martes, 28 de febrero de 2006
Descarga
Hola Miami. Hoy es martes. Hay mucho en el tapete. Tu opresión existencial no termina. Se mide con la distribución del capital como expresión del consenso del valor en que usas la materia prima; es decir, precio: gasolina, renta (o la hipoteca), comida, ropa, la escuela de la niña, el SUV ciclópeo que te compraste. Encima, tu jefe te grita. La mujer (o tu marido) no te comprende. Estados emocionales: Quieres reventar. Por suerte carenas aquí, en la orilla suave de tumiamiblog. Te comprendemos. Descarga.
lunes, 27 de febrero de 2006
Metáfora para el suicidio
Por Alfredo Triff (Para Austin que se fue muy pronto)
En la filosofía yoga, la inmortalidad consiste en la unidad básica que reencarna para cumplir un ciclo. El cuerpo fenece, pero no la semilla -que renace. Ese es nuestro verdadero ser, más allá de las tribulaciones físicas del cuerpo. Tenemos prueba de la conciencia de sí, por esa persistencia del cuerpo que nos acompaña hasta la muerte. La vejez llega súbitamente y no hay conciencia del cambio. Nadie discute que la muerte es una conclusión. Lo que digo se hace diáfano en el caso del suicida que busca su muerte con afán. Si el suicida comprendiera que el disparo envuelve el fin sempiterno de su vida, no podría disparar. El suicida termina no su vida, sino la muerte de su sufrir. Se mata para "vivir" otra vida, mata su sufrimiento (el martirio se le ha hecho tan insoportable que termina confundiéndolo). Pero el disparo fatal no lo alivia (después del balazo nada sabrá). El suicida no se saldrá con la suya, pues después del disparo no hay conciencia de nada. Metafóricamente hablando, sería irónico morir para seguir padeciendo en el corazón de la existencia.
domingo, 26 de febrero de 2006
Íconos vacíos, ecos perdidos
Imagen, ideología y acción. ¿Te acuerdas de toda esa época de consignas antes de la gran zafra de los "diez millones"? Cada directiva tenía su folleto, su pasquín, su “seria discusión”, su amargura. Detrás de la tramoya hay estética y diseño en función del poder absoluto. Agitar esa masa ciega, dócil y salvaje que conocí en los actos de repudio del Mariel. Hoy, íconos vacíos, ecos perdidos de ideologías caducas. ¿Qué queda de todo aquello?
sábado, 25 de febrero de 2006
Olvídate del asunto
En un nuevo estudio, hecho con compradores y estudiantes, un grupo de investigadores ha descubierto que las personas que deben sopesar una decisión (como qué casa comprar), terminan escogiendo la peor opción si es que antes se pasan mucho tiempo considerando el pro y el contra del asunto. Los científicos han concluido que la mejor estrategia es reunir toda la información pertinente -precio, número de cuartos, edad del tejado, etc.- y sencillamente sacarte el asunto de la mente. Entonces, cuando llegue el momento, tirarte con la intuición que te viene, sin pensarlo. “Es mucho mejor si te sale de adentro”, dice Ap Dijksterhuis, profesor de sicología en la Universidad de Amsterdam (quien condujo la investigación). Para las decisiones más simples, puedes darte el lujo de premeditar. “Es problema es que la mente consciente tiene un límite” dice Dijksterhuis. Cuando se trata de decisiones complicadas, “el inconsciente parece hacer un mejor trabajo de sopesar factores para llegar a la conclusión más legítima”. Después que la teoría freudiana cayó en desuso, el papel del inconsciente (y su énfasis en la psiquis) disminuyó. Ahora los científicos han encontrando nueva evidencia de que el inconsciente es “inteligente”. Aunque hay que decir que ese inconsciente es muy distinto al que Freud postuló. Así que ya sabes, por raro que parezca, si te quieres comprar una casa, estúdialo todo, oye mucho consejo... y después, olvídalo.
