sábado, 29 de enero de 2005

La condición nómada de la emoción

Por Rosie Inguanzo

Miami irradia esa luz insuperable por la que no es, ni siquiera, responsable. Mi Miami tiene noches de invierno, de esas que dan al mar con la luna sumergida en el agua. Tiene limpiezas de casas por $60, y a mi madre llorando frente a un fregadero repleto de bandejas sucias. Tiene highways estrenaditos y un despertar cuerpos-en-la-arena. Prince y Purple Rain y un afiche de Bono, asido a la pared de cartón con tachuelitas, en una finquita en el SW. Recuerdos de familia: una loca corriendo, cuchillo en mano; un marimbero apuntándome a la sien, un invernadero y dos blanquísimos gansos salvajes. Tiene por supuesto, lirios robados a un jardín privado, poemas de neón y aire de mar; sufragios de la memoria, saber a qué sabe una ciudad. Tiene sueños emprendidos, algunos culminados. Deseos intermitentes: la condición nómada de la emoción. El excentricismo de apostar por una ciudad, por unos amigos con personalidad náufraga. Tiene los regresos a esa luz que ni Roma pudo suplirme. Esa luz miamense que llena la mirada, difumina y embriaga. Luz que reposa en el hastío. Y su auxilio cala hondo. Mi Miami tiene su suyami.

10 comentarios:

  1. Que lindo post Rosie. Me identifico con eso que has dicho.
    La Cafeina

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  2. Inguanzo: El Miami que yo conocí de exilado no vale la pena detallarlo ahora, sería tan distinto al suyo, que apenas lo entendería. Otros tiempos, otras angustias, otra gente. Pero sin embargo, la misma tierra y sin duda el mismo sol. Es cierto que nuestro sol tiene algo muy especial. Yo diría que es un sol muy cercano al sol de mi tierra. Tanto, que a veces casi que confundo la tierra por el sol. Linda manera de encabezar el sábado.
    Un ignorante de pacotilla

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  3. Miami, ciudad misteriosa, como la mujer necesaria y hermosa....

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  4. Rosie, me transportarte con tu prosa...Definitivamente, este blog me ha hecho ver a Miami bajo otra luz, quererla un poco...Por que, que es querer a una ciudad si no, primero que nada, amar a su gente?
    IsaA.

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  5. Esa luz, la cual menciona Rosie en este bellisimo post, fue mi comida por veinte años. Me dedique a estudiar todos sus momentos y en realidad es insuperable. Aunque ella (Rosie) va mas alla de la luz en su post, es bueno que la disfrutemos (la luz), especialmente de 6am hasta las 4pm en el invierno y casi hasta las 8pm en el verano. Es embriagadora y diferente, no tan diferente, eso si, a la de nuestra tierra, la cual me dedique a estudia por treinta dias, mientras anclado en el puerto del Mariel, esperando por los familiares que habia reclamado. Ver la luz y conocerla, me daba otra prespectiva del dia los cuales se me hacian mas comodos dentro de aquella embarcacion. Gracias Rosie, me has hecho recordar momentos muy agradables de mi vida leyendo tu post. Soy amante de la luz, la luz lógica, la natural!

    Adalberto

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  6. Sol que raja las piedras! Mira que comparar esto con Roma. Vampiro

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  7. Buen post de Rosie, y buen comentario Adal...
    El bloguero de Jaialia

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  8. Ese Miami de lo "marimberos" es el de los 80's y yo lo vivi tambien. Yo creo que los llegan ahora tienen mas oportunidades para estudiar mas facilidades para insertarse en la sociedad. pero para algunos de nosotrso como Rosie la cosa fue mas dificil y a veces nos desesperamos. Yo nunca pude ejercer mi carrera pero aprendi computacion ahora me va bien. Vivir pa ver

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  9. Mirar para Ver,
    Yo saque mi titulo en Arte y Cultura, digo, en Corte y Costura y me va de lo mejor trabajando de modista en una colocacion de South Beach. Si soy Marielita y a mucha honrra! Tambien soy toda una mujer dedicada y amante al buen vivir y a los hombres, por supuesto. Cuando me presente en la Oncena estacion de Diez de Octubre en Santo Suarez, no tuve ningun problema al presentarme al oficial de guardia, en la carpeta y decirle que me mandaran a la Yuma. Claro que me saque las cejas y me puse unos spandex que me habian mandado unas amiguitas mia, via Checoslovaquia. Viva la liberté! Me encanta la Yuma!
    La Maricusa

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  10. Es verdad que los deseos mudan, permutan, se transforman. Esa apuesta po una nueva vida la hice yo hece anos cuando me fui de Cuba y muchos suenos quedaron colgados como malanguitas en el arbol.

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