Por Omaira Hernandez
Pienso en los millones de seres humanos que llegan a Miami sólo buscando una manera decente de vivir. Quizás no están buscando galerías, teatros, museos o bibliotecas de Babel, sino que sólo aspiran a no hacer una fila de tres cuadras para comprarse una libra de carne, o no quieren olvidar el sabor de los quesos y el jamón, o no quieren perder la vida en el intento de vivirla. Quizás sólo quieren la oportunidad de trabajar como seres humanos dignos para que su familia tenga opciones. No se trata de que Miami sea o no el centro mundial del arte y de la cultura, sino se trata de que ahora, en estos momentos críticos para muchas sociedades latinoamericanas (y de otras partes del mundo), nuestra Miami es una opción de vida. Si señores, de la vida cotidiana, de esa cosa tan sólida y necesaria como es el diario vivir. Una Miami que aunque al principio nos asusta, terminamos por entenderla y aprendemos a vivirla. Cada cual a su modo, pero que para todos se convierte en el espacio del nuevo hogar. Es el espacio que nos permite trabajar (y que no me vengan con el cuento de que aquí no hay trabajo); una Miami que brinda las posibilidades del pan, el jamón, la arepa, los jugos, el papel toilette, la leche, el carro, el vecino, los suegros, el vino, la tequila, la cerveza…¡En fin! Esa extraordinaria sensación de mercado que todos asociamos a nuestras querencias. Son miles los que llegan, quizás no los veremos compartiendo este nuestro blog…pero estoy segura de que están viviendo… estarán enviando a sus hijos a la escuela, lavando su ropa, ordenando sus casas, haciendo la cena, mirando televisión, regando el jardín, soñando posibilidades… nada que un intelectual (de esos intelectuales liberales pero aburguesados que tenemos de sobra) pudiera llamar heroico…pero amigos… ¡estamos viviendo! Y eso queridos bloggueros, en muchas partes del mundo, es un privilegio que sólo pocos llegan a tener.
martes, 30 de noviembre de 2004
lunes, 29 de noviembre de 2004
Cómo se corta la piña
Por Rosie Inguanzo
Está el grupo estrecho de los amigos íntimos; un grupo un poco más holgado de amigos queridos y admirados, pero a los que no necesariamente le hacemos una sopa cuando tienen el flu. Están los amigos de la simpatía y el reconocimiento de afinidades, pero más distantes, ocasionales. Están los colaboradores, los colegas del trabajo, los regular de la cafetería, la dependienta del french bakery…etc., etc. Pero son tantos y en el mejor de los casos, ayudan tanto a vivir, que sería un grave error excluirnos en piñitas. Las piñitas son de género, étnicas, de generación, de afiliación ideológica, de quítate tú pa' ponerme yo, you name it. Piñita: Grupo estrecho de acomplejados (¿quién no ha sufrido de complejos?), que no dejan canal abierto a los que son diferentes a sí mismos. Grupo exclusivo y clasista por las peores razones. Funcionan mediante un acuerdo tácito de no dejar entrar a nadie en su círculo, no ayudar a nadie que no pertenezca a la piñita aunque se esté muriendo…y lo que es peor, a excluirlos de su visión del mundo. Efecto piñita: Aturde el entendimiento y la visión. No se ve a nadie fuera de la piña. Excluye a gente muy talentosa por "rara y desplazada", ya que hay que pertenecer o "no estás en nada". ¿Qué cómo se corta la piña? (Pelarla es más difícil, particularmente sutil.) Pues atravesando piñas como los barcos por la bahía. Pasar por encima de ciertas diferencias salvables, cerrando un ojo a veces…reconociendo mérito en el que ni siquiera es nuestro amigo y a propósito de que no lo sea. Se pela la piña teniendo en cuenta los conflictos de intereses. Alcanzando al distante. Las piñas hay que atenuarlas, disimularlas … cuando se hagan inevitables (de hecho, es lo más natural que nos juntemos, agrupemos, refocilemos, etc.), dejemos libre el acceso, derrochemos simpatía y la deliberada intención de pelarla bonita…vaya, que no quede por nosotros.
Está el grupo estrecho de los amigos íntimos; un grupo un poco más holgado de amigos queridos y admirados, pero a los que no necesariamente le hacemos una sopa cuando tienen el flu. Están los amigos de la simpatía y el reconocimiento de afinidades, pero más distantes, ocasionales. Están los colaboradores, los colegas del trabajo, los regular de la cafetería, la dependienta del french bakery…etc., etc. Pero son tantos y en el mejor de los casos, ayudan tanto a vivir, que sería un grave error excluirnos en piñitas. Las piñitas son de género, étnicas, de generación, de afiliación ideológica, de quítate tú pa' ponerme yo, you name it. Piñita: Grupo estrecho de acomplejados (¿quién no ha sufrido de complejos?), que no dejan canal abierto a los que son diferentes a sí mismos. Grupo exclusivo y clasista por las peores razones. Funcionan mediante un acuerdo tácito de no dejar entrar a nadie en su círculo, no ayudar a nadie que no pertenezca a la piñita aunque se esté muriendo…y lo que es peor, a excluirlos de su visión del mundo. Efecto piñita: Aturde el entendimiento y la visión. No se ve a nadie fuera de la piña. Excluye a gente muy talentosa por "rara y desplazada", ya que hay que pertenecer o "no estás en nada". ¿Qué cómo se corta la piña? (Pelarla es más difícil, particularmente sutil.) Pues atravesando piñas como los barcos por la bahía. Pasar por encima de ciertas diferencias salvables, cerrando un ojo a veces…reconociendo mérito en el que ni siquiera es nuestro amigo y a propósito de que no lo sea. Se pela la piña teniendo en cuenta los conflictos de intereses. Alcanzando al distante. Las piñas hay que atenuarlas, disimularlas … cuando se hagan inevitables (de hecho, es lo más natural que nos juntemos, agrupemos, refocilemos, etc.), dejemos libre el acceso, derrochemos simpatía y la deliberada intención de pelarla bonita…vaya, que no quede por nosotros.
domingo, 28 de noviembre de 2004
Hielo raspado como arte
Por Adalberto Delgado
Ayer, mientras caminaba por el barrio, me llamó la atención una música que provenía del carrito de un vendedor de granizado. Inmediatamente se me ocurrió la idea de hacer una pieza móvil por el distrito de Windwood, lugar "in" del arte. Pensé: ¿Qué tal la idea de mostrar mi obra y la de otros (con musiquita y todo) en la parte trasera de ese carrito de granizado? ¿Post-moderno? Lo dudo. Pero sí diferente. Obras de pequeño formato en el carrito con parada obligada en las diferentes galerías y espacios alternativos... ¡Y qué tal Basel! Sí, llevarlo por todos los pabellones dentro del Convention Center. Art Basel es --para mí-- un gran bazaar donde el arte se vende muy caro a esa gente que compran firmas y nombres (Me consta, pues he trabajado en esa feria los últimos dos años en el pabellón de Snitzer). Si pudiera vender el carrito con granizadero y todo... invitaría a varios amigos a exhibir verdadero arte cubano en vivo y en directo, desde la capital del sol. Es sólo un concepto. Ya no me quedan fuerzas para hacer nada de eso. Prefiero seguir con mi grupo musical. Pero ustedes, jóvenes artistas en busca de dinero fama y gloria: los convoco a que realicen la idea. No creo haber visto nada similar en los años que llevé de artista conceptual (que por cierto fueron bastantes).
Ayer, mientras caminaba por el barrio, me llamó la atención una música que provenía del carrito de un vendedor de granizado. Inmediatamente se me ocurrió la idea de hacer una pieza móvil por el distrito de Windwood, lugar "in" del arte. Pensé: ¿Qué tal la idea de mostrar mi obra y la de otros (con musiquita y todo) en la parte trasera de ese carrito de granizado? ¿Post-moderno? Lo dudo. Pero sí diferente. Obras de pequeño formato en el carrito con parada obligada en las diferentes galerías y espacios alternativos... ¡Y qué tal Basel! Sí, llevarlo por todos los pabellones dentro del Convention Center. Art Basel es --para mí-- un gran bazaar donde el arte se vende muy caro a esa gente que compran firmas y nombres (Me consta, pues he trabajado en esa feria los últimos dos años en el pabellón de Snitzer). Si pudiera vender el carrito con granizadero y todo... invitaría a varios amigos a exhibir verdadero arte cubano en vivo y en directo, desde la capital del sol. Es sólo un concepto. Ya no me quedan fuerzas para hacer nada de eso. Prefiero seguir con mi grupo musical. Pero ustedes, jóvenes artistas en busca de dinero fama y gloria: los convoco a que realicen la idea. No creo haber visto nada similar en los años que llevé de artista conceptual (que por cierto fueron bastantes).
viernes, 26 de noviembre de 2004
El día después del día después del día
Por Marcia Morgado
El día después del (día después del) día asignado oficialmente para dar gracias se desarrolla como los otros. El revoloteo y alegre trinar matutino de los cardenales, azulejos y cotorras cada amanecer, me sacan del sueño. A tientas llego a la cocina donde preparo el primer brebaje estimulante de la mañana: fuerte y dulzón gracias a la pequeña French press que me permite hacerlo sin achicharrarlo. Bendigo la vida y su espíritu creador. Agradezco el sol, la luna, mis plantas, la hermosa presencia de Alejandra y Sofía, de mi madre, de los amigos quienes, aunque desperdigados por las cuatro direcciones, se conectan. Por la presencia cercana de muchos que hacen del cotidiano andar un festejo constante, que rompen la monotonía, que me retan y hacen reír. Por el Dalai Lama, el silencio y el mar. Por las sorpresas. Y la regularidad con que el New York Times me pone al día en cuanto el mundo. Por la literatura, el cine y la música. Por Ozu y Mizoguchi, Satie y Fauré, Mozart, T.S. Elliott, Emily Dickinson y Machado, Beethoven, Shakespeare y John Donne, por Carl Theodor Dryer, Fellini, Virginia Wolf, Verdi, Bill Evans, Puccini, James Sallis y AM Homes, por Silvia Plath, Thomas Bernhardt, Sarah Vaughn y Jim Jarmusch. (¿Han visto la película Sideways? Inteligente y deliciosa.). Por el arte: clásico, moderno y contemporáneo: El molino de Rembrandt, un auto-retrato de Van Gogh, Las grandes ninfas de Monet en L’Orangerie y Los amantes de Felix González-Torres. Por el recuerdo de La Habana y París, por comenzar el milenio en Córdoba, el paisaje toscano, Can Ravell, Gaudí y la experiencia barcelonesa, por Coconut Grove antes de Cocowalk, Chiang Mai y New York. Por Santiago de Cuba que nunca conocí y de manera extraña, añoro. Versailles, La Vasca y Best Times Wine en la Calle Ocho. Por mis refugios miamenses: el palomar de Sunny Isles y la terraza de Fod, lugares entrañables, poblados de seres y memorias enriquecedoras. Por Louis Armstrong, por la vida en presente y porque hoy no iré de compras.
