelo entre Woodman y Mendieta (¿acaso la insistencia en la huella?). Hay más... en 1981 Woodman se lanzó al vacío desde la ventana de su apartamento en el Lower East Side; tenía tan sólo 22 años. La foto arriba se titula "Angel" (pertenece a una serie de imágenes de cuando la artista vivía en Roma a fines de los 70).
viernes, 6 de octubre de 2006
Crónica de una madrugada
Amílcar Barca
Son las cinco de la mañana de un día normal. Ya he puesto el pie derecho en mi nuevo suelo de madera. El izquierdo está casi a punto. Levantarse forma parte obligatoria del vivir de cualquier sujeto... en cualquier lugar. Los ojos secos, las ideas turbias bajo la oscuridad. Enciendo dos pantallas, la de mi lámpara de pergamino y la de mi computadora. Leo las noticias del mundo por la red. Nada extraordinario: Bush huele a azufre y Chávez a naftalina usada. Me acaba de picar un mosquito; bien es normal, estamos en la Florida. El segundo lo hace bajo mi brazo; es lógico, acabo de alzarlo para rascarme el sobaco (hoy sería un buen día para...).Los zumbidos siguen. Hay una docena de ellos danzando alrededor de la bombilla de mi quinqué. En nombre de la insidia decido con mis manos iniciar un pequeño holocausto. Fracaso. Sigo leyendo el periódico electrónico. Acaba de anunciarse el alba a través de mi ventana. Ya no están. El escozor también ha desaparecido. Al día siguiente la rutina vuelve a sucederse. Pero hoy sábado, con más tiempo para la meditación, me detengo y deduzco: “Amílcar, los mosquitos no están danzando”. Al poco rato se acercan al calor de los cien vatios y parecen que bailan panza arriba por encima de la mesa. Pero es raro, aquí no hay música para su deleite, sólo el hedor de mi piel y el sonido gutural cuando respiro. Concluyo: los mosquitos se suicidan. Como dije, hoy sería un buen día para... recordar a Gregorio Samsa. Lo único que me tranquiliza es que yo no soy corredor de comercio. Solamente me repudia el panorama global del planeta en que vivimos, donde hay escozores más graves que las de un simple insecto.
jueves, 5 de octubre de 2006
Conga
Alfredo Triff
Corre el 1986… vivimos el auge del drum machine, Madonna suena en la radio con Papa Don’t Preach y Lionel Richie con el azucarado Dancing On the Ceeling (¿se imaginan?). Hoy puede parecer arcaica, pero Conga fue un hit que lanzó a Miami Sound Machine a la palestra internacional. La canción sonaba en todas partes (yo vivía en New York y la gente en los clubs se volvía loca con el ritmo). Pero me interesa otra pregunta: ¿Qué tiene ese Miami post-Mariel, "mondo coca" a-lo-Miami Vice, ese Miami pre-"En los 90 Fidel revienta" que no tenemos hoy? Conga refleja un momento del exilio. ¿Inocente, vanidoso... inmaduro? (Para esos que se piensan que MSM es un invento publicitario, no olviden que después de Conga siguieron hits como 1-2-3, Rhythm Is Gonna Get You, Anything for You, Can't Stay Away From You).
Corre el 1986… vivimos el auge del drum machine, Madonna suena en la radio con Papa Don’t Preach y Lionel Richie con el azucarado Dancing On the Ceeling (¿se imaginan?). Hoy puede parecer arcaica, pero Conga fue un hit que lanzó a Miami Sound Machine a la palestra internacional. La canción sonaba en todas partes (yo vivía en New York y la gente en los clubs se volvía loca con el ritmo). Pero me interesa otra pregunta: ¿Qué tiene ese Miami post-Mariel, "mondo coca" a-lo-Miami Vice, ese Miami pre-"En los 90 Fidel revienta" que no tenemos hoy? Conga refleja un momento del exilio. ¿Inocente, vanidoso... inmaduro? (Para esos que se piensan que MSM es un invento publicitario, no olviden que después de Conga siguieron hits como 1-2-3, Rhythm Is Gonna Get You, Anything for You, Can't Stay Away From You).
miércoles, 4 de octubre de 2006
Cocaine Cowboys
Via Critical Miami, el nuevo documental sobre Miami titulado Cocaine Cowboys abre el próximo día 27. El Miami de droga y crimen de los 80 (que inspirara Miami Vice y Scarface). No te lo pierdas.
