¿Amor o respeto?

Por Alfredo Triff

Ha sido un buen debate el de esta noche entre Bush y Kerry --y muy temprano para decir (desde el consenso) quién ganó o perdió. Esperemos hasta mañana. Lo que me maravilló -- y perdonen mi inocencia-- es que estos dos enemigos políticos pudieran conversar (aunque sólo fuera brevemente) en la misma pista, sonreír, y hablar de sus mujeres. En otras páginas encuentro algo que quería compartir con ustedes. Cuando el lenguaje se presta para un juego tal de doble retórica barata de factura guataquera-advenediza, no queda más remedio que hacer patafísica. Queridos amigos… el mundo no está al revés. El mundo es así. Pero también tiene momentos preferibles. Lo que me trae al amor... ese triunfo sobre la adversidad --y disgrego un poco: Algunos dicen que lo que falta en este mundo es amor... a Dios, a nuestro semejante... mas cuidado, el amor --aunque superior en sustancia-- puede ser demasiado cercano a uno y por tanto egoísta. Prefiero (en lo social) el respeto al amor. ¿Puedo jactarme de ser generoso cuando amo? No creo. Respetar es apreciar la dignidad en cada cual, esa igualdad de verme en el otro como yo mismo. De hecho, el amor ágape (superior en su esencia altruista al eros) presupone respeto. El mundo necesita más respeto y menos falsas overturas de amor, que se tornan luego en burdas excusas para matar. Claro, nada de eso es culpa del amor mismo, sino nuestra eterna distorsión de su esencia.