El día después del (día después del) día asignado oficialmente para dar gracias se desarrolla como los otros. El revoloteo y alegre trinar matutino de los cardenales, azulejos y cotorras cada amanecer, me sacan del sueño. A tientas llego a la cocina donde preparo el primer brebaje estimulante de la mañana: fuerte y dulzón gracias a la pequeña French press que me permite hacerlo sin achicharrarlo. Bendigo la vida y su espíritu creador. Agradezco el sol, la luna, mis plantas, la hermosa presencia de Alejandra y Sofía, de mi madre, de los amigos quienes, aunque desperdigados por las cuatro direcciones, se conectan. Por la presencia cercana de muchos que hacen del cotidiano andar un festejo constante, que rompen la monotonía, que me retan y hacen reír. Por el Dalai Lama, el silencio y el mar. Por las sorpresas. Y la regularidad con que el New York Times me pone al día en cuanto el mundo. Por la literatura, el cine y la música. Por Ozu y Mizoguchi, Satie y Fauré, Mozart, T.S. Elliott, Emily Dickinson y Machado, Beethoven, Shakespeare y John Donne, por Carl Theodor Dryer, Fellini, Virginia Wolf, Verdi, Bill Evans, Puccini, James Sallis y AM Homes, por Silvia Plath, Thomas Bernhardt, Sarah Vaughn y Jim Jarmusch. (¿Han visto la película Sideways? Inteligente y deliciosa.). Por el arte: clásico, moderno y contemporáneo: El molino de Rembrandt, un auto-retrato de Van Gogh, Las grandes ninfas de Monet en L’Orangerie y Los amantes de Felix González-Torres. Por el recuerdo de La Habana y París, por comenzar el milenio en Córdoba, el paisaje toscano, Can Ravell, Gaudí y la experiencia barcelonesa, por Coconut Grove antes de Cocowalk, Chiang Mai y New York. Por Santiago de Cuba que nunca conocí y de manera extraña, añoro. Versailles, La Vasca y Best Times Wine en la Calle Ocho. Por mis refugios miamenses: el palomar de Sunny Isles y la terraza de Fod, lugares entrañables, poblados de seres y memorias enriquecedoras. Por Louis Armstrong, por la vida en presente y porque hoy no iré de compras.
De comentario a post
Por El Estratega
"Recuerdo la primera vez que vine a Miami, fue un día en medio de un verano caluroso. Venía yo de otra ciudad fría y de calles mojadas por la lluvia pertinaz. Al llegar a Miami, la primera impresión fue como un rayo de luz entrando por la ventana. Venía con la idea de una ciudad luz, con la idea de una ciudad hecha a mis necesidades, una ciudad que por su esencia marítima iba a llenarme el corazón con su olor a salitre. Una ciudad mitad manzana, mitad discordia, amparada tras la distancia aparente de un pasado glorioso. Sus autopistas recientes, sus incipientes rascacielos y su comunidad automotriz, me dieron la impresión primera de haber llegado a la sucursal del cielo. Poco a poco fui descubriendo que Miami era un espejismo, un reflejo extraviado en la pupila del tiempo. La calle Galiano, La Época, El Ayestarán etc., etc., dobles desafortunados de otra realidad de una ciudad que cada día me asombra más. Las personas, los eventos y los objetos que he ido acumulando en mi corta estancia aquí, me dan el aliento necesario para atravesar este desierto que se impone. Hoy, que me encuentro entre el ayer y la eternidad, ya nada importa. Sólo sé que estoy aquí y que nadie puede salvarme. Espero transitar las horas venideras con la esperanza de vivir en el futuro inmediato. Una estrategia: Dibuja en tu mente el mapa emocional de tus deseos, colorea los rascacielos con chocolate chip, y deja volar tu imaginación lejos de la cárcel de las palabras."
"Recuerdo la primera vez que vine a Miami, fue un día en medio de un verano caluroso. Venía yo de otra ciudad fría y de calles mojadas por la lluvia pertinaz. Al llegar a Miami, la primera impresión fue como un rayo de luz entrando por la ventana. Venía con la idea de una ciudad luz, con la idea de una ciudad hecha a mis necesidades, una ciudad que por su esencia marítima iba a llenarme el corazón con su olor a salitre. Una ciudad mitad manzana, mitad discordia, amparada tras la distancia aparente de un pasado glorioso. Sus autopistas recientes, sus incipientes rascacielos y su comunidad automotriz, me dieron la impresión primera de haber llegado a la sucursal del cielo. Poco a poco fui descubriendo que Miami era un espejismo, un reflejo extraviado en la pupila del tiempo. La calle Galiano, La Época, El Ayestarán etc., etc., dobles desafortunados de otra realidad de una ciudad que cada día me asombra más. Las personas, los eventos y los objetos que he ido acumulando en mi corta estancia aquí, me dan el aliento necesario para atravesar este desierto que se impone. Hoy, que me encuentro entre el ayer y la eternidad, ya nada importa. Sólo sé que estoy aquí y que nadie puede salvarme. Espero transitar las horas venideras con la esperanza de vivir en el futuro inmediato. Una estrategia: Dibuja en tu mente el mapa emocional de tus deseos, colorea los rascacielos con chocolate chip, y deja volar tu imaginación lejos de la cárcel de las palabras."
jueves, 25 de noviembre de 2004
¡Happy Thanksgiving!
Por Alfredo Triff
¡Happy Thanksgiving! Gracias a los nuevos bloggeros que nos han visitado en los últimos días: Mr. Vian, El estudiante, Vizcaíno, El Diezmero, 1932. Uhmbé, Lucho gatica, María Rita, El Luiso, Albertico de Luyano, Adriano Buergo, Glexis y Conciente y culto. Gracias por el pavo, el pollo, el puerco, salmón o cordero que nos comamos (todo menos un pavo vegetariano, que sabe a pavo, huele pavo, luce como tal, y no lo es). Querido bloggero, espero que no la pases solo/a, pero si acaso necesitas de alguien, mándanos un mensaje a ver si te empatamos... con un bloggero/a. Cuéntame, ¿cuáles son tus planes para hoy?
¡Happy Thanksgiving! Gracias a los nuevos bloggeros que nos han visitado en los últimos días: Mr. Vian, El estudiante, Vizcaíno, El Diezmero, 1932. Uhmbé, Lucho gatica, María Rita, El Luiso, Albertico de Luyano, Adriano Buergo, Glexis y Conciente y culto. Gracias por el pavo, el pollo, el puerco, salmón o cordero que nos comamos (todo menos un pavo vegetariano, que sabe a pavo, huele pavo, luce como tal, y no lo es). Querido bloggero, espero que no la pases solo/a, pero si acaso necesitas de alguien, mándanos un mensaje a ver si te empatamos... con un bloggero/a. Cuéntame, ¿cuáles son tus planes para hoy?
miércoles, 24 de noviembre de 2004
BASE: Lincoln Road
Por Alfredo Triff
Camino por Lincoln Road. Hombres fornidos semidesnudos en patines llevando a sus perros liliputienses amarrados con correítas. Mujeres tetonas quemadas por el sol, con sonrisas desenvueltas y paso amplio (se les nota el body lotion). Imagino sus olores artificiales... debo matar el tiempo. Entro en BASE. Aire frío y música trip me reciben... “Hola”, me dice una voz delante de una cara refinada, pelo negro pluscuamperfecto. En automático me pongo cool. Me gusta este mostrador lounge repleto de CDs que tienen en BASE. Los manoseo de cerca. El sonido emerge cual humo cadente por los baffles. La tienda se llena del ritmo funk de cadencia hop: las cuerdas en unísono se deslizan al acento de las panderetas... uno, dos, tres. Esa clave me entra por los pies y me llega directo al simpático. Asalta el drum&bass y todo comienza a dar vueltas en el aire, arropado en el sonido de violines Ray Coniff. No tengo pretexto para pretender. Afuera, Miami arde (lo sé porque el brillo que entra por las vidrieras me deslumbra). Los labios se me secan, pero ese sonido pastoso de violines me arrulla y me traslada a un medio oriente en la entelequia... “¿Qué oímos?” –le pregunto a ella, casi divariando. “Thievery Corporation” –riposta evasivamente. Mi vista convoca sus labios de Angelina Jolie y quisiera brincarle encima. El mundo se detiene. Todo se ha hecho sonido. Quisiera competir y me pruebo unas gafas Gucci, pero ella no me para bola. Y el mix está por terminar. Todo a mi alrededor huele a goce puro con piel rosada diluida en incienso. “Buena selección” –murmuro. Nadie me oye. Y qué angustia anticipar ese final.
Camino por Lincoln Road. Hombres fornidos semidesnudos en patines llevando a sus perros liliputienses amarrados con correítas. Mujeres tetonas quemadas por el sol, con sonrisas desenvueltas y paso amplio (se les nota el body lotion). Imagino sus olores artificiales... debo matar el tiempo. Entro en BASE. Aire frío y música trip me reciben... “Hola”, me dice una voz delante de una cara refinada, pelo negro pluscuamperfecto. En automático me pongo cool. Me gusta este mostrador lounge repleto de CDs que tienen en BASE. Los manoseo de cerca. El sonido emerge cual humo cadente por los baffles. La tienda se llena del ritmo funk de cadencia hop: las cuerdas en unísono se deslizan al acento de las panderetas... uno, dos, tres. Esa clave me entra por los pies y me llega directo al simpático. Asalta el drum&bass y todo comienza a dar vueltas en el aire, arropado en el sonido de violines Ray Coniff. No tengo pretexto para pretender. Afuera, Miami arde (lo sé porque el brillo que entra por las vidrieras me deslumbra). Los labios se me secan, pero ese sonido pastoso de violines me arrulla y me traslada a un medio oriente en la entelequia... “¿Qué oímos?” –le pregunto a ella, casi divariando. “Thievery Corporation” –riposta evasivamente. Mi vista convoca sus labios de Angelina Jolie y quisiera brincarle encima. El mundo se detiene. Todo se ha hecho sonido. Quisiera competir y me pruebo unas gafas Gucci, pero ella no me para bola. Y el mix está por terminar. Todo a mi alrededor huele a goce puro con piel rosada diluida en incienso. “Buena selección” –murmuro. Nadie me oye. Y qué angustia anticipar ese final.
martes, 23 de noviembre de 2004
Pita camión, anota Flora
Por Adalberto Delgado
¡Más guaguas, rutas, descaro... y más espera! ¡Hasta cuándo señores! Ojalá que esta ciudad haga un estudio del transporte público que ostentan algunos países tercermundistas. El jitney de Liberty City y Overtown, por ejemplo, lleva operando más de cuatro décadas. ¿Por qué no la agregan a otras rutas de Miami con horarios más inmediatos y corriendo hasta más tarde? Yo usaría transporte público todo el tiempo (siempre y cuando no tenga que cargar paquetes, claro está). Y como yo hay muchos. Qué romántico salir en un “date” en la guagua (lo veo como un desafió total al materialismo que nos ahoga). ¡Qué bueno leer mientras otro maneja! El Metrorail, pudiera tener vías adyacentes con un horario de veinticuatro horas. El lema sería: “fabríquenlo y se llenará”... sobre todo ahora que me encuentro pagando más de $2 por un galón de gasolina. ¿Y el costo de seguro de automóviles? Altísimo. Qué rico encontrar estacionamiento y parquear sin tener que andar con menudo en el bolsillo... hasta La Pequeña Habana me la están llenando de parquímetros. ¿Y la gente que maneja en la calle? Las FeFas desde temprano en sus lustrosos SUVs. ¡Y luego los curdas! Es hora de convocar town meetings con los responsables del transporte local para que la cosa cambie. La mejor idea se ganará un viaje en guagua a la ciudad en crecimiento: Hialeah Gardens. El segundo premio: un paseo durante los "Viernes Culturales" a una muestra de arte de los “planchados” que allí exhiben.