Síndrome metabólico
Ermigio Benveniste
De acuerdo con un artículo de Thomas Goetz en la última revista Wired, titulado "La pastilla delgada", 75 millones de americanos podrían padecer del llamado "síndrome metabólico". Imagina un conjunto de condiciones adversas, todas a la vez: presión arterial, azúcar alta, triglicéridos en la sangre, bajo colesterol del bueno (el HDL), combinado con obesidad. De los cinco, la gordura (que es ya una epidemia en los Estados Unidos) es la más importante (85% de los que tienen el síndrome son obesos). ¿Cómo se define una enfermedad? Para los médicos una nueva enfermedad representa un nuevo tratamiento; para los investigadores, una área nueva de conocimiento (algo digno de estudiarse en función de una cura). En cuanto al conglomerado farmacéutico, una enfermedad es un chance para manufacturar la "droga milagrosa" y hacer millones. En 1988, el endocrinólogo Gerald Reaven examinó un grupo de síntomas de pacientes que mostraban resistencia a la insulina o "síndrome X" (más tarde se llamó "síndrome de resistencia a la insulina"). En 1998 la OMS coincidió con los cinco factores ya explicados. ¿Por qué la urgencia? Un paciente con el síndrome tiene el doble de las posibilidades de sufrir un ataque al corazón. Ojo cuidado.
martes, 3 de octubre de 2006
El Herald se retracta
Por tumiamiblog
La gran noticia del día es la rectificación del Herald y el reintegro de los periodistas expulsados. Una sorpresa para muchos que pensábamos que el asunto no tenía solución. Falta de comunicación, estándares, metodología. El vicepresidente de McClatchy, Howard Weaver dijo: “Es un nuevo comienzo y una oportunidad para enunciar una política muy clara que en lo adelante será aplicada de manera absoluta.” Díaz cae y lo sustituye David Landsberg. Nos alegra que Cancio, Alfonso y la Connor pueden reintegrarse. Pero vale la pena discutir. ¿Qué repercusiones tiene la noticia, la nueva política que se aplicará y su secuela para el periodismo de Miami?
La gran noticia del día es la rectificación del Herald y el reintegro de los periodistas expulsados. Una sorpresa para muchos que pensábamos que el asunto no tenía solución. Falta de comunicación, estándares, metodología. El vicepresidente de McClatchy, Howard Weaver dijo: “Es un nuevo comienzo y una oportunidad para enunciar una política muy clara que en lo adelante será aplicada de manera absoluta.” Díaz cae y lo sustituye David Landsberg. Nos alegra que Cancio, Alfonso y la Connor pueden reintegrarse. Pero vale la pena discutir. ¿Qué repercusiones tiene la noticia, la nueva política que se aplicará y su secuela para el periodismo de Miami?
lunes, 2 de octubre de 2006
Matarlos
Eslinda Cifuentes
Es una noche calurosa y el sopor en el barrio afea las fachadas; pero los aires acondicionados disparados en este restaurante no se justifican. La ventolera artificial sopla en mi cabeza; el frío cala y congela, sudan gélidos los cristales al chocar contenidos por el calor afuera. Me invade la vergüenza, el asco y el desprecio. Las mesas inundadas por gordos que consumen sin conmiseración, suicidas de la inmundicia (morirán ahogados por la grasa acumulada en sus cuerpos). Mis vecinos en la mesa continua me atormentan. El gordo grita porque no sabe hablar y su mujer resopla entre plátanos fritos, congrí y masas de puerco fritas…baja las cantidades que se le atragantan en el pescuezo (cuello tienen los niños y las doncellas), con batido de mamey y entre soplido y soplido hablan mierda a borbotones. Entierra sus uñas postizas en el pan con mantequilla sin percatarse que su arduo corazón trabaja el triple en inútiles funciones. Lo peor no es que sean gritones (me suenan los oídos y me pregunto que me trajo aquí), lo peor no es que coman como animales, que eructen, que se tiren peos espantosos e inevitables, lo peor no es que yo sepa que cagarán gigantescos mojones de carbohidratos (la grasa que ingieren se queda allí en sus masacrados cuerpos); lo peor no es que sus mentes sean aun más nocivas que sus cuerpos, lentas y opalinas como las digestiones interminables, dilatadas y ruidosas. No. Lo peor es que carecen de misterio. Si supiera que no me iba a sentir culpable después los mataría con un extintor de gas. Y caminaría diáfana y pura entre sus amontonados cuerpos voluminosos, sobre la miseria atroz de sus imbecilidades diarias, de sus intempestivos gritos, sus risotadas ruidosas, sus letales juicios y animaladas. Soplo mi sopa y empaño la mirada, refugiada en mí misma, o tal vez en la dignidad impecable de la llovizna contra el vidrio.
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