viernes, 24 de febrero de 2006
23 refranes
1._____________creer
2. Tal para ______
3._____________, tanto vales
4._________rompe el saco
5._________ grande, ande o ________
6. Cabeza vana ___________
7._______noches y buenos días, _______y yo en la mía
8.________es eterno mientras dura
9. Dame ______ y dime tonto
10.____llama dinero
11.______más vidas que ______
12. Dos ______ en el mismo _____son de la misma opinión
13.______y burro todo es _______
14. O la bebes ___________
15.____________medio acabada
16. Una de ________ otra de _______
17.______________ quita vicio
18. “Vamos ___________” dijo un ________
19. Fingir no es ___________
20._____________el mas deseado
21. Barriga caliente __________________
22. Buena, __________, ________ por natura
23. Razón y _________, amistad _________
jueves, 23 de febrero de 2006
La enciclopedia de mi habitación
Al amanecer el heno se apretujaba en los cristales. El halo de un anciano pugnaba por estar en aquel lugar (tras la puerta y en reposo, el sonido del pecado, el chirrido de un susto, el laberinto del oboe, el desliz de la saliva –fresca aún- en un helado). Yo regresaba del suelo con una maleta de entes diminutos que ocupaban el anaquel de una habitación sin nombre. En aquella estantería de escritos sobre el aire, había un libro que hablaba de una aguja que huía a escondidas del polvo de la tarde. Crucé las espinas que el mármol retiene en el suelo, la ceniza de Roma, el horror de una pisada de buitre. Y en el recodo donde nada se permite, moría de un disparo el suspiro de un cisne. Todos a la espera y con el ansia de entrar en aquella enciclopedia iniciada con la expiración de la a por un recién nacido y con la caída libre de una z en el último tomo. Con descuido, alguien había leído aquellas oraciones durante la noche y por error, las imágenes y los conceptos se habían esparcido por el dormitorio. Junto a la cama recogí el perfume de una ciudad sumergida en sí misma. En un abrir y cerrar de ojos, no dudé en acudir al glosario. Al comprobar el origen y su historia descubrí que, entre Mérida y Monteczuma, faltaba un nombre.
miércoles, 22 de febrero de 2006
Tareítas inútiles
martes, 21 de febrero de 2006
Una definición de la intimidad
Por Alejandro Robles
En nuestra lengua el prefijo "in" implica negación. Asumamos por un instante que la palabra intimidad está precedida por el prefijo "in". Si la liberamos de su prefijo nos queda "timidad". Ayudada por la asonancia, timidad se acerca al vocablo "tímida" y teje su inmanencia con la palabra timidez. La intimidad sería entonces el fin del pudor y la timidez. Demos un paso más. El mismo sendero de asonancias nos lleva ahora a la palabra "timador". Timador es el que miente, el que engaña. Occidente ha convertido el rostro y el cuerpo en dos realidades discontinuas. El rostro se muestra, se embellece, se ostenta; el cuerpo se cubre y se oculta. La vestidura miente y engaña con relación a la verdad del cuerpo. "Intimidad" sería entonces, el fin del timo de la vestidura y el comienzo de la desnudez. Pero, también, se acerca a la palabra intimidación. El que intimida es el que amenaza. El discurso sexual y erótico se sostiene sobre la dulce amenaza y el enfrentamiento de los cuerpos. Acaso una de las metáforas más recurrentes del discurso amoroso de occidente es aquella que equipara la batalla con la cópula. En el instante en que Cristo ve por primera vez a María Magdalena se pregunta quién es esa mujer terrible como un ejército listo para la batalla. En el lenguaje bíblico el término "terrible" implica perfección. Siglos después, vemos a Rilke afirmando que todo ángel es terrible. Ahora, la intimidad viene a refugiarse en la amenaza de los cuerpos y la revelación definitiva de las armas de los amantes. Es injusto rechazar la evidente evocación de suceso interior que la palabra intimidad comporta. La intimidad -por obra de la asonancia y en nuestra lengua- puede definirse entonces como el fin del pudor y la timidez; fin del timo de la vestidura, revelación definitiva de la desnudez. Fin de la dulce amenaza de los cuerpos en el interior sagrado de la penumbra.