¡Más guaguas, rutas, descaro... y más espera! ¡Hasta cuándo señores! Ojalá que esta ciudad haga un estudio del transporte público que ostentan algunos países tercermundistas. El jitney de Liberty City y Overtown, por ejemplo, lleva operando más de cuatro décadas. ¿Por qué no la agregan a otras rutas de Miami con horarios más inmediatos y corriendo hasta más tarde? Yo usaría transporte público todo el tiempo (siempre y cuando no tenga que cargar paquetes, claro está). Y como yo hay muchos. Qué romántico salir en un “date” en la guagua (lo veo como un desafió total al materialismo que nos ahoga). ¡Qué bueno leer mientras otro maneja! El Metrorail, pudiera tener vías adyacentes con un horario de veinticuatro horas. El lema sería: “fabríquenlo y se llenará”... sobre todo ahora que me encuentro pagando más de $2 por un galón de gasolina. ¿Y el costo de seguro de automóviles? Altísimo. Qué rico encontrar estacionamiento y parquear sin tener que andar con menudo en el bolsillo... hasta La Pequeña Habana me la están llenando de parquímetros. ¿Y la gente que maneja en la calle? Las FeFas desde temprano en sus lustrosos SUVs. ¡Y luego los curdas! Es hora de convocar town meetings con los responsables del transporte local para que la cosa cambie. La mejor idea se ganará un viaje en guagua a la ciudad en crecimiento: Hialeah Gardens. El segundo premio: un paseo durante los "Viernes Culturales" a una muestra de arte de los “planchados” que allí exhiben.
lunes, 22 de noviembre de 2004
Las mareas
Por Yovani Bauta
Siempre me fascinó contemplar la subida de la marea en las orillas de mi ciudad, Matanzas. Es una especie de sortilegio con innumerables lecturas. Y es que la gente se comporta como el mar: vienen y van, traídos por efímeras motivaciones y vueltos a ir para regresar cuando el asunto cambia. Muchas veces me pregunto por qué determinados grupos coincidimos en sitios diferentes, mientras otros se reúnen en puntos “ajenos” de la ciudad. ¿Qué nos une? ¿Qué nos dispersa? No creo que son las motivaciones políticas, pues lo característico de esta ciudad es la diversidad manifiesta. Tampoco las tendencias artísticas y literarias (lo cual sería un argumento de peso). ¿Será la memoria colectiva de nuestra formación? Nos gusta reunirnos con quienes compartimos un recuerdo común. Hace unos años, en casa de Fernando García y Lourdes Porrata nos veíamos aproximadamente cien personas cada semana (ellos en esa época no tenían casa pero sí un PATIO). Era un sitio obligado para quien llegaba a Miami...bailarines, pintores, actores, gente de la televisión, del cine, críticos de arte…¿qué anexaba a este grupo? Pues sencillamente que habíamos vivido en la Cuba de los 70’s y los 80’s, juntos, bajo el mismo “temor”. Bajo el mismo sol nos formamos y empezamos a crecer. Hace un tiempo coincidimos, un amigo productor y yo, en el Centro Cultural Español donde se presentaba la Revista Cuba Encuentro. Estaba repleto de conocidos y mi amigo alegremente subrayó: “¡Aquí sí está la gente nuestra! En el CCE se viene reuniendo un numeroso grupo de artistas e intelectuales cubanos –digamos-- de la última generación de emigrados. Allí comparten, con algunos de otros exilios anteriores en un ambiente saludable de intercambio de ideas, obras y experiencias. No pretendo que sea ese el sitio único para este tipo de encuentros. Por el contrario, me encantaría que nos moviéramos, como hacen algunos, de un foro a otro, aumentando la diversidad de voces y opiniones. Sea en la casa de Chuna y Bill, donde sí nos encontramos con gentes de “remotas” memorias, o sea a orillas del mar, tocándole el tambor a Yemayá.
Siempre me fascinó contemplar la subida de la marea en las orillas de mi ciudad, Matanzas. Es una especie de sortilegio con innumerables lecturas. Y es que la gente se comporta como el mar: vienen y van, traídos por efímeras motivaciones y vueltos a ir para regresar cuando el asunto cambia. Muchas veces me pregunto por qué determinados grupos coincidimos en sitios diferentes, mientras otros se reúnen en puntos “ajenos” de la ciudad. ¿Qué nos une? ¿Qué nos dispersa? No creo que son las motivaciones políticas, pues lo característico de esta ciudad es la diversidad manifiesta. Tampoco las tendencias artísticas y literarias (lo cual sería un argumento de peso). ¿Será la memoria colectiva de nuestra formación? Nos gusta reunirnos con quienes compartimos un recuerdo común. Hace unos años, en casa de Fernando García y Lourdes Porrata nos veíamos aproximadamente cien personas cada semana (ellos en esa época no tenían casa pero sí un PATIO). Era un sitio obligado para quien llegaba a Miami...bailarines, pintores, actores, gente de la televisión, del cine, críticos de arte…¿qué anexaba a este grupo? Pues sencillamente que habíamos vivido en la Cuba de los 70’s y los 80’s, juntos, bajo el mismo “temor”. Bajo el mismo sol nos formamos y empezamos a crecer. Hace un tiempo coincidimos, un amigo productor y yo, en el Centro Cultural Español donde se presentaba la Revista Cuba Encuentro. Estaba repleto de conocidos y mi amigo alegremente subrayó: “¡Aquí sí está la gente nuestra! En el CCE se viene reuniendo un numeroso grupo de artistas e intelectuales cubanos –digamos-- de la última generación de emigrados. Allí comparten, con algunos de otros exilios anteriores en un ambiente saludable de intercambio de ideas, obras y experiencias. No pretendo que sea ese el sitio único para este tipo de encuentros. Por el contrario, me encantaría que nos moviéramos, como hacen algunos, de un foro a otro, aumentando la diversidad de voces y opiniones. Sea en la casa de Chuna y Bill, donde sí nos encontramos con gentes de “remotas” memorias, o sea a orillas del mar, tocándole el tambor a Yemayá.
domingo, 21 de noviembre de 2004
El "Kich"
Por Alfredo Triff (para un artista cubano-neuyorkino)
Kitsch, palabra alemana ideal para nuestro “tercer mundo” miamense. Desde la reproducción del “Pensador” de Rodin en 6 pulgadas hasta el Moisés de Miguel Ángel en pewter, plástico o plastilina. ¿Recuerdan aquellos cuadros rococó de Nicolas Largillière repletos de alusiones monárquicas en las pobres salas habaneras de los cincuenta? “La hipocresía del lujo” --como la llamara ese pensador francés con ínfula de americano. No es seudocultura. Es lo real: la apariencia, la mentira prefabricada. “Mierda poética” de acuerdo con Picabia. Por consiguiente, es Dada y Surrealismo, Ubu rey llevado en brazos de los pobres del mundo. “Kich” (en miamense) es la estética de propaganda, la guapería vacía del ñáñigo a paso de minué pompier por la calle Ocho, schmaltz, o... simplemente cursi (léete ese ensayo genial de Ramón Gómez de la Serna, Lo Cursi, escrito en 1943). La ola del día de hoy: lo que importa es el ca$h... Sábado Gigante, Radio Mambí y algún que otro El Nuevo. O la piedra fabricada, el diamante artificial, la baratija, la copia que compras en La Tienda del Dólar... el común denominador. En lo culinario, la media noche, la sopa de plátanos, el pastel de guayaba y el cortadito de Versailles. Mmmmmm.
Kitsch, palabra alemana ideal para nuestro “tercer mundo” miamense. Desde la reproducción del “Pensador” de Rodin en 6 pulgadas hasta el Moisés de Miguel Ángel en pewter, plástico o plastilina. ¿Recuerdan aquellos cuadros rococó de Nicolas Largillière repletos de alusiones monárquicas en las pobres salas habaneras de los cincuenta? “La hipocresía del lujo” --como la llamara ese pensador francés con ínfula de americano. No es seudocultura. Es lo real: la apariencia, la mentira prefabricada. “Mierda poética” de acuerdo con Picabia. Por consiguiente, es Dada y Surrealismo, Ubu rey llevado en brazos de los pobres del mundo. “Kich” (en miamense) es la estética de propaganda, la guapería vacía del ñáñigo a paso de minué pompier por la calle Ocho, schmaltz, o... simplemente cursi (léete ese ensayo genial de Ramón Gómez de la Serna, Lo Cursi, escrito en 1943). La ola del día de hoy: lo que importa es el ca$h... Sábado Gigante, Radio Mambí y algún que otro El Nuevo. O la piedra fabricada, el diamante artificial, la baratija, la copia que compras en La Tienda del Dólar... el común denominador. En lo culinario, la media noche, la sopa de plátanos, el pastel de guayaba y el cortadito de Versailles. Mmmmmm.
sábado, 20 de noviembre de 2004
Noviembre: antesala del vacilón
Por Alfredo Triff
Buenos días, Miami. A juzgar por lo que leo en otras bitácoras (nombre españolísimo para los blogs) en otras capitales del mundo como Madrid se comienza a oír la música que anuncia la navidad: los villancicos y ABBA y Bonny M anunciados en el Corte Inglés. Le pregunto a Millín (abogado miamense emigrado con otra vida en la madre patria y futuro contribuyente) si es verdad. Aquí en Miami el tiempo está más fresco, pero no todo lo que debiera (ojalá y pudiéramos exigir temperatura fija a un buró climatológico... digamos, entre 75º-60º desde hoy hasta fines de diciembre). Ok, no habrá nieve, pero el cielo es azul y al sol le sube el amarillo. Incluso con esos “fresquitos” puedes sacar alguna que otra piel. Publix y tu bodega preferida son la medida: turroneras a la entrada y el rojo chillón con lasitos y lucecitas colgando, aisle sí, aisle no. La música varía, pero no falta Mantovani and strings y por supuesto Nat King Cole diciéndonos: “Chestnuts roasting on an open fire…” En Miami, noviembre es la antesala al vacilón. Qué bueno es saber que tenemos --en futuro decreciente-- todo un mes de regalos y fiestas y comelatas que se aproximan a... (depende de tu preferida, yo tengo una grande “en ciernes” porque soy capricornio). Soy egoísta: diciembre es mío y de mis fieles amigos. Treinta y un días para olvidar la vida, porque la amamos con locura.
