jueves, 17 de agosto de 2006

Así es como se muere


Por Noemí Luis

Detrás de Chanel No. 5 existió una mujer cuyo nombre era Gabrielle. Para las empleadas de su imperio fue Mademoiselle; para sus amigos íntimos y el mundo de la moda Coco. Chanel es a la moda lo que Napoleón a la gloria: surgió de la nada y conquistó los privilegios en la elite social. En el París de 1920 ningún proveedor, ni Monsieur Doucet, ni Madame Lanvin (modistos de la aristocracia), soñaban pisar los nobles salones. Chanel fue la primera modista invitada. No sólo vistió y frecuentó a la nobleza, sino, lo que es históricamente notable, les dio trabajo. En las casas Chanel que abrió por todo el mundo empleaba a princesas y duquesas. La nobleza rusa que emigrada a París por la revolución bolchevique le debe mucho a Coco. Fue mecenas. Costeó proyectos importantes para el arte del siglo XX como el ballet de Diaghilev, las primeras ediciones de la poesía de Pierre Reverdy, pagó al exiliado Igor Stravinsky una pensión vitalicia. Hubo un momento en el teatro en que el texto era de Jean Cocteau, la música de Stravinsky, el decorado de Picasso y el vestuario de Chanel. El estilo Chanel constituye una auténtica revolución en el mundo de la moda, cambiando para siempre la imagen femenina. Tanto entre las clases altas como en el ejército de ejecutivas, su innovadora feminidad andrógina sigue siendo símbolo de elegancia. Su vida sentimental es una novela; tuvo compañeros notables: el gran duque Dimitri de Rusia, sobrino del zar y uno de los artífices de la muerte de Rasputin, el duque de Westminster, Stravisnky, Pierre Reverdy. Picasso y Dalí fueron sus amigos hasta el final de su vida. Los que la conocieron hablan de su impactante personalidad y lengua ácida, de su intuición y sobre todo, su elegancia. Hacia el final Coco decía que odiaba los domingos porque se aburría terriblemente. Sus amigos le habían dicho que moriría un domingo. Y fue un domingo, en su suite del Ritz, donde vivió por años. Llamó a su ayuda de cámara y le dijo: “Mira, así es como se muere”.

9 comentarios:

  1. En una época en que las mujeres en Francia no tenìan derecho al voto, Chanel fue una mujer emancipada.
    Introdujo el pantalòn en la moda femenina y el jersey que solo era utilizado en la moda masculina.
    La revista Vogue inmediatamente
    promocionò ésta imagen de mujer elegante y libre.
    Pienso que su gran intuiciòn como creadora y empresaria fue concebir la MODA como un todo, desarrollò en paralelo
    tres lìneas ROPA-ACCESORIOS-PERFUMES...talento creativo y talento de empresa.
    Final del tunel

    ResponderEliminar
  2. Final del tunel, tu comentario se perdio cuando montamos la imagen de Chanel. Pero lo copie y te lo puse yo mismo, por eso no ves el link en azul. Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Post de veras glamoroso. Tal como dice la cafeina, virtualmente perfuma. Pionera del feminismo, el activismo de la Chanel consistió en vigorizar la femineidad. Estrogenizó el atuendo masculino, enfocándose más en el esplendor de la identidad que en la frivolidad ornamental. Revirtió la luctuosidad del color negro en símbolo de elegancia y transformó lo efímero en el vestir en posibilidad de trascendencia. No en balde Mademoiselle solía decir "la moda es lo que pasa de moda". Nuestra Zaida del Río, recientemente, le rindió tributo en imagen.

    ResponderEliminar
  4. JR, Interesante que traigas el negro, porque hay un lado proto-facista de Chanel (sin tema, Pound y Santayana lo tenían también)... recuerdan los “camisas negras”? Italia hizo de la moda una política de gobierno (la “mujer nueva” del facismo italiano). Mussolini tenia un organismo en Turin que supervisaba ese aspecto de la moda italiana. Los nazis tenian mucho interes en la moda (en la alta moda). Buti: Chanel no es la unica. Hay otras disenadoras francesas de importancia como Marcelle Dormoy y Jeanne Lanvin (y no eran menores). Aunque por otra parte durante Vichy la alta moda era vista como una aberración del cine americano (el efecto Garbo y las Marlenes). Habrá que investigar esa doble moral del facismo, el nazismo (y del comunismo) en que la moda resulta decadente si se ve fuera de su fetichizacion de la feminidad.

    ResponderEliminar
  5. Me recurada mucho a esa ciudad de la Habana de los 40's y 50's. Cuando en El Encanto se conseguia todo de la moda europea, y las modas eran elegantes, tales como la de Chanel. Hombres con sombreros y trajes, las mujeres de bien vestidas y libres de pensar, hasta habia una tienda de Guerlain. Esa epoca fue la de cuando La Habana era la Paris del Caribe, si no mas. Despues los trajes se volvieron en color oliva y los cascos y botas eran la moda. Se quemo El Encanto, y las modas sigueiron por el mismo camino.

    ResponderEliminar
  6. Buenísima esa aclaración, mm. Tienes razón, AT, el corazón de la Chanel se enamoró de la Gestapo. El casaca negra se llamaba Hans Gunther von Dincklage, quien la acomodó en el Hotel Ritz. Pero así es la historia. No sé por qué de pronto me hiciste pensar en esa enaltecedora de la belleza física que fue la cineasta pronazi Leni Riefenstahl

    ResponderEliminar
  7. Otras casas famosas del Paris de entreguerra: Martial et Armand, Paul Poiret, Agnés, Germaine, Drecoll y Augusta Bernard.

    ResponderEliminar
  8. Entre copas, amistad y cucarachitas diminutas y trepadoras, Noemí nos presentó las conversaciones de Coco, sus descargas agudas, su novedad estética. Linda prosa cuidada y certera; que se repita (otro de Coco please). RI

    ResponderEliminar