lunes, 20 de febrero de 2006
Arcadas y paseos para Miami
Para plantearnos un enfoque tradicionalista e historicista del espacio urbanopeatonal debemos: 1- Estimular la circulación humana al lado del mar. 2- Convertir los causeways en promenades y bulevares al estilo de Paris y La Habana. 3- Establecer una trama urbana definida e incrementar el espacio público serán las premisas básicas en la elaboración del plan maestro Miami XXI. Poder caminar desde South Beach hasta el Downtown, disfrutar de las actividades del puerto, del la espléndida bahía con sus puentes, del perfil del centro de la ciudad. 4- Crear sendos bulevares arbolados (a ambos lados del MacArthur y el Venetian Causeways con fuentes, esculturas y espacios para actividades al aire libre. 5- Exigir a los 100 condominios egocentristas a lo largo de Biscayne Boulevard una contribución que tome como modelos al Central Park de Nueva York, el Grant Park en Chicago, o los Paseos del Malecón y el Prado en La Habana. Y es que los urbanizadores tienen una responsabilidad económica y el deber cívico de mejorar la trama urbana y el espacio público (dicha inversión se justifica con creces por ejemplo, en South Beach).
domingo, 19 de febrero de 2006
Trampantojo
Plinio el viejo nos cuenta de los pintores Zeuxis y Parrasio, rivales en un concurso de la Grecia antigua. Ganaría quien fuera mejor en el arte de engañar a la vista, aceptando como real una mera ilusión óptica. Zeuxis pintó un racimo de uvas tan perfecto que los pájaros volaban hasta su cuadro, engañados por el truco. Parrasio trajo su obra cubierta por un cortinaje traslúcido. Cuando Zeuxis extendió la mano para alzar la transparente tela, se dio cuenta que había perdido el concurso, pues estaba tocando la superficie del cuadro mismo.
viernes, 17 de febrero de 2006
¿Y qué?
Por Alcides
Había olvidado que la Braun, aunque sea alemana, da dolor de cabeza. Lo escribo para cambiar de síntomas y disminuir la conciencia del cuerpo. Como decíamos ayer, hay que cuidarse, esconder los apuntes, dejar la mitad de la ropa en el Good Will. ¿Quién recuerda lo que escribió hace mil años, a mano, los dolores de sus otras cabezas, los brebajes de cuando no existía el hielo en cuadritos? Lo único que aliviaría esta punzada es un cólico de riñón. O el túnel que dicen, muy brillante, lleno de familiares que ya no tienen cuerpo. Hoy hablo con mucha conciencia del auditorio –claro: sin rumbo. Me doy un baño de flores blancas, delante de todas las novicias, con la idea de refrescar. Ojalá no llame algún pariente vivo y me recuerde que aún sigo en el mundo.
jueves, 16 de febrero de 2006
Soberbia revolucionaria
Por Raúl Dopico
A los confinados de la UMAP
La mulata había salido de un burdel del barrio de Colón cuando un relámpago revolucionario la hizo inhalar su opio purificador y la convirtió en una miliciana de piedra, capaz de idear consignas y espantar con alaridos de perra del infierno la belleza de las vírgenes. La hizo capaz de mitigar la sonrisa de los niños, las palabras de los profetas y la amorosa rabia de los que odian a los fantasmas que transfiguran las vidrieras en pantanos, el fuego en carne podrida. La mulata fue una comecandela sudorosa, capaz de herir con su lengua y entrampar al alba en su tela de araña asesina. Una mujer que mandó a la cárcel a poetas, maricones, chulos, vagos y jovencitos inocentes que fabricaban cajitas de música al ritmo de los Beatles. Una mujer que terminó vestida con la fuerza de una camisa, cuando la venganza se puso una máscara en los carnavales de la calle Prado, entrando por la ventana de su casa para entregarle la cabeza de su hijo en una caja de cake, llenando su soberbia revolucionaria.