Buenos días, Miami. A juzgar por lo que leo en otras bitácoras (nombre españolísimo para los blogs) en otras capitales del mundo como Madrid se comienza a oír la música que anuncia la navidad: los villancicos y ABBA y Bonny M anunciados en el Corte Inglés. Le pregunto a Millín (abogado miamense emigrado con otra vida en la madre patria y futuro contribuyente) si es verdad. Aquí en Miami el tiempo está más fresco, pero no todo lo que debiera (ojalá y pudiéramos exigir temperatura fija a un buró climatológico... digamos, entre 75º-60º desde hoy hasta fines de diciembre). Ok, no habrá nieve, pero el cielo es azul y al sol le sube el amarillo. Incluso con esos “fresquitos” puedes sacar alguna que otra piel. Publix y tu bodega preferida son la medida: turroneras a la entrada y el rojo chillón con lasitos y lucecitas colgando, aisle sí, aisle no. La música varía, pero no falta Mantovani and strings y por supuesto Nat King Cole diciéndonos: “Chestnuts roasting on an open fire…” En Miami, noviembre es la antesala al vacilón. Qué bueno es saber que tenemos --en futuro decreciente-- todo un mes de regalos y fiestas y comelatas que se aproximan a... (depende de tu preferida, yo tengo una grande “en ciernes” porque soy capricornio). Soy egoísta: diciembre es mío y de mis fieles amigos. Treinta y un días para olvidar la vida, porque la amamos con locura.
viernes, 19 de noviembre de 2004
Apuntes mañaneros en tono irónico
Por Rosie Inguanzo
Mis asuntos de bubblegum son los temas nuestros y contrastantes de cada día: 1. El mejoramiento del transporte (hoy en El Nuevo), con un aumento de autobuses y rutas que nos beneficie a todos (yo no pienso salir de mi auto, pero esto puede ayudar con la descongestión del asfixiante tráfico). 2. A propósito de la Feria Internacional del Libro de Miami (fantástico evento por tan buenas razones), muchos escritores y presentadores hicieron gala, una vez más, de lo que carecen: Saltaron las petulancias predecibles del que está muy apegado a lo cree. Bofetada disciplinaria es lo necesitamos: qué pasó con términos tales como "puede que no sea así", "puedo estar equivocado", "en mi modesta opinión", etc, etc. Hay que morderse la lengua antes de pronunciar: "el mejor escritor", "el más inteligente", "la más importante", “indiscutible", "lo irreconciliable"; o enterrarnos la uña dentro de la uña del pulgar antes de emitir meras opiniones individuales presentadas como la ultérrima verdad. He ahí el meollo: no confundir nuestra opinión (y recordárselo constantemente al infeliz lector, al modesto público), cuando formulamos nuestra "opinión", ateniéndonos o no a la verdad histórica - la que puede que no conozcamos o por la que quizás no estamos en capacidad de hablar. Dejarle al cura o al juez las graves sentencias. 3. La sofisticación de la sencillez: pretendo una vida simple, iniciar silencios, diluirme en espacios vacíos, pero algo tan esencial como la comida se convierte en una elaborada cruzada, en un ejercicio de resistencia. Una tarea fundamental a la que he de dedicar grandes empeños y concienzudas pesquisas. Deseo comer alimentos naturales, sanos y básicos que no encuentro en el supermercado. Para llegar al mercado especializado tengo que manejar y atravesar las vías más congestionadas, trabajar más horas para ganar más para poder pagar por estas rarezas "naturales", “orgánicas” y costosas. La cosa se complica (es duro satisfacer la vocación de simpleza), cuando ya en el mercado he de disponer de tiempo (¡?) para leer todas las etiquetas que catalogan, identifican, garantizan el alimento más "puro".
Mis asuntos de bubblegum son los temas nuestros y contrastantes de cada día: 1. El mejoramiento del transporte (hoy en El Nuevo), con un aumento de autobuses y rutas que nos beneficie a todos (yo no pienso salir de mi auto, pero esto puede ayudar con la descongestión del asfixiante tráfico). 2. A propósito de la Feria Internacional del Libro de Miami (fantástico evento por tan buenas razones), muchos escritores y presentadores hicieron gala, una vez más, de lo que carecen: Saltaron las petulancias predecibles del que está muy apegado a lo cree. Bofetada disciplinaria es lo necesitamos: qué pasó con términos tales como "puede que no sea así", "puedo estar equivocado", "en mi modesta opinión", etc, etc. Hay que morderse la lengua antes de pronunciar: "el mejor escritor", "el más inteligente", "la más importante", “indiscutible", "lo irreconciliable"; o enterrarnos la uña dentro de la uña del pulgar antes de emitir meras opiniones individuales presentadas como la ultérrima verdad. He ahí el meollo: no confundir nuestra opinión (y recordárselo constantemente al infeliz lector, al modesto público), cuando formulamos nuestra "opinión", ateniéndonos o no a la verdad histórica - la que puede que no conozcamos o por la que quizás no estamos en capacidad de hablar. Dejarle al cura o al juez las graves sentencias. 3. La sofisticación de la sencillez: pretendo una vida simple, iniciar silencios, diluirme en espacios vacíos, pero algo tan esencial como la comida se convierte en una elaborada cruzada, en un ejercicio de resistencia. Una tarea fundamental a la que he de dedicar grandes empeños y concienzudas pesquisas. Deseo comer alimentos naturales, sanos y básicos que no encuentro en el supermercado. Para llegar al mercado especializado tengo que manejar y atravesar las vías más congestionadas, trabajar más horas para ganar más para poder pagar por estas rarezas "naturales", “orgánicas” y costosas. La cosa se complica (es duro satisfacer la vocación de simpleza), cuando ya en el mercado he de disponer de tiempo (¡?) para leer todas las etiquetas que catalogan, identifican, garantizan el alimento más "puro".
jueves, 18 de noviembre de 2004
Miami fabulado
Por Alfredo Triff
Tanteo la desgracia y la placidez a flor de piel de la gente que pasa a mi lado. Huelo sus adehesados olores, sus cansancios de horas matutinas, ropa sudada, hogar lejano y nómada esperanza. Mientras reparo furtivamente en esos ojos nerviosos que se cruzan con los míos (dato: ostento sunglasses) se me olvida el rumbo. Cruzo la calle de leve y dolido tráfico: La 3 del North East, going west hacia la iglesia, pero cambio de rumbo justo al encuentro de la uno con la uno del North East (con FEDCO y Carrión) de esquina. Me escurro por el portal y juego a evitar miles de gums negros pisoteados contra el húmedo concreto de la acera. Persigo ese olor decreciente del timbiriche de la pareja de viejos del Miami-Commonwealth Building: olor de cebolla y ajo frito con carne (panorama aledaño a una vieja tienda de piedras baratas: La Orquídea. Curioseo a través de una puerta de cristales ahumados y grasientos el inexpresivo semblante de la tarde. Me siento, no para comer, sino para ser testigo de mi pasado... cierro los ojos y viajo a un futuro en mi recuerdo de un Miami evasivo en mi mente enmarañada. Un pan con bisté, chips y Coke... mastico, trago: sabe bien. Sonrío, pago y me levanto. Sigo andando --sin rumbo fijo-- bajo el pálido sol otoñal. Y el panorama se dispersa, porque son casi las cinco y el mundo cede a la diaria preocupación de asuntos y prisas. Miami es un semblante de la fábula... lo tácito regresa acto seguido... ahora, mientras apuro estas equívocas palabras.
Tanteo la desgracia y la placidez a flor de piel de la gente que pasa a mi lado. Huelo sus adehesados olores, sus cansancios de horas matutinas, ropa sudada, hogar lejano y nómada esperanza. Mientras reparo furtivamente en esos ojos nerviosos que se cruzan con los míos (dato: ostento sunglasses) se me olvida el rumbo. Cruzo la calle de leve y dolido tráfico: La 3 del North East, going west hacia la iglesia, pero cambio de rumbo justo al encuentro de la uno con la uno del North East (con FEDCO y Carrión) de esquina. Me escurro por el portal y juego a evitar miles de gums negros pisoteados contra el húmedo concreto de la acera. Persigo ese olor decreciente del timbiriche de la pareja de viejos del Miami-Commonwealth Building: olor de cebolla y ajo frito con carne (panorama aledaño a una vieja tienda de piedras baratas: La Orquídea. Curioseo a través de una puerta de cristales ahumados y grasientos el inexpresivo semblante de la tarde. Me siento, no para comer, sino para ser testigo de mi pasado... cierro los ojos y viajo a un futuro en mi recuerdo de un Miami evasivo en mi mente enmarañada. Un pan con bisté, chips y Coke... mastico, trago: sabe bien. Sonrío, pago y me levanto. Sigo andando --sin rumbo fijo-- bajo el pálido sol otoñal. Y el panorama se dispersa, porque son casi las cinco y el mundo cede a la diaria preocupación de asuntos y prisas. Miami es un semblante de la fábula... lo tácito regresa acto seguido... ahora, mientras apuro estas equívocas palabras.
miércoles, 17 de noviembre de 2004
Surtido del martes
Por Alfredo Triff
Para esos que dudan del poder de los blogs, lean esto. Estamos formando ciberopinión. Acaso es el formato soft, del día-a-día con esa posibilidad de error y acierto. Es también el toque fresco y sin pretensiones que llega a la gente. La prensa escrita es “dura” (hablo del papel). El blog es capaz de movilizar y ha servido (durante estas elecciones) como alternativa al porder. Lo mejor de este medio es su “participacionismo” y maleabilidad. Bloggear es una actividad democrática, divertida, anónima (casi todo el mundo aquí en tumiami lo es) que nos permite expresarnos sin tapujo. Varios bloggeros me han sugerido que en un futuro no muy lejano publiquemos lo mejor de esta aventura. Eso va. Feliciades a los nuevos... El ambia, La Feminista del S.W, El Babalawo, El estudiante, Vizcaíno y otros que nos acompañan diariamente. No quisiera (menos un martes) sonar trágico, pero la desgracia de África nos llega. Ahora la catástrofe le toca a Costa de Marfil. El conflicto es distinto al de Sudán, pero un hilo une a este con el problema enorme de Ruanda y el Congo. Y eso que no hablo de la hambruna crónica ni del grave problema del SIDA. Lo de África es sistémico y pandémico. ¿Quién y cómo se resuelve eso? Opina.
