Se hace tarde y hay que trabajar. Quiero dejar un pensamiento sobre Miami. Nuestra ciudad es como una cebolla. Hay que comprenderla en su complejidad. Nos movemos entre territorios, nodos, nexos. Nuestros juicios se impregnan de experiencias fragmentadas... luego formulamos creencias, y al compartirlas, nos sorprenden otras opiniones divergentes. ¿Cómo puede ser que lo que veo no sea lo que ve el otro? Como en la película Rashomón parecen haber tantas historias como testigos. No hay un consenso particular sobre Miami. Mi consejo: Dejémoslo así. Es lo relativo de la observación; una ciudad real con múltiples interpretaciones. Eso es bueno. Ahora veamos cual interpretación (entre todas) nos sugiere mejor la realidad. Sugerencia: Hay que darle una oportunidad a la ciudad. Pero a Miami hay que descubrirla con una mente abierta.
1 comentario:
Pueblo, mente abierta. Pueblo en vías de desarrollo y con espíritu divergente.
Estoy de acuerdo con la "oportunidad"... aunque esa sería para su gente y para eso, tenemos que dejar de ser la ciudad más pobre de EU.
Nos vemos en las elecciones. Have fun.
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