miércoles, 15 de febrero de 2006
Santa Juana: Feminista de occidente
Por tumiamiblog
El misterio sigue. ¿Será o no ella? De acuerdo con la leyenda, una joven doncella venida de Lorena tomó casco, peto y lanza, lideró a un ejército, unió voluntades y fue capaz de hacer de Francia una nación. Le bastaron sólo dos años (entre 1429 y 1431), para conocer la gloria y luego el infortunio. La popularidad no perdona. Cinco siglos después de ser acusada de herejía y quemada en la hoguera mientras miraba un crucifijo y gritaba el nombre de Jesús, Juana fue declarada Santa por el Vaticano. ¿Ajuste de cuentas?
martes, 14 de febrero de 2006
Prólogo infinito
Por Jesús Rosado
Nunca lograrán estar a la distancia de un sorbo. Aunque se sepan y se intuyan. Aunque, con sólo un brillo de página, se presientan. Sus vigilias se limitarán a las alamedas del computador. A los verbos de la respiración cibernética. Allí se hallaron un día a la vuelta de algún comentario tierno y ella dibujó una manzana púrpura para compartirla en la misma mordida. Nunca imaginó él que de la maniobra del fruto cordial estallaría una pasión laberíntica. Desde entonces se confiesan los más desordenados secretos, sutiles heroísmos, encendidos tormentos. Nunca llegarán al roce, ni a plexos volcánicos o saliva sedienta. Si acaso una furtiva confluencia. Ella, auricular en mano, recostada sobre el muro y el graffiti como única evidencia casual, casi cursi, grabada en la memoria: amor, nunca perderé la esperanza de conocerte algún día. Carpeta en mano, él pasa raudo, un ademán imperceptible con los lentes. Por un momento cruzarán miradas en lo que será, apenas, un gesto embalsado e inconstante. El paisaje transitará lento. Más los sentidos no estarán entrenados para la intimidad concisa. Los ojos de ella volverán a un punto banal y después al reloj. Él desviará la pisada (siempre carpeta en mano) hacia otro rumbo apresurado. Se disipan uno del otro; se hacen destino huidizo. Cada segundo asumirá veinticuatro cuadros nuevamente. Ambos correrán veloces a otro encuentro evocador. Al de las ilusiones a medio llenar y los apetitos insinuantes. La cita adorable de dos piezas perdidas que van a sumergirse en la distancia. Anhelante, frente al procesador, él irá al acecho de sus latidos. Ella, en un punto incierto de la red, cede al merodeo y deja que la presuma y, piel adentro, la reinvente. Hipótesis de la ternura disparatada e incandescente. Protagonistas de un tiempo inmóvil, les toca hacer lo mejor del amor: aferrados a un prólogo infinito.
lunes, 13 de febrero de 2006
Destrozos de un oso panda
En Madrid hacía más frío que en Barcelona y la gente prefería vestirse con ropas siempre oscuras, como si el invierno significara luto o penitencia. Pero al hablar eran más bien felices, o sonaban felices, o tal vez era sólo la impresión que causaba el contraste de los ojos encendidos y la abierta manera de pronunciar desde la seriedad del negro y el azul del Atlántico. Nos hospedamos en las afueras de la ciudad, en un mínimo piso de una pareja amiga de Eglantina; ella de Noruega y él de la India. Ambos de gustos prudentes pero exquisitos. En la sala tenían una vasija asiática en una esquina, rebozante de bambúes, y dos muebles blancos, ni grandes ni pequeños, abarcaban el norte y el este del enorme florero japonés. Esa noche bebimos té caliente y hablamos o, más bien, hablaron de viejas historias que yo no conocía y que, a decir verdad, tampoco quería conocer. Prefería mirar las delicadas hojas verdes del bambú e imaginar que de pronto llegaría un inmenso panda rabioso y, destruyendo paredes y personas, se haría de ellas para aplacar su monumental hambre. Confundí la ternura comercial del oso blanquinegro con la violencia de King Kong. En mi versión la rubia sería Eglantina y nuestro amigo indio sería, sin duda alguna, por su firme bondad, el primero en fallecer. Decidí adentrarme en la conversación; dejar las fantasías para la hora de escribir. Entonces hablaron de una famosísima tienda de Montmatre donde venden toda clase de hierbas, infusiones y tés. Quise saber detalles del olor. Y si el aroma inunda varias cuadras. Sí, respondieron, a veces es tan fuerte el olor que tienen que dejar las puertas del negocio abiertas para que el aire ventile y permita a la gente pensar. Suspiré.