Para esos que dudan del poder de los blogs, lean esto. Estamos formando ciberopinión. Acaso es el formato soft, del día-a-día con esa posibilidad de error y acierto. Es también el toque fresco y sin pretensiones que llega a la gente. La prensa escrita es “dura” (hablo del papel). El blog es capaz de movilizar y ha servido (durante estas elecciones) como alternativa al porder. Lo mejor de este medio es su “participacionismo” y maleabilidad. Bloggear es una actividad democrática, divertida, anónima (casi todo el mundo aquí en tumiami lo es) que nos permite expresarnos sin tapujo. Varios bloggeros me han sugerido que en un futuro no muy lejano publiquemos lo mejor de esta aventura. Eso va. Feliciades a los nuevos... El ambia, La Feminista del S.W, El Babalawo, El estudiante, Vizcaíno y otros que nos acompañan diariamente. No quisiera (menos un martes) sonar trágico, pero la desgracia de África nos llega. Ahora la catástrofe le toca a Costa de Marfil. El conflicto es distinto al de Sudán, pero un hilo une a este con el problema enorme de Ruanda y el Congo. Y eso que no hablo de la hambruna crónica ni del grave problema del SIDA. Lo de África es sistémico y pandémico. ¿Quién y cómo se resuelve eso? Opina.
lunes, 15 de noviembre de 2004
No cambies tu masita
Por Adalberto Delgado
Las famosas masitas de puerco miamenses se encontraban en un restaurante llamado El Yayo, en la siete calle del NW y la veintipico avenida (era como una sucursal en la bella y hermosa ciudad industrial de Hialeah). Esas masitas --crujientes y grasosas-- fueron por mucho tiempo el deleite de la juventud. El plato costaba (en aquel entonces) menos de tres dólares (incluyendo la propina del tío). Veamos la realidad detrás del "bocato." En nuestras dietas cotidianas, siempre existieron --y existirán-- las “masitas” (es como si desde la infancia nos hubieran condicionado a beber leche de cerda, para acostumbrar a nuestro paladar). Se dice que muchos de nuestros coterráneos se han vuelto chivatos al ser confrontados con un plato de crujientes masas de puerco. Hoy, aunque existen dietas macrobióticas y vegetarianas, se han inventado procesos artificiales que imitan el sabor del cerdo con un proceso usando soya y nueces. ¡Qué paja mental! Un estudio culinario de mediado de los 90 llegó a la conclusión que las masitas contienen un gran nivel nutritivo y son bajas en colesterol. Se fabricó una campaña publicitaria donde (para ridiculizar al pollo) se le llamó a la carne de cerdo "la otra carne blanca". En otra iniciativa nutri-mental se pensó en el Emu, un pájaro gigantesco traído de Nueva Zelanda para suplir la carne de cerdo. La idea no triunfó. De nuevo ganaron las masitas. Miami es ideal no solamente para encontrar las crujientes carnitas. Hoy en día (en la ciudad de Hialeah) se puede escoger un cerdo entero para ser asado en caja China. Disfrutemos de estos deleites que nos presenta esta ciudad in the making... Y para esos que nunca han visto un Emu, los pueden visitar en una casa en el área del río de Miami donde tienen un par de ellos en el jardín frontal de una casa. No se les ocurra alimentarlos. ¡Les puede costar la vida!
Las famosas masitas de puerco miamenses se encontraban en un restaurante llamado El Yayo, en la siete calle del NW y la veintipico avenida (era como una sucursal en la bella y hermosa ciudad industrial de Hialeah). Esas masitas --crujientes y grasosas-- fueron por mucho tiempo el deleite de la juventud. El plato costaba (en aquel entonces) menos de tres dólares (incluyendo la propina del tío). Veamos la realidad detrás del "bocato." En nuestras dietas cotidianas, siempre existieron --y existirán-- las “masitas” (es como si desde la infancia nos hubieran condicionado a beber leche de cerda, para acostumbrar a nuestro paladar). Se dice que muchos de nuestros coterráneos se han vuelto chivatos al ser confrontados con un plato de crujientes masas de puerco. Hoy, aunque existen dietas macrobióticas y vegetarianas, se han inventado procesos artificiales que imitan el sabor del cerdo con un proceso usando soya y nueces. ¡Qué paja mental! Un estudio culinario de mediado de los 90 llegó a la conclusión que las masitas contienen un gran nivel nutritivo y son bajas en colesterol. Se fabricó una campaña publicitaria donde (para ridiculizar al pollo) se le llamó a la carne de cerdo "la otra carne blanca". En otra iniciativa nutri-mental se pensó en el Emu, un pájaro gigantesco traído de Nueva Zelanda para suplir la carne de cerdo. La idea no triunfó. De nuevo ganaron las masitas. Miami es ideal no solamente para encontrar las crujientes carnitas. Hoy en día (en la ciudad de Hialeah) se puede escoger un cerdo entero para ser asado en caja China. Disfrutemos de estos deleites que nos presenta esta ciudad in the making... Y para esos que nunca han visto un Emu, los pueden visitar en una casa en el área del río de Miami donde tienen un par de ellos en el jardín frontal de una casa. No se les ocurra alimentarlos. ¡Les puede costar la vida!
El Islam necesita una revolución secular
Por Alfredo Triff
Buenos días Miami. Estamos en el bombo. Ayer contamos con la primera contribución de La Chuna. Pienso que en un futuro no muy lejano estos posts tendrán otro sentido, en un Miami-en-la-distancia. Nos leen en Europa. Y menciono algunos de los nombres: El poeta Juan Manuel López, en Dinamarca. En España nos leen Corojo (un director de teatro en Zaragoza) y la siquiatra Nilda Venegas, en Barcelona. En Lyons (Francia) la narradora Ivette Guevara. Les damos la bienvenida. ¿Se apacigua ETA? Lo dudo. Vuelvo al tema de la intolerancia: El triste desenlace de las noticias de Holanda nos dicen qué difícil y fragmentraria es la paz multicultural. Todo empezó por un asesinato fanático que dio, por supuesto, con otra red fanática musulmana. Claro, desgraciadamente pagan justos por pecadores. Hay que ser raquítico de mente para no comprender que lo que busca Al-Qaeda es la crisis de la población musulmana dentro de Europa. Por otra parte, con el fanatismo no se puede ser pluralista. Lo repito: El Islam necesita una revolución secular.
Buenos días Miami. Estamos en el bombo. Ayer contamos con la primera contribución de La Chuna. Pienso que en un futuro no muy lejano estos posts tendrán otro sentido, en un Miami-en-la-distancia. Nos leen en Europa. Y menciono algunos de los nombres: El poeta Juan Manuel López, en Dinamarca. En España nos leen Corojo (un director de teatro en Zaragoza) y la siquiatra Nilda Venegas, en Barcelona. En Lyons (Francia) la narradora Ivette Guevara. Les damos la bienvenida. ¿Se apacigua ETA? Lo dudo. Vuelvo al tema de la intolerancia: El triste desenlace de las noticias de Holanda nos dicen qué difícil y fragmentraria es la paz multicultural. Todo empezó por un asesinato fanático que dio, por supuesto, con otra red fanática musulmana. Claro, desgraciadamente pagan justos por pecadores. Hay que ser raquítico de mente para no comprender que lo que busca Al-Qaeda es la crisis de la población musulmana dentro de Europa. Por otra parte, con el fanatismo no se puede ser pluralista. Lo repito: El Islam necesita una revolución secular.
domingo, 14 de noviembre de 2004
¡Estoy aprendiendo!
Por La Chuna
Sucedió un viernes de noviembre en la Feria Internacional del Libro de Miami, de 2004. Fuimos a disfrutar de un concierto al aire libre de las fantásticas Alma y Niurka. Lo único malo es que el concierto fue sumamente corto. Cuando nos disponíamos a irnos, nos encontramos con un amigo que nos dijo: ”No se vayan, el próximo es un guitarrista extraordinario”. Con cierta indiferencia y para esperar a que bajara un poco el sol, nos quedamos. El guitarrista era José Ángel Navarro. Como ignorante consumada yo no había oído nunca de ese guitarrista. Pues bien. No tengo palabras para describir la guitarra de José Ángel Navarro. Al escucharlo quedé completamente muda. Al terminar el concierto le pregunté “¿De dónde vienes?”, a lo que respondió: “¿De donde vengo? De Cuba”. Yo le dije “No, ¿de qué planeta? A lo que admitió “Sí, han habido conexiones”. Lo que yo oí no fue música, sino un lenguaje de sonidos extraterrestres que apenas comprendía pero que me sacaron del asiento y llevaron a lugares donde nunca había estado, para con un golpe, volverme a la conciencia del ambiente, en un lleva y trae que me dejaba sin respiración, y apenas, me rendía conciente. Aun me pregunto, ¿de qué planeta viene? Estoy segura de que ese lenguaje de sonidos no viene ni siquiera de un planeta del sistema solar. Pero donde quiera que sea, han escuchado a Ravel. Yo siempre había querido volar como un pájaro. Con el sonido de José Ángel Navarro, ¡estoy aprendiendo!
Sucedió un viernes de noviembre en la Feria Internacional del Libro de Miami, de 2004. Fuimos a disfrutar de un concierto al aire libre de las fantásticas Alma y Niurka. Lo único malo es que el concierto fue sumamente corto. Cuando nos disponíamos a irnos, nos encontramos con un amigo que nos dijo: ”No se vayan, el próximo es un guitarrista extraordinario”. Con cierta indiferencia y para esperar a que bajara un poco el sol, nos quedamos. El guitarrista era José Ángel Navarro. Como ignorante consumada yo no había oído nunca de ese guitarrista. Pues bien. No tengo palabras para describir la guitarra de José Ángel Navarro. Al escucharlo quedé completamente muda. Al terminar el concierto le pregunté “¿De dónde vienes?”, a lo que respondió: “¿De donde vengo? De Cuba”. Yo le dije “No, ¿de qué planeta? A lo que admitió “Sí, han habido conexiones”. Lo que yo oí no fue música, sino un lenguaje de sonidos extraterrestres que apenas comprendía pero que me sacaron del asiento y llevaron a lugares donde nunca había estado, para con un golpe, volverme a la conciencia del ambiente, en un lleva y trae que me dejaba sin respiración, y apenas, me rendía conciente. Aun me pregunto, ¿de qué planeta viene? Estoy segura de que ese lenguaje de sonidos no viene ni siquiera de un planeta del sistema solar. Pero donde quiera que sea, han escuchado a Ravel. Yo siempre había querido volar como un pájaro. Con el sonido de José Ángel Navarro, ¡estoy aprendiendo!
sábado, 13 de noviembre de 2004
A la feria me voy...