sábado, 11 de febrero de 2006
Tocando fondo
Por Arturo Rimbaud
Soy el santo, orando en la terraza, como las bestias mansas que pacen hasta el mar de Palestina. Soy el sabio en el sillón sombrío. Las ramas y la lluvia se abalanzan a la ventana de la biblioteca. Soy el peón del camino real entre bosques enanos. El rumor de las esclusas ahoga mis pasos. Miro largamente la melancolía lejía dorada del poniente. Con gusto sería ese niño abandonado sobre la escollera rumbo a alta mar, el paje que recorre la alameda y cuya frente toca el cielo. Las sendas son escabrosas. Los montículos se cubren de retama. El aire está inmóvil ¡Qué lejanos los pájaros, los manantiales! Esto sólo puede ser un adelanto del fin del mundo.
viernes, 10 de febrero de 2006
A Rebours
Por Alfredo Triff
El arte es la mejor manera de lidiar con lo anormal. Antepóngase al amor, el sexo, la necesidad animal y su embrujo. ¿No es lo salvaje una forma de inocencia? Del animal podríamos aprender la verdadera nobleza. Otra manera de ser distinto. ¿Por qué son fascinantes la inversión sexual y lo andrógino? Van contra la corriente, desquician lo incontestable. ¿Cómo poder desear y amar completamente sin tenerlo en cuenta?
jueves, 9 de febrero de 2006
El ciclo
Por Amílcar Barca
El amanecer ejecuta su obligación. Como parte del tiempo adelanta la hora de reponer mis pies en la alfombra de un nuevo día. El azul de la crisis se destapa como las capas de una cebolla, limpia y clara frente a mí. En un momento mis ojos se derrumban. Y los hechos solos y a la espera, se disponen en este papel cuando te escribo. Desde la ventana, las hojas de la higuera se balancean mientras un cuervo brinca sobre las ramas. El amor me muestra esta imagen de fragilidad y negrura que vivimos. El amor es rocío que dura hasta las 7:20 de la mañana: libre, perezoso, clásico y cristalino. Si hoy en la mesa hubiera dos tazas, sabría que el cereal (el salvado y la fruta) estarían junto a nosotros. Tú me llamarías al despacho. Y mientras hablásemos de España, el tiempo se detendría en los campos de maíz y olivos. Aparecerías con el delantal amarillo y los libros sobre la muerte resucitarían mi placer por escucharte. El periódico de esta ciudad estaría cerrado. La única noticia del momento sería: “Hoy, al despertar, un hombre y una mujer de Coral Gables (mientras buscaban su primer encuentro en el desayuno) deciden abrir el día con la discreta lujuria que la noche les había servido”.
miércoles, 8 de febrero de 2006
Frotar la tripa
Por Jesús Rosado
Contemplo tu aire de lirismo expectante, perdurable reminiscencia de las liras da braccio juglaresca que marcó tu génesis instrumental hasta que Monteverdi descubrió la dulzura de tus notas. Te miro, recreándome, no sin cierta tristeza, en la delicadeza de tu ébano, las tastieras de marfil, tratando de imaginarte el alma dentro del tórax resonante. El violín realmente tiene un alma que soporta los embates de una pasión enfrascada en un cantino delirante. Ese ha sido el desgarramiento que me falta. Siempre quise dominar el juego del arco friccionando la sensibilidad polifónica; pero Dios no me dotó con el don y es duro, durante toda una vida, tener un corazón consonante y, a la vez, dedos desmañados. Si el uso decoroso del arco no me fue posible, menos aún un pizzicato -lo más esencial de un violinista decente. Nada, al final tuve que conformarme con la ternura de escucharte y aprenderme de memoria a Mendelssohn y a Vivaldi. De ahí mi orgullo cuando le veo a él, su paso apremiado, organizando partituras o revisando el clavijero, mientras ensaya fugazmente un vibrato de prueba para, finalmente, acomodarte en el afelpado interior del estuche. Se dispone a hacer lo que yo no pude: poetizar tu acústica. Le va a mostrar al mundo que es un spalla y que sus concertinos son tan fieros como los de Menuhin. Cuando se dirige a abrir la puerta, arqueta en mano, suele volverse hacia mi silencioso paraje. Sus greñas perladas goteando la ducha reciente. Viejo, murmura intenso, voy a frotar la tripa, y con adolescencia renacida en su mirada y un beso, añade: Tú, que eres mi inspiración, ayúdame como siempre. Da media vuelta y parte. Entonces abandono el pretexto inmóvil del retrato tras el vidrio, neblinoso aún por el vaho de su aliento, y marcho tras la figura espigada de estuche colgante.Por nada del mundo me perdería el vuelo de los barriolages magistrales de mi chico.
martes, 7 de febrero de 2006
Tres árboles
Por Alejandro Robles
Según la leyenda, un antiguo emperador chino, a quien los médicos habían aconsejado tomar enormes tazas de agua caliente para aliviar sus problemas digestivos, se sentó una tarde con su enorme tazón humeante bajo un árbol de té. Sin que el emperador lo notara, unas hojas del árbol de té cayeron al agua caliente. El físico y matemático ingles Isaac Newton meditaba bajo un árbol y le cayó una manzana en la cabeza. A principios del siglo XVI, Paracelso, médico y alquimista, pasó toda una noche encerrado en su gabinete leyendo antiguos manuscritos. Al amanecer, se acostó bajo un árbol y unas gotas de rocío le cayeron en los ojos. El emperador chino descubrió el té que se difundió después por todas las cortes orientales. Isaac Newton descubrió la Ley universal de la gravedad y, según se dice, aquella mañana de 1512, Paracelso inventó el colirio.
lunes, 6 de febrero de 2006
Jyllands-Posten: Estamos contigo
La Europa del siglo XXI transita por la puerta angosta de una autocensura. Las caricaturas en el diario danés Jyllands-Posten traen al tapete el tema más importante del momento: la libertad de expresión. ¿Retroceder al califato medieval con su asco hacia la libertad y el modernismo de occidente? La medalla del Islam fundamentalista (minoría ruidosa del Islam) es la ignorancia y la ausencia de derechos para la mujer. Asfixia en que se ceban el matrimonio obligado, la amputación del clítoris, el sádico apedreamiento. A la revolución científica, la democracia y la libertad de expresión, el Islam salafista responde con fatwas, hombre-bombas y fervor intolerante. Las barbas de Mahoma rociadas con el fétido vaho de la opulenta corrupción del oro negro del medio oriente. No hay entendimiento posible con la intransigencia del fundamentalismo islámico. Tampoco hay democracia sin libertad. Europa, no cedas al chantaje.
domingo, 5 de febrero de 2006
No actuar
Por Zhuang Zi
"El influjo del Cielo, ejerciéndose continuamente, produce todos los seres. El influjo del Hombre Verdadero, propagándose uniformemente, hace que todo se le someta. El que intuye el influjo del Cielo, el que reconoce la virtud irradiada por el camino, sabe concentrarse en la paz meditativa de la inacción, por la cual todas las cosas alcanzan cumplimiento. La paz meditativa del Hombre Verdadero no es producto de lo que en el mundo se conoce como actividad, sino que proviene de la actitud profunda de su ser, cuyo equilibrio es imperturbable."