Por Alfredo Triff
Buenos días Miami. Hoy sábado, el punto cultural de encuentro en nuestra capital es la feria del libro. Desayuna, arranca temprano y una vez allí, pide una guía. Pero también es bueno perderse un poco en ese mar de gente (las gevitas muy buenas, por cierto). Recomiendo: Roberto Poveda con su grupo Son Eléctrico a las 12 meridiano en el Entertainment stage. A las 2pm en la sala #3210 (edificio 3, piso 2) Carl Hiaasen (leyendo de su novela Skin Deep --Hiaasen es comiquísimo). Carlos Victoria (con otros dos escritores) a las 3:30pm en el #7128 (presumo que en inglés). Nuestra contribuidora Rosie Inguanzo ha preparado una sorpresa/homenaje a Neruda con el cineasta Orlando Rojas, la bella cantante Aymeé Nuviola y Pedro Portal a las 4:30pm en el teatrino de Prometeo en el #1101 (Edificio 1, primer piso). La última novela del musicazo --y ahora novelero-- Paquito d’Rivera ¡Oh, La Habana! a las 5:45 pm en el #2106. Mañana domingo se presenta Mia Leonin (una buena poetisa de Miami y crítica de teatro) a las 2pm en el Spoken Word Café. Allí mismo a las 3pm estará otro de nuestros contribuidores, Adalberto Delgado (ahora como El Sacerdote) con su piquete La Fé. Y para los amantes del sonido Miami 1970's no te pierdas Carlos Oliva con los Sobrinos del Juez en el Entertainment stage a las 3pm. Visita los pabellones de Haití, Perú, Israel, Ecuador y Argentina. Como pueden ver, hay de todo para todos. No hay excusa para quedarse en la casa. Allí nos vemos.
Buenos días Miami. Hoy sábado, el punto cultural de encuentro en nuestra capital es la feria del libro. Desayuna, arranca temprano y una vez allí, pide una guía. Pero también es bueno perderse un poco en ese mar de gente (las gevitas muy buenas, por cierto). Recomiendo: Roberto Poveda con su grupo Son Eléctrico a las 12 meridiano en el Entertainment stage. A las 2pm en la sala #3210 (edificio 3, piso 2) Carl Hiaasen (leyendo de su novela Skin Deep --Hiaasen es comiquísimo). Carlos Victoria (con otros dos escritores) a las 3:30pm en el #7128 (presumo que en inglés). Nuestra contribuidora Rosie Inguanzo ha preparado una sorpresa/homenaje a Neruda con el cineasta Orlando Rojas, la bella cantante Aymeé Nuviola y Pedro Portal a las 4:30pm en el teatrino de Prometeo en el #1101 (Edificio 1, primer piso). La última novela del musicazo --y ahora novelero-- Paquito d’Rivera ¡Oh, La Habana! a las 5:45 pm en el #2106. Mañana domingo se presenta Mia Leonin (una buena poetisa de Miami y crítica de teatro) a las 2pm en el Spoken Word Café. Allí mismo a las 3pm estará otro de nuestros contribuidores, Adalberto Delgado (ahora como El Sacerdote) con su piquete La Fé. Y para los amantes del sonido Miami 1970's no te pierdas Carlos Oliva con los Sobrinos del Juez en el Entertainment stage a las 3pm. Visita los pabellones de Haití, Perú, Israel, Ecuador y Argentina. Como pueden ver, hay de todo para todos. No hay excusa para quedarse en la casa. Allí nos vemos.
jueves, 11 de noviembre de 2004
Ensimismado
Por Alcides Herrera
Me paré frente al estante de cerveza (lo han agrandado porque en esta zona de Hialeah, no diré cuál, viven muchos vikingos y soy uno de ellos). Probablemente el que más se demora al elegir y el único al que le despiertan curiosidad las cervezas latinoamericanas. No es que las prefiera, pero recuerdo siempre a San Pablo, que dijo: "Examínenlo todo y escojan lo bueno". Cuando tenía el six pack de Quilmes en la mano derecha, pasó una señora y me puso una Atalaya en la izquierda. No vi su cara. Siguió de largo y ni siquiera dio los buenos días. Los Testigos son misioneros de portal, educados, aunque les falte ilustración. Me resultó curioso que aquella mujer obviara su muela. Decidí seguirla para oír hablar de Dios. O por lo menos del fin del mundo. La encontré haciendo cola en la carnicería. La toqué en el hombro, "Señora". Se volteó. No era expresiva. Me dedicó una sonrisa ligera e inmediatamente se puso a hurgar en su bolso. Me extendió una tarjeta: "Soy sordomuda", pude leer. La tierra no me tragó, a pesar de mi deseo. Le di las gracias, articulando bien y levantando la revista ante sus ojos. Volvió a sonreír y desaparecí. En la caja #4 hay una rubia que siempre me observa, por eso pago las cosas en la cinco, para seguirle el juego sin tener que respirarle arriba. Esta vez sólo miraba la Atalaya y el six pack con expresión de no entender. Los símbolos se hicieron cargo de ella y fui abandonado. Yo no simbolizaba nada. Yo era yo. Al salir quise tirar la revistica en la basura, pues era la culpable de mi fracaso provisional con las mujeres, pero recordé a la sordomuda y me congelé. La guardé en un bolsillo, doblada y con la cubierta hacia adentro. Llegué a la casa y entre Quilmes y Quilmes, leí sobre el fin del mundo. Fue como si hablaran de mi propio fin. Como si describieran la muerte de un cuerpo --el mío-- aunque hablando en parábolas. Soy un vikingo. Lo tomo todo muy personal (desde que sé que yo soy la vida) y sin embargo casi nada me importa.
Me paré frente al estante de cerveza (lo han agrandado porque en esta zona de Hialeah, no diré cuál, viven muchos vikingos y soy uno de ellos). Probablemente el que más se demora al elegir y el único al que le despiertan curiosidad las cervezas latinoamericanas. No es que las prefiera, pero recuerdo siempre a San Pablo, que dijo: "Examínenlo todo y escojan lo bueno". Cuando tenía el six pack de Quilmes en la mano derecha, pasó una señora y me puso una Atalaya en la izquierda. No vi su cara. Siguió de largo y ni siquiera dio los buenos días. Los Testigos son misioneros de portal, educados, aunque les falte ilustración. Me resultó curioso que aquella mujer obviara su muela. Decidí seguirla para oír hablar de Dios. O por lo menos del fin del mundo. La encontré haciendo cola en la carnicería. La toqué en el hombro, "Señora". Se volteó. No era expresiva. Me dedicó una sonrisa ligera e inmediatamente se puso a hurgar en su bolso. Me extendió una tarjeta: "Soy sordomuda", pude leer. La tierra no me tragó, a pesar de mi deseo. Le di las gracias, articulando bien y levantando la revista ante sus ojos. Volvió a sonreír y desaparecí. En la caja #4 hay una rubia que siempre me observa, por eso pago las cosas en la cinco, para seguirle el juego sin tener que respirarle arriba. Esta vez sólo miraba la Atalaya y el six pack con expresión de no entender. Los símbolos se hicieron cargo de ella y fui abandonado. Yo no simbolizaba nada. Yo era yo. Al salir quise tirar la revistica en la basura, pues era la culpable de mi fracaso provisional con las mujeres, pero recordé a la sordomuda y me congelé. La guardé en un bolsillo, doblada y con la cubierta hacia adentro. Llegué a la casa y entre Quilmes y Quilmes, leí sobre el fin del mundo. Fue como si hablaran de mi propio fin. Como si describieran la muerte de un cuerpo --el mío-- aunque hablando en parábolas. Soy un vikingo. Lo tomo todo muy personal (desde que sé que yo soy la vida) y sin embargo casi nada me importa.
lunes, 8 de noviembre de 2004
Como Miami no hay dos
Por Adalberto Delgado
Miami...nombre extremadamente egoísta si se estudia su fonética: Mi-a-mi. Pero esta ciudad, aunque la criticamos y castigamos con adjetivos denigrantes, no deja de tener un embrujo único que no se encuentra en ninguna otra. ¿Serán los pastelitos de guayaba que se derriten en el calor de las pasteleras? Ah, el calor fuerte y con gran carga de humedad... (el cual hace de nuestros harapos una cubeta de agua especialmente, si se tiene el aire del carro roto o se camina a coger una guagua) es parte del hechizo miamense: ¿En qué otra parte del mundo existe un Versailles, una Carreta, un Sergio's Cafetería y los famosos Latin American? Estimados bloggeros, somos partícipes de un gran neo-surrealismo con Rey Pizza, salsa Vitanova y otras barbaridades ya mencionadas en párrafos previos. ¿En qué lugar existen más cuadros “Fruticuberos” cuál movimiento vanguardista “Kisch”?Olor a grasas y fritangas, los acéres... esas municipalidades como la de City of Miami, donde un político se hace de votos cantando con pistas (¡!), y Hialeah (otrora albergue de trabajadores de circo y dematrimonios de enanos), ciudad regida por un dictador. Hay más: los Tecasta vivieron en Cuba antes de la colonia, especialmente alrededor de esa ciudad fundada por los conquistadores –Guanabacoa—donde sus habitantes fabricaban futuros y conexiones inexplicables con el más allá, nos dejaron en nuestros corazones esta ciudad, donde vivimos. Aprende a amarlo... "como Mi a mí, no hay dos!"