viernes, 3 de febrero de 2006
Lo terrible
Por Rosie Inguanzo
Foto: Pedro Portal
Parafraseando a Joaquín Baquero, lo terrible no es entregarle un brazo al cirujano, lo terrible es que los peces te coman la piel –y que no crece, no sale otra vez, hasta la raquídea, durante tres días a la deriva, las piernas colgando de la balsa. Lo terrible no es perder a un hijo. Lo terrible es que uno tuvo un hijo, y su infancia, una casa llena de gente, un velocípedo en el patio. Ayer, en el Cosford Cinema de la Universidad de Miami, se exhibió el filme de Carlos Gutiérrez Wet Foot/Dry Foot (Pies secos/pies mojados). Con el apoyo de Mena Catering, Ron Matusalén y la madre de los tomates, el corto cuenta con las actuaciones de Francisco Gattorno y el chino Jorge Álvarez. Jorge nos dice: “Alude no sólo a los balseros cubanos, sino también la problemática de los mexicanos en la frontera, la de los balseros haitianos...”. Y parecería un tema manido, repetido hasta el cansancio por medios de difusión, tergiversado, machucado e hiperbólicamente áspero. Por demás escabroso: niños ahogados, abuelas hinchadas y mosqueadas tendidas en la arena, haber salido con la esperanza de llegar, la incertidumbre ahogada del que en la isla no sabe y quizás nunca llegue a saber...los regresos forzados, la sed. Jorge me cuenta el caso de Vladimir (irónicamente fue él quien lo admitió en Estados Unidos, atendiendo inmigrantes cubanos como empleado de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos), me dice que éste nadó 25 millas desnudo hasta llegar a la orilla y secarse bien los pies. Una justicia desaforadamente desigual suscita que otros tomemos café con leche en Versailles y, a la misma hora en que me atraganto con una croqueta, una muchachita del Cotorro contempla la boca ciega del mar.
jueves, 2 de febrero de 2006
Coincidencias
Por tumiamiblog
El lapso se pudre, la dialéctica rompe el paso. Se concerta la hechura y los fragmentos se aglutinan, para luego desasirse uno a uno ante el gigante peso tectónico. Un día como hoy muere Boris Karloff (el mejor Frankenstein) y nace James Dean (el mejor actor de su generación). También muere Bertrand Russell (el mejor filósofo de su generación) y nace James Joyce (el mejor Bloom). ¿Coincidencias?
miércoles, 1 de febrero de 2006
Se acaba el oro negro
Por tumiamiblog
Esto es cierto, pero no hay solución inmediata. Vean la razón: Hoy se producen 75 millones de barriles por día. Algunos analistas pronostican que la producción global de petróleo (de todas las fuentes posibles) llega a su punto máximo en el 2015, con 90 millones de barriles. Bush (que usa sombrero tejano) le apostará a la exploración doméstica, pero eso no resuelve el asunto. Nuestra dependencia seguirá incrementándose. Mientras más petróleo se necesite (y sea más escaso) el precio del crudo aumentará. Entonces habrá incentivos para la exploración de fuentes alternas de energía, lo cual no ocurrirá sin una crisis fuerte de precios (¿$5 el galón?). Acéptalo… vende tu SUV y planea comprarte un Mini. Olvídate del long trip al oeste en tu carro. Mala suerte. No somos Suecia (con sólo seis millones de habitantes y decenas de programas de energía alterna) y, a diferencia de los franceses, le tenemos pánico a la energía nuclear. Lo que es peor: no entendemos de cooperación. ¿Quién va a reducir su sabrosa ducha de agua caliente de media hora o apagar la luz que nadie usa en el cuarto? ¿En qué tienda verías una escalera mecánica que se pare cuando no se use? ¡Esto es la Yuma caballero!