Miami...nombre extremadamente egoísta si se estudia su fonética: Mi-a-mi. Pero esta ciudad, aunque la criticamos y castigamos con adjetivos denigrantes, no deja de tener un embrujo único que no se encuentra en ninguna otra. ¿Serán los pastelitos de guayaba que se derriten en el calor de las pasteleras? Ah, el calor fuerte y con gran carga de humedad... (el cual hace de nuestros harapos una cubeta de agua especialmente, si se tiene el aire del carro roto o se camina a coger una guagua) es parte del hechizo miamense: ¿En qué otra parte del mundo existe un Versailles, una Carreta, un Sergio's Cafetería y los famosos Latin American? Estimados bloggeros, somos partícipes de un gran neo-surrealismo con Rey Pizza, salsa Vitanova y otras barbaridades ya mencionadas en párrafos previos. ¿En qué lugar existen más cuadros “Fruticuberos” cuál movimiento vanguardista “Kisch”?Olor a grasas y fritangas, los acéres... esas municipalidades como la de City of Miami, donde un político se hace de votos cantando con pistas (¡!), y Hialeah (otrora albergue de trabajadores de circo y dematrimonios de enanos), ciudad regida por un dictador. Hay más: los Tecasta vivieron en Cuba antes de la colonia, especialmente alrededor de esa ciudad fundada por los conquistadores –Guanabacoa—donde sus habitantes fabricaban futuros y conexiones inexplicables con el más allá, nos dejaron en nuestros corazones esta ciudad, donde vivimos. Aprende a amarlo... "como Mi a mí, no hay dos!"
domingo, 7 de noviembre de 2004
Las elecciones: cara o escudo
Por Alfredo Triff
¿Por qué salió reelecto Bush? Tomo la moneda como ejemplo. CARA: 1- Después de 9/11, la idea “estamos en guerra” penetró la psiquis de la nación –incluyendo a demócratas. (a) La cara del fundamentalismo musulmán con (Al-Qaeda al frente) demostró unidad en un nuevo paradigma extremista: la matanza deliberada de civiles con propósitos políticos es justificada, no importa el arma. (b) Los ejemplos que prosiguieron al 9/11 sólo confirmaron la sospecha: Turquía, Bali (10/24/02), Madrid (3/11/2004), el secuestro de niños en Beslan y otros. 2- El efecto que (1) tiene en la dirección del usufructo de las libertades civiles (es decir, el Patriot Act es bipartidista). Como resultado la gente está en el bunker. 3- La invasión de Afganistán... e Irak. La primera, justificada (el enemigo gozaba de una base y casi tenía el país secuestrado). La segunda no (Sadam no tenía WMD o ADM) menos, cuando el enemigo es Bin-Laden cerca de Bora-Bora. 4- Cambio en la votación latina en USA hacia el GOP por varios factores: (a) el conservadorismo religioso latino (el problema gay), (b) la percepción de que el partido demócrata los da por sentado, (c) la personalidad del presidente (él y su hermano están casados con latinas). 5- El voto negro ha cambiado (mayoritariamente demócrata pero hay más negros republicanos –en la última convención republicana el 20% de los delegados eran negros). ESCUDO: 1- El estado de la economía aunque muy problemático (tenemos un déficit trillonario vis-à-vis un surplus cuando Clinton) --no fue suficiente. 2- Irak: (a) El problema WMD no fue bastante para desacreditar al presidente, ¿por qué? El propio Kerry votó a favor de la invasión a Irak. (b) La percepción es que ni las bajas, ni la falta de planeamiento, ni los errores garrafales (como desmantelar el ejército sadamista), parecen nivelar la balanza a favor de cambiar presidentes y políticas de retirada. 3- El fenómeno gay marriage fue asociado con el partido demócrata (algunos jueces y otros activistas oficialistas). 4-La pérdida de credibilidad internacional en la ONU no parece constituir una razón suficiente para el cambio --siempre hemos sido anacoretas en política exterior (doctrina Teddy Roosevelt).
¿Por qué salió reelecto Bush? Tomo la moneda como ejemplo. CARA: 1- Después de 9/11, la idea “estamos en guerra” penetró la psiquis de la nación –incluyendo a demócratas. (a) La cara del fundamentalismo musulmán con (Al-Qaeda al frente) demostró unidad en un nuevo paradigma extremista: la matanza deliberada de civiles con propósitos políticos es justificada, no importa el arma. (b) Los ejemplos que prosiguieron al 9/11 sólo confirmaron la sospecha: Turquía, Bali (10/24/02), Madrid (3/11/2004), el secuestro de niños en Beslan y otros. 2- El efecto que (1) tiene en la dirección del usufructo de las libertades civiles (es decir, el Patriot Act es bipartidista). Como resultado la gente está en el bunker. 3- La invasión de Afganistán... e Irak. La primera, justificada (el enemigo gozaba de una base y casi tenía el país secuestrado). La segunda no (Sadam no tenía WMD o ADM) menos, cuando el enemigo es Bin-Laden cerca de Bora-Bora. 4- Cambio en la votación latina en USA hacia el GOP por varios factores: (a) el conservadorismo religioso latino (el problema gay), (b) la percepción de que el partido demócrata los da por sentado, (c) la personalidad del presidente (él y su hermano están casados con latinas). 5- El voto negro ha cambiado (mayoritariamente demócrata pero hay más negros republicanos –en la última convención republicana el 20% de los delegados eran negros). ESCUDO: 1- El estado de la economía aunque muy problemático (tenemos un déficit trillonario vis-à-vis un surplus cuando Clinton) --no fue suficiente. 2- Irak: (a) El problema WMD no fue bastante para desacreditar al presidente, ¿por qué? El propio Kerry votó a favor de la invasión a Irak. (b) La percepción es que ni las bajas, ni la falta de planeamiento, ni los errores garrafales (como desmantelar el ejército sadamista), parecen nivelar la balanza a favor de cambiar presidentes y políticas de retirada. 3- El fenómeno gay marriage fue asociado con el partido demócrata (algunos jueces y otros activistas oficialistas). 4-La pérdida de credibilidad internacional en la ONU no parece constituir una razón suficiente para el cambio --siempre hemos sido anacoretas en política exterior (doctrina Teddy Roosevelt).
sábado, 6 de noviembre de 2004
Primer viernes de galería
Por Alfredo Triff
Ayer por la noche. Caminando por Coral Gables, primer viernes de mes. Hay gente en la calle y se transita el periplo down town. La ciudad prospera: la urbanización se estira para merecer las suelas de mis botines. El primer viernes de cada mes se torna en experiencia barroca-edulcorada. El kitsch hace olas. La cubanía se aglutina -- más que para mirar el arte-- a carnavalear. Para cambiar el compás, se ausculta un deje rioplatense entre cuadra y cuadra. Bares antisépticos sin humo ¿Cómo votar por la ausencia de humo? Algunos maestros de la pintura miamense caminan hasta la vecindad --creo-- que para observar el cansancio en coba-de-viernes. Gracias a los nuevos colaboradores: Alcides, Yovani Bauta y Adalberto Delgado. Cada uno de los tres bien conocidos de las claques particulares de nuestra ciudad. A los bloggeros: firmen con un seudónimo. Es mejor así porque podremos identificarlos. Hay ya bloggeros leales de tumiami que dejan huellas: El socio del Vedado, El buti, Nagahe, Isa, Cristi, Sin piedad, la Chuna, El impaciente, El estratega y Patada Lateral entre otros. Ustedes son tumiami porque un blog sin gente es una paja mental. Queremos compartir con nuestro equipo y caer en un análisis de las elecciones de esta semana. Algo atrevido y distinto. Ya se ha oído mucho de lo mismo... hace falta salir del esquema. Buena suerte.
Ayer por la noche. Caminando por Coral Gables, primer viernes de mes. Hay gente en la calle y se transita el periplo down town. La ciudad prospera: la urbanización se estira para merecer las suelas de mis botines. El primer viernes de cada mes se torna en experiencia barroca-edulcorada. El kitsch hace olas. La cubanía se aglutina -- más que para mirar el arte-- a carnavalear. Para cambiar el compás, se ausculta un deje rioplatense entre cuadra y cuadra. Bares antisépticos sin humo ¿Cómo votar por la ausencia de humo? Algunos maestros de la pintura miamense caminan hasta la vecindad --creo-- que para observar el cansancio en coba-de-viernes. Gracias a los nuevos colaboradores: Alcides, Yovani Bauta y Adalberto Delgado. Cada uno de los tres bien conocidos de las claques particulares de nuestra ciudad. A los bloggeros: firmen con un seudónimo. Es mejor así porque podremos identificarlos. Hay ya bloggeros leales de tumiami que dejan huellas: El socio del Vedado, El buti, Nagahe, Isa, Cristi, Sin piedad, la Chuna, El impaciente, El estratega y Patada Lateral entre otros. Ustedes son tumiami porque un blog sin gente es una paja mental. Queremos compartir con nuestro equipo y caer en un análisis de las elecciones de esta semana. Algo atrevido y distinto. Ya se ha oído mucho de lo mismo... hace falta salir del esquema. Buena suerte.
viernes, 5 de noviembre de 2004
Hilo Odalisco
Por Alcides (Herrera)
Diez correos sin responder. Me entró paranoia y tuve que abandonar la casa. Viajé en el metro, entre los nudos de la ciudad y en el downtown agarré la “S”. Es un trayecto purgativo: en South Beach ya parecía un tipo sin preocupaciones. Logré caminar una hora por la arena, manteniendo la postura y acordándome de respirar, catalogando tetas europeas. Cuando empecé a sentir aburrimiento llegué a casa de Oda. Abrió sonriente. Cocinaba lentejas y hacía planes --o un mismo plan con muchas puntas. La convencí de que encendiera el aire acondicionado y me acomodé a la nueva situación. Disfruto el calor, la pelota amarilla en el cielo, pero soy tan vago que prefiero mil veces una pecera fría, salir de noche. Lo peor que hice fue fumar (es la tercera cosa que más me suaviza). Por momentos perdía el hilo de Oda y regresaba a mis correos. Imaginaba a mis diez amigos en una salita, reunidos por una causa común: lo que los hago esperar. Empecé a responder mentalmente cada uno de los mensajes. Despaché enseguida a Ichikawa, a Soleida, a Corojo. Clavé las palabras con alfileres. Cuando iba a ocuparme de Liudmila, la “esperadora” natural, ya mi cabeza estaba full. No podía juntar frases para ella sin perder algunas de las que había separado para los demás. Volví con Oda y con los planes. Esperé las lentejas. No sé si le quedan mejor que los chícharos pero Emeril le daría su gorrito después de probarlas. Si el minuto perfecto --cuando te llenas de amor y claridad-- durase al menos una hora por día, podrías dedicarte a responder correos y acaso no te ocurrirá lo que a mí (que regresé entusiasmado a Hialeah, por las líneas del mundo y ya no tenía Internet). <Únicamente así aparezco en la biblioteca> Me consolé hojeando libros de agricultura. Cuando la negra cantó mi número, ocupé una sillita precalentada frente a la Dell que me destinaron. Parece un lugar de telemarketing. Los de al lado no se entretienen con sus computadoras. Sólo vigilan. Imagino que tratan de copiarme el estilo y tomo una decisión arriesgada: no escribirle a nadie.
Diez correos sin responder. Me entró paranoia y tuve que abandonar la casa. Viajé en el metro, entre los nudos de la ciudad y en el downtown agarré la “S”. Es un trayecto purgativo: en South Beach ya parecía un tipo sin preocupaciones. Logré caminar una hora por la arena, manteniendo la postura y acordándome de respirar, catalogando tetas europeas. Cuando empecé a sentir aburrimiento llegué a casa de Oda. Abrió sonriente. Cocinaba lentejas y hacía planes --o un mismo plan con muchas puntas. La convencí de que encendiera el aire acondicionado y me acomodé a la nueva situación. Disfruto el calor, la pelota amarilla en el cielo, pero soy tan vago que prefiero mil veces una pecera fría, salir de noche. Lo peor que hice fue fumar (es la tercera cosa que más me suaviza). Por momentos perdía el hilo de Oda y regresaba a mis correos. Imaginaba a mis diez amigos en una salita, reunidos por una causa común: lo que los hago esperar. Empecé a responder mentalmente cada uno de los mensajes. Despaché enseguida a Ichikawa, a Soleida, a Corojo. Clavé las palabras con alfileres. Cuando iba a ocuparme de Liudmila, la “esperadora” natural, ya mi cabeza estaba full. No podía juntar frases para ella sin perder algunas de las que había separado para los demás. Volví con Oda y con los planes. Esperé las lentejas. No sé si le quedan mejor que los chícharos pero Emeril le daría su gorrito después de probarlas. Si el minuto perfecto --cuando te llenas de amor y claridad-- durase al menos una hora por día, podrías dedicarte a responder correos y acaso no te ocurrirá lo que a mí (que regresé entusiasmado a Hialeah, por las líneas del mundo y ya no tenía Internet). <Únicamente así aparezco en la biblioteca> Me consolé hojeando libros de agricultura. Cuando la negra cantó mi número, ocupé una sillita precalentada frente a la Dell que me destinaron. Parece un lugar de telemarketing. Los de al lado no se entretienen con sus computadoras. Sólo vigilan. Imagino que tratan de copiarme el estilo y tomo una decisión arriesgada: no escribirle a nadie.
jueves, 4 de noviembre de 2004
Noches de Miami
Por Yovani Bauta
Las noches de Miami son (en muchos sentidos) diferentes a las que transcurren en otros puntos del planeta. Un lunes por ejemplo es difícil encontrar una función de ópera o de teatro en ciudades como Paris o Madrid, sin embargo aquí he disfrutado de una muy buena Bodas de Fígaro un lunes cualquiera en nuestro provinciano Dade County Auditorium. Pero anoche era, además de lunes Día de todos los santos, la víspera de las elecciones más convulsas en toda la historia de los Estados Unidos y Miami debatía --en la Calle Ocho-- de una manera muy peculiar sus ideas: a grito limpio y rampante. Fue bajo estos signos que me encaminé a casa de la artista Gloria Lomas. Por cierto, Gloria tiene una especie de wonderland en “la ribera sur” del 836, y entre dos pintorescas casas ha creado su enorme jardín. Es una especie de paraíso surrealista donde el aroma de sus flores, la humedad de la tierra y la frondosidad de sus árboles propician una conexión mágica con la poesía. Colgada de un robusto árbol de aguacate se mece un chandelier que ilumina de manera inusitada las grietas del tiempo. Allí nos sentamos para saborear las jugosas historias de Gloria sobre el New York de los Ochenta. Desde la casa nos llegaba la voz de María Callas atrapada en un CD player mientras nosotros reevaluábamos la postmodernidad: Artistas, curadores, galeristas, coleccionistas y toda pléyade de acompañantes (que juntos bailamos este nuevo ritmo “post industrial”), pasaron por el filo de la gnosis colectiva. Fue una noche breve pero de una rara y postmoderna intensidad.
Las noches de Miami son (en muchos sentidos) diferentes a las que transcurren en otros puntos del planeta. Un lunes por ejemplo es difícil encontrar una función de ópera o de teatro en ciudades como Paris o Madrid, sin embargo aquí he disfrutado de una muy buena Bodas de Fígaro un lunes cualquiera en nuestro provinciano Dade County Auditorium. Pero anoche era, además de lunes Día de todos los santos, la víspera de las elecciones más convulsas en toda la historia de los Estados Unidos y Miami debatía --en la Calle Ocho-- de una manera muy peculiar sus ideas: a grito limpio y rampante. Fue bajo estos signos que me encaminé a casa de la artista Gloria Lomas. Por cierto, Gloria tiene una especie de wonderland en “la ribera sur” del 836, y entre dos pintorescas casas ha creado su enorme jardín. Es una especie de paraíso surrealista donde el aroma de sus flores, la humedad de la tierra y la frondosidad de sus árboles propician una conexión mágica con la poesía. Colgada de un robusto árbol de aguacate se mece un chandelier que ilumina de manera inusitada las grietas del tiempo. Allí nos sentamos para saborear las jugosas historias de Gloria sobre el New York de los Ochenta. Desde la casa nos llegaba la voz de María Callas atrapada en un CD player mientras nosotros reevaluábamos la postmodernidad: Artistas, curadores, galeristas, coleccionistas y toda pléyade de acompañantes (que juntos bailamos este nuevo ritmo “post industrial”), pasaron por el filo de la gnosis colectiva. Fue una noche breve pero de una rara y postmoderna intensidad.
miércoles, 3 de noviembre de 2004
La cuenta sigue y hay que esperar...
Por Alfredo Triff
No estamos ante una clonación del año 2000, pero nos cuesta esperar, somos demasiado impacientes. Esta vez vamos a hacer las cosas como se debe. Aún se están contando votos en Ohio (estado siempre crucial). Los estimados le dan hasta ahora-- ventaja al presidente quien parece estar ganando un voto popular que perdió en el 2000. Aquí en Miami algunas enmiendas ya pasaron, pero falta el conteo total. Como dijimos ayer, la cosa no va a seguir camino de rumba. Habrán cambios. Un voto tan cerrado le manda al presidente (si ganara) un mensaje que tiene que ver con la guerra en Irak y la economía. ¿Cuál será la señal? ¿Qué parte de la política de Bush –en caso que gane-- cambia? Pregunto a Miami.
No estamos ante una clonación del año 2000, pero nos cuesta esperar, somos demasiado impacientes. Esta vez vamos a hacer las cosas como se debe. Aún se están contando votos en Ohio (estado siempre crucial). Los estimados le dan hasta ahora-- ventaja al presidente quien parece estar ganando un voto popular que perdió en el 2000. Aquí en Miami algunas enmiendas ya pasaron, pero falta el conteo total. Como dijimos ayer, la cosa no va a seguir camino de rumba. Habrán cambios. Un voto tan cerrado le manda al presidente (si ganara) un mensaje que tiene que ver con la guerra en Irak y la economía. ¿Cuál será la señal? ¿Qué parte de la política de Bush –en caso que gane-- cambia? Pregunto a Miami.
martes, 2 de noviembre de 2004
Un día como pocos
Por Alfredo Triff
Buenos días Miami. Este no es un día para andar con fábulas, es simplemente demasiado importante. Voten temprano --mientras menos gente mejor. Si llegan tarde al recinto... pues hagan la cola como todo el mundo (se que hacer “otra cola” se hace agrio, pero esta vez se impone). Mañana cambia el curso del país de una u otra manera: Si tienen tiempo. ¿por qué no compartimos impresiones?
Buenos días Miami. Este no es un día para andar con fábulas, es simplemente demasiado importante. Voten temprano --mientras menos gente mejor. Si llegan tarde al recinto... pues hagan la cola como todo el mundo (se que hacer “otra cola” se hace agrio, pero esta vez se impone). Mañana cambia el curso del país de una u otra manera: Si tienen tiempo. ¿por qué no compartimos impresiones?
lunes, 1 de noviembre de 2004
La boleta (los bonos)
Por Alfredo Triff
Hola Miami. A continuación tumiamiblog cierra el análisis de la última parte sobre la boleta, con un examen de las propuestas de emisión de BONOS (observa que es la última sección de la boleta): Propuesta (en lo adelante P) #1: mejora el sistema de acueducto y alcantarillados. Eso definitivamente lo necesitamos. P#2: construye y mejora las construcciones existentes en parques y otros centros recreativos; P#3: construye y mejora puentes, infraestructura pública --así como otras obras de servicios en nuestros vecindarios. Creo que ésta es muy importante. P#4: construye y mejora prisiones, tribunales, estaciones de policía, bomberos y salvavidas, etc. P#5: tiene que ver con los centros de emergencia y de atención médica del Jackson Memorial y el Jackson South. (OJO) Han habido problemas antes con mismanagement endémico en el Jackson y algunos piensan que eso es una olla sin fondo. P#6: construir y mejorar servicios públicos de vecindarios en cuanto a que cumplan las disposiciones del código, así como el acceso (calles, etc). P#7: construye y mejora viviendas a precio módico para familias y personas mayores, también facilita que se hagan propietarios mediante la compra, construcción y renovación de unidades residenciales. Finalmente P#8: construye y mejora bibliotecas, centros culturales y centros "Head Start" de enseñanza para estudiantes preescolares con oportunidades y actividades educativas. Creo que el voto afirmativo de estas propuestas está dado con la manera en que ves el rol del gobierno. Hay quienes arguyen que esto significa más taxes para todos. Hay renglones que justifican un voto afirmativo, (entre los que estimo #1 y #3) pero eso depende del punto de vista de cada cual. Tú decides.
Hola Miami. A continuación tumiamiblog cierra el análisis de la última parte sobre la boleta, con un examen de las propuestas de emisión de BONOS (observa que es la última sección de la boleta): Propuesta (en lo adelante P) #1: mejora el sistema de acueducto y alcantarillados. Eso definitivamente lo necesitamos. P#2: construye y mejora las construcciones existentes en parques y otros centros recreativos; P#3: construye y mejora puentes, infraestructura pública --así como otras obras de servicios en nuestros vecindarios. Creo que ésta es muy importante. P#4: construye y mejora prisiones, tribunales, estaciones de policía, bomberos y salvavidas, etc. P#5: tiene que ver con los centros de emergencia y de atención médica del Jackson Memorial y el Jackson South. (OJO) Han habido problemas antes con mismanagement endémico en el Jackson y algunos piensan que eso es una olla sin fondo. P#6: construir y mejorar servicios públicos de vecindarios en cuanto a que cumplan las disposiciones del código, así como el acceso (calles, etc). P#7: construye y mejora viviendas a precio módico para familias y personas mayores, también facilita que se hagan propietarios mediante la compra, construcción y renovación de unidades residenciales. Finalmente P#8: construye y mejora bibliotecas, centros culturales y centros "Head Start" de enseñanza para estudiantes preescolares con oportunidades y actividades educativas. Creo que el voto afirmativo de estas propuestas está dado con la manera en que ves el rol del gobierno. Hay quienes arguyen que esto significa más taxes para todos. Hay renglones que justifican un voto afirmativo, (entre los que estimo #1 y #3) pero eso depende del punto de vista de cada cual. Tú decides.